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«Cierro los ojos y me imagino que estoy en una de esas carpas plegables de playa frente al mar. Entreveo medio dormida que entra en la tienda de campaña silenciosamente y cierra tras de él la ventana al horizonte. Me recorre las piernas con las manos y me acaricia la espalda tras subir por el culo. Me cubre de besos las curvas de las caderas al tiempo que sube las manos por mis rodillas y las dirige hacia la parte inferior de mi vientre mientras disfruta de cada caricia y lametazo.» Lea ha tenido que luchar para llegar hasta donde está: una mujer ambiciosa, feminista e independiente con una trayectoria profesional exitosa. En cuanto a relaciones serias, no ha tenido muchas; le bastan los líos de una noche para conseguir lo que quiere, el placer sin el compromiso que la privaría de su necesidad de libertad. Y, sin embargo, está a punto de ir en contra de todos sus principios… Durante un evento de trabajo muy elegante, Lea vuelve a ver a Colin, el vicepresidente de la empresa del perfume cuyo lanzamiento ella ha organizado. El empresario, machista y altivo, pero irresistible a pesar de ello, se convierte en la fantasía ambulante de ella gracias a su sex appeal increíble. Aunque Lea se da cuenta enseguida de la oscuridad que alberga el hombre, nunca habría podido imaginarse el alcance de su perversión. Esta colección contiene: Entre sombra y luz 1 Entre sombra y luz 2 Entre sombra y luz 3
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Seitenzahl: 64
Veröffentlichungsjahr: 2023
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Alicia Luz
Translated by Marta Cisa Muñoz
Lust
Entre sombra y luz – An Erotic Series
Translated by Marta Cisa Muñoz
Original title: Between Light and Shadow (Spanish)
Original language: French
Copyright © 2020, 2023 Alicia Luz and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726562811
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
El sexo es sucio solo si no te lavas.
Madonna
Voy a contaros mi historia: el encuentro que cambió por completo lo que yo deseaba... De no ser lo que él deseaba.
Os contaré cómo me convertí en una mujer sumisa y dócil; yo, que soy feminista y que me había jurado que nunca me sometería a las órdenes de nadie.
Os lo contaré todo sobre cómo acepté su dominación por voluntad propia. Os hablaré de él, de su poder de seducción y de manipulación, de lo que le gusta y del pacto que firmé con su sombra, su lado más depravado y oscuro. Os hablaré de su perversión y, sobre todo, de lo que me gusta de esta sumisión. Os explicaré cómo mis deseos tomaron un giro inesperado hasta llegar a aceptar prácticamente de todo. También os hablaré sobre el respeto y mis límites.
No obstante, antes de contaros todo eso, debo hablaros de mí misma.
Para ello, vamos a retroceder en el tiempo —quince años atrás, para ser más precisas—, hasta llegar al momento decisivo en el que nos toca tomar decisiones. Tras el bachillerato, estudié en una importante escuela de negocios en Dijon, fui becaria en las agencias más prestigiosas del sector de la comunicación y trabajé sin descanso para conseguir los mejores empleos antes de crear mi propia empresa. Hoy en día cuento con un socio con el que dirijo a una veintena de empleados para trabajar en decenas de proyectos internacionales.
Soy una mujer ambiciosa, siempre lo he sido. Mi independencia es lo que me da fuerza y mi libertad, mi mayor fuente de felicidad. Nunca le he hecho un hueco de verdad en mi vida a un hombre (ni a una mujer, por cierto). Voy a por lo que quiero y avanzo sola.
No soy virgen —nada más lejos de la realidad— y voy encadenando aventuras. Incluso se podría decir que soy una devorahombres, pero en cuanto me toca decir «Te quiero», mi atracción por ellos desaparece con esas palabras demasiado comprometedoras. Estoy tan contenta de ser libre, no tener que rendirle cuentas a nadie y vivir la vida como quiera que prefiero acumular las noches de éxtasis y los despertares sin un mañana.
Puede llegar a ser duro imponerse como directora de una empresa en este mundo en el que los hombres siempre han llevado las riendas. He luchado para hacerme sitio; he tenido que cerrarme puertas y ser firme para abrir otras. Siempre estoy a la defensiva, lista para contraatacar, negociar y hacer valer mis intereses, los de mi sociedad y los de la gente que trabaja en mi empresa.
Así que esta es mi rutina en pocas palabras: estrés, eventos sociales, vestidos de noche, líos de una noche (si me gustan, a veces pueden durar dos noches, pero no suelen alargarse más), mis amigas, mi socio Manu y mis padres durante una semana en Navidad y dos en agosto. Para mí es una vida perfecta.
Hace dos años me apunté a una aplicación para conocer a gente, que es como un catálogo lleno de hombres —a cuál más guapo—. Así que yo le doy al «me gusta» y si hay un match me entrego al placer sin esperar mucho, porque la simple satisfacción de sentirme bien, gustarle a alguien y disfrutar me ayuda a reducir el estrés. ¿A vosotras no os pasa lo mismo? Si tuviese que describirme físicamente sería bastante fácil: soy morena, tengo los ojos azules, mido 1,65, peso 85 kilos y tengo unas curvas que me encantan y de las que me enorgullezco. Suelo vestirme con escotes, vestidos ceñidos y tacones altos. Me siento llena de luz: ¡me encanta la vida, adoro mi vida!
Tal vez por eso necesitaba su lado sombrío, quizás incluso fuese lo que me atrajo de él, sin imaginarme lo oscuro que era en realidad.
Habíamos ido de viaje de negocios a un hotel de 5 estrellas de Yerba para celebrar la fiesta de lanzamiento de un nuevo perfume cuya campaña publicitaria gestionamos. El palacio, que da al mar, es esplendoroso. Había reservado mi habitación, que está en un sitio muy privilegiado, durante cinco días más después del evento, lo que me dejaría tiempo para disfrutarla y trabajar en otros proyectos a la vez.
Todo está en ebullición desde las 6 de la mañana; yo me ocupo de la organización mientras Manu se encarga de la gestión de los invitados, sus preferencias y requisitos. Cuando los invitados están a punto de llegar, corro a mi habitación, entro al baño y me pongo mi mejor vestido. Concebimos la temática del evento para realzar el frasco del perfume, que es de cristal y lleva en su interior un encaje fino realizado a mano. Además de esa proeza técnica, el perfume emana una fragancia divina con notas tanto florales como cítricas. Lo hemos llamado Pureté cachée, es decir, «pureza oculta». Como era de esperar, se me ocurrió la idea de organizar una velada blanca con aromas florales y antifaces de encaje.
En la entrada repartimos antifaces de encaje blanco y dorado junto con orquídeas blancas para que las mujeres se las pongan y damos máscaras de metal dorado a los hombres.
Allí es donde lo vuelvo a ver: es el vicepresidente de la empresa del perfume y nunca había tenido la oportunidad de trabajar con él y mucho menos de hablar con él. Pero recuerdo que, hace unos meses, cuando me había cruzado con él por los pasillos, su belleza me había deslumbrado. Su atractivo o, más bien sex appeal, desprende algo único e indescifrable que lo diferencia del resto. Colin es muy atractivo, mide 1,90, tiene una sonrisa divina y el cabello castaño con unos ojos de color verde claro que contrastan con su bronceado mediterráneo.
Acaba de bajar de su habitación y ha llegado al patio del hotel, tras lo cual empieza a observar minuciosamente los decorados que hemos ideado cuidadosamente para el lanzamiento de su perfume. Me invade el estrés; espero que le gusten. Me acerco a él con paso firme y esboza una sonrisa que disipa todas mis inquietudes.
—Buenas tardes, Colin. Me complace darle la bienvenida aquí para el lanzamiento de su magnífico producto. ¿Qué opina del modo en que realzamos la elegancia de la línea?
—¿Le parece que hemos conquistado a los invitados?
—Sí, eso parece.
—Eso es lo principal. ¿Sandro ya ha llegado?
—Está junto al bar.
—Gracias.
Se va sin mirarme y su actitud indiferente me desestabiliza y destruye todas las fantasías que me había creado por la noche mientras me tocaba pensando en él. De hecho, me desestabiliza hasta el punto de enfurecerme a más no poder, ya que quería gustarle.
La velada tiene un éxito increíble y la mayoría de los invitados está presente, incluidos miembros de la familia real, famosos del mundo del espectáculo e importantes dirigentes empresariales. Hacia las cuatro, la gente vuelve a sus habitaciones mientras yo empiezo a relajarme y me uno a Sandro, Manu y Colin. Resulta obvio que le han sacado provecho a la barra del bar y cuando me incorporo a su conversación están entre risas.