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En el año 2125, un futuro donde la humanidad ha sido alterada genéticamente y la tecnología se ha fusionado con la esencia misma del ser humano, un individuo lucha con su deseo de libertad en una sociedad que valora el orden por encima de todo. Atrapado entre sus obligaciones hacia un sistema autoritario y su anhelo de bienestar, debe tomar decisiones que desafían el núcleo de su existencia modificada. ¿Podrá encontrar su camino hacia la libertad en un mundo donde incluso los deseos son controlados?
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Seitenzahl: 74
Veröffentlichungsjahr: 2024
Jorge Nicolás Ayala
Ayala, Jorge Nicolás El rayo y otros cuentos / Jorge Nicolás Ayala. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5294-5
1. Cuentos. I. Título. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
EL RAYO
ESFERAS
LA PEQUEÑA CAJA
VAMPIRA DEL BUENOS AIRESUna historia atípica
LA COMIDA
EL CURURÚ
LAS TENTACIONES DE CRISTO
EL HOMBRE DEL PILOTO NEGRO
YO “¿EL ELEGIDO?”
EL SEÑOR DE LOS SUEÑOS
Somos del mismo material del que se tejen los sueños,
nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
William Shakespeare
El tiempo todo lo da y todo lo quita;
todo cambia pero nada perece.
Giordano Bruno
A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no.
En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.
Carl Sagan
“Si dudo, si me alucino, vivo. Si me engaño, existo.
¿Cómo engañarme al afirmar que existo,
si tengo que existir para engañarme?”.
San Agustín
Desde el amanecer de un día de otoño del año 2125..., que no sentía la vida correr por su sangre, un estado de placer generalizado recorría su cuerpo y la sensación de bienestar era casi permanente. Realmente estaba feliz, se le podía notar en la cara, una leve sonrisa marcaba sus labios prominentes.
La ciudad parecía brillar, caminaba sin apuro como si toda la eternidad le perteneciera. Era primavera y la tibieza del sol se hacía sentir como si los ángeles lo acariciaran.
Sabía que la felicidad no podía durar pues sus obligaciones con los tres estados le llevaban todo su tiempo incluida su propia libertad.
No quería deprimirse y decidió ir hasta su domicilio caminando. Caminó por las calles en silencio mirando cómo la vida se desenvolvía a su alrededor. Cuando llegó a la puerta de su casa, ya sabía que había mensajes que revisar y contestar, lo que más le molestaba era la cantidad de publicidad auditiva que había, lamentablemente no se podían anular pues las autoridades empleaban a todos los desocupados, así sus mentes estaban ocupadas y no generaban desequilibrios en el sistema mundial.
Abrió la puerta lentamente como quien no quiere entrar o como aquel que no quiere ser oído ni visto, lo cual era imposible, sabía que desde hace mucho tiempo nadie lo esperaba, ni siquiera una mascota, las autoridades del planeta las eliminaron pues había superpoblación y el alimento en general empezó a escasear hasta que se modificó el genoma humano. Habían descubierto en el ADN un gen causante de la sensación de comer, se eliminaron los sentidos gustativos y olfativos. Y se sustituyó la comida tradicional por sintética una mezcla de proteína, vitaminas y minerales que se conseguía a cambio de cierto puntaje denominados créditos.
La capa de ozono se cerró sola, los esfuerzos de los países fueron de poco a nada para solucionar dicho problema.
Decidió escuchar sus mensajes. Se acostó sobre un diván cerca de la ventana apoyó su cabeza sobre el apoyabrazos, se relajó, tocó levemente su oído izquierdo y entonces escuchó y vio.
Diferentes publicidades se sucedieron a través del ostovisiotronic® hasta que apareció una llamada desesperada.
Mientras usaba el ostovisiotronic® no podía moverse tenía ganas de pararse rápidamente y salir, pero debía quedarse quieto porque si no todo su cerebro se descompensaría y no hay regresión, sus neuronas cortarían toda la información la visión y el oído sería lo primero en salir de servicio. Solo su corazón latía más aceleradamente de lo habitual.
Se despertó no sabiendo bien qué era lo que había ocurrido durante el sueño. Se levantó, fue hasta el baño, se afeitó, se bañó, Eligió el traje que debía ponerse para ir a trabajar, y salió. Buenos Aires parecía más hermosa que de costumbre sentía el aire fresco de la mañana entrar por su nariz. De pronto un recuerdo como lejano y sordo de peligro lo invadió todo, su pulso levemente se aceleró, miró hacia todos lados vio que no había peligro y subió a su auto.
Se acordó de la letra de un tango y empezó a cantar “cuando la suerte que es grela fallando y fallando te largue parao... Cuando gastes los tamangos...”.
Estaba muy ocupado revisando todos los proyectos y analizando aquellos que podrían ser viables, el teléfono sonó insistentemente, pero no podía atender su secretaria se retiró porque se sentía mal. Volvió a sonar el teléfono, esta vez decidió atenderlo.
Se la escuchaba como si todo el cansancio del mundo la hubiera invadido, estaba muy asustada, la voz le temblaba, y no podía articular las palabras correctamente. Trató de calmarla y de que su estado emocional fuera más estable, empezó a preocuparse, algunos recuerdo intentaron romper en su memoria pero no pudieron. Luego de unos minutos volvió a hablar esta vez su voz estaba casi normal y se entendía todo lo que quería explicar. Intentó recordar de la forma más fiel posible lo que le dijo y luego cómo se fueron dando los hechos, hace tanto que pasó que no sabe si realmente fue un sueño o realidad.
Cuando llegó a casa del trabajo, volvió a recostarse y se quedó profundamente dormido. De pronto recordó que tenía que contestar un mensaje que había entrado por el ostovisiotronic®. Era la junta calificadora que cada dos años revisa y actualiza los créditos, pero aparte de eso se le exigía que se presentara urgentemente, lo cual hizo; estaba aterrorizado de que anularan sus créditos o hubiera algún cambio en el racionamiento de los alimentos.
Se presentó esa misma tarde. Estaban las más altas jerarquías sentadas en sendos tronos, las monarquías ya no existían en ninguna parte del planeta pero ciertos atributos rondaban a las democracias como riéndose de ella, sillones altos, tronos, alfombras, expresiones grandilocuentes, etc.
Debían sacarle el ostovisiotronic pues la llamada que entró era un pedido de auxilio y de una ilegal. Pensó y analizó que si le quitaban el sistema computado que tenía conectado a sus terminales nerviosas podía morir. Se solicitaba su autorización ya que debía cumplir una misión, encontrar a los ilegales exterminarlos y luchar contra toda su parafernalia de magia.
Acepté no de muy buen agrado ya que quedaría aislado del mundo tal cual lo concebimos hoy, pero era una misión y no una misión como cualquier otra. Esta vez no estaban los extraterrestres que ayudaron en las primeras operaciones hasta que aprendimos a hacerlas, ahora los médicos humanos deberían intentar hacer lo contrario a lo que habían aprendido, ya que además nunca realizaron una cirugía a la inversa.
Me dieron a beber una sustancia extraña no tenía gusto a nada, por suerte, quedé inmovilizado me acostaron en una camilla y me llevaron a la sala de cirugía mayor donde se implantaban todo tipo de elementos y se ensayaban con diferentes proyectos. No podía moverme, pero sí veía y oía todo lo que sucedía alrededor de mí.
Me colocaron dentro de una burbuja, los médicos fuera controlaban lo que las megacomputers realizaban, de pronto una energía giró mi cara hacia la derecha quedando expuesto mi oído izquierdo desde el techo bajo un gran brazo metálico que atravesó la burbuja como si fuera agua. Y muy lentamente se acercó a mi oído.
El pánico lo invadió todo. No sentía dolor pues el sistema nervioso se encontraba totalmente paralizado y anestesiado, habían descubierto el secreto de los chamanes que hacen vudú y utilizan para crear a sus zombis, estaba calculado el tiempo exacto para que no afectara las neuronas cerebrales.
Cuando terminaron con mi oído debían empezar con mis ojos, otra vez una fuerte energía como una gran mano giró mi cabeza hacia el centro el brazo nuevamente empezó a bajar esta vez mucho más lentamente, llegó a mis ojos, entró en ellos como antes había entrado en la burbuja, en realidad el material del brazo cuando detecta algo sólido o semisólido tiene la capacidad para desintegrase molecularmente y volverse a reagrupar. Esta tecnología no se encuentra disponible para la generalidad de la población.
Se despertó en su casa con un fuerte dolor de cabeza hacía mucho tiempo que el dolor no aparecía se había olvidado cómo era sentir dolores, se levantó, fue hasta el botiquín de primeros auxilios y tomó un calmante. Al cabo de dos minutos se le pasó toda sensación de malestar generalizado. Se acordó que debía asistir a la reunión de los que entran en contacto con las fuerzas sutiles. Ya que él era el encargado de relacionar los tres estados de la conciencia y colocar al grupo en el nivel vibracional correspondiente.
Decidió ir caminando hasta la casa denominada “El Encuentro” como se llamaba el lugar de reunión.
Entonces cuando todos estaban reunidos, cayó un rayo sobre todos ellos, era la primera experiencia con un rayo multidimensional, este rayo atravesaba setenta y ocho dimensiones distintas hasta llegar al humano.
El rayo iluminó todo el ambiente nos envolvió y nos paralizó, anuló todos nuestros sentidos dejando solo la conciencia y la visión astral abierta para buscar a los disidentes, debíamos hallarlos sí o sí.