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Enhebrando, cosiendo, bordando sentires del corazón. Se urde la trama con palabras de escritoras premiadas nacional e internacionalmente, que llevarán al lector en vuelos inesperados. En este libro encontrarás cuentos cortos, microrrelatos y poesías. Coincidiremos que es buen momento para enhebrar con el hilo mágico de la escritura, y así, encender y desplegar la imaginación sin mirar el reloj. Puntada a puntada, cosiendo vivencias, subimos la vida, trepamos sus cuestas. Puntada a puntada, enhebrando camino… Incorporamos lenguajes… Sentidas palabras que brotan del alma. Bordando sentires, construyendo espacios… Germinando auténticas, costura a costura ¡Genuinas mujeres!
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Seitenzahl: 431
Veröffentlichungsjahr: 2022
Hilda Silvia Cinquepalmi
Enhebrando palabras / Viviana Beatriz Bonavera ... [et al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3261-9
1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Bonavera, Viviana Beatriz. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
NÓMINA DE AUTORAS: BONAVERA, VIVIANA BEATRIZ - CARDINALI, BEATRIZ LILIANA - CINQUEPALMI, HILDA SILVIA. DÁNGELO FREDE - FLORENCIA AYELÉN - DÍAZ, ROSA CLARA - DOVIGO, CLIDE ELENA - FANDIÑO, MARTA SUSANA - GALVÁN, SUSANA - GARCÍA, ESTELA MARÍA - KESSLER, GLADIS LEONOR - MOSCETTA, OLGA BEATRIZ - PEDRÓ, NADIA SILVIA - PULIZZI, MARTA SUSANA - RODRÍGUEZ, MARÍA ISABEL - SOTO, MIRTA ESTHER - SPINOZZI, MARGARITA ELENA
BONAVERA, VIVIANA BEATRIZ
¿ACASO AÚN NO LO HAN VISTO?
REVELACION POST MORTEM
(A CABALLO REGALADO NO SE LE MIRAN LOS DIENTES) O “GRATITUD”
ADOLESCER
CARTA A LA CAJA DE DIBUJOS
CÓMO, DÓNDE Y POR QUÉ
DE PREFERENCIA… ESPERANZADO
EL AMOR PUDO CON ELLA
EL FARO
EL OFICIO DE LA INSPIRACIÓN
ILUSIONES DE NAVIDAD
JENGIBRE
NO QUIERO MADURAR JAMÁS
PARA MÍ, SIEMPRE SERA COLOR DE ROSA
PIENSA MAL Y ACERTARÁS
DAR LA OPORTUNIDAD.
POR QUÉ, CÓMO, DÓNDE...
QUE TE VAN HABLAR DE AMOR…
SAM CHILDERS
SE ME HA PERDIDO UNA MEDIA ROJA
DÍA DEL ESCRITOR
UNA CASA INTELIGENTE QUE ME OBLIGA A ESCRIBIR
CARDINALI, BEATRIZ LILIANA
22 DE MAYO
ANDANDO
AÑORANZA
AQUEL SILLÓN INQUEBRANTABLE
EN EL AMOR NO HAY DISTANCIA
HOY ME CRUCÉ CON LA INDIGENCIA
HUELLAS QUE DUELEN
LA TIA PETISA
LABERINTOSIN PALABRAS
LOS ANGELES DE LA CAPILLA SIXTINA
MÁQUINAS AL FIN
ADIÓS
AMIGA OLA
¿A QUÉ VINISTE?
CARACOLA
CIRUJAS DEL BASURAL
CUANDO LLORA EL MAR
LITERATURA
MUROS
MUSA
NO PUEDO
PALABRAS
SIMULCOP
SOCIEDAD SUICIDA
SONRISA
“UN AGUJERO EN LA NOCHE, SÚBITAMENTE INVADIDO POR UN ANGEL”
VI PASAR LA VIDA POR MIS OJOS
MUJER
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(Cuento Barroco)
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(cuento)
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(Microrrelato)
PAUSA DEL SONIDO ARTICULADO
¿POR QUÉ TE FUISTE?
QUERÌA SER
QUERÍA, PERO NO PUDO
CARTA A ARGENTINA
SIETE CARTAS
SÓLO TENDREMOS ESTE INSTANTE PARA...
UN ESCRITOR NO INSPIRADO
ESCRITOR NO INSPIRADO, EN UNA PALABRA
UN ESCRITOR INSPIRADO
ESCRITOR INSPIRADO, EN UNA PALABRA
CINQUEPALMI, HILDA SILVIA
¿PANDEMIA?
BITÁCORA DE UN VIAJERO
CARTA A MI NIÑA INTERIOR
EL DILEMA DEL TEMA
EL FARO
EL FARO(microrrelato)
JUNTOS, LOS SIETE(Pecados capitales)
EN EL RING
LA TEORÍA DEL HUEVO
NO TE HE OLVIDADO
NUNCA HABÍA IDO A SU CASA
PARAJE “LA FORTUNA”
¿RUTINA?
SEÑALES
UN CARTEL QUE REZABA
UN DÍA MÁS, ¿O MENOS?
VIDA DE PERROS
ZIGURAT(el Templo del Sol)
DÍAZ, ROSA CLARA
CARMEN
EL LIBRO QUE INSPIRÓ UN DESEO
DULCE TARDE
EL CARTEL DE LA ROTISERIA
EL FARO(cuento Barroco)
EL FARO(cuento)
EL FARO(microrrelato)
GRANDES PELEAS
MI NUEVO VIEJO SILLÒN
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA
DOVIGO, CLIDE ELENA
AMORES EN TIEMPOS COLONIALES
DISPARATE DE LA UTOPÍA
EL MACETÓN
GATA MIMOSA
LA PLAZA DE MAYO
LLUVIA TRISTE
LLUVIA ALEGRE
EL BIENESTAR DE LA LLUVIA
MAR(Soneto)
AMANECER
AMOR
BELLEZA
BÚSCAME EN SUELO ARGENTINO
DESHOJANDO MARGARITAS
MANOS DE UN PEÓN RURAL
NUBES
NANAS II
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(microrrelato)
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(cuento)
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(estilo Barroco)
PASÓ UNA HORA BUSCANDO EL ZOQUETE(Soneto)
QUIERO
ME INDUCE
NIÑA PEQUEÑA
SONETO EN LUNFARDO
TRES DESEOS
HAIKUS
MARTA FANDIÑO
MEDIAS ROJAS
SIN NOMBRE
FREDE D´ANGELO, FLORENCIA AYELÉN
¿FUE LA VISTA DE AMOR PRIMERO?
7 CARTAS EN 7 DÍAS
DESPEDIDA
HOY NO
MANOS EN EL JARDÍN
UN PARAGUAS VERDE
GALVÁN, SUSANA
ESTAMPAS DE 1960
FANTASMAS EN LA NOCHE
DONDE SE ME PERDIÓ LA MEDIA ROJA
LUNA DE MIEL
UNA HISTORIA DE AMOR EN EL URITORCO
UNA LEYENDA DE LA SACHA CABRA
GARCÍA, ESTELA MARÍA
CACTUS BRILLANTE
NIÑA DE SOL
OTRO LATIDO
KESSLER, GLADIS LEONOR
ALICIA
CARTA Nª 1
EL FARO(cuento)
EL FARO(microcuento)
EL FARO(microrrelato)
LA MUJER DE LA GABARDINA
LOS 10 MANDAMIENTOS PARA QUE UNA OBRA LITERARIA NO SEA LEÍDA
MICRORRELATOS
RECURSO INTELIGENTE
RELATO EN PREGUNTAS
SE PASÓ UNA HORA BUSCANDO LA MEDIA ROJA
MOSCETTA, OLGA BEATRIZ
CARTA 1
EL ENCUENTRO
OTRA VEZ LA MISMA PLAYA(Olga Moscetta)
PEDRÓ, NADIA SILVIA
LA REVOLUCIÓN HA COMENZADO
EL PELIGRO DE LAS PALABRAS
EL PERDÓN
ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO
LA FAMILIA DE SARA
LA FIESTA
LA VIDA SECRETA DE ERNESTO
UN CUMPLEAÑOS INOLVIDABLE
PULIZZI, MARTA SUSANA
DENTRO DEL AUTO21/10/2021
DESDE MI BALCÓN
EL FARO(microcuento)
EL FARO(Microrrelato)
EL FARO(estilo Barroco)
EL JARDÍN
LA CASA DE LAS PALABRAS
LA OLIVETTI
SE PASÓ UNA HORA BUSCANDO LA MEDIA ROJA
TE BUSCO
NO HAY ROSAS SIN ESPINASTODO UN LEGADO
RODRIGUEZ, MARÍA ISABEL
ABRACADABRA PATA DE CABRA
AMOR SECRETO
CARTA A UNA AMIGA
DESPIADADA PELEA ENTRE OLYMPIA Y LENOVO
EL CALCETIN ROJO
EL FARO(MICROCUENTO)
EL FARO(CUENTO)
EL FARO(ESTILO BARROCO)
EL NIÑO DE LA CALLE
EL NOSOCOMIO EN RUINAS
FRENESÌ
FUTURO INCIERTO(poesía con anáfora)
HISTORIA DE AMOR
LA CHOZA MISTERIOSA
LA PRINCESITA RUBIA
SIN PALABRAS(CUENTO)
MARIPOSA DE PRIMAVERA(SONETO)
SOTO, MIRTA ESTHER
CASA INTELIGENTE
CINCO PALABRAS
CUANDO ES DAÑO LA PALABRA
¿DÓNDE ESTÁ LA MEDIA ROJA?
DULCES POEMASABUELITA CUÉNTAME UN CUENTO
CAMBIO DE PLANES
IMPREVISTOS
SOLSTICIO DE INVIERNO
EL DESFILE
EL FABER
EL FARO(cuento barroco)
EL FARO(cuento corto)
EL FARO(Microcuento)
HISTORIA CON PREGUNTAS
LAS CHISMOSAS
PRESAGIO
SPINOZZI, MARGARITA ELENA
AGUACERO
¡ATRÁPAME SI PUEDES!
AQUEL HOMBRE
JÓVENES ADOLESCENTES
EL ESCRITOR ROMÁNTICO
EL ESCRITOR DISTRAÍDO
FLOR DE CARDO(Ícono pampeano)
IDOLATRÍA EN LA LITERATURA ÁRABE
EL BÁLSAMO DE LA TINTA
LA MAJESTUOSIDAD DE LOS ANDES
LETRAS QUE SALVARON VIDAS
NOSTALGIA
PERFUME CAMPESTRE
QUIETUD
SILENCIO
FESTIVAL DE LAS NOCHES BLANCAS
CERCANOS DESCONOCIDOS
SER GAUCHO
IMPLOSIONES SILENCIOSAS
EL HORTELANO
DAISUGI: EL DUENDE AZUL
EL PÉNDULO DE LOS SUEÑOS
EL SECRETO DE LOS PLATOS DE LA ABUELA
¿EL TIEMPO ACOMPAÑA AL AMOR?
ENCANTOS Y DESENCANTOS
GAIA
INOCENCIA MÁGICA
JÓVENES ADOLESCENTES
JUAN Y JUANA: IGUALES, DIFERENTES
LA CONSTANTE PRONUNCIACIÓN DEL VERBO LIMPIAR
LA PULGA HACE GUITARRISTA AL PERRO
LAS PALABRAS Y SUS SILENCIOS
¿LOS ÁRBOLES SON SERES MITOLÓGICOS?
MIS MUSAS
NI QUIETA NI CALLADA
NOCHE SALVAJE
OLIVER
¿OTRA VEZ LA MISMA PLAYA?(UN MISTERIO POR RESOLVER)
¿OTRA VEZ LA MISMA PLAYA?(Cuento)
¿OTRA VEZ LA MISMA PLAYA?(microrrelato)
POLIGLOTA, UN ÍCONO
¿Quién eres ESCRITOR?
RETRATO DE “EL REY”
SIMPLEMENTE
SOL DE HIBERNUS
UN OTOÑO QUE NUNCA VOLVERÁ
Nació en Venado Tuerto el 14 de diciembre de 1976. Casada con el C.P.N. Gustavo Invinkelried, con quién tuvo dos hijos, Máximo y Sarah.
En 1994 se recibió como Perito Mercantil en Administración de Empresas.
Ese mismo año ganó el Primer Premio de las Olimpiadas de Lenguas Españolas. Oratoria sobre racismo, siendo su primer escrito.
Estudió Cs. Económicas y Programador en Sistemas Administrativos; Administración de Pymes. Cursó Martillero Público y Corredor Inmobiliario. Empleos relacionados a la administración de empresas.
Desde el año 2019 integra el Taller Literario “El Jardín De Las Palabras”, participando en su primer Antología. En 2020 integra la segunda Antología Internacional de Poesías y Cuentos, libro que participó en la 46º Feria Internacional del libro en Buenos Aires.
Estudia violín y secretaria administrativa de su esposo.
Esta es su primera participación en libro formato digital.
¿Qué hora es?, ¿hoy es domingo, no?, ¿les parece que salgamos a desayunar?
¿Estamos listos?, suben al auto?, ¿cierro y nos vamos? ¿Les gustó mi plan?
¿A dónde vamos?, ¿les parece parar acá?, ¿entramos?, ¿este sitio está bien?
¿Qué van a pedir?
¿Se han dado cuenta de lo que sucedió?...
¿Vieron entrar esos dos niños?, ¿escucharon que han pedido algo de sobra para comer?,
¿no había nada para ellos?, ¿esta será la única vez que no pudieron comer?
¿Vieron cuánta diferencia hay en todo, no?
¿Habrá ropa limpia después de esto para ellos?
¿Habrá un abrazo de mamá, al llegar a casa?
¿Habrá tiempo para jugar después del cole?
¿Sentirán frío en sus pies, en sus manos, en sus anhelos?
¿Se dieron cuenta de lo afortunados que son?
¿Se dieron cuenta que pueden actuar para mejorarlo también?
¿Aún no lo han visto?
¿sabrán que son el futuro y pueden cambiarlo?
Y LLEGÓ ESA MAÑANA, CUANDO MENOS LA ESPERABA.
CUANDO MI MUNDO ESTABA ENTERO Y LLENO DE ALEGRÍAS,
CUANDO COMO POR ARTE DE MAGIA TODO ESTABA BIEN.
YO SENTÍ ALGO EN MI ALMA, PERO INGENUA A LOS DESPERTARES INTERNOS,
TUVE LA NECESIDAD DE ESPERAR LA HORA DE VOLVERTE A VER, PARA QUERERTE.
LA RUTINA ME LLEVO COMO CON SOGA EN EL CUELLO, SIN DESCANSO.
SOLO ESPERABA QUE TU ÓMNIBUS LLEGARA,
PARA QUE TE ESPLAYARAS, EN DETALLES, DE TU VIAJE CORTO.
PERO OTRA FUE LA FIGURA, QUE FRENTE A MI, ME HABLABA DE TI.
TU RUMBO HABIA SIDO OTRO. MI DESTINO CAMBIADO Y SORPRESIVO.
NO CABÍA EN MI CUERPO SEMEJANTE NOTICIA. NO CABÍA EN MI ALMA SEMEJANTE DOLOR.
UN DESGARRO DE PIES A CABEZA SEPARÓ MIS FUERZAS.
Y A TI… UN DISPARO PERFECTO, PARTIÓ EN DOS TU CORAZON.
YA HA PASADO TIEMPO Y HE PODIDO ASIMILARLO,
ENTENDIDO, ACEPTADO, APRENDIDO TAMBIEN.
RESPETÉ AQUELLAS PALABRAS, EXPLICANDO TU SITUACIÓN,
AQUELLA QUE CALLASTE, PARA EVITARME DOLOR.
AUN RECUERDO TUS BESOS Y ESA ÚLTIMA CARICIA.
AUN RECUERDO LAS PALABRAS DE TU MÉDICO AMIGO,
AL QUE LE PROHIBISTE DECIR… ERA CÁNCER…Y AVANZADO.
10/06/2021
Espero la noche, donde reina el silencio. Cuando la calma inunda mi alrededor.
Donde puedo sentirme a solas, con mis sentimientos, y me dispongo a pensar frente al computador.
Una hoja en blanco me mira intrigada desde la pantalla fría, frente a mí.
Parece preguntar con qué palabras la vestiré, con qué ilusiones la haré lucir.
Pero dudando, pienso… si le hablo de viajes, o de sueños, de lo que le sucede a las personas que conozco, cuando las hago protagonistas de mis relatos. Pero aún no me decido. Los bloqueos se presentan, los espacios se vuelven extensos y mi mente divaga entre momentos vividos y la incertidumbre de la actualidad.
¿De que necesito hablar conmigo misma? ¿qué necesito sacar para limpiarme? Escribir resulta terapéutico, me hace sentir acompañada, aun estando sola. La necesidad de filosofar sobre cosas cotidianas que afectan o que iluminan mis días, hace que esto se transforme en un merecido cable a tierra, que oxigena, ayuda y resetea mi estado anímico.
Cuánto necesitamos hacer lo que nos gusta, qué importante es darnos tiempo para abrir esas ventanas del alma y permitir hacer cambio de aire; una bocanada de emociones que nos permite renovarnos. Todos necesitamos algo bonito que nos haga brillar, desde lo más profundo de nuestro ser.
Cada uno de nosotros sabe cómo, con sus colores, aromas o solamente abriendo los ojos hacia lados opuestos. Viendo empáticamente el mundo alrededor.
Agradeciendo por lo que tengo internamente y pienso en el viejo refrán que dice: “a caballo regalado no se le miran los dientes”. Básicamente significa no ser pretencioso con aquello que te llega sin esfuerzo. Las cosas están ahí, al alcance de nuestra mano. Depende de lo que estamos hechos para aceptarlo, adaptarlo, lucharlo, mejorarlo o llevarlo al más alto nivel de su esplendor. La vida nos presenta situaciones que siempre son pasajeras, como nosotros, y comprendiendo que somos tan fugaces, tenemos que poder aprovechar lo que nos llega, lo que está ahí. Al menos ese es mi estilo de vida. Escribir u optar por mi amada práctica de violín, me hace feliz. O darle importancia a ciertas cosas, como el cariño que llega camuflado, en palabras en un mensaje a mi celular. A la comida que tengo en la mesa. Al amor que comparten mis hijos con su mascota, o entre ellos. A la dedicación que les dan a sus creaciones y esa paz que irradian en sus miradas inocentes. Al vecino que saluda desde la ventana, a su sonrisa, a la salud que se le resiste.
Todos necesitamos de algo bonito en que apoyarnos, a pesar de todo esto que nos pasa. Podemos darle el giro necesario, para aprender que lo único que tenemos, y cuenta, es nuestro presente. Y gracias a ello, seremos felices. Porque también en eso hay que trabajar.
No se trata de ver nuevos paisajes, sino de cambiar la mirada, de ver con otros ojos lo que tenemos delante.
22/05/2021
Su nombre es Úrsula Craso. Pertenece a una familia de clase media, que lucha por aparentar más.
Su madre, docente de niños especiales. Su padre un carpintero venido a menos, usa la profesión de excusa para mantenerse alejado de la casa. Ocupa un puesto de trabajo rutinario pero seguro; lo cual su madre, lo ubicó por acomodo.
Úrsula tiene 20 años y un mundo imaginario, que le cuesta mantener, solo para las fotos de Instagram. Tiene un hermano menor, mucho menor, al que ama, pero con el que disputa la territorialidad del hogar.
Úrsula cuenta con amigas a las que solo les preocupa el cómo y dónde las ven. Se ríen todo el tiempo mientras acomodan interminablemente su cabello, aunque no saben de qué. Vive con el celular en la mano, ¡para cuando pinte sacar la foto!, siempre con un gesto ridículo, pero aprobado por el grupo de amigas.
Úrsula está estudiando, pero no logra emocionarse con lo que hace. Así que, su inseguridad, le hará cambiar de carrera; para ver si encuentra la emoción.
Cuenta solo con una abuela que le paga cada capricho; la misma que la ha llevado a su primer viaje de avión, así Úrsula tuvo la posibilidad de ganar confianza y seguridad. Aunque aún es muy joven, lo que no puede cubrir con maquillaje y accesorios. Su mundo de inseguridades y vacío es tan abrumador, que le llevará años domarlo.
Su fisonomía es baja, delgada, aunque heredó de su abuela materna la cadera y piernas garrafa. Tiene cabellos largos y lacios, de color negro, que solo puede peinarlos en la peluquería de turno.
Hoy su mundo gira en torno a los planchados y las uñas decoradas, que, desde ya, son la última moda. Las que siempre mantiene pintadas y con diseños raros, un gasto innecesario, pero algo de lo que la hace sentir especial.
Saluda tímidamente, usa en su lenguaje muletillas y palabras sueltas que repite sin pensar y no encajan en una oración normal. ¡Pero todos los de su edad lo hacen!
La adolescencia es un abrigo pesado, intenta llevarlo como puede, pero se nota su incomodidad. Atrapada entre las facetas de niña mujer. Creo que tendrá salida y maduración. Con el tiempo, logrará la estabilidad y aceptación que tanto espera.
Atte. A la caja de dibujos.
Yo te quedo agradecida por todos estos años, en los que has conservado todo este caudal de amor.
Ya han pasado diez años, de los cuales solo siete han pertenecido a un artista, pues ahora son dos.
Yo te quedo agradecida por mantener a salvo miles de garabatos, que alegran mi corazón. Muchas cartitas manchadas de tintas y de fibrón. Todas esas declaraciones de pureza sin igual, a las que se le han perdidos las comas y los renglones bailan sin son. Por dar lugar a las figuras donde los trazos de colores se le quieren escapar, donde arrebatan espacio extra, debido a la intensidad.
Pues esto ha llegado a un límite, que ya no tiene contención. Pasaran a ser dos las cajas, más modernas en su color, más firmes en su estructura, pero con el mismo calor en su interior.
Ya te has puesto melancólica y te has aflojado. Tus esquinas han rasgado; eso debe ser pasión.
Yo te quedo agradecida por todos estos años, en los que has conservado todo este caudal de amor.
10-06-2021
¿Cómo puedo llegar a ti?
¿Cómo podré abrir mi pecho y mostrarte de que estoy hecha?
¿Cómo saber de qué estás hecho tú?
¿Cómo hacerte saber todo lo que realmente me interesa y poder así vincularme mejor?
¿Cómo ganarte para siempre el corazón?
¿Dónde se ubican tus deseos?
¿Dónde se irán nuestros sueños, cuando no se cumplen?
¿Dónde quedan los rencores, las angustias y frustraciones, cuando ya han sido procesadas?
¿Dónde encuentras refugio para recargarte?
¿Dónde estamos?
¿Por qué lo hacemos todo tan difícil?
¿Por qué no aprendemos de nuestros errores?
¿Por qué no solo vivimos para dejar huellas útiles?
¿Por qué somos tan necios?
¿Por qué estamos en este mundo?
¿Cómo, dónde y por qué?
¿Por qué sigo preguntándote, cuando te veo preocupado en otras cosas?
¿Por qué insisto con los mismos temas?
Porque siento que vivo en otra dimensión …
Si me pongo a pensar en definir la esperanza de alguna manera, me resulta difícil.
Considero que la esperanza es un abanico de oportunidades prontas a llegar.
Un mundo de emociones dispuestas a cambiar la cruda realidad. Es ese frío prometedor que alivia los golpes de la vida. Una posible promesa. Supongo que es la fuerza que llevan mis anhelos de convertirlo todo a mi favor.
Es un término complicado, me pregunto de que está hecha, cuáles son sus condimentos.
¿Qué sería lo más acertado?, que alguien tenga esperanzas, significa que es un ser esperanzado. La misma se encuentra… se pierde… se contagia… ¿se idealiza…? se transmite... ¿se hereda?
Se crea en uno, como la chispa que enciende la luz de casa, pero dentro nuestro, y se nota… ya que sale ese brillo por la mirada, en nuestras palabras, dichas o escritas, en nuestros gestos, en nuestra caricias, en un abrazo, en la paciencia que escucha los tormentos ajenos. En nuestros sueños de ojos abiertos.
Un ser humano resistente, todo terreno… tiene esperanza, todo aquel que no ha caído aún tiene esperanza o es esperanzado.
Un ser humano de aura de colores, un ser luminoso, un ser que no teme, que está preparado para la contingencia, siempre es esperanzado. Podemos calificarnos, alegres, trabajadores, serios, charlatanes, sensibles… pero esperanzados te da un toque único de personalidad.
Me resulta difícil definirla, pero entiendo de qué se trata y en qué nos transforma, por eso prefiero a los seres humanos con sueños, con proyectos, con anhelos…sí, esperanzados.
30/01/2021
La puerta blindada se abrió sin tocarla, frente a él. Un interminable pasillo de color gris se presentaba, fue atravesándolo todo sin pedir permiso. Parecía estar eligiendo a medida que avanzaba, pero sabía perfectamente donde detenerse.
Hoy llevaba puesto un manto de seguridad fríamente elegido, y como si no fuese decisión suya, para no sentir culpa, se detuvo ante una puerta abierta donde agonizaba un hombre… Lo acompañaba un enfermero, no se mostraba preocupado, ni desesperado. Cuando volvió a mirarlo reconoció quién era, podía oler su agonía sin saber de quién se trataba. La hora llegaba para él ligera de la ciudad, el que estaba siempre acurrucado en la esquina de esa gran ventana comercial. Nadie acompañaba sus últimas horas, nadie lo extrañaría mañana.
Allí estaba para tomar su vida; la parka, la última sombra; cuando lo miró fijamente sus ojos solo perdieron el brillo, y se fue de este mundo. El enfermero tomo sus signos vitales y lo cubrió con la sabana que lo abrigaba. Luego salió de la habitación, seguramente para dar el aviso pertinente y llenar papeles, la muerte ya no supo más nada, no era su asunto, solo dio media vuelta y regresó por donde vino.
La conmoción entre algunos para dejar libre la habitación, llamaron la atención de Emilia, una hermosa joven que hacía poco había comenzado a trabajar como recepcionista en el turno noche,
de este hospital. Ella noto un manto leve en el aire con el rabillo del ojo y sorprendida giró su cabeza para cerciorarse de lo que le pareció ver. Unos ojos negros sin forma alguna la miraron entre harapos prolijamente dispuestos en una casi figura humana de una estatura un poco más alta de lo normal. La joven quedó perpleja y asustada, pero esos ojos dejaron de mirarla y se fueron desvaneciendo hacia la puerta de salida, ella corrió temerosa hacia los ventanales y solo sombras se mezclaron entre los árboles afuera. Ni siquiera ella estaba segura de lo sucedido, pero su rostro quedó en blanco. Un camillero se acercó, la tomo del brazo y entendió que podía tratarse de un shock por estar ante la muerte de un hombre, aunque desconocido y le dijo que era cuestión de tiempo acostumbrarse a esas situaciones. No es fácil pero se llega a aceptar. Ella estaba sorprendida, pero el motivo era otro, y no pudo ni siquiera hablarlo, se lo guardó para ella.
Cada vez que llegaba a su trabajo no era fácil, pero necesitaba el dinero y un poco temerosa ocupaba su lugar. Siempre había movimiento en la sala, urgencias, papeleos y trámites de rutinas de los trabajadores de la salud. Pero el miedo brotaba de su piel cuando debía entrar al baño… o a los archivos… buscar legajos o archivarlos era una rutina aterradora ya que era un lugar silencioso y alejado. No sabía si se olvidaría, si lo aceptaría o daría por hecho que fue una alucinación. Pero no tenía el valor de dejarlo pasar en sus pensamientos. No lograba deshacerse de ese recuerdo trunco. Pero como el tiempo apremia en lo que refiere al trabajo tomó la decisión de concentrarse en sus rutinas y detalles.
Pasaron los días, estos se hicieron meses y todo fue encajando en la normalidad. Pero un día, buscando la firma de un médico, revisando visualmente entre puertas entreabiertas de las habitaciones, sintió una respiración agitada; era una paciente anciana que respondía a algunas de esas afecciones propias de la vejez. Emilia no sabía nada de eso, pero en su interior se daba cuenta de que algo no andaba bien. Escuchó voces en el pasillo y alertó pidiendo ayuda, dos enfermeros entraron velozmente a la habitación para acudirla, Emilia se sintió aliviada hasta ese momento, pero la puerta en su vaivén se abrió un poco más y logró ver nuevamente esos ojos negros bajo un velo translúcido. Pero tras su sorpresa, sintió curiosidad. Esos ojos se veían serenos, apacibles. Y más allá de sus miedos le pareció un ser afable. Un poco desconcertada fue caminando hacia atrás, alejándose del lugar. Pensando que aquella vez no fue una ilusión y que al parecer solo ella podía verlo. Al menos eso pensaba porque en el afán de resolver la situación los enfermeros no notaron nada inusual. Pensaba en alejarse por miedo pero estaba en una encrucijada entre su economía y la locura de vivir algo duro de aceptar. Sentía dudas de hablarlo con alguien y que esto afectara su continuidad por una cuestión de subjetividad.
No dejaba de pensar en ello. Si eso que vio era la muerte, un ángel, un ánima, de todas formas a Emilia la parecía que en esos ojos desdibujados no había placer por lo que hacía. ¿Y si llegaba a rescatarlos del dolor para guiarlos a un lugar mejor?, ¿Y si era lo correcto cuando no había más esperanzas?, ¿y si él era una esperanza cuando todo llega a su fin?. Pensaba mucho, aún cuando no quería hacerlo.
Unos días más tarde mientras Emilia estaba atendiendo una fila de personas provenientes de una empresa que venían por controles médicos. Se acerca un empleado del sanatorio y trae consigo un legajo para que Emilia lo archive. Quedó perpleja al ver ese click en la carpeta que sostenía un papel en el que decía “Deceso”, levantó la solapa y se trataba del inminente deceso de la anciana. Aquella anciana que ella sin querer había mantenido con vida unos días más.
Ya no era un momento de incertidumbre para Emilia, esto había pasado a otro lugar. El de estar atenta a los mínimos sonidos, y a estar más activa y pendiente de algunos pacientes de los que podía ocuparse en algunos momentos. La rutina de su trabajo se había vuelta exacta, encarnada en su concentración, ella sintió que había logrado una agilidad mental propia de la desesperación, aunque sabía que tarde o temprano se le escaparían algunas vidas como agua entre sus manos, lentamente irremediable. Estaba luchando contra un monstruo con lápices de colores. Pero estaba decidida a esto. Ella lo veía y tal vez estaba preparada para al menos dar aviso ante cualquier sospecha a los encargados de la salud si notaba algo extraño.
Una noche llegó a su trabajo y sobre su escritorio encontró una carpeta, el click en ella esta vez decía “alta”. Y al cargar los datos se entera de que se trataba de un niño de 7 años con Leucemia. En su recorrido por los pasillos al mermar su trabajo conoció al niño. Era un hermoso ser debilitado sobre una cama con juguetes sobre una mesita. Y recostada sobre un sillón al pie su madre. Se quedó observando esa pequeña figura semi cubierta por una sabana estampada con motivos estelares; estrellas, lunas, planetas… y pensaba en cuantos sueños tendría por cumplir ese niño si pudiese evadir la enfermedad. Se alejó y mirando hacia todos lados decía -¡no te lo permitiré!,… ¡no te lo permitiré!. Emilia se preparó un café y se sentó en su lugar, sola, en un espacio tranquilo y casi silencioso, levantó la vista hacia el ventanal que tenía frente y se encontró cara a cara con esa figura fantasmal, que detrás del vidrio la miraba fijamente como respondiendo a su comentario en el pasillo. Emilia quedo congelada en la incertidumbre, no corrió, no gritó, pero cruzaron asombrosamente sus miradas durante segundos, parecían conectados. La figura detrás del ventanal se fue desdibujando hacia atrás y esfumándose entre las sombras de la noche, entre los árboles. Emilia sintió escalofríos pero entendió que de alguna manera estaba conectando con algo superior, se sintió intimidada al comienzo y con dudas al ver que no sucedía nada malo, siempre llegaban miles de pensamientos al rato que se chocaban entre sí en su cabeza.
Si era bueno hablar con alguien sobre lo sucedido y ayudaría de alguna forma a sobrellevar el miedo, pero esto se trataba de algo sumamente fuera de los límites para controlarlo, allí estaba la situación en la que Emilia se encontraba. Debía trabajar, debía mantener la cordura, la templanza, la frialdad y debía saber adaptarse a todo ello. Pero no sabía si tendría la fortaleza de poder consigo misma y atravesar esta locura realista sin perder los estribos. No podía seguir trabajando, ni siquiera terminar su café, miraba a las pocas personas que iban apareciendo por los pasillos pero en ninguna encontraba la seguridad de compartir lo vivido. Tenía ganas de pensar por ella y de que terminara pronto su turno. El amanecer llegaba brindándole cobijo, alivio, como si la luz del día le diera una falsa protección, quien tendría estupor durante el día?…..Los monstruos son de la noche, de las sombras, pensaba Emilia, durante el día se desvanecen…al menos eso le daba alivio.
Y ya en su departamento y pensándolo fríamente, se sintió fuerte. Esa figura solo la miraba, sin actuar. Y por lo visto había llamado su atención de alguna manera. Lo que no entendía que significaba ese don de poder verla. Porque ella?… habiendo tantas cosas en las que uno puede involucrarse…justo en esto?….justo ella?. Miles de postura tomaba tratando de entender, pero no llegaba a resolverlo, su día pasó cumpliendo con la rutina, pero en su cabeza, solo un tema redundaba. Para que. Buscaba el porqué. La hora de su turno se acercaba y ya empezaba a sentir temblores, transpiraban sus manos y recordó el niño que sufría de Leucemia. Hay tanta gente de la cuál ocuparse, aunque no es mi trabajo. Pero si por algún motivo yo estoy allí?. Y si soy la elegida para hacerle frente?, se sintió poderosa, motivada. Se sintió Heroína. Y resolvió seguir. Volver a su puesto de recepcionista y arriesgarse aunque no sabía hasta donde llegaría.
Un nuevo turno comienza, y Emilia se fue armada hasta los dientes con motivos que iban más allá de los archivos y las llamadas de pacientes, ahora los atendía como sintiéndose su ángel guardián. Uno de los trabajadores del lugar se acercó con legajos nuevos y con la mirada en ellos Emilia preguntó por el niño con leucemia y le ofreciendo un café con intenciones de tomarse un tiempo para escuchar, comenzó a preguntar sobre él. Su situación era grave y todo se trataba de un tema de conciencia sobre la donación de médula y la participación consciente de la población….la palabra consciente quedo flotando en el aire para ella… y pensaba…yéndose mentalmente del momento pero dejando su mirada como señuelo atento a la charla. CONCIENTE. El niño es consciente, su madre es consciente de la situación, los médicos son conscientes de su hacer. La población en general debe crear consciencia para sanar, salvar, tener empatía. La misma Emilia se cuestionaba sobre su consciencia ante lo que la vida le presentaba,…pero tendrá consciencia esa figura?, que viene por ellos cuando todo llega al límite de sus vidas?. Como saberlo, debía saberlo. Volvió en si y fue justo a tiempo cuando su compañero dejo su pocillo de café agradeciéndole por el gesto y salió apurado a retomar su trabajo…. CONSCIENTE. Y si ella no era consciente aún del poder de ese velo que se paseaba sin apuro por los pasillos, y si ella no era consciente de su propio poder?.
Mientras todo esto ocurría, Emilia sintió una presencia fría a su lado, y como te imaginas era la figura que portaba esos ojos desdibujados y profundos, de harapos prolijamente dispuestos formando una despeinada figura.
Por quien vienes ahora? Pregunto Emilia. No te los lleves, …no vengas por el niño!!! Y con un rostro temeroso pero con un alma valiente suplicó, no vengas por el niño, porque siento pena por él. Te lo ruego.
Y la figura hizo saberle sin abrir una boca, que era imposible, deshacer el destino. Emilia continuó su súplica y dando motivos, sobre la oportunidad que le quitaría a ese niño de quien ahora era su temor. Perdió el miedo a lo desconocido y fue capaz de enfrentar esa fuerza, tratando de convencerlo de no hacerlo, exponiendo su motivo y pensar. Pero la magia ocurrió después de todo, porque la mirada de Emilia era tan poderosa en su belleza y su alma tan transparente, que la muerte quedo rendida de amor. Y esto logró que ella entendiera, que si esta figura desaparecería, lograría su cometido, porque la muerte entregaría su vida en lugar de quien venía a buscar, pero eso pasaría sólo una vez. La parka había sido derrotada por la belleza de Emilia, la valiente Emilia.
Tarde o temprano, habría otra figura en su lugar, paseándose sin molestar por esos pasillos, porque es necesario, y porque debe ser así. Solo por esta vez, Emilia había logrado frenar su horror. Pero debía ser responsable de que ella estaba logrando salvar a el niño y enviar en su lugar a este ser que solo hacia su trabajo. Que esto no sería una constante, había que aceptarlo, dejarlo fluir.
La parka aun desdibujada pero muerta de amor ante esos ojos suplicantes, se fue alejando hacia atrás, esos ojos profundos y desdibujados parpadearon suavemente dando un ok, atravesó los ventanales y se estrellaron en el primer árbol que encontró a su paso. Y no solo desapareció. Emilia quedó perpleja ante tan asombrosa transformación, y pasando su escritorio se acercó a los deslumbrados árboles y suspiró con alivio y alegría al ver en el exacto lugar que fue absorbido por el tronco, había en su lugar, un clavel de aire. El que Emilia miraría cada vez que llegaba en su turno a su lugar de trabajo, más segura y madura por lo vivido. Donde el amor pudo con ella.
Julio 2021
Me despierto, otra vez. Busco esa señal como todos los días; en cada accionar, en cada situación que se presenta. La luz que estuvo siempre cerca, guiándome, y ya no la veo. Presiento que está, sólo que hay un mundo de neblinas que nos mantiene distantes, aunque el calor de la seguridad me abraza constantemente. Me mantengo en el camino a pesar que diversas situaciones me entretienen. Varios delfines sobresaltan el agua alegrando mi viaje, empujándome en el rumbo que genera el oleaje de su destino. Muchas gaviotas molestan en el paso, algunas sobrevuelan bajo, parece que van a picarme…o rozarme, sacuden las alas tan brutalmente rápido, que agobian. Otras van robando descaradamente migajas de lo que poseo en la mano. Pero no importa, ya que todo lo que das vuelve multiplicado, eso dicen. Algunas otras, se posan cerca a mirar, curiosas, mis movimientos, sin interferir, indiferentes a mis sentimientos. Pero siempre hay de aquellas que se acercan tanto, que se hacen notar como una compañía; miran hacia donde miro y sonríen con la mirada, con su postura amistosa. Muchas gaviotas en el aire y en cubierta, digamos. Todas de blanco y negro… todas diferentes.
Es bueno que haya gaviotas que acompañen, hacen ameno el viaje. A veces no hace falta hablar, sino sentarse solo a mirar y compartir el mismo horizonte. Me da gusto poder reconocerlas.
Sigo navegando, surcando este mar de posibilidades que la vida me presenta. A veces se torna difícil, por los imprevistos, aunque no sepa de la profundidad del agua o del lugar en que pueda encallar mi barco, o de la tempestad del clima. Aunque las nubes densas cubran como un velo mis ojos, sé que la luz de ese faro está detrás de todo eso, solo hay que seguir.
A veces contamos con muchos aparatos innecesarios de navegación, que, o no sabemos usar, o no nos dan las indicaciones justas. Es ahí cuando hay que decidir rápido, promediar, calcular, o en última instancia arriesgarse a como dé lugar. Buscar la vieja brújula que llevamos dentro, aquella que no se equivoca, en la que creemos, porque estuvo creciendo con nosotros, procesando todo. Late constantemente, dándonos el impulso necesario. Ese pequeño corazón que conoce de alegrías y vivencias, que encierra un arcoíris de herramientas, herrumbradas por el uso, pero de buena calidad y de las que conocemos perfectamente la forma de usarlas. El mismo que encierra ciclones preparados para dar fuerzas y empuje a situaciones que sabemos que hay que sobrevolar tan velozmente, para que no lleguen a desarmarnos. El mismo que encierra aromas y colores que nos mantienen en eje, a flote.
Pero, de tanto en tanto, un sol radiante amenaza juguetonamente entre nubes pesadas, que no quieren ceder lugar. De pronto sabemos instintivamente, que el sol ganará la partida y se presentará grande y poderoso ante nosotros. Intimidante y soberbio como un rey. Haciendo rendir nuestros párpados ante semejante resplandor, cómplices de eso, le damos el gusto. Porque no hay mal que por bien no venga, nos rendimos ante él aunque nos ciegue, y ofrecemos el cuerpo para ganarle en calor.
Ahora sí, camino libre. Libre de obstáculos, para disfrutar del paisaje. Con el día volverán los delfines y las gaviotas… aquellas que son diferentes unas a otras, con sus vuelos agitados y gritos alocados, desesperadas como siempre. Uno ya las conoce y sabe cómo actuar ante ellas, acompañarán el día, como siempre. Aunque espero más delfines….
La noche va interrumpiendo el día, y al acercarme a la orilla, el sonido del agua contra las rocas, me presenta el desafío del cambio. Desembarco sobre un muelle de madera entero, nuevo para mí, con barandas prolijamente lustradas; verbenas adornan los pies de ese muelle, una alfombra verde tapiza el terreno irregular y húmedo. Es sumamente agradable, tanto que deseo quitarme los zapatos y caminarlo descalza… Cumpliendo mis sueños subo una ladera entre rocas grises y con burbujas pintadas, con la brocha gastada del tiempo. Mis piernas se tornan pesadas, pero, así y todo, logro llegar a la cima. Y cuando miro hacia el barco que había quedado cerca del muelle, noto que se está alejando de a poco. Con gracia y feliz.
Mis piernas ya no son piernas, sino columnas fuertes que me sostienen y me hacen alta, muy alta. Mi cabello se enrosca prolijamente y una tiara refleja aquella luna sorpresiva dando un destello profundo a lo lejos. Me temo que me he convertido en faro, y seré la luz que guíe ahora a quienes me proceden. Procurando estar siempre dispuesta a dar la señal, para que no se pierdan, ni en la tempestad del clima, ni en las noches más oscuras. Ni en las madrugadas de niebla. La brújula que llevan dentro, es el baulcito que estuve preparando con entusiasmo todo este tiempo. Espero no haberme olvidado de empacarles nada. Hasta el más mínimo detalle. Revisando repetidamente, por si acaso.
Espero que encuentren muchos delfines que alegren el viaje, que los salpiquen y diviertan. Que los motiven a seguir jugando. Y encuentren más gaviotas de las que acompañan y molestan, aunque también están ahí para enseñarnos. La señal de mi faro siempre estará… a pesar de la niebla más espesa o la noche más oscura.
Dedicado a la infancia de mis hijos
Voy a inspirarme para que sean líderes. Que vengan a cambiar lo dogmático. A ser Héroes, potentes y luminosos.
Para que todo lo que toquen, sea a conciencia y lo puedan, mejorar. Para que todo lo que hagan, sirva a los demás.
Para que no vivan vidas ajenas y no tengan miedo a fracasar. Todo es un éxito, porque hace a la experiencia.
Voy a inspirarme… para inspirarlos. Para que la esperanza sea un estilo de vida.
Si me pongo a pensar en definirla, de alguna manera, me resulta difícil. Considero que la esperanza es un abanico de posibilidades prontas a llegar. Un mundo de emociones dispuestas a cambiar la cruda realidad. Es ese frío prometedor que alivia los golpes de la vida. Supongo que es la fuerza que llevo en mis anhelos de convertirlo todo en mi favor … ¡Y también el suyo!
Siento que mi computador es como la mirilla de una puerta al mundo. Sonidos e imágenes, erizan los vellos de mi brazo.
La televisión me muestra la artillería que va comiendo vidas y no hay decisiones que detengan la guerra. Va dejando gente fragmentada. Con sueños incompletos. Como un puzle de piezas perdidas, que indudablemente quedarán huecos sin llenar. Quedará gente endurecida, gente herida. La clase de gente que me gusta conocer, porque es la que aprendió a valorar. Es la que sabe que, con llorar, no sirve. No ayuda.
Es la gente de corazón abierto que se da, se entrega. Es aquella que realmente enseña lo que es “la superación”.
No es víctima, solo recuerda a medias, para no olvidar dónde no quiere estar… y sigue para mejorarlo.
Hay personas que oxigenan el fuego de mis sueños, historias y hechos. Lugares fantásticos que parecen sacados de cuentos de hadas. Un mundo de oraciones para involucrarse.
Aunque no quiera, empatizo con la desolación de las personas. Hay miradas que quiero encontrar, hay lágrimas que quiero secar, hay anhelos que quiero sentir para ayudarlos a volar. Tengo mis dudas de cómo lograrlo o si alcanzará con lo que dé, de mí. ¡Estoy segura que ustedes podrán! Porque la belleza de la infancia lo puede todo. ¡Consérvenla al crecer!
La pobreza humana requiere una mirada, y la capacidad y lucidez para ver recursos.
Yo no tengo muchas opciones como artista, escribo; es lo que hago. Sufro, disfruto, vivo por algo y lo charlo conmigo misma al escribir.
Voy a inspirarme… para inspirarlos. Para aquello que tengamos que ver en común nos una y nos haga crecer.
Y, con la esperanza de por medio, broten del cielo, del suelo y del mar, los salvadores de esta humanidad.
23/05/2021
La noche buena se acerca, y con ella un aire nuevo se respira. Los adornos navideños han vuelto a mostrarse y le dan a cada rincón un toque especial
No solo brillan luces, también lo hacen los ojos de cada integrante, especialmente los niños.
Desde una semana atrás, por las calles se ve la gente contra reloj señalando y reservando cosas, para que un tal “Santa Claus”, pase a retirarlos por ellos y sean depositados bajo un árbol, para hacer brotar una sonrisa a los más chiquitos y porque no, a los más grandes también…
Maravilloso momento, que llena de alegría muchos corazones y encienden el asombro que delatan los ojos.
Llegado el momento, una mesa luce adornada para la ocasión y significa mucho más que eso. Pasadas las cartitas llenas de pedidos materiales, de la comida que seguro va a sobrar, y de la panzada que nos vamos a hacer, concluyendo con un…comí demás… Esto marcará un cierre y un nuevo comienzo. Pero no de tiempo, sino de balance espiritual. Esa mirada tranquila, que por momento se perderá en el pasado, buscando los recuerdos de quienes acompañaron en una mesa así.
O volará al futuro incierto, deseando que todo nos resulte redondito en este año que se aproxima.
Yo agradeceré por lo pronto, que, dentro de nuestra canasta navideña, encuentre la suerte de volver a ser feliz, de poder vivir este momento como un triunfo, el de llegar sanos, llegar con metas cumplidas, el de llegar con esperanzas, el de llegar unidos y viendo juntos un mismo horizonte. Es el momento de retroalimentación de sueños, nuevos proyectos y desafíos, algunos no serán fáciles, pero serán retos que nos llenarán de orgullo haberlos transcurridos.
Habrá casos, en los que será tedioso o incomodo, tener que obligarse a ir a lugares, en los que no ha reinado la armonía durante mucho tiempo. Y espero que allí, ocurra un reseteo de emociones, que les dé otra oportunidad de vivir situaciones de paz.
Ojalá bajo todos los árboles decorados y bajo de cada sueño, llegue esa ilusión de estar mejor, un poco más feliz, un poco más tranquilos.
Pero pese a la noche buena que te toque vivir, que siempre sea ese escalón en subida, que libere aún más, para que las condiciones sean propicias y llegues a lugares soñados, fuera y dentro de tu cuerpo. Que los ojos de todos aquellos que amo, sigan brillando…de emoción, de alegría, de ilusión. Que un baldazo de humanidad te empape siempre la piel, porque eres lo que sientes y eso me encanta.
Que disfrutes de este momento y que sepas apreciar que es mucho más que eso.
Feliz noche buena y aún mejor navidad.
20/12/2021
Esta es la historia de “Jengibre”, un gato despreocupado,
de figura delgada y personalidad orgullosa.
Pasa el día entero durmiendo,
En distintos rincones, donde siempre llega el sol.
Llegada la noche, abre sus enormes ojos,
Su descansado cuerpo ya erguido,
Se mueve con total elegancia.
Salta por la ventana como si fuese a volar,
rumbo a los techos entusiasmado va.
Como un Dios potente y engreído,
espera la llegada de sus fieles secuaces,
Shiva y Maluco; el primero un gato joven, el segundo un gato loco.
Dos gatos del vecindario, que se alistan a sus lados creyéndose guardaespaldas.
No hacen mucho por la vida…,
frente a la luna llena, como en una cartelera,
sus figuras mosqueteras, se hacen visibles los arrogantes.
Solo resta pavonearse con tan presente belleza, para volver a casa lleno de satisfacción.
Y aunque huele el helado que acaba de servir mamá, elude la escena buscando su ración,
vuelve a su ronroneo con serenidad, a entregarse con alivio al centro de su litera,
en un cuarto colorido, donde siempre cobija el sol.
Voy a desafiar las leyes, y no me importa si no voy a ritmo de la realidad.
Aunque acumule años, y tenga que ponerme mi disfraz de adulta.
Aunque llene mi cartera de responsabilidades, y tenga que hacerme cargo de distintas situaciones de las que no puedo obviar.
Aunque mis horarios me aprieten de ocupaciones, voy a hacerme tiempo para soñar como niña.
Aunque mis ojos queden encuadrados en arrugas, solo voy a ver en el espejo el brillo que emanan.
¡SI!, voy a jugar … voy a dibujar nuevos proyectos y acumularlos en carpetas, pero no voy a archivarlos, voy a darles fecha de realización.
Voy a listar mis sueños hasta el día final, el que no espero.
Voy a encontrar momentos para disfrutar de los que me gusta. Voy a estallar mi alma con las cuerdas de ese violín que me aguarda.
Voy a vestir muñecas con mi hija, voy a recrear los episodios de esos dibujitos de tele que ama.
Voy a andar en bici con mi hijo mayor y escuchar todo sobre autos y motores, porque sé que le apasionan, y él me apasiona a mí.
Voy a recibir amigos viejos, que hoy al paso de la vida, son nuevos. Voy a abrazar sin condiciones como hacen los niños. Voy a cocinar lo que nunca cociné. A tomar un libro y disponer mi mente a creerme la protagonista de mil aventuras.
Voy a arriesgarme a todo aquello que crea oportuno hacer ahora, sin temor al ridículo o a la preparación que puede bastar o no.
Voy a despedirme con un ¡te quiero!, si lo siento.
No voy a seguir estructuras, no voy a molestarme por situaciones que no me cierren, porque no hay nada que obligue a hacerlo.
Me voy a mostrar desnuda en alma, aunque no sepan apreciarlo.
Voy a vivir un mundo de rosas, y aunque sus espinas duelan a veces, voy a sanar como súper héroe y voy a valorar las cicatrices y mostrarlas, para que vean de lo que fui capaz de superar. Sin más explicaciones.
Y si, te guste o no, no voy a madurar jamás.
A pesar de las molestias que sienta mi corazón, para mi será color de rosa la vida; porque abrazo la cortesía, la amabilidad y la buena educación.
Porque amo ser positiva, y es mi modelo de vida refugiarme en lo sentimental.
Todo será color de rosa, porque atraigo y me atrae la sensibilidad que brota en los demás. Porque valoro la pureza de cada ser, así como es.
Para mí siempre será color de rosa, aunque sangre mi alma, aunque sude nostalgia y aunque cada nota musical que atraviesa mis recuerdos, lastime mi presente.
Todo mi mundo será color de rosa, porque creo en la infancia y su inocencia poderosa, que proyecta buenos pensamientos de que todo estará bien.
Porque el rosa es señal de esperanza, porque inspira calidez y sentimientos de comodidad.
Porque tienen brillo los abrazos y llenan de luz mis ojos, que son los filtros de mi verdad, aquellos que delatan mi pasar.
Aunque me sienta cansada de la rutina, de los horarios, de las tareas sobrepuestas, siempre tengo amigos y seres cercanos que me regalan lo más hermoso que hay en ellos.
Porque valoro el amor con el que vivo bajo un mismo techo, porque soy agradecida y aunque nunca me conforme, porque siempre busco más. Para mí, siempre será color de rosa.
01/12/2021
Piensa mal, y… ¿acertarás? Una de las frases célebres de Nicolás Maquiavelo, que no dejaba lugar a la posibilidad de equivocarse, creo que denota una personalidad poco flexible, tal vez poco dulce o empática. Desconfiando de todos, viendo enemigos y sintiendo hostilidad en las acciones de los demás, desconfiando siempre se vive mal, se vive en frialdad, en oscuridad, aun así, tomando esto como un método de protección. El aislarse ante la duda genera tristeza. Considerando que sentir la cercanía de los demás es liberarse de ataduras y entregarse al calor de lo humano física o psíquicamente. Y es liviandad, es libertad, es creer, es sumar, es acompañar, es relajarse, es sentir.
Porqué esperar sorprenderse, a pensar bien y decepcionarse.
“Dar la oportunidad” es ser piadosos. Y nos damos a nosotros mismos la oportunidad de sentirnos jueces, para culpar y cerrar puertas. O confirmar que no somos tan merecedores de lo bueno que tiene la otra persona. Y tal vez a eso le tememos. A que seamos nosotros los equivocados y que el otro nos rechace. Y por eso cerramos la puerta antes, porque no lo aceptaremos. Darnos la posibilidad de pensarlo bien, de qué lado está la equivocación.
Hoy me desperté y lo primero que hice fue ver mi teléfono y los mensajes recibidos. La modernidad es eso, estar conectados en vínculo mecánico. Los giff, stickers multicolores están bien, los saludos me alegran, pero había un mensaje tal vez irónico que no aceptaba, “tus audios son muy largos”. Mi ego se endureció y muy ofendido, rechazó que la equivocación era mía. Pensé en envidia, en arrogancia, en desprecio, humillación, en bloquearla, en no enviarle más ni un mísero saludo. Cómo se atreve a censurarme. Si nadie más me lo ha dicho antes. Pero recordé a Maquiavelo y su ego, al que no quiero imitar. Y fue allí que caí como hojas de otoño, me desprendo de ciertos sentimientos que hice propios en un arrebato de inseguridad y desprovista de ello. Le doy la oportunidad al reto y me centro en que debo adaptarme a cada uno, a sus gustos, al respeto, a dar la oportunidad.
Junio de 2021
¿Por qué no supiste preguntar, cuánto me dolía el alma?, en un momento tan difícil.
¿Por qué no supiste ponerte en mi lugar?, si tenías más experiencia de vida.
¿Por qué te costó darme un abrazo, cuando más te necesitaba?
¿Por qué te alejaste así, sin más?, dejándome a mi suerte.
¿Cómo pudiste dejar todo en el pasado, desinteresadamente?, ¿cómo entender tu postura, tan fría y distante? ¿cómo puede tu corazón cortar lazos desgarradamente?
¿Cómo podré perdonarte?, ¿cómo olvidar tu ausencia?
¿Dónde quedarán los recuerdos vacíos? Aquellos que pudieron llenarse de tantos momentos lindos.
¿Dónde estará tu alma, después de lo sucedido?
¿Dónde se hallará tu recuerdo en mí? Ya que en mi corazón no te tengo, no supiste ganarte ese espacio, aunque hubiese querido que allí estés.
¿Dónde te volveré a hallar?, ¿dónde tendré la oportunidad de preguntarte, por qué, cómo y dónde?
El reloj iba corriendo las horas. Su marcación leve inundaba aquel cuarto de tono beige suave, en que el sol en horas de la tarde bañaba con su resplandor, asegurando elegancia. Nadie le prestaba atención al acusador del tiempo, solo la joven Sarah, cada tanto le preguntaba.