Fabricando cielos - Mariel Guaita - E-Book

Fabricando cielos E-Book

Mariel Guaita

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Beschreibung

Fabricando cielos recopila poemas y relatos breves de gente que valora vivir. Compartir la orquesta que es la vida: con sus bemoles, armonía, silencios, con sus sinsabores sostenidos, con incordios y con solos. Así como escribir te pone alas, se restablece el equilibrio, te rescata; la lectura recrea el cielo de tu imaginación dando pinceladas de ternura al alma. El cielo nos ofrece un lugar cercano a la felicidad; con sus colores y gamas, los ocasos, las puestas de sol, los amaneceres, pintan diferentes matices que los humanos deberíamos empezar a disfrutar. Si desea encontrarse, recuperar la sensibilidad del cielo tan majestuoso, que por preocupaciones o falta de tiempo dejamos de contemplar, te invito a que recuperes tu niño interior y junto a él, la esperanza. Soltar esa es la idea, poner en vuelo la imaginación y a disfrutar… si dejásemos de mirar tanto para abajo, en lo material, aquello que nos condiciona, lo efímero y empezamos a mirar hacia arriba, hacia los cielos… nos posicionaríamos desde otra perspectiva y cambiaríamos nuestra mirada hacia lo trascendental.

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MARIEL GUAITA

Fabricando cielos

Guaita, MarielFabricando cielos / Mariel Guaita. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4141-3

1. Narrativa Argentina. I. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

TE ESPERABA

EL DRAGÓN PARA LOS CHINOS

SER VOLUNTARIO

VIAJE DE EGRESO – BARILOCHE 1977

ISABEL, LA MAMÁ DE MI NOVIO

ANÉCDOTA EN CHACARITA

BATIRSE A DUELO

CONFIRMADA SU EXISTENCIA - ASISTIDA POR ÁNGELES

ESTADO DE GRACIA

DANIELA Y LAS SEÑALES

EL EX ALUMNO

EN UN GERIÁTRICO DE CABALLITO

MIEDO DE SENTIR MIEDO

DIME DE QUÉ SIGNO SOS Y TE DIRÉ CÓMO ERES

JULIÁN Y EL SOBRE MISTERIOSO CHINO

LA VIRGEN DE LA SONRISA

¡GANARSE LA LOTERÍA!

PATRICIA ES UN CISNE

MI PROPIA CEGUERA

DE ESTETOSCOPIO A ESTRELLA

PARA MAMÁ EN SU DÍA

PALABRAS PARA PAPÁ

MENSAJE PARA PAPÁ

PIEDRA LIBRE PARA LA ESPERANZA PERDIDA!!!

PALABRAS PARA SOFÍA

DECIME CIELO

PALABRAS DE BIENVENIDA

ALCANZANDO METAS

¿TENER O NO TENER? IMPORTA EL SER

PALABRAS PARA JULIETA

TRAS EL DISFRAZ, SU ESENCIA

PRESENCIA AUSENTE

YO ME HAGO CARGO

SENSIBLE

LA GRULLA Y LA PAZ

PALABRAS PARA PATITO

TENERTE EN MI VIDA

SINCRONICIDAD DE ÁNGELES

A mi maestra sin título, mi madre.

A mi fuente de aprendizaje constante, mis hijas.

Al porvenir, mis nietos,

A mi estrella de mar en el cielo, mi padre.

TE ESPERABA

Después de mucho desencanto,

Irrumpe en mi vida sin esperarla

Una brisa renovada de verano

pinta una ternura anaranjada.

Tras largos caminos de búsqueda

retornaba al mismo lugar o me perdía.

De pronto, una brújula aparece

señalando una nueva dimensión.

Estaba tocando para mí,

la orquesta de la tristeza,

la partitura se hace añicos,

silba, un vals antiguo, el viento.

Tras bastidores esperaba volver a mi teatro,

se descorría el telón y allí estaba yo,

terminando para empezar.

Un aplauso final

advierte que termina la función.

Vivía enredada en un mar de desdicha.

Todo era desorden, confusión.

Erosionada tenía el alma…

Alguien surge y le seca las lágrimas.

Me habían robado los latidos

de aquello que otros bautizaron corazón.

Un bello relojero, se apiada de él,

acariciándolo, le da cuerda sin querer.

Era un alpinista de lo inalcanzable.

La angustia me tomaba una vez más de la mano.

En eternas noches se convertían mis días.

Una mañana, en mi mirada, se hospedó la alegría.

Te esperaba allí…

Donde el silencio habla,

donde el horizonte juega

cuando cielo y mar se funden.

Te esperaba…

Como una musa que desea

por un poeta ser despertada

Desde siempre… te esperaba.

EL DRAGÓN PARA LOS CHINOS

El impulso, es espíritu de lo creativo. La creación es el cielo.

El dragón vuela alto como símbolo de la fertilidad, vuela hacia el mundo de lo elevado.

El desafío, señala que no importa su fuente o su autoría: las etapas son juego inicial, poner a prueba el temple y presentarse en el momento correcto. La madurez prueba el carácter junto con el rumbo, el esfuerzo y los ideales sin claudicar, lo cual afirma el destino para posicionarnos y lograr así autonomía, la visión junto con la tensión de centinela, tener claro que hay adversarios.

A mayores peligros mayor responsabilidad.

Momento de superación es elegir la oportunidad de elevación, trascender.

Unirse con el ideal es posible, unirse con la esencia.

Dominio del dragón:

La totalidad por un lado y el poder y el deseo por otro.

Dragón elevado es dragón vs. dragón (confrontar con uno mismo)

El dragón es un símbolo de poder que posee la perla de la vida para buenas energías, mucha fuerza, protección y salud.

el dragón es protección

el dragón es el símbolo del cielo que encarna el camino ascencional hacia el mundo de lo elevado y de lo superlativo.

El camino del dragón comienza en el lugar más bajo, el de las sombras y lo subterráneo. El desafío consiste en madurar el carácter y la prueba del carácter reflejada en la imagen externa para marcar el rumbo hacia delante con tesón, esfuerzo y sostenimiento de los ideales para afirmar el destino.

El dragón no puede confiarse hasta haber logrado cierta autonomía y posición, debe estar atento y tener en cuenta a sus adversarios.

Se entiende por oportunidad que queda a su libre albedrio en medio del temor natural, que todo paso trascendente implica.

El gran peligro para él, es el mismo en su afán y suficiencia.

El cielo es el padre, la cabeza; es fuerte y activo; potencialidad y resistencia ilimitadas.

El color es el blanco. El animal es el caballo; el símbolo el fruto del árbol; también simboliza el hielo (líneas yang).

SER VOLUNTARIO

Tenía diecinueve años; formaba parte de un movimiento de jóvenes cristianos. En esa época quería cambiar el mundo, idealista y soñadora, al estilo de Lennon.

Había un Hospital Ferrer, pegadito a la ex casa Cuna (Hospital Elizalde) al cual asistíamos una vez a la semana los días domingo. Los voluntarios éramos un grupo de nueve personas de diecisiete a veintitrés años (cinco varones y cuatro mujeres); Carlos era el líder, simpático, optimista que iba siempre.

Un sacerdote, el Padre Pepe (cero sotana, camisa celeste con un alzacuello blanco) era el organizador de las salidas; este cura carismático, tierno y muy alegre inspiró en mí, lo importante que es la empatía y tener misericordia. Dijo algo que lo recordaré y lo llevaré grabado en mi ser hasta el día que me muera. “Pensá pequeña que el chico que está en esa silla de ruedas, es tu hermano.”

En Buenos Aires a mediados del siglo XX hubo una peste, un terrible mal enfermó a las madres en gestación, la mayoría de los niños que nacieron tuvieron problemas motores y degenerativos.

Estudié en un colegio de monjas, pero esa advertencia, tan profunda y humana, me movilizó; tomé conciencia que había personas que estaban atravesando momentos difíciles y familias enteras que se unían para hacer el bien a otros.

Yo me encargaba de Rosa, de unos veinticinco años; cada uno de nosotros llevaba una silla de ruedas; caminábamos rumbo a un bar que estaba a cuatro cuadras; en mi bolso siempre llevaba el perfume que a ella tanto le gustaba, le daba un beso, le ponía perfume y la peinaba. Al llegar, pedíamos tostados, gaseosas; le acercaba a Rosita la bebida con un sorbete o pajita de plástico, luego le secaba la boca con una servilleta y le ofrecía el sándwich previo ponerle un poco de mayonesa. ¿Si en el bar hablábamos de Dios, la biblia o rezábamos? Jamás, contábamos chistes, hablábamos del tiempo, de anécdotas, de la vida, de si gustaban de algún chico, de literatura, de poesía, de música.

Regresaba a mi casa en el colectivo y veía cómo se ofuscaban o se preocupaban las personas por pavadas, por frivolidades, por cosas sin importancia. Entendí que el ser joven no significa egoísmo, pensar en la marca, en la moda, sino abrir tus brazos, ser solidarios y brindar tu ayuda al otro, sin esperar recompensa. Sí, lo admito, no fue nada fácil. Regresaba llorando, se lo confesaba a mi madre, pero… esa noche descansaba en paz, sabiendo que hice el bien al prójimo. Un día el padre Pepe nos llamó para avisarnos que Rosita había fallecido; a la primera que llamó fue a mí, no pude asistir al velatorio pero fui al entierro; estuve tres días metida en la cama llorando y asustando a mi familia con mi mal humor, mi angustia, mi bronca. El cuarto día, tocan el timbre de casa. Eran sus padres para traerme una planta de Lilium y agradecerme que su hija había recuperado la alegría cada vez que estaba conmigo, se olvidaba de “la silla” (el famoso “fitito” que me lo regalaban para donar).

Fui voluntaria durante dieciocho meses… fue la experiencia más gratificante de mi vida.

Consejito: Ya que nuestro paso es tan fugaz en esta tierra, vivamos en comunidad, en hermandad poniéndonos, cada vez que podamos, en la vereda de enfrente. Si sos sensible, generá empatía posiblemente aunque sea por un breve lapso colabora con el que más necesita: sé voluntario, sé donante, haz una obra de bien, piensa en los demás poniéndose en sus zapatos.

VIAJE DE EGRESO – BARILOCHE 1977

Cuando merecibí de Bachiller con Orientación Docente, promo 77, 5to “A” nos fuimos con las chicas a Bariloche. Mi viejo arregló todo con la empresa ya que debía volverme dos días antes porque mi hermana cumplía los “quince” años y festejaba su, tan ansiada y organizada, fiesta.

Durante el viaje en micro, veinte adolescentes: gritábamos, cantábamos con guitarras, nos matábamos de risa, tomábamos mate: la pasábamos fenomenal. Tanto fue nuestra algarabía que al otro día al llegar, muchas de nosotras no teníamos voz.

En lo personal, imagínense una chica de diecisiete años, fue una experiencia irrepetible, única, porque esto de viajar sola, fue la 1era. vez que estaba “sin mis padres”. ¿Adultos que nos acompañaron? Dos madres y una tía: copadas, buenas, mucha paciencia y aguante.

Tuve una adolescencia sana: nos divertíamos sin alcohol, sin droga, las que fumaban se podían contar con los dedos de una mano.

Mi padre preparó mi regreso en avión: Bariloche – Buenos Aires (sin escalas ni trasbordos)

Recuerdo a mis amigas, amigotas: Cecilia, Patricia, Edith, Lili, Rosita, Claudia, ese mediodía que me iba, en el restaurante almorzamos todas juntas. Conste que ninguna de ellas me vino a saludar o a despedir; sólo el grupo brindó con gaseosa por mi partida, me desearon un simple “Buen viaje”. Un señor Gutierrez de la empresa de viaje, muy amable que la Empresa puso a mi disposición (previa charla con mi papá) me llevó en auto hasta el aeropuerto.

Estaba muy triste, una “nena” como yo, desilusionada, con ojos llenos de lágrimas y sollozando, atiné a confesarle durante el viaje que esperaba otra cosa de mis compañeras.

El tipo me miraba de reojo, para darme ánimo, me aconsejó no preocuparme, que piense en cosas lindas como la fiesta de “quince” de mi hermana … sin dejarlo continuar, le contesté con reproche que “ni siquiera mis amigas vinieron conmigo o me acompañaron”.

Al llegar, tomamos un café en el aeropuerto, yo con mi bolso repleto de regalos “chocolates” y souvenires, me daba una mano y lo llevaba él; me propuso que haga el trámite de embarque que faltaban más de veinte minutos; nos ponemos en la fila …

estaba de espaldas a la entrada y Gutierrez mirándome de frente, me susurró que cambiara “esa carita amargada y triste”, sí pero duele mucho (señalando mi corazón) porque no tuvieron ni la bondad ni la gentileza de haberme acompañado, el hombre insistía en que no la juzgara.

De pronto, él coloca sus manos en mis hombros y me vaticina que no está todo perdido.

Para mi sorpresa, escucho detrás de mí, cánticos y gritos: “Mariel no se va” “Mariel no se va”, “No se va, Mariel no se va”, “La queremos mucho, la queremos” al darme vuelta vi a todas la promoción entera con carteles con las letras de mi nombre, paraguas abiertos, aplausos.