El arte de organizar - Estefanía Fryd - E-Book

El arte de organizar E-Book

Estefanía Fryd

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Beschreibung

Este libro es para quienes dedican mucho esfuerzo a ordenar, pero no obtienen resultados claros y duraderos; para aquellos que se avergüenzan por tener una casa desordenada, pero no saben cómo lograr mejoras. Y para quienes están buscando un cambio en su vida. En esta guía interactiva vas a encontrar videos, fotos y consejos para organizar una casa real, como la tuya, de una vez y para siempre. Voy a explicarte cómo podés mantenerla fácilmente. Esto te va a permitir tener más tiempo para vos, y va a ayudarte a ordenar tu mente, ya que cuando la casa está organizada, las ideas también comienzan a acomodarse, y esto impacta en nuestra vida cotidiana. Vas a aprender a organizar una casa con niños y a enseñarles a ellos a hacerlo. También podrás acceder a un montón de tips para ser más eficiente en tu trabajo, armar una valija y realizar una mudanza. Este libro te va a ayudar a vivir mejor, a ganar calidad de vida, a conseguir más tiempo para vos y... ¡a ahorrar dinero! Creeme, te va a cambiar la vida.

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Fryd, Estefanía

El arte de organizar : guía interactiva para organizar tu casa y mejorar tu vida / Estefanía Fryd. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Metrópolis Libros, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-8924-25-0

1. Organización del Hogar. I. Título.

CDD 648

© 2022, Estefanía Fryd

Primera edición, abril 2022

Diseño y diagramación Lara Melamet

Corrección Martín Vittón y Karina Garofalo

Conversión a formato digital: Libresque

Hecho el depósito que establece la ley 11.723. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización por escrito de los titulares del copyright.

Editorial PAM! Publicaciones SRL, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

[email protected]

www.pampublicaciones.com.ar

Índice

CubiertaPortadaCréditosIntroducciónCómo leer este libroParte I. Antes de poner manos a la obra1. Ordenar y organizar¿Por qué nos damos por vencidos?Tipos de personalidades de la gente no organizadaParte II. Organización por categoríasPasos a seguir2. RopaDescarteZonas grises¿Por qué nos cuesta soltar?¿Cómo va a impactar en nuestra vida?La paradoja de la elecciónCategorizaciónColgado de prendasDobladoAlmacenamientoCalzadoCarteras y mochilasAccesoriosUbicaciónEtiquetadoLa cruda verdad¿Qué hago si mi pareja no quiere organizar?¿Puedo organizar junto con otros miembros de mi familia?¿Cómo se mantiene el orden diario?Para tener en cuentaResumen del capítulo3. LibrosDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoPara tener en cuentaResumen del capítulo4. PapelesDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoPara tener en cuentaResumen del capítulo5. Artículos de cocinaDescarteCategorizaciónAlmacenamientoAlimentosUbicaciónEtiquetadoHeladera y freezerLavaderoPara tener en cuentaResumen del capítulo6. Artículos de bañoDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoPara tener en cuentaResumen del capítulo7. Artículos variosDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoPara tener en cuentaResumen del capítulo8. Objetos sentimentalesDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoPara tener en cuentaResumen del capítuloParte III. Niños, trabajo y tecnología9. Cómo organizar para niñosEnseñar teniendo en cuenta las edadesDe 0 a 3 añosDe 3 a 6 añosDe 6 a 10 añosDe 10 años en adelanteEl cuarto por sectoresSector 1: ropa.DescarteCategorizaciónDoblado y almacenamientoUbicaciónEtiquetadoSector 2: artículos variosDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetadoSector 3: juguetes y chucheríasDescarteCategorizaciónAlmacenamientoUbicaciónEtiquetado¿Cómo fomentamos que ordenen?La llegada del recién nacidoLa vuelta al colegioPara tener en cuenta10. Cómo organizar nuestro trabajo¿Cómo lograr la eficiencia en nuestro lugar de trabajo?¿Cómo ser eficiente en el día a día?Para tener en cuenta11. Cómo organizar la tecnología¿Cómo organizar la computadora?¿Cómo organizar el celular?Parte IV. Mudanzas y viajes12. MudanzasPremudanzaAlgunos consejosPosmudanza13. ViajesArmado de valijaAntes, durante y despuésBolso de manoRegalosItinerarioParte V. Cierre14. Adaptación del “Método KonMari®”15. Conclusiones finales¿Cuáles son los beneficios de vivir organizados?¿Por qué vivir organizados es un estilo de vida?Testimonios de algunas personas durante y después de haber organizado sus casasPreguntas frecuentesBibliografíaSobre este libroSobre la autoraTienda PAM

Introducción

Siempre me gustó el orden, pero no siempre fui organizada. Quería serlo, tenía la mejor voluntad del mundo, pero no era eficiente. Soy Estefanía Fryd, fundadora de El Arte de Organizar, y fui la primera argentina en certificarme con Marie Kondo®, la gurú mundial del orden. Elegí comenzar el libro de esta forma para que veas que con el método indicado y un poquito de voluntad todos podemos lograrlo.

Me casé con Alejandro, ¿acaso el hombre más desordenado del mundo? Es posible. Pero, por el bien de la pareja, pudimos negociar, y durante el desarrollo del libro te voy a contar cómo hicimos para lograr que funcionara, ya que seguramente tu pareja o tus hijos no fueron sacados de Pinterest, y eso es lo que quiero enseñarte: cómo organizar una casa real.

Como decía, cuando era chica me gustaba tener todo ordenado, pero no era eficiente. Pasaba todos los domingos doblando la ropa para que las pilas de prendas me quedasen divinas, pero durante la semana se me desarmaban y toda la montaña se mezclaba. Me sentía muy frustrada. Había algo que claramente estaba fallando, y recién a los veintinueve años descubrí lo que era: jamás iba a poder ser ordenada si no organizaba antes.

Cinco años atrás, durante una cena mi tío me comentó que había leído La magia del orden®, el primer libro de Marie Kondo®, que había puesto esos consejos en práctica en su casa y que, gracias a eso, la podía mantener organizada.

Con poca expectativa, lo compré, lo leí y lo apliqué en casa. Me habrá llevado dos o tres meses hacerlo, ya que es un proceso, no es algo que se concreta de un día para otro, y efectivamente me pasó lo mismo que a él.

Cuando venían mis amigas, les mostraba mi casa como si fuera un tour: “Miren el placard, el baño, la cocina…”. Y ellas empezaron a pedirme que las ayudara a organizar sus casas de esta manera.

A medida que pasaron los meses, comencé a darme cuenta de que lo que más me había impactado del método no era que todo se mantiene organizado (el motivo por el cual yo había leído el libro) sino el hecho de haber filtrado los objetos que tengo pensando en qué “me hace feliz®” y qué no, ya que esto me ayudó a conocerme más y me llevó a tomar mejores decisiones en otros ámbitos de mi vida.

Empecé a rodearme de gente que me hace feliz, que me suma, a ir a lugares que me dan ganas y a poder decir “no” a aquello que no me satisface. Me di prioridad, me dediqué más tiempo e hice actividades que venía postergando. Me amigué con la palabra no y entendí que no pasa nada si desechamos algunos objetos, que el mundo sigue girando y que lo único que puede ocurrir es que mi vida cambie, pero para mejor.

Durante este proceso interno que venía atravesando, mis conocidas comenzaron a contarme que haber organizado sus casas también les generó un cambio de mentalidad, tanto en lo material como en su vida personal, y recuerdo haber pensado en ese momento: “Okay, acá está ocurriendo algo y tengo que transmitírselo al mundo”. Y así nació El arte de organizar.

Confieso que al comienzo fui una descreída total. En su libro, Kondo® asegura que hay gente que se casa, se separa o renuncia a su trabajo solo por organizar su casa. “¿Quééé?”, pensé automáticamente.

Comprendo hoy, a la distancia, que desde la teoría es difícil de entender, pero cuando terminamos el proceso, es posible apreciar cómo la mente y las ideas también se nos van ordenando. A muchos, esta “movilización mental” nos motiva a que nuestra vida vire de rumbo. Y eso fue lo que me llevó a cambiar de profesión.

Como politóloga, desarrollé mi vocación de servicio para que la gente pudiera vivir mejor. Como periodista, siempre cuestiono lo establecido. De mi experiencia como productora de TV, potencié mi creatividad e imaginación: tengo la capacidad de sacar soluciones de la galera. Como asesora de imagen, aprendí a ver lo mejor de cada persona. Y como buena libriana, me apasiono por la estética, la belleza, el equilibrio y la armonía.

Soy sumamente pragmática: todos los días me escribo lo que tengo que hacer y aún soy de esa especie que sigue usando agenda de papel.

Jamás había visto la organización de los espacios como una salida laboral, era algo que quería hacer por y para mí, pero evidentemente había un público, en su mayoría femenino (lamentablemente, ya que el orden y la organización son tareas de todos los miembros del hogar), que necesitaba ayuda porque no tenía la voluntad, ganas o tiempo para hacerlo sola.

Varios meses después de comenzar este proyecto se me ocurrió googlear cuántos años tenía Marie Kondo® (siempre había pensado que era una señora mayor o que quizás había fallecido). Y, para mi sorpresa, encontré que tenía un año más que yo (en ese momento, treinta) y que justamente estaba lanzando capacitaciones para poder ser consultora oficial (una especie de embajadora del método).

El seminario al que asistí en febrero de 2018 se dictó en San Francisco, Estados Unidos. El filtro previo para viajar se basaba en enviar fotos de cómo había organizado mi casa, ¡el miedo que tenía! Se tomaron dos meses para analizarlas y, una vez aprobadas, conseguí mi cupo para viajar. Al finalizar el curso, volví a Buenos Aires, rendí los exámenes de forma virtual y finalmente pude conseguir el título como la primera consultora “KonMari®” en el Cono Sur.

Si bien yo ya venía trabajando como organizadora, tener esta certificación me potenció muchísimo y pasé a tener lista de espera para ir a las casas. Pero, como se suele decir, “los pingos se ven en la cancha”, y la realidad es que si bien este libro jamás podría haber sido escrito sin la inspiración de Marie Kondo® y muchísimos conceptos son tomados de sus ideas, en la práctica profesional, en las casas de los argentinos, diversas cuestiones de la cultura japonesa no son aplicables. Por eso aproveché estos años de experiencia para escribir este libro en el cual adapté el “Método KonMari®” a nuestra cultura.

No solo quiero enfocarme en la optimización del espacio sino en mejorar nuestra calidad de vida, en cómo mantener la casa organizada para siempre y los efectos psicológicos del orden y el desorden.

 

¿Quiénes pueden organizar? Quienes tengan las ganas y la voluntad de hacerlo. Este libro está dirigido a todas esas personas que quieran ganar calidad de vida, poner su mente en orden, tener más tiempo para ellos y, por supuesto, a quienes deseen vivir más organizados.

Apunta a aquellas parejas que acaban de ser padres y sienten que la casa se convirtió en un caos y eso los frustra. A quienes se acaban de separar. A personas que vivieron sesenta años en el mismo lugar y tienen ganas de renovar energías. A los que se acaban de mudar solos y descubren que en su casa nueva no les entra todo lo que tenían en la de sus padres. A quienes están atravesando una etapa de su vida en la cual piensan: “Quiero un cambio, no sé qué, pero quiero un cambio”. Y a todos los que desean vivir mejor.

¡Hoy es un buen momento para comenzar!

Cómo leer este libro

¡Bienvenidos al primer libro de organización multimedia e interactivo! ¿Cómo es esto? En algunos capítulos vas a encontrar códigos QR que llevarán a videos ilustrativos. ¿Cómo funciona? Es simple: tenés que abrir tu cámara y apuntar al código (no le saques foto, solo que aparezca el cuadrado en tu pantalla). Allí aparecerá el enlace para abrirlo. Si tu celular no permite escanearlo, podés bajarte la app QR Barcode Scanner u otra similar. Chequeá que el QR se vea claro, que estébien iluminado y no fuera de foco, y que el sonido de YouTube esté activado.

Además, en este libro encontrarás anécdotas y fotos de organizaciones de clientes reales; sus nombres fueron modificados para respetar su intimidad.

Vivimos tiempos cada vez más hermosos en cuanto a la igualdad de género. Por suerte, la mayoría de las personas ya consideramos prehistórico que alguien diga o piense que el orden de la casa le corresponde a la mujer. Por eso este libro está dirigido a hombres y mujeres por igual.

Dicho esto, cuando empecé a escribir quise hacerlo en un lenguaje inclusivo: primero probé usar las “x”, luego los “@”, la “e”, el “a/o”, pero tengo que serles honesta: todas las opciones me resultaban muy difíciles de leer. Me concentraba más en las letras que en el concepto que quería transmitir. Y si a mí me ocurría eso, ¿cómo no le iba a pasar al lector?

Por eso decidí que lo más práctico para leer, por lo menos en estos momentos de nuestra historia, es seguir haciéndolo de la forma tradicional. Tal vez, en un próximo libro, las cosas hayan cambiado y ya nos hayamos acostumbrado a leer utilizando alguno de los símbolos o letras del lenguaje inclusivo. Mientras tanto, preparate la bebida que más te gusta, traete un lápiz o un resaltador, y disfrutá de este hermoso libro que empecé a escribir hace más de dos años.

Cuando lo termines, te invito a que me cuentes qué te pareció, qué errores cometés en tu casa y cuáles son los tips que más te sirvieron. Podés enviarme un mensaje a mi Instagram (@elartedeorganizarok) o al Facebook de El Arte de Organizar. ¡Que lo disfrutes!

PARTE IANTES DE PONER MANOS A LA OBRA

«Para cambiar de hábitos primero hay que modificar la forma de pensar.»

Marie Kondo®

¿Alguna vez justificaron el desorden de su hogar pensando: “si tuviera una casa más grande…” o “si mi departamento fuera tan gigante como el de aquella persona, yo también sería ordenado”? Lamento decirles que el tamaño… no importa.

La realidad es que ser o no organizados no está relacionado con los metros cuadrados que tengamos. De hecho, cuando contamos con más espacio, más desorganizados somos y mayor tendencia a acumular tenemos. Es como ser limpio o sucio. No depende de los metros ni de la clase social, es una cuestión de hábitos.

¿Y les pasó también de pensar: “no tengo tiempo para ordenar”? Durante el transcurso del libro veremos cómo vivir organizados nos permite tener más tiempo para nosotros y que el orden diario no nos insuma todo el día ni sea tan agotador.

Me gusta decir que vivir desorganizados es como transitar en auto por una calle llena de piquetes (quienes vivan en la Ciudad de Buenos Aires van a entenderme): ruido, malhumor, estrés. Vivir organizados es andar por autopista, implica ir más liviano por la vida.

Cuando la casa está desordenada, seguimos desordenándola y se termina convirtiendo en un círculo vicioso.

1. Ordenar y organizar

Lo primero que tenemos que aprender antes de empezar a organizar nuestra casa es la diferencia entre ordenar y organizar.

Ordenar es la acción de colocar un objeto en algún lugar determinado, o doblar una prenda y guardarla. Esto es algo que todos tendremos que seguir haciendo porque nadie levanta una varita mágica y se le acomodan las cosas solas, así que malas noticias: vamos a tener que seguir ordenando.

Pero organizar es un proceso que se hace de una vez y para siempre. Más allá de descartar y clasificar (procesos que veremos en los próximos capítulos) cuando organizamos, se piensa en asignarle estratégicamente un lugar a cada cosa de nuestra casa. O sea, desde lo más mínimo hasta lo más importante, cada objeto debe tener su lugar asignado. ¿Para qué? Para que el orden diario sea mucho más rápido, simple, menos agotador, y que la búsqueda de los objetos sea más eficaz.

De esta manera, cuando agarremos un elemento para usarlo, después este tiene que volver a ese lugar que le asignamos como si fuera un imán que lo atrae, y si está contenido, muchísimo mejor.

El uso de organizadores facilita que todo vaya y vuelva a su espacio de forma más simple. En cambio, cuando los objetos no tienen su lugar asignado, los dejamos tirados “por ahí” y así es como se inicia el caos. Por ejemplo, el cepillo de dientes es un objeto que todos naturalmente contenemos. Cuando nos vamos a lavar, sabemos que está en su vasito y que cuando terminamos de usarlo, vuelve a ese lugar. Nadie pierde el cepillo de dientes en su casa. Ahora imaginemos esto replicado a todos los objetos que tenemos… Suena mejor, ¿no?

Cuando la casa está organizada, no perdemos tiempo pensando dónde va cada cosa, sino que el cuerpo lo memoriza y todo rápidamente vuelve a su lugar. Y no es que adentro del placard o cajón está hecho un lío, sino que también se encuentra pipí-cucú.

Muchas veces me dicen: “¡Yo me la paso todo el día o todos los días ordenando, pero igualmente es un caos!”. Exacto. Porque si la casa no fue organizada previamente, lo único que hacemos cuando creemos que estamos ordenando es “esconder la suciedad debajo de la alfombra”. Si no organizamos antes, el orden diario que realicemos no va a funcionar.

 

¿Cuáles son las causas del desorden? Primero, que los objetos no tengan un lugar asignado. Es decir, cuando no les otorgamos un espacio específico a las cosas las terminamos dejando en cualquier lado, y esto genera desorden. Y segundo, la fiaca. No es el hecho de ordenar lo que nos lleva tiempo, sino lo que tardamos en pensar qué tenemos que hacer, en vez de actuar. Y así, como dice Marie Kondo®, nos convertimos en unos pésimos administradores de nuestro tiempo.

Creo fervientemente que incluso como sociedad viviríamos mejor si tuviéramos el hábito y la costumbre de ser organizados en nuestra vida y en nuestro trabajo.

Hace dos años iba manejando por una avenida muy conocida de la Ciudad de Buenos Aires cuando vi pasar tres colectivos de la misma línea juntos. Pensé: “¿Tan difícil es administrarles los horarios a los colectivos? ¿Qué necesidad hay de hacerle esperar una hora a la gente para que vuelva a pasar y encima viajar todos apretados?”. Si con estos pequeños detalles la empresa —por poner un ejemplo— fuera más organizada y eficiente, podríamos ganar calidad de vida y evitarles a los pasajeros un estrés innecesario.

Entonces, ¿por qué no pensar que si organizáramos nuestra casa también viviríamos mejor y con menos preocupaciones?

¿Por qué nos damos por vencidos?

Seguramente, muchos de ustedes han comenzado a hacer la organización de su casa o de un ambiente en particular y en el medio se han frustrado. ¿Por qué pasa esto? Porque ya estuvimos en esa situación, ya sabemos que no nos va a durar y que, tarde o temprano, tendremos que rehacerlo. En cambio, veremos que este método funciona, que optimizaremos espacio y que, con una mínima pizca de voluntad, es muy fácil de mantener.

Por eso, aconsejo organizar de un tirón, y esto no quiere decir que se pueda llevar a cabo en uno o dos días debido a que es un proceso que puede tomarnos varias semanas (como ocurrió en mi caso). El “tirón” significa que aprovechemos las ganas y la motivación que tenemos al comenzar para seguir organizando el resto de la casa. De esta manera lograremos no “colgarnos” y podremos terminar el trabajo.

Muchas veces me preguntan: “¿Cuántos días voy a tardar en organizar mi casa?”. La realidad es que el tiempo que nos tome dependerá de la cantidad de objetos que tengamos, del tamaño de la casa, de cuánto tiempo dispongamos y de la cantidad de miembros de la familia.

Tipos de personalidades de la gente no organizada

La gurú del orden habla de tres tipos de personalidades de la gente no organizada:

 

Están quienes no pueden deshacerse de las cosas, o sea, al que le cuesta soltar. Más adelante analizaremos por qué hay muchas personas que no pueden desprenderse de los objetos, y cómo podemos ayudarlas (ver “¿Por qué nos cuesta soltar?”,

aquí

).

Aquellos que no pueden volver a poner las cosas en su lugar. Es decir, los vagos. Luego veremos cómo el uso de canastos y contenedores ayuda a combatir a este vago que llevamos dentro (ver “Almacenamiento”,

aquí

).

Y la combinación de ambas personalidades.

 

¿Ya pensaste con cuál te identificás?

PARTE II ORGANIZACIÓN POR CATEGORÍAS

«Pensamos que no tenemos espacio para nuestras cosas cuando en verdad tenemos demasiadas cosas para el espacio que tenemos.»