¿Hacia dónde va la Humanidad? - Armando Alducin - E-Book

¿Hacia dónde va la Humanidad? E-Book

Armando Alducin

0,0

Beschreibung

Somos testigos de la increíble capacidad del ser humano para descubrir nuevas cosas y superar lo ya alcanzado. Los increíbles avances científicos y los vertiginosos cambios sociales parecen llevar al sueño original de gobernar la creación, pero en verdad… ¿Hacia dónde va la Humanidad? La cada vez más deplorable condición de nuestro planeta, es evidencia del rumbo equivocado en el que por siglos se ha empecinado a seguir la humanidad, incapaz de ver que se dirige hacia su propia autodestrucción. Pero todo esto no ha sido más que el paulatino cumplimiento de lo que las Sagradas Escrituras han anunciado desde el comienzo y este libro te sorprenderá al revelártelo. Apoyado en evidencias históricas documentadas a través de los tiempos por diversas fuentes, el autor va demostrando cómo el cumplimiento de las profecías bíblicas se ha ido realizando con asombrosa exactitud y a partir del análisis del contexto político, económico, moral y religioso, nos ilustra en lo que parece ser el inevitable destino de la humanidad. ¿Qué nos depara el futuro a la luz de las profecías bíblicas y de los eventos que han empezado a desarrollarse ante nuestros ojos?

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 273

Veröffentlichungsjahr: 2021

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



¿HACIA DONDE VA LA HUMANIDAD?

PROFECÍAS BÍBLICAS PARA EL SIGLO XXI

Copyright © 2010 por Armando Alducín Ministries

412 Parkview Pl. Coppell, TX. 75019, USA

Todos los derechos reservados.

Esta edición es publicada por

Calle 100 No.49-97 Int. 12-418. Tel.: (571) 257 8886

Cel.: (57) 300 2131647 - (57) 304 4425841

www.edicionesberea.com

Todos los derechos reservados.

A menos que se especifique, todas las citas

bíblicas son tomadas de la Santa Biblia,

Versión Reina Valera 1.960

por las Sociedades Bíblicas Unidas.

Todos los derechos reservados.

Los archivos gráficos, comentarios, textos y citas bibliográficas,

han sido suministradas por el autor bajo declaratoria expresa en el contrato,

de tener los permisos requeridos para su uso.

Ninguna parte de este libro puede ser duplicada,

copiada, transcrita, traducida, reproducida o almacenada,

mecánica o electrónicamente, sin previa autorización de

Ediciones Berea

Editor General: Héctor Hernán Gómez Iriarte

Diseño General y Diagramación: Catherine Niño

ISBN: 978-958-46-6250-7

Bogotá D. C., Colombia.

Contenido

Introducción

El aumento del conocimiento

El regreso de los judíos a israel

La era nuclear

Los satélites modernos de comunicación

El anticristo y las computadoras

El nuevo orden mundial

La reconstrucción del templo judío

Iraq y la guerra del golfo pérsico

El tratado de paz en el medio oriente

La ciudad de jerusalén

La futura religión mundial

Pestes, terremotos, hambre, desastres ecológicos y contaminación

Derrumbamiento de la familia y de la sociedad

La futura invasión rusa a israel

Introducción

Vivimos actualmente en un mundo confundido política, económica, comercial, moral y espiritualmente. La incertidumbre reina por doquier. Los sistemas políticos han fracasado; los economistas no han podido dar soluciones concretas a los problemas financieros internacionales; las religiones continúan ofreciendo al ser humano panaceas que jamás han transformado o revolucionado su vida interior; las normas éticas y morales han sido rebajadas al nivel animal, pues ahora son las estadísticas las que dictan el rumbo de lo que es aceptable o moralmente bueno.

La anarquía que reina en muchos países y ciudades está llevando a considerar seriamente a muchos gobernantes a establecer penas y castigos más severos para detener la ola de delincuencia y criminalidad; los espectáculos como el cine y la televisión han sobrepasado todas las normas de la decencia y de la moral: escenas eróticas, violencia en último grado, asesinatos a granel y burlas a Dios, son vistas diariamente por todo tipo de personas, incluyendo menores de edad; políticos de todos los países, economistas, artistas e intelectuales, han llegado a consultar a brujos, a gurús, a magos y astrólogos, en su afán de poder saber qué les depara el futuro.

El Medio Oriente continúa siendo una olla hirviendo a punto de explotar cualquier día. Gobernantes desequilibrados mentalmente, mantienen a su pueblo bajo el yugo de la esclavitud, del temor y la ignorancia, mientras ellos tratan de continuar luchando en su locura por mantenerse en el poder; las religiones del mundo, desesperadas por no poder ofrecer una solución adecuada a la problemática humana, han comenzado a tratar de unirse bajo una sola bandera en un sistema ecuménico mundial.

Mientras tanto, continúan surgiendo cientos de hombres fanáticos iluminados que dicen ser los nuevos “mesías” de la humanidad, y que llevan a sus seguidores a la perdición moral, intelectual y, muchas veces, hasta a la misma muerte.

El incremento de terremotos, huracanes, tornados, tifones, contaminación ambiental, sequías, nevadas, tsunamis y erupciones de diferentes volcanes, han provocado la histeria, la ansiedad, la inseguridad y la neurosis de millones de personas.

¿Por qué los descubrimientos científicos y avances tecnológicos de nuestro siglo no han podido mejorar nuestra calidad de vida moral y espiritual?

Somos gigantes tecnológicamente, pero enanos moralmente.

¿Por qué existen actualmente más guerras, genocidios, crímenes, secuestros, violaciones, incertidumbre, confusión e inmoralidad, que en cualquier otra época de la humanidad?

¿Cuál es la causa del fracaso del ser humano?

¿Hacia dónde se dirige verdaderamente la humanidad?

¿Habrá alguna luz en medio de tantas tinieblas?

Sí, sí la hay, y la encontramos en el libro más publicado en la historia de la humanidad. Este libro fue el primero en ser impreso en la imprenta de Gutenberg. Ha sido el libro más traducido a más idiomas y dialectos que cualquier otro, además, es el libro más controvertido, atacado, perseguido y criticado de cuantos hay en la historia de la literatura. Es el único libro que contiene verdades absolutas y las profecías más exactas y asombrosas acerca del futuro de la humanidad. Sólo en él podemos encontrar de dónde venimos, quienes somos y hacia dónde nos dirigimos.

Los profetas hebreos anunciaron con siglos de anticipación, en este libro, el nacimiento, el ministerio, la muerte, resurrección y segunda venida del ser humano más extraordinario que haya vivido en este planeta: nuestro Señor Jesucristo. Este libro es la Biblia.

Ningún otro libro, en los millones de volúmenes que existen en todas las bibliotecas del mundo, nos pudo profetizar los imperios mundiales que surgieron en el pasado (con un orden sobrenatural) y cuál sería la última forma de gobierno mundial. Todos los acontecimientos modernos en el Medio Oriente, en Rusia, en la Unión Europea y las condiciones caóticas que nos rodean, están escritos con cientos de años de anticipación en la Biblia.

Analicemos pues, los grandes acontecimientos proféticos del siglo XX descritos con una exactitud sobrenatural y con siglos de anticipación en este libro maravilloso que es la Biblia.

1

Capítulo

EL AUMENTO DEL CONOCIMIENTO

“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.”

Daniel 12:4

Hace aproximadamente 2.600 años, el profeta hebreo Daniel, escribió estas palabras. No cabe duda que estas palabras proféticas tuvieron su cumplimiento en el siglo XX, en el que el conocimiento tecnológico y científico ha tenido su mayor avance desde el comienzo de la humanidad. Algunos de estos avances fueron:

• 1892

El Dr. Duyea maneja el primer vehículo de gasolina.

• 1903

Oville y Wilbur Wright, norteamericanos, realizan la primera tentativa de volar.

• 1928

El Dr. Sir Alexander Fleming, inglés, descubre la penicilina.

• 1945

El Dr. Oppenheimer, alemán, realiza la primera desintegración del átomo, fabricando la primera bomba atómica.

• 1954

Es botado el primer submarino nuclear por los EE.UU.

• 1957

Es lanzado al espacio el primer satélite espacial por Rusia.

• 1969

El ser humano pisa el suelo de la Luna.

• 1973

Es puesta en órbita la primera plataforma espacial por los EE.UU.

• 1983

Primera cartografía orbital por radar de otro mundo (Venera 15).

• 1986

Primera estación espacial habitada por Rusia (MIR).

En este siglo también se inventaron los focos, la aspirina, los plásticos, la insulina, la televisión, la radio, los trasplantes de órganos, el rayo láser, el refrigerador, el cine, la píldora anticonceptiva, la lavadora eléctrica, y muchos otros artefactos. Sólo en el último siglo, la ciencia avanzó más que en los dieciocho anteriores. ¿Qué nos puede sorprender hoy?

En 1913, el primer carro marca “Ford”, modelo “T”, corría a una velocidad máxima de 40 km/h; actualmente, hay vehículos que corren a más de 300 km/h, y naves especiales con velocidades a 38.000 km/h.

La computadora más veloz del mundo realiza 27’000,000 de operaciones por segundo, construida por INCUBE, y usa 8.192 chips, según el Ing. Stephen Colley, presidente de INCUBE, con sede en Oregon, EE.UU. Esta súpercomputadora tiene un valor de 30 millones de dólares.

Y, ¿qué podríamos decir respecto a los increíbles avances de la industria militar, en las nuevas tecnologías de armamento, comparadas con las armas de los últimos 19 siglos?

- Jets supersónicos con misiles teledirigidos.

- Helicópteros blindados con cohetes electrónicos.

- Tanques de guerra con velocidades de casi 100 km/h.

- Misiles balísticos intercontinentales con cabezas termonucleares.

- Misiles lanzados desde barcos y porta-aviones con cabezas computarizadas y dirigidos hasta dar en el blanco.

- Bombas inteligentes lanzadas desde aviones con un índice de error del 2%.

- Estaciones espaciales orbitales con propósitos bélicos.

- Satélites con rayos láser.

- El nuevo sistema de arma ultrasecreta HAARP (Programa Auroral de Investigación de Alta Frecuencia) que puede afectar los patrones del clima sobre continentes enteros, de las comunicaciones globales y de los procesos mentales humanos.

Sin embargo, todos estos avances y descubrimientos tecnológicos y científicos sólo han servido para envanecer más aún al ser humano. Aun cuando hemos descubierto grandes medicinas y vacunas contra enfermedades infecciosas, otros virus y bacterias han aparecido como el Ébola y el SIDA, con efectos más catastróficos y devastadores que todas las plagas de siglos pasados.

La conquista del espacio y el desarrollo de todo el armamento moderno, tiene como propósito el control y dominio del mundo por las naciones desarrolladas. El ser humano no es Dios, ni lo será jamás. Todo lo que sepamos o descubramos sin tener en cuenta a Dios, sólo nos llevará a nuestra propia autodestrucción.

La Vanidad del Conocimiento Humano

Al mismo tiempo que las profecías bíblicas respecto al “aumento del conocimiento” se cumplían en los últimos tiempos, la vanidad y la soberbia del hombre también aumentaban. El siglo XX se caracterizó también por un sinnúmero de filósofos y científicos arrogantes en cuanto al conocimiento de Dios. Las postulaciones teóricas de Carlos Darwin a finales del siglo XIX, acerca del origen de las especies, dieron lugar a la famosa Teoría de la Evolución, la cual continúa enseñándose en casi todas las escuelas superiores del mundo. ¿A dónde nos ha llevado esto?

Esta teoría reforzó el ateísmo y ha hecho creer a millones de seres humanos (principalmente jóvenes) que realmente somos sólo animales altamente evolucionados. Si descendemos de los animales, entonces la vida no tiene ningún sentido, pues no hay nada después de la muerte; no existen más principios morales absolutos que los que el hombre quiera establecer; la vida carece de sentido y dirección y la moral es dictada de acuerdo a nuestra conveniencia.

Estas ideas pseudo-científicas, y digo “pseudo”, porque son teorías filosóficas que carecen de cualquier confirmación científica, sólo han contribuido a denigrar la “imagen y semejanza a Dios” que la Biblia enseña que tenemos (Génesis 1:17).

Casi al mismo tiempo, otro filósofo alemán llamado Friedrich Nietzsche, comenzó a escribir que “Dios estaba muerto”, en sus libros “El Anticristo” y “Así hablaba Zaratustra”. Sus ideas sirvieron para que Adolfo Hitler creyera que realmente podíamos crear un “superhombre” y desarrollar una raza aria pura. Este filósofo alemán, a los 38 años comenzó a volverse loco y murió siendo homosexual y totalmente desquiciado de sus facultades mentales.

El doctor vienés, Sigmund Freud, casi al mismo tiempo, empezaba sus experimentos acerca de la histeria humana, atribuyendo los problemas de conducta a la sexualidad durante la infancia. Él también enseñó que Dios no existía y que “el temor a lo desconocido” motivaba al ser humano a volverse religioso. Freud se equivocó profundamente al creer que el problema humano radicaba en su “psique” y no en el “espíritu”, ignorando la revelación bíblica.

Según la Biblia, los problemas de la conducta humana se deben al pecado, y trascienden la mente humana, pues su raíz se encuentra en el espíritu: “Porque, ¿quién de los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (I Corintios 2:11).

Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzó la llamada Guerra Fría, y millones de personas que habían perdido a sus seres queridos en la guerra, comenzaron a tener problemas existenciales. La soledad, la ansiedad por el futuro, la confusión de valores y el rápido descenso de los valores morales, comenzaron a permear y a deteriorar a los seres humanos.

A la par de esto, un famoso grupo de rock inglés llamado Los Beatles (1960), propagó alrededor del mundo el uso de las drogas y las filosofías orientales. Millones de jóvenes en todo el mundo se involucraron en el mundo del vicio a las drogas, de la filosofía de la reencarnación y el desenfreno moral.

En medio de toda esta crisis, surgió el filósofo ateo francés, Jean Paul Sartre, con su famosa filosofía del “existencialismo”. En sus libros, “La Náusea” y el “Muro”, él describe la falta de sentido que tiene la vida, a la que llama una “náusea”. Escribió que la vida carece de cualquier otro sentido más que el que nosotros podamos darle. Sartre, al igual que otros filósofos del siglo XX, era ateo y antagónico al cristianismo e involucró a millones de personas desorientadas en sus ideas y conclusiones filosóficas ateas. El resultado de las ideas y filosofías de estos hombres las podemos ver a nuestro alrededor: confusión intelectual, social, moral y religiosa.

Jamás el mundo había estado tan confundido como en esta época en que vivimos, y en medio de toda esta oscuridad, se sigue escuchando la voz del Hijo de Dios que nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida… Yo soy la luz del mundo… en mi están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Juan 14:6; 8:12; Colosenses 2:3).

La Biblia profetizó con cientos de años de anticipación el “aumento del conocimiento” en ese siglo, pero esos nuevos descubrimientos científicos y avances tecnológicos sólo le han servido a la humanidad para hacerla más arrogante e independiente de Dios. “Profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos 1:22).

De manera interesante, el siglo XX terminó con el Proyecto del Genoma Humano, donde los científicos genetistas continúan tratando de descifrar el ADN (código genético hereditario de cada célula), con el propósito, según dicen, de prevenir enfermedades genéticas a tiempo. Desgraciadamente, como hemos visto, nuestros avances científicos y tecnológicos siempre acaban siendo usados para el mal. Lo más seguro es que algún día no muy lejano, comiencen a pensar en clonar ¡seres humanos!

2

Capítulo

EL REGRESO DE LOS JUDÍOS A ISRAEL

Si alguna persona quisiera saber qué prueba hay de que la Biblia ciertamente es la Palabra de Dios, inmediatamente le contestaríamos… ¡la existencia del pueblo judío!

A los judíos se les ha llamado “el pueblo indestructible”, pues a través de miles de años han sobrevivido a los sumerios, caldeos, babilonios, persas, griegos, romanos, etc. Todas estas civilizaciones del pasado están enterradas en las arenas del tiempo, pero el pueblo judío… ¡Nunca perdió su identidad!

La nación de Israel es la única nación del mundo que después de más de 2.000 años sin gobierno ni territorio, volvió a ser una nación, tras su constitución el 14 de mayo de 1948.

Israel en el Pasado

La historia de Israel comenzó al rededor del año 2.000 a.C., cuando Dios llamó a Abram de la tierra de Ur de los Caldeos (Génesis 12:1-3). Jacob, nieto de Abraham, tuvo 12 hijos, de quienes descienden las 12 tribus de Israel. El hambre los hizo emigrar al país de Egipto, donde vivieron durante 400 años como esclavos, y llegaron a ser un pueblo de casi 3 millones de personas.

Dios levantó a Moisés para liberarlos y llevarlos de nuevo a la tierra de Canaán, sin embargo, ellos se rebelaron y como consecuencia, vagaron en el desierto por 40 años. Hacia el año 1.451 a.C., Josué los introdujo a la tierra de Canaán, pero no destruyeron a las naciones que habitaban allí ni conquistaron totalmente sus territorios, y ellas les causaron mucho sufrimiento. Luego de Josué, Israel fue gobernado por varios caudillos o “Jueces”, por casi 450 años.

Saúl fue su primer rey, en el año 1.040 a.C.; el rey David empezó su reinado en el año 1.010 a.C.; Salomón fue el tercer rey del reino unido de Israel, aproximadamente entre los años 970-930 a.C., pero después de él, la nación de Israel se dividió en los reinos del norte (Israel) y del sur (Judá). Las 10 tribus del norte (Israel), fueron llevadas cautivas a Asiria, en el año 722 a.C.; las otras 2 tribus, las del sur (Judá), fueron llevadas cautivas a Babilonia en el año 600 a.C.

Tres grupos de judíos regresaron a Judea desde Babilonia. El primer grupo llegó en el año 536 a.C., bajo el liderazgo de Zorobabel; 78 años más tarde, Esdras condujo otro grupo para reconstruir el Templo; 14 años después, Nehemías trajo el tercer grupo y reedificaron las mural las de Jerusalén. Al cerrarse el Antiguo Testamento, hubo 400 años de silencio, porque durante este tiempo no fue dada ninguna profecía.

En el año 63 a.C., los judíos estuvieron bajo el dominio romano, quienes llamaron a esta tierra, Judea. En el año 40 a.C., el procónsul romano Marco Antonio, estableció a Herodes como rey de Judea. En el año 17 a.C., Herodes reedificó el magnífico Templo de Jerusalén de los tiempos de Jesús.

El Señor Jesucristo murió en la cruz en el año 33 d.C., y con su muerte, sepultura, resurrección y el derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, empezó la historia de la Iglesia Cristiana.

Tito, un general romano, destruyó la ciudad de Jerusalén en el año 70 d.C., y los judíos que sobrevivieron fueron vendidos como esclavos y esparcidos sobre la faz de la tierra. En el año 132 d.C., los romanos cambiaron el nombre de Judea por Palestina.

Profecías Respecto a su Dispersión

Dios prometió a los israelitas que si mantenían su Pacto con Él, les bendeciría, pero si le desobedecían, les aseguró que serían esparcidos por toda la tierra… ¡tal como sucedió! (Deuteronomio 28:1, 64-66). La historia nos da testimonio de la manera como estas profecías se han cumplido al pie de la letra, pues desde el año 605 a.C., los judíos estuvieron esparcidos por todas las naciones del mundo sin una patria propia.

Profecías Respecto a su Restauración

Un poco antes de que Dios estableciera a la nación de Israel en la tierra de Canaán, le dio esta promesa:

“… Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios,… y te hará volver a la tierra que heredaron tus padres.”

Deuteronomio 30:3-5

Esta promesa de su restauración también se las dio Dios a través de varios de sus profetas (Isaías 11:11-12; 27:12-13; Jeremías 23:3,7-8; Ezequiel 11:17; 20:34; Amós 9:14-15; Zacarías 8:7-8).

Israel, desde su Dispersión hasta su Restauración como Nación

Sería lógico pensar que los judíos serían absorbidos por todas las naciones donde fueron esparcidos, pero no fue así. Los judíos guardaron su identidad propia como un pueblo distinto, guardaron la religión que Jehová les había dado y ninguna nación tuvo éxito al tratar de destruirlos. Desde el cautiverio babilónico (600 a.C.) hasta el año 1.948, los judíos vivieron esparcidos y perseguidos por toda la tierra… ¡por más de 2.000 años!

Un Rastro de Sangre a través de la Historia

Analicemos una breve cronología de las persecuciones que sufrieron los judíos desde el siglo II hasta nuestros días:

622 d.C.

Mahoma funda el Islam y ordena matar a todos los judíos que no se unieran a esta religión en Arabia.

1.096 d.C.

Los cruzados alemanes exterminan a todas las comunidades judías.

1.099 d.C.

La comunidad judía de Jerusalén es víctima de una matanza por parte de los cruzados.

1.146 d.C.

Los judíos españoles son obligados a convertirse al catolicismo romano.

1.290 d.C.

Los judíos son expulsados de Inglaterra.

1.306 d.C.

Los judíos son expulsados de Francia.

1.350 d.C.

La “peste negra” arrasa con Europa, matando 25 millones de personas (la cuarta parte de la población del continente), y de la que culpan a los judíos. La mitad de ellos son exterminados.

1.411 d.C.

Es instituida la Inquisición y miles de judíos son torturados y otros tantos asesinados por el brazo religioso.

1.516 d.C.

Matanza de judíos en Lisboa, Portugal.

1.648 d.C.

Más de 200 mil judíos son asesinados en Polonia.

1.881 d.C.

El Zar de Rusia, Alejandro III, manda matar a la tercera parte de los judíos en ese país.

1.939-45

Adolf Hitler ordena el exterminio de los judíos, matando a más de 6 millones de ellos en los hornos crematorios, en Alemania.

1.948-91

La comunidad judía continúa siendo perseguida, ahora principalmente por los árabes.

Nace el Sionismo

En medio de las recias persecuciones, el señor Teodoro Herzl convocó el Primer Congreso Sionista en Basilea, Suiza, en 1897. Más de 100 judíos entraron a Palestina sobornando a oficiales turcos en la ciudad de Haifa, y establecieron granjas agrícolas (kibutz). El duro trabajo, el paludismo y los ataques árabes, mataron a muchos judíos y otros regresaron a Rusia. Durante la I Guerra Mundial, los judíos que vivían en las zonas de conflicto, fueron capturados por los rusos y enviados a Siberia, bajo el cargo de espías.

En Rusia, continuaron siendo perseguidos y provocados por motines populares llamados “pogroms”. Movimientos similares se desataron también en Polonia, Rumania y Hungría. Durante esta guerra, un científico judío llamado Chaim Weizmann, descubrió la manera de obtener pólvora utilizando nitrógeno extraído del aire (80% del aire que respiramos es nitrógeno).

La Declaración Balfour

Para expresar su agradecimiento al Sr. Chaim Weizmann, el gobierno británico hizo la famosa Declaración Balfour, que decretaba su apoyo para que los judíos regresaran a Palestina, reconociéndola como su hogar nacional. En diciembre de 1917, Palestina le fue arrebatada a los turcos musulmanes, por el general inglés Edmund Allenby, sin un solo disparo.

Después de la I Guerra Mundial, la Liga de las Naciones dio a Gran Bretaña el mandato para controlar la región de Palestina. Los ingleses se enfrentaron al problema de cómo agradar tanto a los árabes como a los judíos, pues éstos entraron en conflicto inmediatamente.

La Segunda Guerra Mundial

La mayoría de los judíos del mundo vivían en Europa oriental al estallar la II Guerra Mundial, y cerca de medio millón vivía en Alemania. Adolf Hitler intentó no sólo eliminar a los judíos de Alemania, sino de toda Europa.

La evidencia aportada por el juicio de Nüremberg, celebrado entre 1945 y 1946, demostró que este asesinato en masa fue una espantosa realidad. Durante el juicio se citaron las palabras de Heinrich Himmler, jefe de la policía secreta alemana:

“Los alemanes somos los únicos en todo el mundo que tenemos una actitud decente hacia los animales judíos. Los hemos matado con sus padres, en grupos y solitos. Asesinados en hogares de niños y hospitales; horadados con bayonetas; envenenados; practicado experimentos con ellos, usando su sangre para curar soldados alemanes; arrojados en cámaras de gases y muertos por hambre, torturas e inanición”.1

En mayo de 1978, el Centro de Documentación de Crímenes de Guerra Nazi, publicó un documento que comprobaba que los nazis habían asesinado a 6 millones de judíos. Al finalizar la II Guerra Mundial, miles de judíos ansiaban regresar a Palestina, pero Gran Bretaña, procurando evitar una confrontación entre judíos y árabes, les negó el permiso. Todos los barcos con judíos fueron detenidos y muchos de ellos enviados a campos de concentración en la Isla de Chipre.

En Septiembre de 1945, Estados Unidos intervino y el presidente Truman ordenó a 100 mil refugiados entrar a Palestina. Terroristas árabes empezaron una guerra abierta contra los judíos durante cuatro meses, en la ciudad de Haifa, hasta que el Gran Mufti en Jerusalén ordenó a todos los árabes abandonar la ciudad de Haifa.

El Milagroso Renacimiento de Israel

El mandato británico para controlar Palestina terminó a media noche del 14 de Mayo de 1948. Al día siguiente, a las 4:00 p.m., después de cantar el himno nacional, el Sr. Ben Gurion leyó la Declaración de Independencia del Estado de Israel. Por primera vez, después de más de 2.000 años, Israel era otra vez una nación, cumpliéndose la profecía bíblica: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos” (Isaías 66:8).

La Biblia profetizó que los judíos comenzarían a llegar a Israel gradualmente (Isaías 43:5-6) y eso lo vimos cumplirse a través del siglo XX:

• 1.822:

24.000 judíos intentan y logran entrar a su tierra.

• 1.914:

Al principio de la I Guerra Mundial, este número creció a 85 mil.

• 1.927:

Diez años después de que el general inglés Allen tomara la ciudad de Jerusalén, había 150 mil judíos en el Estado de Palestina.

• 1.947:

Un año antes de que Israel se erigiera nación, había 626 mil judíos en Palestina.

La revista “Time”, de EE.UU., publicó en su edición del 30 de Septiembre de 1.999, en la pág. 21, un artículo titulado, “¿Se está secando la inundación de judíos soviéticos?”, en el que dice que “más de 310 mil judíos han emigrado de Rusia hacia Israel desde que Mijaíl Gorbachov quitó las restricciones para la emigración en 1.989. De los 300 mil que esperaban emigrar ese año, sólo 112 mil lo hicieron. Las autoridades judías esperaban que antes de 1.996, más de 1 millón de judíos regresaran a Israel.”

En 1.965 habían 2’239.000 judíos en Israel; en 1.969, habían 2’841.000, y en su 60o. Aniversario, en Mayo del 2008, habían 5’697.000 judíos. Judíos de más de 100 naciones han regresado a Israel, cumpliendo las profecías bíblicas al pie de la letra.

La Guerra de los Seis Días

La Biblia profetizó que cuando los judíos regresaran a Israel, ya nadie los podría sacar, hasta que el Señor Jesucristo regresara por segunda vez: “Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel… los plantaré sobre su tierra y nunca más serán arrancados de su tierra” (Amós 9:14-15).

Esta profecía se ha cumplido también al pie de la letra, pues desde que se formó el Estado de Israel en 1948, los intentos de las naciones árabes para expulsar a los judíos han sido en vano, a pesar de su cantidad numérica en hombres y armas. Un ejemplo de esto es la Guerra de los Seis Días.

En Mayo de 1.967, el presidente de las Repúblicas Árabes Unidas asombró al mundo al anunciar que cerraba el Golfo de Akaba al comercio judío. Al mismo tiempo, Egipto había negado a Israel el uso del Canal de Suez. El único puerto al que Israel tenía acceso era el de Elat.

Las naciones árabes comenzaron a alinear todas sus tropas alrededor de la pequeña nación de Israel de la siguiente manera: Egipto concentró 80.000 hombres en la orilla del Sinaí; Siria dispuso 40.000 hombres al norte; Jordania alineó 40.000 hombres en el este; Arabia Saudita mandó 20.000 hombres para reforzar a Jordania; e Iraq despachó 5.000 soldados para ayudar a Siria. Antes de la batalla, el presidente Gamal Abdel Nasser anunció: “Aplastemos a Israel como a un gusano y libremos al Medio Oriente para siempre de los judíos. Ganaremos con la ayuda de Alá”.

El primer día de la batalla (Junio 1º de 1.967), Israel lanzó un ataque sorpresa contra 25 bases aéreas árabes vitales, destruyendo 400 aviones; habiendo controlado los cielos, aplastaron a los ejércitos árabes en la península del Sinaí y controlaron todo el Golfo de Akaba. El segundo día de batalla, los judíos capturaron la ciudad vieja de Jerusalén e hicieron oración (después de más de dos siglos), en el Muro de las Lamentaciones. En los últimos días de la guerra, las tropas de Jordania fueron desplazadas al oriente del Río Jordán mientras el ejército israelí avanzaba hacia el Mar Muerto. Con sus ejércitos materialmente destrozados, las naciones árabes pidieron un alto al fuego.

Desde el punto de vista bíblico, esta guerra fue de gran importancia para Israel, pues por primera vez en muchos siglos, toda la ciudad de Jerusalén estaba en manos de los judíos. Esta guerra, en la que dos millones de judíos enfrentaron a 80 millones de árabes, demostró el principio bíblico de Dios: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).

Después vino la Guerra del Yom Kippur (1973). Hasta el día de hoy, los judíos siguen siendo atacados por todos sus flancos. ¿Cuánto tiempo puede durar esta situación en la que los terroristas islámicos, los palestinos con sus misiles en la Franja de Gaza y armados hasta los dientes en el Banco Oriental (Jericó), y el terrorismo financiado por Al Qaeda en Iraq, Irán y por todo el Oriente Medio, forzarán a Israel a intervenir nuclearmente? ¿Permitirá Israel ser arrinconado por las naciones árabes? ¿Comenzará el “cuerno pequeño” del libro de Daniel a surgir en el Medio Oriente, en medio de este caos?

Si estos eventos continúan bajo el mismo patrón de la Biblia, el Medio Oriente estará sumido muy pronto en una guerra sin precedentes en la historia, de proporciones apocalípticas.

Los Tiempos de los Gentiles

El Señor Jesucristo dijo: “Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla” (Lucas 21:24). Este “tiempo de los gentiles” (cuando Israel cayó bajo el dominio de otras naciones), comenzó en el año 606 a.C., cuando el rey Nabucodonosor capturó Jerusalén.

Cuatro acontecimientos indican que los “tiempos de los gentiles” están por acabar:

1. La firma de la Declaración Balfour, por Inglaterra.

2. La liberación de la ciudad de Jerusalén del poder turco en la I Guerra Mundial.

3. La recaptura de la mitad de la ciudad de Jerusalén por los judíos en 1.948.

4. La recuperación de toda la ciudad de Jerusalén por los judíos, en Junio de 1.967; actualmente, sólo controlan la parte oriental.

La Biblia profetiza que la ciudad será entregada, estando en posesión de los judíos, de nuevo a los gentiles, en tiempos del Anticristo (Apocalipsis 11:1-2). Una de las señales bíblicas más grandes de que posiblemente estemos viviendo los últimos tiempos, es el regreso masivo de judíos a la tierra de Israel, en 1948.

La Biblia no sólo profetizó su dispersión por todo el mundo, sino también que en los últimos tiempos, los judíos regresarían a la tierra de Israel, de todas las naciones por las que fueron esparcidos.

La Primera Dispersión

El Primer Regreso

En Deuteronomio 30:1-3, Moisés profetiza que los judíos serían algún día esparcidos por toda la tierra por su rebelión contra Dios. Esta profecía se cumplió tal cual, y la Biblia da evidencia de ello. A la muerte del rey Salomón, Israel se dividió en dos reinos (el sur, Judá, y el norte, Israel), y en el año 722 a.C., los asirios se llevaron cautivos a los israelitas del reino del norte (Israel); casi 100 años después, en el año 606 a.C., los babilonios, al mando del rey Nabucodonosor, se llevaron cautivos a los judíos del reino del sur (Judá). Esta cautividad había sido profetizada claramente por el profeta Jeremías (25:11; 29:10). En el año 169 a.C., Israel se encontró nuevamente oprimida, esta vez bajo el gobierno del sirio-griego, Antíoco Epífanes, quien masacró cruelmente al pueblo judío y sacrificó en su templo, un cerdo a Zeus.

Unos judíos de la familia de los Macabeos, se levantaron en armas contra este gobernante, y finalmente, después de una muy sangrienta batalla, los arrojaron de la tierra de Israel. Los judíos volvieron a hacer sacrificios en su Templo, se formó un consejo de 70 ancianos llamado el Sanedrín y se estableció en Israel un reino Hasmoneo, como un estado independiente que sólo duró cerca de 100 años y el cual fue aplastado por el Imperio Romano en el año 63 a.C. El regreso de los judíos a su tierra tendría que ser en el futuro, pues en este tiempo volvieron a ser dispersados por todo el mundo.

El Renacimiento de Israel

El Segundo Regreso

Durante el reino temporal de Hasmoneo, los judíos regresaron de una sola nación: Babilonia. Pero después de 1.900 años de vivir dispersados por todo el mundo, sin territorio ni gobierno, sucede un milagro en la historia humana: en un solo día, el 14 de mayo de 1948, ¡nace una nación!

Las naciones del mundo votaron para que los judíos volvieran a su tierra después del holocausto llevado a cabo por Adolf Hitler, y así se forma el Estado Independiente de Israel… ¡tal como la Biblia lo había profetizado con siglos de anticipación! (Isaías 66:8; Amós 9:14-15).

A principios del siglo XX, los ingleses le arrebataron a los turcos el control de Palestina y sólo fue hasta 1.948, que los ingleses salieron de allí, al declararse a Israel como un Estado independiente. Pero, ¿era este el tiempo señalado por los profetas del Antiguo Testamento, como la última restauración de Israel? Sí y no. Sí, porque aquí se inició la primera fase de un regreso parcial a Israel desde varias naciones; y no, porque aún había miles de judíos dispersados por todo el mundo.

El Señor Jesucristo advirtió y profetizó sobre este renacimiento de Israel: “De la higuera aprendan la parábola: cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca… así también vosotros cuando vean todas estas cosas, conozcan que está cerca, a las puertas” (Mateo 24:32-33).

La Caída del Sistema Comunista

Tercer Regreso 1.989 – 1.993

Nadie en el mundo se hubiera imaginado que un sistema totalitario y destructivo, filosófica y moralmente como el comunismo, pudiera ser derrumbado en algunas semanas. En 1917, Lenin inició en Rusia la Revolución Bolchevique, con cerca de 50 hombres, y a finales de los 80’s, el sistema comunista contaba con millones de simpatizantes por todo el mundo.