Evolución de la psiquis humana - G. G. Huidobro S. - E-Book

Evolución de la psiquis humana E-Book

G. G. Huidobro S.

0,0
8,00 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.

Mehr erfahren.
Beschreibung


Evolución de la Psiquis Humana, ¿qué está en juego hoy? es un apasionante viaje a través del tiempo que explora los orígenes y la evolución de la psiquis y la conciencia humana desde hace 2,6 millones de años. El autor relaciona las transformaciones de la conciencia con los cambios en el medio ambiente y las circunstancias vitales, destacando hitos cruciales como la domesticación y producción del fuego, fenómenos que dispararon nuevos mecanismos mentales y aceleraron nuestro desarrollo cognitivo.

El libro plantea tesis significativas sobre el origen y la expansión de la conciencia, así como sobre los saltos evolutivos que han moldeado nuestra historia. Se exploran ideas cautivadoras como la distinción entre el "fuego afuera" y el "fuego adentro" del ser humano, y se nos presenta una visión alternativa de la historia, en la que los seres humanos vivíamos en clanes matrísticos, empáticos y colaborativos, libres de violencia.

El autor nos invita a reflexionar sobre hitos como el primer templo de la historia en Göbekli Tepe, desde donde se irradió una nueva espiritualidad y cultura que dieron origen a la civilización actual. También se exploran las dificultades surgidas hace 10.000 años con el advenimiento de la violencia, invitándonos a un profundo cuestionamiento personal y colectivo sobre el mundo que deseamos construir.

Evolución de la Psiquis Humana, ¿qué está en juego hoy? ofrece un enfoque novedoso, abierto y esperanzador para comprender la situación vital de la humanidad, aportando valiosas perspectivas para afrontar los desafíos de nuestro tiempo.
 

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Veröffentlichungsjahr: 2025

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Evolución de la Psiquis Humana es un apasionante viaje a través del tiempo que explora los orígenes y la evolución de la psiquis y la conciencia humana desde hace 2,6 millones de años. El autor relaciona las transformaciones de la conciencia con los cambios en el medio ambiente y las circunstancias vitales, destacando hitos cruciales como la domesticación y producción del fuego, fenómenos que dispararon nuevos mecanismos mentales y aceleraron nuestro desarrollo cognitivo. El libro plantea tesis significativas sobre el origen y la expansión de la conciencia, así como sobre los saltos evolutivos que han moldeado nuestra historia. Se exploran ideas cautivadoras como la distinción entre el "fuego afuera" y el "fuego adentro" del ser humano, y se nos presenta una visión alternativa de la historia, en la que los seres humanos vivíamos en clanes matrísticos, empáticos y colaborativos, libres de violencia.

El autor nos invita a reflexionar sobre hitos como el primer templo de la historia en Göbekli Tepe, desde donde se irradió una nueva espiritualidad y cultura que dieron origen a la civilización actual. También se exploran las dificultades surgidas hace 10.000 años con el advenimiento de la violencia, invitándonos a un profundo cuestionamiento personal y colectivo sobre el mundo que deseamos construir. Evolución de la Psiquis Humana ofrece un enfoque novedoso, abierto y esperanzador para comprender la situación vital de la humanidad, aportando valiosas perspectivas para afrontar los desafíos de nuestro tiempo.

Evolución de la psiquis humana¿Qué está en juego hoy?

2024© Gonzalo G. Huidobro

2025© Gonzalo G. Huidobro

I.S.B.N. impreso: 978-956-6164-18-0

I.S.B.N. digital: 978-956-6164-20-3

Autorizada su reproducción parcial citando la fuente.

Diseño portada e imágenes: Jacqueline Junge

Foto cubierta: www.pexels.com/es-es/@pixabay/ CC()

Diamagración interior: Virtual ediciones

Primera edición: Ediciones León Alado, 2024.España

Segunda edición: Virtual Ediciones, 2025. Chile

GONZALO G. HUIDOBRO

EVOLUCIÓN DE LA PSIQUIS HUMANA

¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO HOY?

Dedicatoria

A todos mis antepasados, a los que conocí y a los que no. A los cercanos y más lejanos, a los que estaban aquí y a los que llegaron, a quienes buscaron nuevas tierras. A los que, perseguidos, huyeron y llevaron la esperanza en el corazón. A los que cobijaron a desconocidos.

A los que nacieron en un mundo ya diferenciado y no pudieron decidir por su vida, su libertad, su futuro. A los que llevaron la vida en contra de la corriente.

A los que habitaron cuevas y nos dejaron sus huellas. A los que simplemente pasaron. A los que golpearon piedras hasta que una chispa encendió su fuego y la conciencia que tenemos.

A los que tuvieron el valor de tomar el fuego y legarnos el calor y la bondad. A los primeros y más lejanos, los que produjeron herramientas de piedra e intuyeron el futuro, los que iniciaron el camino que seguiríamos todos, nuestra gran familia humana.

Todos esos antepasados viven en mí, en nosotros, y también en nuestra descendencia.

A todos ellos, mi más profundo agradecimiento por su inquebrantable tesón en seguir el rastro de la luz que llega hasta nosotros.

Presentación

Como descendiente de los primeros inmigrantes llegados a las Américas hace miles de años, probablemente desde el Asia, y de los más recientes llegados desde Europa, África y Oriente Medio, soy el resultado de las migraciones y mezclas humanas. Me identifico con el propósito de nuestra especie, siempre pujante, intentando sobreponerse al dolor más allá de la magnitud de la adversidad. Me fascina la vida, la vida humana, el cambio, la transformación. Admiro a los inmigrantes, a los exploradores, a los investigadores, a los reformistas sociales y de todo tipo, a los artistas visionarios de los cambios que vendrán, a los que resuenan con el sentido de la vida, del universo, de la evolución.

Me encanta van Gogh, el pintor postimpresionista, su arte tan colorido, vivaz y vibrante, y me identifico con su aparente locura que le permitió mirar de otro modo, ver otras realidades, lo inmaterial, aquello que subyace en las cosas, en la vida y sobre todo en la vida humana.

Desde niño tengo muchas preguntas y cada día tengo más. Son cuestiones existenciales las que me inquietan, pues afectan mi futuro, el tuyo y el de todos. Por eso comencé a investigar y estudiar un poco. Quiero compartir esas preguntas y descubrimientos contigo. Puedes encontrarlos útiles y quizás interesantes, si coincidimos en las inquietudes respecto del significado y dirección de la vida y del futuro humano. Si no es así, no hay problema, en cuyo caso no encontrarás aquí mucho que justifique esta lectura.

Si sigues aquí conmigo, será porque compartimos intereses y dudas. Así, me pregunto cómo es que las cosas han llegado a este punto, cuando el futuro de toda la humanidad y de la vida en este planeta está en peligro. También me pregunto, cómo es que la vida humana ha resultado tan dispar en las condiciones que le tocan a cada uno, y tan parecida en otras, como el sufrimiento con el que carga cada cual.

Según veo las cosas, me parece que, con relación a la vida humana, 2 + 2 nunca resultan ser 4 para las personas. Las respuestas “oficiales” nunca responden a las preguntas ni a las necesidades de la gente. Por ejemplo, hace más de 50 años que en el planeta se producen más alimentos y medicinas que las necesarias para toda la población mundial, sin embargo, miles de niños mueren a diario de hambre o por falta de medicamentos. Todos queremos paz y hay guerras y violencia por doquier, amamos la naturaleza, pero la destruimos.... y así con casi todo lo importante. Es evidente que algo sustancial, algo fundamental está fallando.

Muchas preguntas surgen en mi mente respecto de cómo comenzó nuestra trayectoria, porque quizás la respuesta está en nuestros orígenes, en cómo estamos formados, o tal vez en nuestro desarrollo nos desviamos -como adolescentes que toman “un mal camino”- o quizás todo está muy bien y algunos de nosotros necesitamos cambiar nuestra percepción.

Sea como sea, estos relatos tratan de eso, de nuestra trayectoria fundamental como especie, de algunas preguntas que nuestra existencia necesita aclarar para abrir el futuro. Entonces, te invito a un recorrido que nos llevará desde nuestros orígenes hasta el presente, para que, con esa línea trazada desde la historia, podamos prever un probable futuro y las acciones que aporten a que el mañana sea el que queremos.

Propósito

Dada la crisis civilizatoria que vivimos en todo el planeta, cuando la vida y el futuro humano y de todas las especies peligra, este relato intenta responder a la pregunta ¿Qué está hoy en juego? ¿En qué está nuestra psiquis y conciencia?

Para ello indagaremos en nuestros orígenes y evolución, intentando comprender cual es la dirección emprendida desde el comienzo, cual ha sido el trayecto, si hay desvíos, correcciones y si aún hay -más allá de una fe ingenua- esperanza y futuro.

Los eventos de nuestra historia que aquí se describen no los pudimos ver, no tenemos documentos ni información de primera mano, pero las huellas de nuestros antepasados llegan hasta nosotros de varias formas. Por tanto, compartiremos bastante información y podrás estar de acuerdo o no con la forma de presentación y su argumentación, pero lo importante es otra cosa.

Por eso te invito a leer no solo desde la cabeza sino también con todo tu ser, de modo que los pasos evolutivos que relatamos puedas reconocerlos en ti, como también los cambios venideros que ya anidan en tu conciencia, quizás dormidos y latentes, o como un pedido que clama por una transformación profunda.

Agradecimientos

Este ensayo se gestó y elaboró con la efectiva y afectiva ayuda de Jacqueline Junge durante años, por lo que, en realidad, hay mucho de ella aquí.

También han sido muy inspiradores los comentarios y valiosas las correcciones -hacia el final de este proceso- de Gabriela Meléndez, Pía Figueroa y Catalina Valenzuela. Un sentido agradecimiento y reconocimiento a ellas por sus aportes a la construcción conjunta.

Introducción

Después de El Origen de las Especies de 1859y El origen del Hombre y la selección con relación al sexo (1871) de Charles Darwin, en los últimos 50 años se ha revivido el interés por explicar la evolución humana. Comenzando con El Ascenso del Hombre de J. Bronowski hasta De animales a dioses de Y.N. Harari, se han realizado varios estudios, todos con enfoques diversos. El título de este ensayo Evolución de la Psiquis Humana, de algún modo recuerda a la célebre obra de Carl Sagan Los Dragones del Edén, especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana. Sin embargo, las presentes narraciones no pretenden compararse con ninguno de esos interesantes trabajos por cuanto no comparten el mismo punto de vista. En cambio, son sencillas descripciones desde una mirada poco habitual de la evolución humana, sobre el psiquismo y la conciencia, no abordadas en ninguna de las obras mencionadas1.

Este ensayo se origina en la necesidad de explicarse de dónde venimos, cómo hemos llegado hasta aquí, entender nuestra situación actual y lo que podemos esperar de nuestro futuro, hoy muy poco claro y cuya dirección nos produce dudas e inquietudes.

Hasta el siglo pasado, las personas podían imaginar sus vidas y luego de 50 años constatar que —accidentes más, accidentes menos— habían seguido el camino trazado. El mundo había cambiado en esos años, pero les era perfectamente reconocible y la identificación de cada cual, con lugares, instituciones, creencias, valores y símbolos, permanecía relativamente intacta. Era un mundo predecible, controlable.

Ese no es el caso en el Siglo XXI, cuando todo cambia velozmente, incluso las ciudades. La sociedad, la cultura, la educación y hasta el amor se han hecho fluidos, “líquidos”, según Z. Bauman2, indicando con esta metáfora que en la actual modernidad nada se fija en el tiempo ni en el espacio, los cambios son continuos y no se volverá atrás.

Por otra parte, el avance tecnológico en el área de las comunicaciones hace que la información llegue a todos al instante, en tiempo real. Con los dispositivos móviles cada persona se ha convertido en reportera y se denuncian situaciones que son crecientemente rechazadas por grandes conjuntos que se enteran y manifiestan por las redes sociales. Así, comportamientos violentos (violencia entendida en sentido amplio, no solo física, sino también económica, racial, religiosa, de género, psicológica, discriminaciones o imposiciones sociales) que antes se aceptaban, hoy son condenados y repudiados. Valores y creencias que hasta ayer parecían permanentes e incuestionables, hoy pierden credibilidad, arrastrando en esa vorágine a las instituciones que los sustentan.

Todo deviene incierto. ¿Qué se asegura hoy que no pueda ser desmantelado mañana? ¿Quién puede afirmar con certeza cómo será el mundo en diez años? ¿Cómo serán nuestras relaciones, los trabajos, el paisaje humano? ¿Cómo y cuál será el mito que direccione, ya no solo a sociedades particulares, sino a toda la humanidad?

Sin duda, los humanos nos enfrentamos a cambios que no logramos dimensionar bien. Caen a pedazos todos los paradigmas que sustentaban la sociedad del siglo XX y no aparece aún el relato que vendrá en su reemplazo. ¿Qué les diremos a nuestros hijos, qué les enseñaremos, mientras presenciamos transformaciones sin precedentes en la historia?

Aquí, indagaremos en nuestro pasado los antecedentes y circunstancias de los grandes cambios, algunos de los cuales fueron acompañados de mutaciones genéticas. Los estudiaremos por dos razones: para comprender las condiciones que marcan el proceso evolutivo humano, y por tanto nuestro futuro, y para ver cómo y cuándo se producen tales cambios.

Puntos de vista

Aquello que consideramos “realidad”, “historia” o “realidad histórica”, implica necesariamente un punto desde donde se mira, una perspectiva, un observador con intereses. Estos puntos de vista pueden ser diversos en tanto representan múltiples posibilidades de observar. Por tanto, el nuestro es uno entre muchos puntos de vista, todos igualmente válidos. Así, hablaremos de realidades y de paisajes, implicando que la nuestra es una mirada y tiene “perspectivas”, como toda otra posible mirada.

Revisemos. El proceso humano, a la fecha, ha puesto en jaque a los mitos tradicionales sobre el origen del universo y de los seres humanos.

Que los humanos fueran creados de barro, de madera u otros materiales por acción directa de una o más deidades, son mitos y creencias en franco retroceso y esas explicaciones se hacen insuficientes. Hoy la balanza se inclina hacia una explicación más científica, en donde el origen de la humanidad es producto de la evolución de la vida en este planeta. Sin embargo, existen diferentes interpretaciones respecto a los inicios del universo como también respecto de nuestros orígenes, según sean los puntos de interés con que se los vea. Así, la situación actual será interpretada desde un punto de vista y de igual manera lo que podamos prever del futuro.

Por ejemplo, para un creyente religioso, los orígenes de lo humano estarán en la mano divina, del mismo modo que el presente y futuro dependerán mayormente de la voluntad de dios. Para tal creyente, lo que suceda o deje de suceder estará más o menos distante de la voluntad y acción humanas. Podemos reconocer, en los pueblos y las culturas que se han basado en este tipo de creencias, cómo la estructura social refleja esas miradas.

En contraposición y más recientemente, se comienza a comprender que el “estado de las cosas” en el mundo, es el resultado de intenciones y acciones humanas y no de voluntades divinas, salvadoras o castigadoras. Esta nueva visión sobre la situación actual va expandiéndose poco a poco y ya comienza a tener efectos en la conducta de las nuevas generaciones.

Por eso, en estos tiempos, la búsqueda mística por lo sagrado tiende a inclinarse ya no hacia afuera, sino hacia adentro del ser humano, seguramente incentivada por la creciente evidencia científica que restringe progresivamente el campo de acción de los dioses —cambios climáticos, rayos y truenos ya no se entienden como manifestaciones de dioses furiosos— por un lado; y por otro, debido a la desastrosa experiencia y abusos cometidos por numerosos representantes religiosos de todos los signos y latitudes, que según nos vamos informando, se arrastra desde hace mucho.

Hoy se busca superar la creencia con conocimiento, con ciencia, o con experiencia directa de lo sagrado, sin intermediarios, sin instituciones, de modo tal que la fe no se oponga al conocimiento.

Sea cual sea nuestra creencia, la historia nos ha juntado nuevamente y hemos comenzado a preguntarnos y hacernos cargo de transformaciones cada vez más profundas.

El cambio

¿A qué cambio nos referimos? ¿A cambios políticos, sociales, medioambientales? ¿A cambios mentales, espirituales? ¿Dónde pondremos nuestra mirada?

Por nuestra parte, indagaremos en la historia desde un punto de vista interno, existencial, poniéndonos en la situación psicológica de los protagonistas, con una perspectiva procesal, evolutiva. Esta mirada no solo describe el paisaje humano, sino que, además, considera a ese mundo en relación con lo que sucede dentro de los seres humanos.

Así, trataremos de descubrir los pasos o saltos cualitativos más significativos desde el comienzo, y cuáles fueron los nuevos mecanismos mentales que en cada paso comenzaron a manifestarse.

Apuntaremos a las raíces de los cambios profundos, a sus manifestaciones externas en el mundo, y también a las internas3 , a lo que vivieron y debió sucederles a los protagonistas. El primero de esos cambios es el que nos inicia como seres humanos y por tanto nos marca. Pondremos especial atención al comienzo de la humanización, porque instala condiciones, si no determinantes, muy influyentes para todo el proceso posterior, hasta nuestros días.

Por último, advertiremos que nuestro relato es realista, en tanto describe situaciones, actos y comportamientos, no ficciones. Es humanista porque ubica al ser humano al centro y desde ahí se explica nuestra historia, presente y futuro. También es una mirada esperanzadora, porque se fundamenta en la historia del ser humano y su evolución en la Tierra, no en particularidades circunstanciales que a menudo llevan al nihilismo.

Libro I

Vida, Psiquis, Conciencia y Fuego

1. Antecedentes de la humanidad y su medio: breve perspectiva temporal

La humanidad surge en la Tierra, que es el medio donde se manifiesta su vida. Por ello es relevante conocer qué sucede en ese medio, porque establece las condiciones para la vida.

Pongamos algunos hitos en tiempos más o menos comprensibles:

El Universo conocido comenzó hace 13.800 millones de años con el Big Bang o la Gran Explosión, según la teoría de mayor aceptación a la fecha.

Hace 4.800 millones de años se formó el planeta Tierra, una bola incandescente.

Hace 4.000 millones de años se solidificó la corteza terrestre.

Relativamente poco después, hace unos 3.800 millones de años, se originó la vida en la Tierra. ¿Cómo se produjo? Este evento plantea preguntas aún no resueltas sobre el tránsito de lo inerte a lo vivo. Luego, con la evolución de la vida, repetidamente se presentarán preguntas sobre el paso de una forma de vida a otra, algunas de las cuales la ciencia todavía no logra explicar.

La atmósfera y el clima de la Tierra han sido muy cambiantes y desde hace más de 2.000 millones de años se han sucedido 5 glaciaciones.

Las primeras algas surgen hace 1.500 millones de años.

Hace 750 millones de años nuestro planeta era una “bola de hielo”

4

, cubierta en su totalidad por una gruesa capa congelada, con temperaturas promedio de -50 grados centígrados.

Con la llamada Explosión Cámbrica, hace 540 a 530 millones de años, hay una veloz diversificación de la vida macroscópica multicelular. Entonces aparecen los primeros animales multicelulares.

5

Descendientes de las algas verdes, hace 480 millones de años surgen las plantas. Con su dispersión por la Tierra se multiplica la diversidad biológica y evolutiva.

Por ese mismo tiempo aparecen los insectos, que descienden de un grupo de crustáceos. ¡Llamativa esta suerte de “simultaneidad” en el surgimiento de insectos y plantas!

Los insectos voladores aparecen hace 400 millones de años.

Hace 250 millones de años se produjo “la Gran Mortandad” cuando 9 de cada 10 especies de vida desaparecieron, producto de un brusco cambio climático.

Las placas terrestres deambularon hasta que confluyeron en un solo continente hace 230 millones de años, al que se ha llamado Pangea

6

. Luego las placas se separaron hasta formar los continentes con la configuración actual, hace 65 millones de años.

Hace unos 200 millones de años aparecen los mamíferos, en Pangea, y por eso ahora se los encuentra en todos los continentes.

Las plantas con flores o angiospermas, que muy rápidamente se diversificaron en más de 300.000 especies, aparecen hace 140 millones de años. Su repentina aparición y diversificación sigue siendo un enigma para la ciencia y es el “abominable misterio” para Darwin, porque contradice su teoría de la evolución. Hay que destacar que él tuvo el coraje de admitirlo

7

.

Hace 65 millones de años hubo un gran cambio climático que provocó la desaparición de los dinosaurios y miles de otras especies, y el advenimiento de los mamíferos. Esto se habría producido por el lanzamiento de grandes cantidades de partículas hacia la atmósfera, el oscurecimiento del sol y posiblemente por lluvias radiactivas. Hay dos principales teorías que explican cómo esto sucedió: como consecuencia del impacto de un gran meteorito en Yucatán, en un caso. La otra teoría apunta a una enorme actividad volcánica a lo largo de 2,6 millones de kilómetros cuadrados en la India. Ambos fenómenos explicarían la repartición del Iridio por toda la Tierra.

Los primeros Primates surgen hace 55 millones de años. Hace unos 30 millones de años aparecen los Hominoides, nuestra superfamilia taxonómica

8

. Superfamilia en este caso, incluye a todos nuestros parientes genéticos, con quienes compartimos la casi totalidad de los genes: por ejemplo, alrededor del 98% con gorilas y casi el 99% con chimpancés. Nuestros ancestros comenzaron a evolucionar de modo diferenciado de los simios (chimpancés) hace solo unos 7 millones de años.

El primer signo formal de una evolución hacia la hominización se considera el caminar erguido. La primera especie en hacerlo fue

Ardipithecus ramidus

. Los restos de “Ardi” tienen 4,4 millones de años y sus osamentas muestran signos evidentes de su caminar erguido, pero con dedos pulgares abiertos en los pies, aún aptos para desplazarse en los árboles, como los simios.

Se llamó Lucy a los restos óseos de una hembra

Australopithecus afarensis

encontrada en Etiopía en 1974, y datada de hace 3,2 millones de años. Ha sido considerada una suerte de eslabón perdido de nuestra evolución, pues ella también caminaba sobre sus miembros traseros, pero ya tenía los pies con dedos pulgares hacia adelante, como nosotros. Esa configuración de los pies —no aptos para trepar los árboles— nos indica que su posición habitual era erguida, en el suelo.

La quinta y última glaciación —llamada glaciación Cuaternaria— comenzó hace 2,58 millones de años. Esta ha tenido ciclos de períodos glaciales e interglaciales más o menos extensos, de entre 40 y 100 mil años, con grandes variaciones de temperaturas entre uno y otro período. El último período glacial conocido popularmente como la Edad de Hielo, comenzó hace 80.000 años y terminó hace 11.800 años. Desde entonces estamos en un período interglacial —llamado Holoceno— aún dentro de la glaciación Cuaternaria.

En las glaciaciones, la vida se adaptaba multiplicando la diversidad de especies, pero a partir de la glaciación Cuaternaria desaparecen muchas especies de mamíferos y la evolución favorece a las especies que mejor se adaptan a las nuevas y cambiantes condiciones climáticas.

El primer humano fue

Homo habilis,

descendiente probable de los

Australopithecus

y más atrás quizás de los

Ardipithecus

. Los restos más antiguos de

Homo habilis

u

Homo rudolfensis

encontrados, eran hasta hace poco, de hace 2,4 millones de años, pero en el 2013, en Etiopía, se descubrieron restos de

Homo

de hace 2,8 millones de años. Se separó a

Homo habilis

del género

Australopithecus

por el tamaño del cráneo y, sobre todo, por la producción de herramientas.

Numerosas fuentes afirman la aparición de

Homo habilis

hace unos 2,5 millones de años por los utensilios más antiguos que se encontraron.

Sin embargo, recientemente

9

, se hallaron piedras cortadas datadas hace 3,3 millones de años, que pertenecerían a un género anterior a

Homo habilis

. Sea que éste fuese el primero en producir herramientas o algún otro animal 800.000 años antes, lo relevante es que la evolución de la vida tiende hacia formas más complejas e inteligentes, generalmente a través de varios intentos, quizás a través de distintos géneros, como en este caso.

Homo sapiens —el ser humano moderno— apareció hace solo unos 200.000 a 300.000 años

10

.

Es decir, la evolución de la vida ha tomado en el planeta Tierra 3.800 millones de años para producir un animal al que los científicos han definido como WW, humano, lo que significa que los humanos han estado en este planeta el 0,066% del tiempo que la vida lleva aquí, y nosotros los Homo sapiens, el 0,005% de ese tiempo.

Desde el punto de vista de la vida, somos unos recién llegados. Comparativamente, si la vida llevara un año en la Tierra, los humanos aparecieron hace cuatro horas y Homo sapiens —nosotros— hace menos de diez minutos. En una perspectiva más amplia, si reducimos todo el tiempo del universo conocido a solo un año cósmico —como hizo Carl Sagan11—, Homo sapiens apareció en los últimos 4 minutos de ese año cósmico.

Pongamos imágenes a las magnitudes de los tiempos involucrados en la historia previa a nosotros: digamos que un humano actual vive unos 80 años. Pues bien, 31.250 vidas nuestras sucesivas pasan entre que aparece Homo hace 2,5 millones de años hasta ahora. Es mucho tiempo, pero aun así es poco, en comparación a lo transcurrido desde la aparición de la vida en la Tierra. También lo es, comparado con los tiempos entre hitos evolutivos terrestres, de decenas, cientos o miles de millones años. Este ejercicio es especialmente útil para aquellos de nosotros que nos impacientamos, porque las cosas no cambian o avanzan con la celeridad que quisiéramos.

De esta línea del tiempo podemos observar:

Desde el comienzo, todo está en continua transformación.

Ya en el origen de la vida, opera un cambio en el medio.

En la Tierra, primero apareció la materia, luego la vida y después el ser humano.

Los cambios del medio —sobre todo climáticos— han favorecido la evolución con mayor cantidad y más complejas especies, y también han producido la extinción de millones de ellas.

Homo

y especialmente

Homo sapiens

, somos unos “recién nacidos”.

La continuidad de la vida no está asegurada para ninguna especie en el largo plazo, ya que el medio cambiará radicalmente y con toda probabilidad la extinguirá tal como la conocemos.

Toda especie tiene mejores posibilidades de sobrevivir si se desarrolla en más de un medio, en nuestro caso, en otros planetas o medios acondicionados artificialmente.

2. Animales humanos

De acuerdo con la clasificación taxonómica, lo humano no está definido por la especie sino por el género: Homo (humano)12. La especie es sapiens. Es decir, en la historia hay otras especies Homo, otros humanos, además de nosotros. Como veremos, nuestra especie no es pura, tiene rastros genéticos de otras especies humanas, después de cruces con algunas de ellas, como con Homo neandertaly Homo denisova, encuentros que no han sido aclarados.

Los Australopithecus, ya erguidos y omnívoros, se diferenciaron definitivamente de otros primates, liberaron dos extremidades y su campo de visión y horizonte se hizo mucho más amplio, al tiempo que su ingesta nutricional fue más variada y rica. Se han propuesto tres especies de Australopithecus como posibles antecesores directos de Homo: Australopithecus africanus, Australopithecus afarensis y Australopithecus garhi, pero no hay un acuerdo general. Más tarde y probablemente descendiendo de estos, aparecieron los humanos, Homo habilis, en Etiopía, África.

Los restos más antiguos de Homo habilis eran hasta hace poco, de 2,4 millones de años. Sin embargo, más recientemente se descubrieron restos de una mandíbula humana13 datados de hace 2,8 millones de años, con características tanto de Australopithecus afarensis como de Homo habilis. Todo parece indicar que estos restos corresponden a una etapa de transición entre ambas especies.

Tradicionalmente se considera como pertenecientes al género Homo a los homínidos capaces de elaborar herramientas de piedra. Las más antiguas encontradas datan de 2,5 millones de años atrás. Las primeras herramientas se le atribuyen a Homo habilis, pero no hay certezas, sino razonables deducciones.

Estas herramientas como otras posteriores, eran muy simples y se encuadran en la industria lítica conocida como Olduvayense o Modo 1, que consiste en devastar una piedra con golpes en una o en las dos caras de la roca, sacarle unas pocas esquirlas o pedazos para producir un canto cortante. De esta primera fase de producción lítica se han descrito dos especies14, Homo habilis y Homo rudolfensis, que habitaron África Oriental entre 2,8 y 1,8 millones de años atrás. Esos primeros humanos eran más pequeños, fuertes y tenían menos masa cerebral que nosotros.

El sucesor de ellos es Homo ergaster, cuyos fósiles más antiguos son de hace 1,8 millones de años.

Hay un cierto consenso en que fue Homo ergaster el primero de nuestros antepasados en salir de África, hace unos 1,9 millones de años15, seguramente ya poseedor de un nuevo modo de producción lítica más avanzado, Achelense o Modo 2.

Al salir Homo ergaster del continente africano, fue avanzando hacia Asia y Europa mientras se adaptaba a diferentes medios. En ese proceso se produjo la diferenciación de dos linajes: Homo erectus en Asia y Homo antecessor en Europa. Se dice que los Homo ergaster que permanecieron en África terminaron de desarrollar un nuevo modo de trabajar la piedra, mucho más sofisticado, llamado Achelense o Modo 2, que consiste en usar fragmentos más delgados y planos de piedra (lascas) para tallarlos por ambas caras, produciendo hachas bicéfalas, por ejemplo.

Con este nuevo modo de tallado, también continuó la especialización de las herramientas producidas para diferentes propósitos. Los primeros indicios de esta nueva tecnología son de hace 1,7 millones de años, pero la conducta expansiva de Homo ergaster indica que probablemente ya manejaba ese modo de producción lítica cuando salió de África, unos 200.000 años antes.

Mientras Homo colonizaba otras regiones del planeta, evolucionó en distintas especies: Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neandertal en Europa; Homo georgicus, Homo neandertalen Oriente Medio; Homo erectus en África y Asia; Homo denisova en Asia y Siberia; Homo soloensis en Indonesia; Homo floriensis en Isla de Flores; Homo rudolfensis, Homo naledi, Homo ergaster, Homo rhododiensis y finalmente Homo sapiens, en la misma África, por mencionar las más conocidas. Hubo también otras especies humanas, algunas subespecies —más de diez de Homo erectus—, algunas especies aún poco definidas o diferenciadas y muy probablemente otras de las que aún no sabemos.

Lo que sí sabemos, es que la evolución del género Homo generó varias especies que convivieron en un mismo tiempo y/o se sucedieron unas a otras. También sabemos que Homo era un animal entre otros y su influencia entre estos y sobre el medioambiente pasaba desapercibida. Al comienzo, los humanos no estaban en la cúspide de la pirámide alimenticia, sino bastante lejos de encabezarla, siendo más bien presas que cazadores.

Llama la atención que los Homo sapiens actuales nos referimos a Homo sapiens como humanos y a todas las otras especies de humanos como homínidos16, en circunstancias que Homo sapiens también lo es. Al parecer, no nos gusta reconocernos en nuestros antepasados o primos, una diferenciación seguramente nacida a la sombra de algunas tradiciones religiosas donde el ser humano —Homo Sapiens— habría sido “creado” a partir de distintos materiales por los dioses mismos, por tanto, sin antecesores ni parientes en la Tierra.

En realidad, hay certeza científica de que fueron muchas las especies Homo que antecedieron o cohabitaron con Homo sapiens, por tanto, tiene antecesores y parientes cercanos de otras especies humanas.

Sin embargo, aún hoy en estudios y publicaciones de divulgación científica que se realizan sobre los restos encontrados en diferentes latitudes y que no coinciden con el ADN de Homo sapiens, se habla de que esos restos no son de humanos, implicando tácitamente que son de animales. Así, se presenta a Homo sapiens como el único humano, y va quedando como código cultural, sin más reflexión ni explicación. Esta nomenclatura claramente se contradice con la taxonomía biológica que define como del género Homo a muchas especies de humanos, más primitivos que Homo sapiens, pero humanos al fin.

Cabe reflexionar sobre la resistencia de Homo sapiens actual de aceptarse como una especie humana entre otras, no como la única. Claro, no somos los primeros humanos ni los únicos, ni tan diferentes, ni los únicos con inteligencia y cultura.

Como iremos describiendo en este estudio, la diferencia fundamental entre los ancestros primates y el género Homo —con todas sus especies— no radica sólo en la biología sino en un cambio radical en su psiquis. Ese es el cambio que nos permite llamarlos humanos y diferenciarlos de todos los otros animales. Esta mutación se produjo con Homo habilis que inicia el género Homo con determinadas características psíquicas que no encontramos en ningún otro animal hasta el día de hoy.

3. La vida y el psiquismo

Homo habilis es —hasta donde sabemos— la primera especie humana. Lo que distingue a estos animales de otros es la producción de herramientas, además de algunas características fisio-anatómicas diferentes: un caminar erguido, cráneo más grande que sus antecesores y manos con pulgares capaces de presionar con fuerza, tanto como para poder manipular las piedras a desbastar.

Sin embargo, lo más significativo de Homo es un funcionamiento mental más complejo que se devela en el acto de producir herramientas. ¿Qué pasaba en el interior de esos animales humanos? ¿Sucedía lo mismo en Homo habilis que en cualquier otro animal?

El psiquismo

La vida17 tiene una programación, un código básico, un mandato que ordena sobrevivir como individuo y como especie. Esa es la clave. Si se rompe ese código, el individuo puede morir y la especie desaparecer, según sea el caso. Para que no se rompa o sobrepase tal código, la evolución puso un seguro de vida: los instintos de regeneración y conservación, que en los mamíferos y especialmente en los primates, activan el dolor y el temor como mecanismos que protegen la vida y la integridad física y el placer sexual como motivador para la reproducción.

Para llevar adelante este mandato, todo ser vivo, desde una ameba, un hongo, un vegetal o animal, tiene tres funciones básicas: nutrición, movimiento/locomoción y reproducción. Las dos primeras permiten la sobrevivencia del individuo, y la tercera, la sobrevivencia de la especie.

La reproducción ocurre tanto a nivel interno de cada organismo, permitiendo renovar sus células, como a nivel externo al generar nuevos individuos de la especie. Este último proceso necesita que los seres vivos se desplacen para transmitir el material hereditario. Por eso la capacidad de moverse es indispensable para alimentarse y reproducirse.

Internamente también hay movimiento de sustancias que llevan los nutrientes para regenerar los tejidos del cuerpo. Así es como el movimiento está a la base de todas las funciones básicas de los seres vivos. Sin movimiento no podrían obtener alimentos, reparar sus estructuras ni reproducirse dando lugar a nuevos organismos.

Para que la vida se mantenga y avance, debe existir un “aparato” coordinador de tales funciones, de modo tal que, cuando le falte energía, el organismo se oriente o desplace hacia un medio donde pueda incorporar esas calorías, es decir, alimentarse. Lo mismo vale para la reproducción. A la coordinación de las funciones de la vida en relación con el medio le llamamos psiquis o psiquismo.

Tradicionalmente se habla de psiquis como el concepto que designa todos los procesos y fenómenos que realiza la mente humana como unidad. Sin embargo, en una mirada más amplia y desde una perspectiva evolutiva, podemos hablar de psiquismo como el aparato o función que coordina la adaptación al medio de todo organismo, en todos los seres vivos, pues los mismos procesos referidos a la coordinación de las funciones básicas aparecen en toda forma de vida, aunque con diferentes niveles de complejidad y desarrollo18.

Un primer esquema del psiquismo válido para toda forma de vida sería así19:

Es evidente que, para realizar esta coordinación, ese aparato que llamamos psiquismo se vale de sensores o sentidos que le informan sobre el medio en el que vive, al tiempo que le informan sobre el estado interno del cuerpo y sus necesidades. Estos le permiten “registrar”, por ejemplo, falta de calorías o hambre, necesidad de redistribuir la energía que se tiene o sueño, y así siguiendo. Los sentidos internos comunican al psiquismo sobre la situación del cuerpo para que pueda trasladarse y buscar dónde satisfacer una u otra necesidad en el medio, gracias a la información proporcionada por los sentidos externos.

A medida que la evolución avanza en las distintas especies, esas funciones y sentidos se hacen más especializados y complejos.

Nosotros —los humanos— tenemos información del medio gracias a los cinco sentidos externos conocidos: vista, olfato, oído, tacto, gusto, y registramos las necesidades internas gracias a los sentidos internos, no tan conocidos.

¿Cómo sabemos que tenemos hambre, frío, dolor, o que estamos cansados y necesitamos descanso y sueño? No es por los sentidos externos que nos llega esa información.

Índice de contenido

Portada

Sinopsis

Créditos

Portadilla

Dedicatoria

Presentación

Propósito

Agradecimientos

Introducción

Libro I

1. Antecedentes de la humanidad y su medio: breve perspectiva temporal

2. Animales humanos

3. La vida y el psiquismo

4. Los humanos y las herramientas

5. La conciencia como mecanismo coordinador del psiquismo

6. El ser humano y el fuego

7. El fuego, la rebelión y la conciencia

8. Aparición de la conciencia

9. El principio antrópico

10. Homo sapiens y la Producción del Fuego

11. Creando fuego

12. Desafíos Abiertos

13. El proceso de Homo habilis a Homo sapiens piros

14. Desarrollo del psiquismo y la conciencia

15. El fuego afuera y adentro

Libro II

Aclaración

Primera Parte

1. Condición procesal de Homo

2. Tendencia de la conciencia

3. La adaptación y el cambio

Segunda Parte

4. ¿Cómo fue la organización humana desde el comienzo?

5. ¿Quién cuidaba el fuego?

6. Las mujeres y otras manifestaciones

7. Relación entre humanos durante el Paleolítico

8. Colonización de los espacios

9. Fin de la glaciación, una nueva realidad

10. Göbekli Tepe

Libro III

Introducción

1. ¿Qué pasó luego de Göbekli Tepe?

2. El patriarcado

3. Apropiación de la mujer, del otro, de los otros

4. Apropiación del todo-social. La organización vertical

5. La violencia

6. Comienzo del robo organizado, la guerra y el exterminio

7. El nuevo Mito del Orden Natural

8. El gran error de la conciencia

9. ¿Está todo perdido? ¿Peligra la especie humana?

10. Presente y futuro

Anexo

Sobre la Psicología del Nuevo Humanismo (PNH)

Referencias Bibliográficas

El autor

Notas