Guagua: Un viaje y otros desencuentros - Dayvi Castellano - E-Book

Guagua: Un viaje y otros desencuentros E-Book

Dayvi Castellano

0,0
2,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Al ir al cine, al acompañar la película comiendo pochoclo, cotufas o canguil, estamos, en esencia, haciendo lo mismo, compartiendo en el desencuentro de las palabras que nos determinan, la misma historia. En Guagua Dayvi Castellano explora en clave poética lo que nos es común en medio de un recorrido por los pensamientos sobrevenidos durante un viaje accidentado: intentado llegar a Buenos Aires en medio de escapar de la crisis venezolana y quedando atrapado en Ecuador durante la pandemia en 2020. Una travesía que empezaría Guayana, al Oriente venezolano, pasaría por Colombia, Quito y Guayaquil, de alguna forma escurriéndose con la brújula puesta en Argentina, nos enfrenta a un complejo de Ulises en formación que aspira encontrar alivio en la identidad compartida de la región y en drenar las penitencias del camino.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 25

Veröffentlichungsjahr: 2023

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



DAYVI CASTELLANO

Guagua: Un viaje y otros desencuentros

Dayvi CastellanoGuagua : un viaje y otros desencuentros / Dayvi Castellano. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3968-7

1. Poesía. I. Título.CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice

Ruanas y café

Tánatos

Por condición y costumbre

Delirios

Verso nocturno

Granos en la luna

Yo soy de aquí

Botellas de viento

Canta el Chimborazo

Encierro

Onírico

Copas de sobras

Colirio

Libres de amar

En el malecón del Guayas

Paseo

Gua-Gua

Emigrando de la “a” a la “u”

“Stefany”

“Andrea”

“Trujillo”

“Trujillo”

“Para tú”

Viejo, volví

Canto porteño

Dedicado al camino, no tan claro,

entre la calle Manuela Sáenz en Puerto Ordaz

y la calle Moreno en Buenos Aires, Capital.

A todos los que acompañaron ese trayecto.

Sendero amontañado

Amorfo, sin patrón y a la vez...

Hecho a la medida.

Tallado en tierra y viento,

Con una corona blanca y fría.

Las bestias del monte,

Emergen a la vista,

Como pasto en el campo,

Mientras que el cielo, tiende a estar a mano.

Aire gélido puya el cuero,

Una serpiente de asfalto, en medio del manglar,

Verde a lo cerca y azul a lo lejos,

Y un techo de pájaros cantores.

Los sumisos viajeros,

Parecen inmunes al paisaje,

Y a mí que tanto el alma me alegra,

Y a mí que tanta falta me hizo.

Mis ojos ruedan sin freno,

Por el sendero amontañado.

Ruanas y café

Una gota distraída

cae entre las nubes,

un viento arenoso

choca en ella quebrándola en un par.

Bañan las tierras chuecas,

le dan forma a la vida que florece,

la jungla tiembla, y la lluvia le responde,

y así conversan mis montañas

así acoto su charlar.

Una ruana decora una mejilla de pan

un cuero blanco y a la vez tostado,

arrastra por el platanar

unos becerros de corral.

Mi pueblo es recio

cordial y sencillo,

y va cantando en su labor,

mi pueblo ríe, aunque llora

su ruana rota, su ruana seca,

aun así, dibujan la tenaz sonrisa

en aquellas caras, tan duras de teñir.

Tánatos

A mi Tánatos le dio

por comprar una cerveza en la esquina,

sin desayuno ni aviso,

se me sentó en el hombro y me dijo

cuánto extrañaba el calor de mi piel.

Mientras llora su olvido,

Cautivo, lamento su presencia

ME Vo

y…

DErritiEndo

en el daño que no recordaba

era capaz de causarme

uN

PEnsaMien

tO.

Por condición y costumbre

He brindado a copa vacía

con el tedio y el desconsolado tiempo,

rozando la cordillera sideral,

y deambulando entre huertas de frutas sin tierra.

Se escucha mi suspiro en varias esquinas del viento

y con las sobras del humo compongo un paisaje

en el más cercano de mis cielos.

Insultando al dios de turno comulgo con la disonancia

del mero recuerdo de un verso.

Finjo que escribo mientras me duermo en los bordes lóbregos

de llanuras indómitas, donde desfila el centauro