El libro de las heridas - Anna Rai Anand - E-Book

El libro de las heridas E-Book

Anna Rai Anand

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Beschreibung

He escrito este poemario de un tirón, su contenido me ha aparecido en sueño. Todo lo que puedo decir sobre este libro es que es mío, he escrito sobre lo que conozco, mis heridas y las heridas de las mujeres. He escrito sobre los abortos, sobre el desamor, sobre el conflicto con la maternidad y la familia, sobre la culpa y el olvido. Amo las palabras y no puedo soportar que se olviden los instantes increíbles que todos vivimos y en los que conseguimos tocar la profundidad de la vida. También he escrito este poemario para hacer algo con la pena. Cuando escribo busco nombrar lo que no se nombra habitualmente, porque duele, y en este sentido para mí la escritura es un espacio similar a la terapia. Los seres humanos somos seres lastimados, y nuestras heridas se calman con el amor y el arte, que devuelven la esperanza donde no hay esperanza. La vida es un campo de flores y de espinas, y como me dijo Cristóbal Jodorowsky en una tarde de su último verano, la poesía es "la espina que echa miel".

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EL LIBRODE LASHERIDAS

EL LIBRODE LASHERIDAS

Poemas

Anna Rai Anand

TÍTULO: El libro de las heridas

AUTORA:Anna Rai Anand©, 2023

COMPOSICIÓN: HakaBooks - Sears Towers12

DISEÑO DE LA PORTADA: Hakabooks©

FOTOGRAFÍA E ILUSTRACIONES: Aportadas por la autora©,

1ª EDICIÓN: enero 2024

ISBN: 978-84-10173-14-9

HAKABOOKS

08204 Sabadell - Barcelona

+34 680 457 788

www.hakabooks.com

[email protected]

Hakabooks

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos por la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier forma de cesión de la obra sin autorización escrita de los titulares del copyright.

Todos los derechos reservados.

Una herida no es gran cosa, excepto si la conviertesen el centro de tu vida.

(Joan Garriga)

La cura para el dolor, está en el dolor

(Rumi)

A Gregporque sin su ayuda día tras día, sin su amor paciente, este libro no existiría.

Los amores

Te amo como se tiene que amar

con miedo

con ira

con locura

con desesperación

con la muerte

Primer amor

Terminaba el verano

en la tierra agostada

al lado del río.

Él con brazos que trabajaban el campo

y un nombre que en mi boca murmullaba

como un remolino de agua,

mientras lo trazaba en el diario,

hojas y hojas con su nombre pintado

en rotulador,

que besaba.

En el coche mis manos se agarraron

a sus muslos,

su tacto alisado,

su vello fino como pelusa de lana.

Hasta que su sexo rompió mi membrana

de virgen

y él entró en mí,

él gritó en mí,

y por primera vez

fui parte de algo.

Me llevó hasta casa

y bailé debajo del porche,

la cazadora ensangrentada

entre los brazos,

como una presa vencida.

Se apagaban las estrellas,

en el blanco humo del amanecer.

Florecía, a pesar del aire helado.

Yo no sabía que mi padre vigilaba

tras la ventana,

ni que su mano se lanzaría sobre mí

al abrir la puerta,

no sabía que no volvería a hablar

con ese hombre,

verano tras verano.

Yo cumplía dieciséis años.

Creía que ese hombre,

ese placer enclavado en mis piernas,

serían para siempre.

No conocía los nombres

de los que vendrían después,

los cuerpos que entrarían

en mi cuerpo,

en noches ebrias como ésta,

penetrando en mi soledad

antes del olvido.

No conocía aún la esencia del amor,

su vida breve como un cuarto de luna,

su cicatriz y sus repetidas ausencias,

como el dorado verano,

que inagotable nace y muere,

nace y muere.

(San Franciso, 1998)

(Espero que tus exámenes vayan bien. Pronto te escribiré una carta de verdad- tan solo quería que supieras que no te he olvidado. Mucho cariño para tí y tu familia)

El hambre

Me aterra

este deseo que siento en mí,

una especie de hambre

sin esperanza.

Todo el día lo siento,

picarme el corazón,

como una paloma obstinada

con las migas del suelo.

Me aterra el animal en celo

que llevo dentro.

En la noche cerrada

te dejo penetrar

en mi corazón acorralado

por la herida.

Mientras,

las polillas acercan a la luz

sus alas de papel,

y sin darse cuenta se mueren,

se mueren.

Tú y yo, una tarde

Has conducido hasta el hotel

con juguetes en el asiento trasero.

Hojas marrones a la ventana,

fluctuando.

El invierno es el sesgo de luz

cortando la tarde,

y este silencio antes de la nevada.

El vino está servido,

en copas redondas encima del escritorio.

Apago la música

-Rain in your black eyes-

para coger tu amor en mis manos

para enrollarlo en mi boca

para hacerlo crecer

como una torre de pieles y sangre

y olvidar el tiempo

que tenemos pactado.

Hay cosas que son insoportables.

Por ejemplo,

que dentro de poco volverás al coche,

con los juguetes detrás,

y conducirás en el vapor blanquecino

hasta las hondas aguas del río,

hasta la casa de piedra

donde ella espera,

quieta como una vela apagada.

Por ejemplo,

este aguanieve

licuándose en la acera,

esta grieta en la tierra invernal.

Palomas negras en fila,

alejándose.

En tu ausencia

descubro

mi soledad

En un hotel en París

La habitación del hotel daba a un patio interior,

con árboles color ciruela,

y era a finales de octubre en París

y era el atardecer,

cuando abriste la puerta.