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Esta ópera prima (2018-2023), como un mantra en tono poético, recoge, hilvana y repite las voces de mujeres isleñas, habitantes del borde, río y mar, monte y ciudad. La autora explora y canta, intuitiva, en primera persona y a través de personajes ficcionales, percepciones y vivencias cotidianas de un universo femenino íntimo, místico y profundamente ligado a los ciclos de la naturaleza. Poética política de cuerpxs-territorio-humedal. ISLEÑX es un experimento literario, informal, que no posee índice, ni títulos, es una combinación de estilos, un continuum de prosa, crónica y relato que fluyen como agua, y que, conectando orillas, espera ser descubierto en cada página leída, para llegar al mar y revelarse en una historia sin fin. VO poesía crudívora es esa historia donde cada final es un comienzo, en el transcurrir cotidiano se convierte en un juego de palabras, incorrecto, insurrecto, repetitivo, de tiempo esférico y emergencia cruda que incorregible se dispone a ser deshilachada para reentramarse.
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Veröffentlichungsjahr: 2023
Dina Stasta
Stasta, DinaIsleñx / Dina Stasta. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-4073-7
1. Narrativa. I. Título.CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
ISLEÑX
Sobre la autora
Sinopsis
“Mi trabajo es contextual y explora la fragilidad irrompible de un hilo invisible que todo lo hilvana, y juega a desvelar ese pulso casi inaudible que habita en las huellas flotantes del humedal. Relatos en tono poético de la cotidianidad isleña, salpicados de transiciones, rituales y alquimias regenerativas, esbozos de una cultura emergente que repara el vínculo roto con la tierra y reúne nuestra armonía con los ciclos naturales”.
VO poesía crudívora
dorado silencio,
del invierno que se acerca
he olvidado las huellas
de mi andar por estos jardines
ahora
que el bosque humano arde,
irreversible,
la conciencia brota
antes de la primavera,
la brisa helada correrá libre
entre los sauces pelados,
y una diminuta araña blanca
aprenderá a hilar
yo solo sigo al sol
.
Griselda salió de su arroyo, esa mañana de agua luz, y se subió a un bote que no era el suyo.
Las corrientes la llevaron lejos, intentó poner en marcha el motor, pero no tuvo fuerzas en los brazos y siguió a la deriva. Pronto llegó a la salida del arroyo, iba directo a tres remolinos y una construcción prismática hecha de espejos que parecía flotante.
No tenía remos y no sentía miedo, el bote siguió y pasó justo al lado del espejo gigante. Evitó los remolinos, y como si hubiera atravesado un portal, se encontró con una inmensidad que no conocía.
En aquel sueño, recordó un ensueño que había tenido antes, pero faltaba la montaña blanca. Se quedó ahí suspendida y mientras contemplaba recordó todo aquello al despertar.
flores blancas
caen,
de la casa en llamas,
y flotan
en el río de luz
nido
de tierra,
de telarañas y de insectos muertos
nido
cubierto de migas, migajas de sal,
de llantos y risas
encuentro y desapego,
impregnados en su cobijo
nido húmedo
y tibio,
solitario y lleno,
de cabelleras trenzadas
nido en los árboles del bosque humano,
donde se hilan cuentos
para ver las estrellas un poco más cerca
.
luego de la muerte y el canto ahogado,
después de quemar el mar,
amar
merecimiento,
arrullo en el nido tibio,
abundancia en mi seno libre,
respiro
dulce y agrio,
fluye este río espeso,
en la olla se cocinan espejos
mis manos buscan acariciarte,
destino
desordenado e inquieto
.
hilos que se renuevan y deshacen el tiempo,
tecnología al servicio de la poesía
anti-heroínas,
que han aprehendido el verbo cuántico
mujeres pájaras,
arañas que caminan descalzas
contando y cantando sus días,
comparten un nido multidimensional
y en ese acto mediado
de pura presencia,
pixelan la mirada nueva
.
anoche,
el monstruo del pantano
estaba inquieto
mil sombras,
correteaban la penumbra
Ella olía el monte,
en la copa de los árboles se sentía fuerte
recordaba sus primeras noches,
de invierno humedal,
el miedo recorriendo su cuerpo helado
un cuchillo
debajo del colchón
tantos sonidos extraños
que la habían abrumado,
ahora eran su concierto predilecto
festín oscuro,
y lleno de brillantes espejos
diamante bruto
recién salido del horno,
de la alquimia del barro
.
el invierno se acerca,
no te detengas
.
soy intensa,
soy poderosa como una tormenta
.
ritual de papel,
despego mis pupilas,
de humo,
de luna,
y cruzo el puente cristal
bajo la lluvia
el escorpión me picó,
y embarré mi dolor de niña ancestral
sané con un árbol,
en el agua
los papeles
salvajes
vuelven por el sendero,
cargados de voces urbanas
escritas con este barro isleño
vienen a encontrarse con la marea,
y a ser leídos por los árboles
no hay islas,
solo tierra surcada por aguas
.
la disolución
me hace barro,
que se seca al sol y se resquebraja
sanar
con la memoria herida,
la caída y la desintegración
de una hoja en la estructura del agua
contradicción y fragilidad,
cristalizan irrompible mi vulnerabilidad
líquida resiliencia,
el coraje de amarme
.
hoy la vida
borbotea fuerte en mis venas,
y el dolor se siente
exquisito descubrimiento de mi oscuro origen
de luz
mi fragilidad irrompible,
reflejo íntegro
en este espejo roto,
como una hoja
caída,
desintegrándome en el barro,
de a poco,
siendo raíz
.
llego en la barcaza mágica
voy,
por el camino
de agua,
de barro hasta las rodillas
confío,
doy pasos pequeños y firmes
he abrazado este hogar de río,
he enraizado en este humedal que me anida
mi corazón ya pulsa el encantamiento isleño,
alta magia la del agua alta
saludo a las raíces del borde guía,
y a cada árbol por su nombre
ahí vienen chapoteando los perros amigos y algún vecino que sonríe
generosa gracia,
sigue conmigo
.
barcaza de magia colectiva
.