GuíaBurros: Tesoros naturales y arqueológicos de Murcia - Alfonso Simó - E-Book

GuíaBurros: Tesoros naturales y arqueológicos de Murcia E-Book

Alfonso Simó

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Este libro le ayudará a descubrir y disfrutar de una de las tierras más ricas en paisajes e historia de la península ibérica, la Región de Murcia. Una tierra de desiertos y playas vírgenes, de ríos que forman oasis, de montañas y grandes planicies. Adéntrate en lo más profundo de una tierra antigua y enigmática, donde el viajero encontrará impresionantes tesoros naturales de incalculable valor, llenos de magia, de historia y de leyendas. Pinturas rupestres, castillos, cuevas sagradas, santuarios solares, ciudades íberas..., un pasado en el que distintos pueblos y culturas conformaron una identidad propia que se muestra en un patrimonio tan rico como sorprendente.

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GUÍABURROS: TESOROS NATURALES Y ARQUEOLÓGICOS DE MURCIA

GUÍA DE VIAJE

Alfonso Simó

www.tesoros-murcia.guiaburros.es

© EDITATUM

© Alfonso Simó

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Primera edición: octubre de 2022

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Sobre el autor

Alfonso Simó, nacido en Valencia bajo la atenta mirada del primaveral Tauro, anduvo sus primeros pasos en tierra de nadie, y a los nueve años llegó a su cálida patria familiar, Murcia, donde vive desde entonces. Naturaleza e Historia le definen, como dos caras de una misma moneda. Es un estudiante perpetuo de nuestro devenir histórico y un apasionado de la montaña, los deportes de aventura, viajar y conocer culturas antiguas. Esos ingredientes son los que le han llevado a explorar algunos de los secretos y la esencia de esta rica y variada tierra del sol, la Región de Murcia.

Estudió Historia en la facultad de letras de la Universidad de Murcia. Durante estos últimos años ha estado colaborando dentro de la Asociación de Patrimonio Histórico de Santomera, pueblo donde vive, en la labor de documentación en vídeo y filmación con dron de las prospecciones e intervenciones arqueológicas realizadas en los distintos yacimientos del entorno. Además llevó a cabo el descubrimiento del templo solar prehistórico del Cabezo “Mal Nombre” en la Sierra de Orihuela.

Agradecimientos

A un gran amigo, José Norman Fernández, por ayudarme y acompañarme en esta aventura que es la Historia.

A mis cercanos primos casi hermanos, Carlos Rodríguez Abellán y Alfonso Rodríguez Abellán por tantos años de inspiración y enseñanza.

Y a María Dolores Rodríguez Belmonte, mi madre, por su eterno apoyo incondicional.

Descubre una de las tierras más ricas y peculiares de la península ibérica, la Región de Murcia. Una tierra de desiertos y playas vírgenes, de ríos que forman oasis, de montañas y grandes planicies. Adéntrate en lo más profundo de la tierra del sol, donde encontrarás impresionantes tesoros naturales de incalculable valor, llenos de magia, de historia y de leyendas.

Introducción

Bienvenidos a este insólito viaje por una de las regiones con mayor riqueza, tanto paisajística como histórica, de toda España.

Un viaje donde admirar preciosos paisajes, donde disfrutar de la naturaleza y hacer deporte al aire libre. Sí, es todo eso, y mucho más. Es un viaje en el tiempo, desde los orígenes de la humanidad hasta nuestros días. Un viaje donde descubrir los restos, revividos por la arqueología, de pueblos y culturas que hace cientos o miles de años se desarrollaron en estos mismos lugares que vamos a visitar.

La Región de Murcia se encuentra en el extremo sureste de la península ibérica. Su clima es generalmente cálido, aunque heterogéneo y variado. Iremos desde el árido desierto de Abanilla, el lugar más cálido de toda la península, a zonas del interior, mucho más frío y lluvioso, donde incluso se puede disfrutar de la nieve en invierno, algo totalmente insólito en toda la mitad sur de la región.

Es una región ampliamente montañosa, llena de rincones únicos, como el mágico estrecho de la Arboleja; el místico monte Arabí, famoso por el arte prehistórico que alberga; o las impresionantes cuevas de Zaén, que están en lo alto de un cortado.

Pero hay dos cosas que forman la esencia de esta región. Una es su río, el Segura, que la atraviesa de punta a punta, hasta su llegada al mar en la costa alicantina, horadando durante millones de años su fértil valle y dando vida a paisajes de un valor incalculable, como es el bosque de ribera de la Vega Alta del Segura y el cañón de Almadenes, el valle de Ricote y la rica Vega Baja murciana, lugares únicos que descubriremos en este insólito viaje.

La otra es su costa, montañosa y virginal, bañada por el incesante sol y esculpida por el viento y las olas. Así es la preciosa y salvaje Marina de Cope, famosa no solo por sus playas, sino por sus historias de piratas.

Tierra de sabios sufís, como Ibn Arabí y Al-Ricotí; de importantes personajes de la cristiandad, como Alfonso X el Sabio; de morabitos, sinagogas, santuarios y ermitas, custodias de la Vera Cruz; de ciudades santas, como Caravaca; de reyes moros, castillos y leyendas, qué mejor ejemplo que Monteagudo. Pero también fue tierra de neandertales, de rinocerontes, de elefantes y panteras, encontrados en la sima de las Palomas, junto al Mar Menor; del Homo antecessor de Cueva Negra, el hogar más antiguo de Europa, en el estrecho de la Encarnación, lugar de culto ibérico, romano y posteriormente cristiano, como es también el santuario de la Cueva Negra de Fortuna, y sus cantos a los dioses y a las ninfas.

Permíteme ser tu guía en este maravilloso viaje hacia tierras desconocidas para descubrir una Murcia oculta, olvidada y llena de tesoros increíbles.

La Murcia del interior

Rural, montañosa y santa. Habitada desde los orígenes de la humanidad

El místico monte Arabí y sus campos de petroglifos

En el extremo norte de la región, y sobre la extensa llanura yeclana, encontramos uno de los lugares más misteriosos y ricos, en cuanto a cultura y paisajes, de toda la región, el monte Arabí, declarado monumento natural y protegido por la Unesco.

Cómo llegar: Llegaremos a él desde Yecla tomando la carretera MU-404 en dirección Fuente Álamo durante quince kilómetros. Cuando alcancemos un desvío señalizado a la derecha, seguiremos un kilómetro y medio hasta el cortijo de Don Lucio, donde tomaremos un camino de tierra. Pasaremos junto a la aldea del Arabí y llegaremos a lo que se conoce como “el parking del Guarda”, cercano a la Casa del Guarda. Ahí justo comenzaremos nuestro recorrido.

Será un paseo lleno de paz y misticismo durante el que encontraremos multitud de tesoros, tanto naturales como hechos por la mano del hombre, desde tiempos inmemoriales. Su peculiar y bello modelado kárstico nos hará disfrutar de un paisaje de inigualable belleza, lleno de rincones únicos que despiertan ese sentimiento tan innato en el ser humano de maravillarse por las obras hechas por la naturaleza, como si de una artista se tratara, y que utiliza el viento y el agua como sus herramientas para dar forma a tan bellos paisajes. Lo interesante es sentir que en un periodo de más de 10 000 años el ser humano se ha sentido atraído por este lugar aislado y singular, al igual que hoy día vamos con curiosidad a visitarlo. ¿Y en qué nos diferenciamos nosotros de las personas de aquellas épocas pasadas, de periodos que comprendían miles de años, en el que alguien, con interés por el lugar, decidiera ir a visitarlo, y por qué no, asentarse de nuevo? Así fue con hombres y mujeres del Paleolítico final, del Neolítico, de la Edad del Bronce, íberos, romanos, musulmanes, y ahora somos nosotros los protagonistas en este, podríamos llamar, peregrinaje mágico.

Este maravilloso lugar posee uno de los campos de insculturas prehistóricas más grandes conocidos. Está compuesto por cientos, miles de cazoletas de todos los tamaños, excavadas en la roca. Algunas de ellas están conectadas por líneas y canalillos, formando composiciones realmente peculiares. Además de estos grabados en piedra, llamados petroglifos, se descubrieron unas exquisitas pinturas rupestres de un realismo impresionante, que forman parte del conjunto de Arte Rupestre Levantino del Arco Mediterráneo, con una antigüedad de entre 10 000 y 6000 años antes de nuestro presente, en un período que conocemos como epipaleolítico y los inicios del Neolítico en la península ibérica. Y es en este lugar donde se encuentra una de las mayores concentraciones de este arte, de ahí su importancia y protección. Ha sido declarado patrimonio de la Humanidad. Este estilo artístico prehistórico consistía en la reproducción con finos detalles de escenas en las que las figuras humanas, aunque combinadas con animales, solían ser las protagonistas. Se combinaba con otro estilo llamado esquemático, donde las formas se simplificaban hasta simples trazos, en la mayoría de los casos totalmente inteligibles, y cuyo significado y funcionalidad hoy día se desconoce. Entre estos grabados rupestres se encuentra uno muy singular, el Hombre-Pájaro, una muestra clara de uno de los elementos religiosos más antiguos de la humanidad, el chamanismo.

Otra de las joyas que posee este lugar, de origen natural, y donde también se han encontrado grabados prehistóricos y cazoletas, es la conocida como Cueva Horadada, auténtico símbolo del Arabí.

Arabí (Cueva Horadada)

Se trata de una impresionante cavidad, de más de treinta metros de altura, decorada en todo su interior con un peculiar fenómeno erosivo provocado por el viento. Tiene la forma de panales de abeja y una apertura en su parte superior, lo que da la sensación de estar entrando en una catedral, iluminada por su gran rosetón. Un lugar que muy probablemente haya sido usado como templo natural de carácter religioso durante miles de años.

El paseo por este paraje tiene algo de mágico. El paisaje es de una enorme belleza, todo está formado por rocas onduladas con caprichosas y sutiles formas que tienen un atractivo especial. Entre estos fenómenos erosivos se encuentra uno muy peculiar, llamado “el Cerebro”, además de los panales, donde se puede apreciar de forma bien destacada cómo el viento modela la roca de forma sutil y hermosa para crear formas únicas.

La Cueva del Tesoro es también un lugar destacado que visitar, envuelto en leyenda. Se cuenta que tras recorrer sus estrechos pasadizos se llega a una gran puerta custodiada por dos guerreros fuertemente armados, tras la cual se encuentra el tesoro escondido. Posteriormente, cuenta el relato que en el siglo XIX dos hombres a caballo llegaron al lugar y pidieron a los lugareños que les protegieran los caballos. Tras tres días de ausencia los hombres volvieron cargados con sacos y, dicen, recompensaron a los lugareños, que protegían sus monturas con unas monedas de oro.

En cuanto al misterio que envuelve a los petroglifos, hay interpretaciones de todo tipo, desde la posibilidad de que sean la representación del firmamento a una red subterránea de acuíferos y pozos, algo importantísimo de conocer en estas zonas, que en superficie son desérticas pero en las que debajo fluye el agua en abundancia. Otras explicaciones van desde libaciones rituales a cosas más cotidianas como la acumulación de agua tras las lluvias, algo que puede ser posible en las más grandes, pero que es poco sostenible en los grabados menos profundos y esquemáticos.