El juego y los alumnos con discapacidad - Mercedes Ríos Hernández - E-Book

El juego y los alumnos con discapacidad E-Book

Mercedes Ríos Hernández

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Beschreibung

Cuando se habla de un colectivo con necesidades de integración, se alude a un grupo de ciudadanos que, por razón de sus particularidades, no puede desarrollarse en la sociedad de una manera normal en el sentido estadístico de la palabra. La integración sería, pues, aquel proceso mediante el cual un individuo puede llegar a ejercer sus deberes y derechos con igualdad de oportunidades respecto a los demás ciudadanos. En este sentido, este libro incluye actividades y juegos que facilitarán al educador herramientas para da a conocer las características de las personas con discapacidad al resto del grupo. No sólo vivenciando la dificultad, sino valorando las capacidades y la habilidad que ello comporta. El libro se centra en el colectivo de alumnos con discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales, dando unas directrices de intervención que pueden resultar útiles a los educadores que quieran introducirse en este campo y a todos aquellos que intervienen en el ámbito de la educación del tiempo libre. El libro se divide en cuatro partes. En la primera trata de los aspectos teóricos de los juegos y describe las discapacidades más frecuentes, citando las principales características. La segunda parte intenta dar una visión amplia de los criterios que deben adoptarse en los juegos más habituales para facilitar la integración de los alumnos con discapacidad. La adaptación de los juegos debe pasar por un correcto análisis de las características de los alumnos para los que se adapta. Para favorecer la integración en estos juegos se establece una categorización dentro de cada una de las discapacidades, con el objetivo de facilitar el análisis de los juegos según a qué tipo de alumno se desee integrar. Por último, se proponen los criterios de adaptación que se han seguido en cada discapacidad y se analizan 27 juegos que van de un bajo a un alto componente motriz y competitivo. La tercera parte propone juegos específicos para cada una de las discapacidades. Se proponen juegos ya conocidos aunque adaptados según las características del grupo y la discapacidad que lo define. Al principio se proponen 12 juegos para desarrollarlos con grupo específico pero adaptados a cada una de las discapacidades; posteriormente se describen 45 juegos específicos para la discapacidad física y la parálisis cerebral y 27 tanto para discapacidad psíquica como visual. La cuarta parte presenta juegos motrices sensibilizadores: maniobrar una silla de ruedas, desplazarse sin ver con la ayuda de un bastón, enseñar cómo acompañar a una persona ciega, etc. son experiencias que vividas de forma lúdica no se olvidan. El objetivo principal de esta cuarta parte es sensibilizar a los participantes sobre la realidad del colectivo de personas con discapacidad, fomentando actitudes positivas y solidarias basadas en el respeto a la diversidad y evitando la aparición de actitudes negativas o no-integradoras. Las propuestas de actividades de sensibilización son: el juego de la oca sin barreras, la gincana Ciutat Vella sobre ruedas, un día de juegos sensibilizadores en el CP Prácticas II de Barcelona.

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ACTIVIDAD FÍSICA ADAPTADA

EL JUEGO Y LOS ALUMNOS

CON DISCAPACIDAD

• La integración en los juegos

• Juegos específicos

• Juegos motrices sensibilizadores

5a Edición

Por

Mercedes Ríos Hernández

Antonio Blanco Rodríguez

Tate Bonany Jané

Neus Carol Gres

Diseño de cubierta: David Carretero

Dibujante: Joan Carmona

© 2019, Mercedes Ríos Hernández

Antonio Blanco Rodríguez

Tate Bonany Jané

Neus Carol Gres

Editorial Paidotribo

www.paidotribo.com

E-mail: [email protected]

10ª reimpresión de la 5ª edición

ISBN: 978-84-8019-366-5

ISBN EPUB: 978-84-9910-789-9

BIC: JNS

Fotocomposición: Editor Service, S.L.

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN GENERAL

PRIMERA PARTE

El juego y la diversidad

Descripción de las discapacidades más frecuentes. Características principales

SEGUNDA PARTE:CÓMO FACILITAR LA INTEGRACIÓN EN LOS JUEGOS

Introducción

Categorización para el análisis de los juegos según cada discapacidad

Criterios de adaptación

Análisis de juegos habituales y su adaptación para integrar a alumnos con discapacidad

TERCERA PARTE: JUEGOS ESPECÍFICOS PARA ALUMNOS CON DISCAPACIDAD

Introducción

Juegos específicos generales: discapacidad física, psíquica y sensorial

Juegos específicos: discapacidad física y parálisis cerebral

Juegos específicos: discapacidad psíquica

Juegos específicos: discapacidad visual

CUARTA PARTE: LOS JUEGOS MOTRICES SENSIBILIZADORES: UN MEDIO HACIA LA NORMALIZACIÓN Y EL RESPETO A LA DIVERSIDAD

Introducción

El Juego de la oca sin barreras

Gincana “Ciutat Vella sobre ruedas”

Una jornada de juegos motrices sensibilizadores en el CP Prácticas II de Barcelona (primaria)

BIBLIOGRAFÍA

RELACIÓN DE JUEGOS

INTRODUCCIÓN GENERAL

La presente obra pretende ofrecer los recursos necesarios para poder integrar a un alumno con discapacidad en los juegos más habituales y, a su vez, facilitar el trabajo del educador de grupos específicos con una propuesta de juegos para cada discapacidad. Sin pretender crear unrecetario, se ha preferido mostrar un conjunto de recursos que estimulen la creatividad del educador tomándolos como punto de partida para nuevas adaptaciones.

Nuestra premisa básica ha sido partir siempre del concepto de normalidad. El juego como actividad normalizada y, en la medida de lo posible, juegos que sean de habitual aplicación. A lo largo del presente trabajo insistiremos en que no se trata de crear juegos nuevos, sino de hacer el esfuerzo de adaptar lo ya existente como una aportación más a la normalización de los colectivos de personas con discapacidad. Estamos convencidos de que un niño con discapacidad se sentirá más cohesionado socialmente si participa de los juegos de sus compañeros, con sus compañeros. Jugar a lo que todos juegan es mucho más que eso. Es apostar por el respeto a la diversidad desde una realidad lúdica y educativa. De otro modo estaríamos compartimentando, aislando dentro de la especificidad, impidiendo una vivencia grupal que sin duda favorecerá la percepción de la diversidad por parte de todos.

Cuando hablamos de un colectivo con necesidades de integración (y en este caso sólo haremos referencia a las personas con discapacidad), aludimos a un grupo de ciudadanos que, por razón de sus particularidades, no pueden desarrollarse en la sociedad de una manera normal en el sentido estadístico de la palabra. La integración, pues, sería aquel proceso mediante el cual un individuo puede llegar a ejercer sus deberes y derechos con igualdad de oportunidades respecto a los demás ciudadanos.

En este sentido, se incluyen también en este trabajo actividades y juegos sensibilizadores que facilitarán al educador herramientas para dar a conocer las características de las personas con discapacidad al resto del grupo. No sólo vivenciando la dificultad, por ejemplo, de moverse en una silla de ruedas, sino valorando las capacidades y la habilidad que ello comporta. La sensibilización creemos que no es más que ofrecer esta información de manera atractiva, alejándonos de planteamientos paternalistas y dando una visión realista de lo que supone la discapacidad y lo que debería ser la normalización e integración social..

A pesar de que las leyes no son discriminatorias, nuestra sociedad evidencia desigualdades. Nadie puede negar que nos encontramos en un entorno en el que la individualidad y la competitividad son valores en expansión. Precisamente la integración social no quiere decir solamente aportar medios, sino también poner marcha un proceso pedagógico que ayude a cambiar las actitudes. Es necesario conseguir que la sociedad sea tolerante y respetuosa con la diversidad, solidaria con todos sus miembros.

En la actualidad, a nivel escolar, se está hablando de adecuaciones curriculares individualizadas. Pero nos encontramos ante un vacío en lo que se refiere al tercer nivel de concreción en el ámbito educativo que se traduce en la adaptación de las actividades de enseñanza/aprendizaje para facilitar la práctica motriz mediante el juego.

Entendemos que, a nivel terminológico, el concepto de Alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE) es muy clarificador y respetuoso con los niveles de aprendizaje según cada situación (incluyendo incluso a aquellos alumnos superdotados). No obstante, nuestra aportación se centrará exclusivamente en el colectivo de alumnos con discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales, dado que su especificidad facilita, pese a la indiscutible peculiaridad de cada individuo, unas generalizaciones de intervención que pueden resultar útiles a los educadores que quieran introducirse en este campo y a todos aquellos que intervienen en el ámbito de la educación del tiempo libre. Sin perder de vista, como ya se ha dicho, que no existen panaceas y que cada sujeto es, en sí mismo, una peculiaridad.

Nos hemos centrado en las discapacidades más habituales que pueden encontrarse, dado que ampliar a la multitud de afectaciones y grados que pueden existir requeriría una extensión de descripciones que creemos no sería útil en este primer trabajo donde se han priorizado las generalidades en beneficio de una facilidad de aplicación de los criterios trabajados y la necesaria síntesis que debe tener la presente aportación.

Dentro del colectivo de las discapacidades físicas se ha preferido distinguir y diferenciar claramente al colectivo de Parálisis Cerebral (PC). Dos son las principales razones: la tradición errónea de relacionar PC con discapacidad psíquica (una como consecuencia de la otra), y la gran diversidad de afectación motriz (que incluso, a nivel deportivo, se materializa en una clasificación extensa y compleja) supone un tratamiento específico.

En lo que se refiere a las discapacidades sensoriales, no se ha considerado necesaria la adaptación de los juegos al déficit auditivo dadas sus características que favorecen un óptimo nivel de integración. No obstante, se ha optado por insertar un capítulo teórico que describe la etiología del déficit, sus tipos y las variables relacionadas directamente con el déficit y los condicionantes que inciden en el desarrollo global, así como una serie de consignas básicas para facilitar la tarea del educador en el planteamiento de los juegos.

MERCEDESRÍOS

Primera parte

El juego y la diversidad

PORMERCEDES RÍOS

Chance (1979) sugiere que «el juego es como el amor: todos saben lo que es pero nadie puede definirlo». Pese a ello, en general, como juego podemos considerar cualquier actividad con la finalidad de divertirse, pasarlo bien. Existen muchas definiciones de juego y es difícil decantarse por una en concreto. Podemos citar como ejemplo la definición que encontramos de juego en el Diccionario de la RAE: «Jugar: hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse», o bien la que Johan Huizinga nos ofrece en su obra Homo ludens: «Una actividad libre, que se realiza dentro de determinados límites de tiempo y de espacio, según determinadas reglas libremente aceptadas pero absolutamente obligatorias».

Se observa principalmente que el juego es un comportamiento infantil y que es una actividad innata, natural, sin aprendizaje previo, que brota de la vida misma. Si nos fijamos en un grupo de niños que juegan nos sorprende la espontánea alegría. De ello parece que se concluye que tan solo a los niños se le reconozca el derecho a jugar. El adulto, desde este punto de vista, ha de ser una persona seria para poder enfrentarse con éxito a las responsabilidades que ha tenido que adquirir como tal. Sostener esto implica negar lo serio que puede llegar a ser el juego. De hecho, de una manera u otra, conscientemente o no, podríamos decir que el juego está presente en la vida del individuo desde que nace hasta su muerte. La actividad lúdica, evidentemente, será diferente en las diversas etapas biológicas.

Para el ser humano, como para los animales, el juego es una necesidad vital, una función propia, cuyo origen ha de buscarse en una serie de impulsos que se van desarrollando gradualmente según el entorno de cada sujeto. De esta manera se explica que la actividad lúdica esté presente en las más diversas formas, tanto en el hombre como en otras muchas especies animales.

Hay una diversidad muy importante de tipos de juegos. En este sentido, nosotros nos centraremos en el juego motriz, aquel donde está presente principalmente el movimiento.

El niño y la niña se introducen en el conocimiento mediante el juego y van entrando poco a poco en el complejo mundo de los adultos. Como afirma Piaget, «los juegos tienden a construir una amplia red de dispositivos que permiten al niño la asimilación de toda la realidad, incorporándola para revivirla, dominarla o compensarla».

Actualmente, se considera que el juego es una actividad esencial para el desarrollo integral del niño y, sin duda, también del adolescente.

Hacer jugar a un niño o a una niña es sencillo. Cuando juega recibe placer. En el tiempo libre, en el patio, en el gimnasio, etc., jugar es una posibilidad de expresión. Pero ¿es posible hacer algo más? ¿Podemos aportar algo más que el juego lúdico?

Si observamos las primeras veces que el niño juega en grupo podemos constatar individualismo, poca participación de la persona con menos capacidad física, etc. Así pues, el educador ha de proponer estímulos sucesivos que enriquezcan motriz, social e intelectualmente al niño: aprender jugando y aprender a jugar mejor (Blázquez, 1986). Es necesario que mediante el juego, el individuo experimente, descubra, vaya dando respuestas (correctas o no) que compare con otras vividas por los compañeros o con modelos posibles, progresando. Por otro lado, no debemos perder de vista que los aprendizajes que el niño realiza cuando juega pueden ser, y de hecho son, transferidos a otras situaciones no lúdicas.

Así pues, el juego es un instrumento transcendental de aprendizaje que el educador ha de aprovechar como un recurso para incidir más profundamente en la formación integral del individuo. Es necesario facilitar siempre la experimentación, no esperar del niño que de la respuesta que daríamos nosotros como adultos. Cada individuo debe poder ir dando sus respuestas, siguiendo el sistema de ensayo/error, para poder reflexionar sobre ellas. Por tanto, el educador debe proponer juegos adecuados a la edad del grupo. La dificultad irá aumentando paralelamente a los progresos individuales y a las características de cada uno de los miembros para poder contribuir positivamente en su formación.

El juego motriz es para el niño la primera herramienta de interacción con lo que le rodea, y a la vez le ayuda a construir sus relaciones sociales y otros tipos de aprendizaje. El juego es una de las primeras experiencias que ayudan al individuo a socializarse. El juego no solamente promueve el desarrollo de las capacidades físicas y motrices, es también una práctica que introduce al niño en el mundo de los valores y actitudes: el respeto a las diferencias, a la norma, al espíritu de equipo, a la cooperación y a la superación.

Es en este último aspecto donde reside la importancia de la integración en los juegos. Buscar soluciones para la participación de todos supondrá una dificultad añadida para el educador. El esfuerzo principal consistirá, en situaciones muy competitivas, en compensar la desventaja de los alumnos con discapacidad, facilitando la participación de todos. Jugar significa disfrutar, reír, discutir, comunicarse, llegar a acuerdos, establecer estrategias, etc., una experiencia vital que también forma parte de la educación del individuo. Cuando se excluye a un alumno de un juego a causa de su discapacidad, de su diferencia, le estamos privando de una fuente de relación y de formación a la cual tiene derecho, llegando a influir en su desarrollo emocional y psicológico, a su proceso madurativo. Esta idea no es en absoluto una afirmación teórica. En observaciones hechas en centros de tiempo libre, se evidencia que muchos adolescentes con discapacidad no saben jugar. No han compartido los juegos habituales con el resto de sus compañeros (por ejemplo, el pañuelo, un-dos-tres pica pared,etc.) y, por otro lado, y en consecuencia, sus respuestas motrices están muy lejos de lo que pudiera esperarse en su grupo de edad. Ello, sin duda, repercutirá en su integración y normalización social.

Por todo ello no podemos negar la posibilidad, el derecho a jugar. El reto del educador será posibilitar la asunción de roles activos por parte de todos, independientemente de sus características y peculiaridades. Evitar lo que se ha denominado falsa integración, es decir, que el alumno con discapacidad adopte roles pasivos reduciendo sensiblemente su participación normalizada en un juego. Tampoco se trata de equiparar la integración a la asimilación de modelos, a una absorción de un colectivo superior a uno inferior. No se trata de la predominancia de una manera de hacer sobre otra, sino de trabajar la convivencia en la diversidad. Educar con la diversidad, en la diversidad, base de futuras actitudes de respeto en un entorno motivador donde todos juegan.

Descripción de las discapacidades más frecuentes. Características principales

DESCRIPCIÓN DE PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES EN LA DISCAPACIDAD FÍSICA

PORJOAQUÍNFAGOAGA

ESPINA BÍFIDA

DEFINICIÓN

La Espina Bífida es una malformación congénita que consiste en un fallo en el cierre del tubo neural durante el período embrionario.Cuando el niño está en el útero materno, donde se forman sus órganos, músculos, huesos, etc., en el momento que se forma la columna vertebral hay un fallo en el cierre de la misma quedando unas vértebras abiertas y la médula espinal expuesta al exterior. Como este cierre se produce durante la cuarta semana del embara-zo, las secuelas que dicho fallo produce son frecuentemente irreversibles ya que el niño se forma con la médula espinal en situación anómala.

Cuando un niño nace con espina bífida, presenta una protuberancia en su espalda muy evidente (Fig. 1) cuyo contenido permite establecer una primera clasificación (Fig. 2):

A)  Espina Bífida oculta, en este caso, no hay protuberancia ni manifestación al exterior. No suele dar sintomatología.

B)  Meningocele, en la protuberancia hay meninges y líquido cefalorraquídeo.

C)  Mielomeningocele, en la protuberancia hay médula, líquido cefalorraquídeo y meninges. Ésta es la tipología más grave, la que produce mayor número de secuelas y la que será objeto de nuestro estudio.

Figura 1

Figura 2

NIVEL DE LA LESIÓN

El nivel de lesión es el lugar de la columna vertebral donde aparece la espina bífida, es decir, donde no se ha cerrado el arco posterior y se nombra según el segmento vertebral donde esté situada: D, vértebras dorsales, L vértebras Lumbares, S, vértebras sacras. De forma general se pueden agrupar en tres niveles:

a)  Nivel alto: Se consideran los niveles de D11/D12-L1 (desde la onceava vértebra dorsal hasta la primera vértebra lumbar).

b)  Nivel medio: Niveles L2-L3-L4

c)  Nivel bajo: Niveles L5-Sacro.

Conociendo el nivel de lesión se puede hacer una aproximación en cuanto al nivel de autonomía, aparatos que necesitará para la marcha, etc. y es muy importante conocerlo para poder hacer una valoración de las actividades que podrá realizar. Dependiendo del nivel de la lesión habrá más o menos grupos musculares afectados que condicionarán el tipo de aparatos que utilice y, por lo tanto, el nivel de autonomía. Como regla general, cuanto más alto sea el nivel de lesión utilizará aparatos ortopédicos más grandes y de ahí que se puedan encontrar personas con espina bífida que utilizan sólo unos zapatos ortopédicos para caminar cuando el nivel de lesión es muy bajo y otras personas que necesitan la silla de ruedas para poder desplazarse

SECUELAS EN UNA PERSONA CON MIELOMENINGOCELE

Una vez definida una primera clasificación de esta malformación hay que enumerar las secuelas:

1. Parálisis de la musculatura inervada por debajo del nivel de la lesión. Como la malformación es a nivel de la médula espinal y de allí parten todos los nervios que dan movimiento a la musculatura de los miembros inferiores, éstos quedarán paralizados por debajo del nivel de la lesión. Estas parálisis se manifiestan en el momento del nacimiento y persisten a lo largo de la vida del niño. Son parálisis irreversibles y no mejoran con el ejercicio, es decir, la musculatura afectada por la lesión de la médula espinal no se recupera y lo único que se puede hacer es potenciar la musculatura no dañada por el mielomeningocele.

2. Falta de sensibilidad en los miembros inferiores de la zona que coincide con el nivel de las parálisis. Las personas afectas de espina bífida no tienen sensibilidad en los miembros inferiores; por lo tanto, pueden producirse llagas por roces de los aparatos ortopédicos que utilicen, roces producidos contra superficies duras o suelo, también pueden producirse quemaduras con agua caliente o con fuego así como fracturas óseas. Todos estos problemas pasan desapercibidos por la falta de sensibilidad, pero las consecuencias posteriores son muy importantes.

Los niños afectados de espina bífida presentan, además, problemas en la adquisición de un esquema corporal correcto debido a la falta de sensibilidad propioceptiva en los miembros afectados.

3. Las personas con espina bífida tienen problemas con la circulación sanguínea en las zonas paralizadas. Debido a estos problemas, la cicatrización de cualquier herida o llaga producida por los mecanismos antes expuestos se hace mucho más lenta e incluso tiene que ser tratada con alguna intervención quirúrgica cuando no se resuelve en un tiempo prudencial.

4. Malformaciones y deformidades asociadas. Como se ha dicho anteriormente esta patología comienza a desarrollarse durante las primeras semanas del período embrionario. Esta circunstancia hace que, a veces, por una mala posición en el útero y otras por un desequilibrio de fuerza entre los músculos que realizan una función (agonistas) y los que realizan la función contraria (antagonistas), se produzcan estas malformaciomes en los miembros afectados. Las principales malformaciones son: pies talos, pies equino-va-ros, luxación de caderas, escoliosis, etc.

5. Hidrocefalia, es decir, aumento de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos cerebrales por una descompensación entre la producción y su eliminación. Para tratar esta secuela se tiene que conseguir un equilibrio entre la formación y la eliminación del líquido. Para ello se coloca en los primeros días de vida una válvula en los ventrículos cerebrales del niño unida a un tubo de plástico que acaba en el peritoneo y que realizará la función de drenar el líquido almacenado enviándolo al torrente sanguíneo donde se elimina con el material de desecho de la misma.

6. Incontinencia de esfínteres vesical y anal. Las personas con espina bífida padecen de incontinencia del sistema excretor. La razón es que estas funciones excretoras están reguladas por músculos que en el caso de las personas afectas están paralizados, por lo tanto, no consiguen controlar de forma voluntaria ni la micción ni la defecación. Por otro lado, al faltarles sensibilidad tampoco tienen la sensación de necesidad de vaciar la vejiga. Algunas personas consiguen tener sensación de plenitud de la vejiga por otras sensaciones asociadas como sudoración o intranquilidad y que aprenden a relacionar con la necesidad de miccionar o defecar a través de maniobras sencillas de presión en la zona púbica. En algunos casos se necesita un sondaje intermitente para mantener la vejiga vacía. Otras personas solucionan el problema con pañales o con colectores de orina que llevan colocados permanentemente. El problema más importante son las infecciones renales que puedan sufrir los afectados de espina bífida.

PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL

La definición más ampliamente aceptada y más precisa es la de “un trastorno del tono postural y del movimiento, de carácter persistente pero no invariable, secundario a una agresión no progresiva en un cerebro inmaduro”.

De esta definición se deducen varias consideraciones:

•    Es un trastorno del tono postural y del movimiento, los franceses denominan a esta patología enfermedad motriz cerebral haciendo hincapié en el carácter motriz primordial.

•    De carácter persistente pero no invariable quiere decir que las secuelas que esta patología comporta duran toda la vida, pero que como se manifiesta en los primeros meses de la vida, el niño tendrá posibilidades de evolucionar hacia una mejora en las adquisiciones de la motricidad y actividades propias del bebé y del niño.

•    En un cerebro inmaduro, es decir, un cerebro que aún no ha finalizado su completa maduración. Se considera que un cerebro está maduro hacia los 3 años de vida. Por lo tanto, siempre que se produzca una agresión en el cerebro de un niño antes de los 3 años, aproximadamente, se podrá hablar de parálisis cerebral.

INCIDENCIA

La incidencia normal de la P.C. (parálisis cerebral) se sitúa alrededor de un 2% de los niños nacidos vivos aunque esta cifra varía, según las series estudiadas, los criterios de selección, el tiempo y el tipo de comunidad estudiada.

ETIOLOGÍA

Clásicamente se clasifican las causas de la P.C. en función de la etapa en la que ha tenido lugar la agresión.

•    Período prenatal: durante el período intrauterino se pueden encontrar causas genéticas o cromosómicas o bien infecciones intrauterinas, el efecto de algunas drogas o tóxicos como el alcohol, diabetes materna, traumatismos etc.

•    Período perinatal: es decir, en el momento del parto. Clásicamente la causa más conocida es el sufrimiento fetal durante el parto que produce una anoxia o falta de irrigación sanguínea en el cerebro del niño ocasionando una P.C. Afortunadamente esta causa está en descenso.

•    Período postnatal: las infecciones, sobre todo la meningitis y la sepsis temprana, las intoxicaciones y los traumatismos craneoencefálicos son las causas más importantes de secuelas.

CLASIFICACIÓN

Se puede clasificar según la topografía de la afectación:

•    Hemiplejia: o afectación de la pierna y del brazo del mismo lado.

•    Diplejia: mayor afectación de los miembros inferiores que los superiores.

•    Paraplejia: afectación de ambos miembros inferiores.

•    Tetraplejia: afectación de los miembros superiores e inferiores.

•    Monoplejia, Triplejia etc.

Se pueden clasificar según el tipo de alteración del control del movimiento:

•    Espástico. el tono muscular está aumentado.

•    Hipotónico: el tono muscular está disminuido.

•    Atetósico: el tono muscular presenta fluctuaciones, es decir, que el tono varía de hipotonía a hipertonía según la actividad y con movimientos involuntarios anormales.

•Atáxico: el tono muscular suele estar disminuido. La estabilidad postural es deficiente. El niño tiene dificultades para mantener una posición determinada y la coordinación de las habilidades es defectuosa.

La alteración cerebral suele originar transtornos del movimiento y del tono muscular que se traduce en una falta de coordinación y equilibrio muscular.

Los niveles de afectación en la parálisis cerebral son muy variables. Nos podemos encontrar niños con alteraciones muy graves de la postura y del movimiento, es decir, con ausencia total o casi total en la autonomía personal y niños en los que el transtorno motriz sólo se reduce a una torpeza motriz o una descoordinación para los movimientos finos.

Espasticidad grave

Un niño con espasticidad grave, nos referimos a niños que padecen una tetraplejia, debido a la afectación del tono muscular en todo el cuerpo, tendrá muy pocas oportunidades para moverse ya que su estado de contracción muscular permanente no le dará la oportunidad para ejecutar movimientos voluntarios. Este grave estado de contracción permanente impide el movimiento más sencillo y el niño no puede controlar su tono muscular alto y no puede modificarlo. Al intentar moverse, el niño debe realizar un gran esfuerzo y éste puede provocar aún más aumento del tono.

Debido a esta incapacidad para moverse libremente, el niño irá adoptando, con el tiempo, unas posiciones típicas, que básicamente son las que acaba asimilando. Generalmente, son posiciones en flexión de miembros superiores y posiciones en extensión y flexión de miembros inferiores. La mayoría de estos niños crecen con deformidades, tanto en las extremidades como en el tronco y no tendrán autonomía personal en ninguna actividad de la vida diaria.

Un niño con una espasticidad grave puede experimentar, por sí solo, muy pocos cambios de movimiento en su cuerpo y, por lo tanto, su experiencia sensorial será muy pobre.

Como consecuencia de la lesión cerebral, la P.C. espástica grave suele ir acompañada de otras alteraciones: visuales, retraso mental, alteraciones auditivas, alteraciones del lenguaje, etc.

Espasticidad moderada

Los niños con espasticidad moderada presentan una movilidad más funcional y pueden ser autónomos en algunas de las actividades de la vida diaria. Aunque algunos grupos musculares presenten un tono muscular alto, el niño podrá tener un control parcial de sus movimientos. El desarrollo motor y del equilibrio será más lento.

Dentro de la espasticidad moderada nos podemos encontrar niños con tetraparesia (afectación de las cuatro extremidades pero con menos intensidad que en la tetraplejia), diplejia y algunos tipos de hemiparesia.

El niño con diplejia espástica manifestará más espasticidad en las piernas que en los brazos. Estos niños presentan dificultad a la hora de iniciar la marcha debido a la espasticidad en determinados grupos musculares de las piernas. Muchos niños con diplejia necesitarán para andar, aparatos de marcha: andadores, bastones aparatos ortopédicos, etc. Aunque presenten cierta espasticidad en los miembros superiores, ésta se manifestará con una torpeza motriz para los movimientos finos de la mano, falta de coordinación bimanual, etc., pero que con el entrenamiento puede llegar a ser autónomo en muchas actividades.

El niño con hemiplejia sólo utilizará movilidad normal en el hemicuerpo sano. Con hemicuerpo afectado y con espasticidad en algunos grupos musculares, puede tener una movilidad restringida, lo cual puede condicionar que el niño sólo utilice el hemicuerpo sano. Un hemicuerpo que no se utiliza puede condicionar una escasa información sensorial. Con el entrenamiento y el tratamiento fisioterápico precoz se pretende la utilización y el control de la movilidad de este hemicuerpo afectado. Son niños que llegar a andar, aunque presentan una marcha irregular y típica (algunas veces arrastrando la pierna afectada o levantándola del suelo más de lo normal).

Parálisis cerebral atetósica

La atetosis se caracteriza principalmente por la presencia de un tono que fluctúa y con movimientos involuntarios, que son debidos precisamente a estos cambios de tono. El niño puede presentar espasmos y contracciones transitorias de los músculos localizadas en algunos grupos musculares. Los movimientos involuntarios se ven reforzados cuando el niño intenta moverse o incluso por una excitación.

Dentro de la atetosis nos podemos encontrar también a niños muy graves, es decir, que no llegan a un nivel de autonomía personal, a niños menos graves que adquieren, aunque tardíamente, la marcha autónoma. El desarrollo psicomotor se producirá tardíamente ya que presentan poca sincronización entre los diferentes grupos musculares útiles para una determinada actividad o conducta motriz.

Las extremidades suelen tener mucha movilidad, pero la coordinación entre los diferentes músculos para una determinada actividad motriz es deficiente.

La falta de coordinación entre los diferentes grupos musculares también involucra el lenguaje. Son niños con alteraciones en la articulación del lenguaje. Resulta difícil coordinar la respiración y la articulación y mantener un sonido.

Los niños con atetosis ligera que llegan a caminar suelen tener un equilibrio deficiente y pueden presentar dificultad en las actividades psicomotrices como salvar obstáculos, subir escaleras, etc.

La atetosis también se manifiesta a nivel manipulativo, sobre todo de motricidad fina y para aquellos movimientos que involucren una actividad bimanual compleja.

Parálisis cerebral atáxica

La ataxia está provocada por una lesión en el cerebelo, órgano que regula la precisión del movimiento y el equilibrio. Aunque es una forma de P.C. poco frecuente, a veces la ataxia suele ir unida a un componente espástico o atetósico. El tono muscular suele estar disminuido y presentan un retraso en su desarrollo psicomotor con pobreza de movimientos voluntarios.

Los movimientos en las extremidades se caracterizan por una falta de precisión y falta de coordinación y el equilibrio es deficiente.

Con el entrenamiento y tratamiento precoz de fisioterapia el niño puede aprender a controlar su movilidad, a moverse con más lentitud y a coordinar mejor su conducta motriz. Estos niños suelen andar tardíamente, y como su equilibrio es pobre, separan más de los normal sus pies para poder tener una base de sustentación más segura.

El lenguaje suele estar alterado, es lento y con deficiencia articulación. Se asocia muchas veces con déficit intelectual.

ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES

Dentro de esta denominación se engloba un gran número de enfermedades que tienen algunas características comunes como son:

•    Casi todas ellas producen como, efecto último, una hipotonía en la musculatura de las personas que las padecen.

•    Casi todas ellas son de carácter genético. Existe una transmisión por herencia de padres a hijos, aunque también en algunas de ellas aparecen por una mutación genética de novo.

•    Algunas ya se manifiestan desde el momento del nacimiento y otras se desarrollan en la adolescencia o en la edad adulta.

•    Algunas de ellas son progresivas en la evolución e incluso pueden llevar a la muerte de la persona afectada en épocas muy tempranas de la vida.

•    En general son enfermedades muy incapacitantes y las personas que las padecen son, por regla general, muy dependientes de otras personas.

•    En un gran número de estas patologías aún no se ha encontrado la terapia que cure la enfermedad.

Entre estas enfermedades podemos tratar aquellas que por su importancia e incidencia son más características.

Se podría hablar de un sinfín de enfermedades neuromusculares; cada una de ellas difiere de la otra en pequeñas o grandes cosas. En general se debe tener en cuenta en el tratamiento de estas patologías:

1.  Mantener/retardar o mejorar la pérdida de fuerza muscular.

2.  Promover o estimular la deambulación

3.  Mejorar o mantener la función respiratoria.

4.  Estimular la independencia y las relaciones sociales

DISTROFIA MUSCULAR DE DUCHENNE

Es una enfermedad neuromuscular que se trasmite por herencia recesiva ligada al sexo: las madres son portadoras del gen responsable que desencadena la enfermedad y la padecen los hijos varones en un 50%.

Hay una incidencia de 1 cada 2.500/3.000 varones nacidos vivos y actualmente se sabe la localización del gen responsable de la enfermedad pero aún no se conoce su curación.

También cabe indicar que una tercera parte de los niños afectados por esta enfermedad lo son debido a una mutación genética de novo.

Con el tiempo se aprecia en los niños afectados un ligero retraso en el desarrollo psicomotor que cada vez se va haciendo más evidente dando problemas en las actividades propias de su edad. En la etapa de marcha autónoma, no pueden llegar a correr como los otros niños, ni subir escaleras con la misma soltura, no pueden realizar sobreesfuerzos.

Es característica el tipo de marcha balanceante que realizan los niños afectados por esta enfermedad. Todo esto es debido a una pérdida progresiva de la fuerza muscular causada por una lenta destrucción de las células musculares. Llega un momento, entre los 9-10 años de vida del niño, que deja de caminar y su vida la realiza en una silla de ruedas (fase de silla de ruedas) donde es muy dependiente ya que no tiene fuerza ni en los miembros superiores; por lo tanto, necesitará una silla de ruedas eléctrica para realizar los desplazamientos. Las actividades físicas se realizarán teniendo en cuenta esta característica o se centrarán en el medio acuático donde pueden desenvolverse con mayor facilidad.

Hay que tener en cuenta que un niño afecto de distrofia muscular de Duchenne no puede agotar su musculatura durante la práctica física aunque ésta es una terapia importante para los afectados.

DISTROFIA MUSCULAR DE BECKER

Esta enfermedad tiene unas características muy parecidas a la D.M. de Duchenne. La diferencia radica esencialmente en la rapidez en cuanto a la evolución de dicha enfermedad. Los afectados de D. M. de Becker pueden llegar a la edad adulta aunque son muy dependientes desde el punto de vista físico de otras personas. También su deambulación se realiza en silla de ruedas eléctrica en etapas avanzadas de la enfermedad.

ATROFIA ESPINAL INFANTIL

Es una enfermedad en la que la lesión primaria se localiza en las células del asta anterior de la médula espinal. Es una enfermedad autosómica recesiva. Son portadores el padre y la madre, quienes no padecen la enfermedad. Los afectados pueden ser tanto niños como niñas en un 50% aproximadamente.

Se manifiesta en los primeros meses de vida y da una gran hipotonía en todos los grupos musculares del cuerpo. Al principio el desarrollo psicomotor suele ser normal, pero después se estaciona. La manifestación de la enfermedad, se produce a partir de los 8 ó 10 meses de vida y aparece un retroceso en la evolución motriz del niño. Después se produce un estacionamiento. Menos del 25 % de los niños se mantienen sentados sin apoyo. Es raro que lleguen a gatear y casi nunca llegan a caminar.

Cuando los niños son pequeños hay que tener gran cuidado con los resfriados ya que suponen un grave riesgo para su salud y evolucionan a neumonías. Esto es debido a la falta de fuerza en los grupos musculares que intervienen en la respiración teniendo dificultad en la producción de la tos.

A medida que pasan los años se instaura una gran dependencia de otras personas También son frecuentes los problemas de desviaciones de columna o escoliosis que si son muy acentuados pueden también llegar a comprometer la función respiratoria.

ESCLEROSIS MÚLTIPLE EN PLACAS

Es una afectación neuromuscular de origen desconocido. Afecta principalmente a las vainas de mielina que recubren a las fibras nerviosas encargadas de transmitir al cerebro y a la médula espinal todas las sensaciones. Allí donde la mielina es atacada se forma un tejido cicatricial y de ahí viene el nombre de esclerosis.

Esta enfermedad cursa a brotes, suele aparecer en la segunda etapa de la vida y estadísticamente hay un predominio de afectados en el sexo femenino.

Según la zona atacada y dependiendo de si las fibras nerviosas son del cerebro o de la médula espinal aparecen unos síntomas que pueden ser:

Debilidad muscular en uno o en ambos miembros inferiores; hormigueo en la cara, piernas, brazos y en el tronco; falta de coordinación en los movimientos; pérdida del equilibrio; espasticidad o rigidez muscular, así como problemas de inestabilidad a la hora de caminar, etc.

También se encuentran problemas en la visión, ceguera pasajera, espasmos rítmicos involuntarios y rápidos de los ojos. Vértigos, alteraciones del habla e incluso puede dar incontinencia urinaria.

La mayoría de las personas presentan uno o varios de estos síntomas a la vez cuando tienen brotes repetidos de la enfermedad. De aquí que la esclerosis tenga una evolución imprevisible.

No se pueden evaluar con exactitud los beneficios del ejercicio en la esclerosis múltiple. Todo lo que puede decirse es que el ejercicio practicado dentro de los límites de cada individuo y con la prudencia recomendable, teniendo en cuenta los problemas específicos como el calor o el cansancio, no puede hacer daño alguno e incluso puede ser recomendable.

POLIOMIELITIS

Es una enfermedad infecciosa causada principalmente por un virus. El virus llega al sistema nervioso central a través del sistema circulatorio, produciendo síntomas meníngeos y, en un pequeño porcentaje de casos, destruyendo las células del asta anterior de la médula espinal y el tronco cerebral, dando lugar a una parálisis flaccida.

Los efectos de la invasión vírica pueden evitarse mediante vacunación oral y, por lo tanto, la enfermedad no es corriente en los países donde se llevan a cabo campañas masivas de vacunación. Sin embargo, la enfermedad aparece todavía de forma epidémica en muchos países subdesarrollados.

Las lesiones neuronales, que produce esta patología, se asientan en las células del asta anterior de la médula; sin embargo, pueden afectarse también las células motoras de los pares craneales. Las células pueden ser destruidas por degeneración.

Después de la fase aguda de la enfermedad, en un pequeño porcentaje de los afectados, la enfermedad evoluciona hacia la fase paralítica en la que progresivamente aparece debilidad y parálisis con dolor muscular. La afectación de las células nerviosas puede originar parálisis de un solo músculo o de todos los músculos del tronco y miembros. El grado de debilidad muscular depende del porcentaje de células destruidas.

Cuando las células lesionadas no se regeneran, la parálisis es permanente. En este caso debe valorarse el grado de afectación del niño, ya que nos podemos encontrar con parálisis sólo de un miembro o pies a parálisis que afecta incluso parte del tronco.

La inestabilidad resultante de la debilidad o parálisis de los músculos que rodean la articulación puede traumatizar los tejidos de alrededor y producirse, finalmente, una deformidad.

La colocación de férulas, ortesis o zapatos ortopédicos viene determinada por la distribución de la parálisis y para evitar los efectos deformantes del desequilibrio muscular, para dar estabilidad, permitir la actividad donde la debilidad la dificulta y evitar que las deformidades alcancen otras partes del cuerpo de forma secundaria. El crecimiento es un factor que puede acentuar las deformidades, ya que mientras el niño crece, el miembro paralítico no crece paralelamente a los normales, y cuando el crecimiento se ha completado, el miembro paralítico será menor, a veces con varios centímetros de diferencia.

Muchas veces es necesario la cirugía ortopédica para estabilizar la deformidad y evitar futuros problemas. El niño gravemente incapacitado utilizará bastones con ortesis para andar o silla de ruedas.

PARÁLISIS DEL PLEXO BRAQUIAL

Es la parálisis total o parcial de la musculatura del miembro superior por una afectación neurológica importante del plexo braquial.

Se puede dividir en:

A) Parálisis braquial obstétrica

B) Parálisis braquial traumática

El plexo braquial de un niño puede lesionarse durante un parto difícil, cuando se aplica una fuerza de tracción a la cabeza mientras se produce la salida del hombro. Los niños afectados, a menudo, se presentan de nalgas. La tracción del plexo, en estas condiciones, puede lesionar las raíces superiores, dando lugar a una parálisis de la extremidad superior, o las raíces inferiores, dando lugar a la parálisis de los músculos de la mano. También puede existir falta de sensibilidad en alguna zona del brazo. Cuando hay una falta de sensibilidad grave en un brazo completamente paralizado, significa que hay una abolición de todas las sensaciones: dolor, temperatura, tacto y propiocepción.

El pronóstico depende de la extensión de la lesión del plexo, de si existe rotura parcial o total de los tejidos ner-viosos (vaina de mielina, axón o fibra nerviosa) y, por lo tanto, puede afectar todo el brazo o sólo una parte.

El pronóstico puede variar en cada caso. Si en los primeros 18 meses de vida el niño no presenta ninguna recuperación de la movilidad del brazo, este brazo no tendrá un crecimiento normal respecto al brazo sano. En muchos casos con lesión total no se consigue recuperación o ésta resulta incompleta y precisan de intervenciones quirúrgicas, sobre el plexo y raíces nerviosas, para intentar mejorar la función.

La movilidad de un niño con lesión del plexo braquial será inferior y dependerá de la extensión de la lesión. El niño normalmente mantiene el codo en flexión, con incapacidad para elevar el brazo y con tendencia a desarrollar contracturas musculares.

Para compensar esta falta de movilidad normal en la mano y el brazo, el niño utiliza el miembro afectado como ayuda para el sano, pudiendo, en muchos casos, ser autónomo en muchas actividades de la vida diaria.

La parálisis braquial traumática se produce como consecuencia de accidentes de tráfico, caídas de moto sobre el hombro, etc.

Las secuelas están localizadas en un brazo y la práctica deportiva está muy indicada en las personas que sufren dicha patología.

LESIONES DE LA MÉDULA ESPINAL

Son lesiones producidas a nivel medular. Las causas pueden ser muy diversas, bien por malformación congénita, enfermedades o por traumatismos en la columna. En todos los casos se produce una pérdida de la movilidad y de la sensibilidad de los músculos inervados por debajo del nivel lesional.

Dependiendo del lugar de la lesión medular presentará más o menos grupos musculares afectados. Por lo tanto, se debe también distinguir la paraplejia o afectación de ambos miembros inferiores de la tetraplejia o afectación de los miembros inferiores y superiores

Causas de la lesión medular:

•    Traumatismos sobre el raquis. Es la causa más común y conocida. Puede darse después de accidentes de coche, moto accidentes laborales, caídas, etc.

•    Compresión medular por tumores o quistes: estos tumores pueden ser de la propia médula (tumor medular) o de otras partes del organismo y que han llegado por metástasis.

•    Tuberculosis medular o mal de Pott. Afecta al disco vertebral y después produce una compresión de la médula.

•    Enfermedades degenerativas de sistema nervioso como esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, etc.

•    Enfermedades congénitas como la espina bífida.

Además de las parálisis presentes, en los lesionados medulares hay una serie de complicaciones:

•    Alteraciones de la temperatura corporal: los mecanismos de termorregulación están alterados por lo que deben mantener una temperatura ambiente bastante constante.

•    Pueden hacer úlceras en la piel de muy fácil aparición debido a la falta de sensibilidad, falta de movimiento, falta de tono vasomotor. Estas llagas son de muy difícil curación y pueden producir infecciones importantes hasta en el hueso (osteomielitis).

•    Problemas urinarios: pueden tener infecciones repetidas de orina debido a la incontinencia de esfínteres.

•    Problemas respiratorios: estos problemas son debidos a fracturas de costillas en el propio accidente o a la debilidad de los músculos que intervienen en la respiración.

•    Problemas digestivos: hay parálisis de los movimientos intestinales.

•    Tromboflebitis: hay una lentificación de la circulación sanguínea, sobre todo en los miembros inferiores.

•    Aparición de osificaciones pararticulares.

•    Fracturas óseas debidas al propio accidente o posteriores. Este aspecto es muy importante ya que al no tener sensibilidad pueden pasar desapercibidas.

•    Contracturas musculares y anquilosis articulares.

• Espasticidad. Es muy molesta ya que los espasmos aparecen de forma espontánea e incontrolada.

•    Dolor de tipo fantasma a veces, hormigueo etc.

Las personas con lesión medular suelen deambular en silla de ruedas, aunque en casos de lesión incompleta y en niveles bajos de lesión pueden hacer bipedestación y marcha con aparatos.

AMPUTACIONES

Por definición es la pérdida total o parcial de una extremidad. Pueden ser amputaciones a nivel de miembros superiores o inferiores.

Las causas principales son:

•    Congénitas. falta de formación embrionaria de toda o una parte de la extremidad.

•    Traumáticas: producidas por accidentes laborales o de tráfico, quemaduras, electrocución, atentados.

•    Vasculares: sobre todo en personas afectas de diabetes o arteriosclerosis.

•    Tumorales: por tumores primarios o metástasis.

El 60 % de las amputaciones son de origen vascular por la gran cantidad de problemas de este tipo que actualmente se dan en nuestra sociedad.

Las causas traumáticas ocupan el 30 % aunque en algunas zonas y debido a los problemas bélicos es bastante mayor. El resto son por causa tumoral o vascular.

Las amputaciones pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero las de causa vascular suelen aparecerán en la 5a década de la vida, las de causa traumática, tumorales y congénitas a edades más tempranas.

Por regla general las personas amputadas utilizan prótesis que ”sustituyen” la pérdida de la extremidad. Estas prótesis tienen diferentes mecanismos de acción: pueden ser mecánicas, eléctricas u otras más sofisticadas, dependiendo de la función a sustituir o bien para suplir el déficit estético. Estas prótesis hacen que, en la mayoría de los casos, las personas con amputación puedan caminar. Algunos materiales empleados en la confección de estas prótesis hacen que la persona puedan realizar competiciones deportivas con el material protésico incorporado dependiendo lógicamente del nivel de amputación. Las amputaciones a nivel del pie o área tibial se pueden protetizar muy fácilmente pudiéndose realizar actividades muy cercanas a la normalidad.

El problema en las desarticulaciones de la cadera es importante, pues si tienen que practicar deporte en silla de ruedas, la base de sedestación es menor y más inestable.

ARTRITIS REUMATOIDEA

Es una afección inflamatoria del tejido conectivo con predominio articular que evoluciona progresivamente por crisis repetidas hacia una extensión general y simétrica. Afecta principalmente a los tendones y a las articulaciones.

Es una enfermedad frecuente, esencialmente femenina y que aparece sobre todo entre los 35 y 55 años.

Las causas de aparición de la enfermedad son desconocidas y se cree que es una enfermedad autoinmune.

Los primeros síntomas se aprecian generalmente en las manos. Después puede afectar a una o a varias articulaciones a la vez.

Las manifestaciones articulares son: edema o inflamación, dolor, anquilosis sobre todo por las mañanas y deformidades antidolor, es decir, la persona puede cerrar las manos porque nota alivio al dolor y esta posición mantenida puede provocar, en estos casos, deformidades. A continuación pueden aparecer atrofias musculares y erupciones cutáneas.

La actividad física debe incluirse en el tratamiento como una parte muy importante para evitar las deformidades articulares, potenciar la musculatura que está alrededor de las articulaciones afectadas, etc.

ARTRITIS CRÓNICA JUVENIL

Es una variante de la artritis reumatoidea. Es una artritis que comienza antes de los 16 años de edad, persiste al menos durante tres meses y no tiene una causa de producción conocida. También cursa con brotes. Durante los períodos de brotes de la enfermedad el reposo debe ser absoluto, a veces la persona afectada debe ser ingresada en el hospital. En los períodos de cronicidad de la enfermedad una vez pasada la fase aguda, el ejercicio físico moderado, las actividades acuáticas, el calor y el masaje en la musculatura son terapias que ayudan a mejorar y a superar la enfermedad. Es una enfermedad muy incapacitante para el niño si los brotes son muy frecuentes y difícilmente controlables.

TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS