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¿Será posible
no perderse
en este abismo de montañas sin contornos,
de cielos cuyos tejados son más cielos?
El aullido del perro despertó al águila,
la hizo descender.
Ella se sirvió de su olfato,
humo de su aullido,
e hizo de él
su lazarillo.
Susana Maestre Botero nació en Pereira, Colombia, el 26 de abril de 1993. Es psicóloga de la Universidad de Manizales y magíster en Historia de Mundo de la Universidad Pompeu Fabra. Ejerce como psicoterapeuta y consultora de desarrollo humano. Actualmente reside en España.
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Susana Maestre Botero
© 2023 Europa Ediciones | Madrid www.grupoeditorialeuropa.es
ISBN 979-12-201-3787-4
I edición: Junio de 2023
Depósito legal: M-9967-2023
Distribuidor para las librerías: CAL Málaga S.L.
Impreso para Italia por Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)
Stampato in Italia presso Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)
A los destellos de vida que florecen y florecerán, todavía, en tus ojos, I.
A mi madre, que me insta a no darme por vencida en la búsqueda de la pureza.
Estas reflexiones en forma de poemas, además de ofrecerme movimiento, han sido generosos entregándome también comprensión.
Cada uno de ellos, en esencia, persigue el mismo interrogante: ¿cómo vivir en, por y para el amor?
Susana Maestre Botero
Este no sé qué que es un hallarse, este vaivén que es un despliegue, esta letanía que es un sudario, este calvario que es un aliento.
Y oscila la vida como un péndulo, para atrás y adelante,
tirando hacia atrás con gravedad inversa, luego la profusión del disparo hacia adelante.
Se siente como el regreso al inicio del comienzo.
Una estela que gravita en frente, contorneada con destellos de melodías dulces, admira su función de espectador, de cómplice rosada y fosforescente, de amarillo inclemente.
Y la ciudad le hace frente, monta guardia con soldados pisando adoquines muertos. Esterilidad sin nombre, organicidad ornamentada.
Y, la vida, ¿dónde está?
Y, lo vivo, ¿es la vida que se ha ido?
Solo
el dedo traza en el horizonte verde, el recuerdo de su gravitación.
Un recuerdo que fue borrado por adoquines muertos de soldados paseando sin pasos.
Cuánto duele esta sangre de piedra.
Premios veniales, añoranzas consumadas, alientos devueltos en agua, rocío brotando de entre las raíces, aire ventilando poesía, nubes ardiendo amor.
Y el silencio canta un canto donde la U y la O se unen para dar nacimiento a Ella…
Ella…
… que comienza por A.
Y te sabes y te cantas, y te delimitas contra el viento, y lo haces incluso dudando de tu arduo esfuerzo.
Tu trabajo se hace en la noche, a oscuras, el teatro que llamas inconsciente.
¡Cuidado!
¡No traigas al teatro la luz! Déjalo correr en el escenario de luna cobijada con el velo que corresponde.
Tú, trabaja.
Tú, ama.
Tú, sufre.
Tú, vive.
…lo demás se hace mientras cantas el aullido del amor y lloras la incomprensión de no saberte en ocasiones, sólo en ocasiones.
¿Juego al amor?
¿Y la huella de estela gris de estos días de necedad?
Poco entrenamiento
sumado a la distracción de nuevos amores no sospechados…
¿Juego?
¿Jugamos?
Hagámoslo:
Corpiño de lana ardiente, accidente de frente, aguijón eterno, aniquilación inminente, coraje desenvuelto, roces no resueltos, amoríos de…
Y DICES QUE…
¿Qué dices?
Que la vida sucede incluso cuando nada sucede. Digo que, a pesar de la ausencia de novedad, su posición antitética cuando historias novedosas.
Sí, todo el tiempo.
Y es que no se es el mismo verdaderamente.
Ni un solo segundo.
¿Acaso puede haber algo más deslumbrante, más amorosamente desconcertante que esto?
¿Cómo cansarse de este trayecto si…
…incluso montada en la banda transportadora, me percato de que la fijeza de mi cuerpo muta al ritmo del motor de esta banda? La vida Sí, la vida.
La existencia que ahora enseña lo que es la vida.
Quisiera la cascada verde atiborrada de palabras que me eleven por encima de la densidad del aire, y me sostengan en el oscuro y claro espacioentre lo vivo y lo muerto.
Este torrente tan intenso, tan enfurecido, tan vivido,
me estremece más que la posibilidad de que el amor me atraviese y rompa todos mis huesoshasta hacerlos polvo de galaxiasaún no descubiertas.