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Tras un día de duro trabajo, unos albañiles bajan a la taberna a esperar a sus parejas. El patrono se presenta con un grupo de amigos y requiebra a una de las jóvenes, lo que desencadenará un drama cuando Juan José le haga frente.
Historia universal de celos y obra de denuncia social, Juan José es la obra teatral más internacional y representada de Joaquín Dicenta.
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Veröffentlichungsjahr: 2020
Juan José
Drama en tres actos y en prosa
por
Pedro Antonio de Alarcón
Edición basada en las siguientes ediciones:
Imprenta de José Rodríguez, Madrid, 1896, 3ª edición
Imprenta de M. García y G. Sáez, Madrid, 1917
La novela corta, año I, núm. 17, Madrid, 1917.
Fotografía de portada: Los actores Emilio Thuillier y Juana Martínez en Juan José, anónimo, 1895
De esta edición: Licencia CC BY-NC-SA 4.0 2020 Xingú
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es_ES
A mi madre
En todas mis penas te he encontrado junto a mí, con los brazos abiertos. Te pago con lo único que tengo. Con la mayor de mis alegrías.
Joaquín
CARTA A MODO DE PRÓLOGO
PERSONAJES
ACTO PRIMERO
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
Escena X
Escena XI
Escena XII
Escena XIII
Escena XIV
Escena XV
ACTO SEGUNDO
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
ACTO TERCERO
CUADRO I
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
CUADRO II
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Sr. D. José de Urquía
Querido amigo y compañero:
Me pide usted autorización para publicar Juan José en La novela corta y dedicar el número, en que mi drama se publique, a los obreros españoles.
La miseria me llevó a convivir con los humildes y con los miserables.
Entre ellos escogí modelos para personajes de mi obra; ellos, con sus dolores, con sus ignorancias, con la pobreza material y moral a que les reducían la codicia, el egoísmo y la (crueldad) de explotadores y viciosos, trajeron a mi corazón primero que a mi inteligencia el trágico poema de los desheredados, al cual quise dar vida escénica en Juan José.
Mucho ha progresado el obrero español desde que escribí la obra; pero la médula de mi drama subsiste, subsistirá mientras la mujer pueda ser empujada a la prostitución y el hombre honrado al crimen, por la miseria, por el abandono y por las explotaciones sociales.
Dedicando usted, querido Urquía, mi drama a los obreros en la fecha 1º de mayo, satisface mi deseo más firme. No lo he realizado antes por mi propio, temeroso de que tal acción se atribuyera a vanidad o a ansias ruines de lucro.
Gracias pues y una usted la mía a su dedicatoria.
Muy sinceramente amigo y admirador de usted.
JOAQUÍN DICENTA
ROSA.
TOÑUELA.
ISIDRA.
MUJER 1.ª
MUJER 2.ª
JUAN JOSÉ.
PACO.
ANDRÉS.
EL CANO.
IGNACIO.
PERICO.
EL TABERNERO.
UN CABO DE PRESIDIO.
BEBEDOR 1.º
BEBEDOR 2.º
Un mozo de taberna.
Bebedores.
NOTA. Cuiden los actores que representen esta obra, de dar a los personajes su verdadero carácter; son obreros, no chulos, y por consiguiente su lenguaje no ha de tener entonación chulesca de ninguna clase.
El teatro representa el interior de una taberna de los barrios bajos. Al fondo una puerta de cristales, de dos hojas, con cortinillas en las vidrieras. Al lado derecho de la puerta del fondo, un escaparate con fondo y puertecillas de cristal. En segundo término, a la izquierda, un mostrador de madera, aforrado de cinc en su parte superior y en los bordes; sobre el mostrador, empotrada en él una cubeta de cinc, de la que arranca una pequeña cañería de fuente rematada por un tubo de goma. Encima del mostrador, vasos, copas, botellas, frascos llenos de vino y una jarra con tapadera de madera. Entre el mostrador y el escaparate, una trampa practicable que da acceso a la cueva del establecimiento. A la izquierda del mostrador, entre este y el escaparate, una puerta que comunica con la cocina.
En primer término, a la izquierda, un velador, en torno del cual, así como en el de tres o cuatro veladores que ocuparán la escena convenientemente distribuidos, se colocarán taburetes de madera.
A la derecha, una puerta de cristales con cortinillas encarnadas que da paso a una habitación reservada. Sobre la puerta de la derecha, un reloj de pared. A lo largo de la pared de la derecha, una estantería de madera pintada, con botellas de varias clases llenas y vacías.
Cuídese mucho de todo lo referente al servicio de vino, enjuague de las copas y demás detalles que se irán marcando en el curso de la representación.
La escena, lo mismo que el escaparate y la habitación reservada, cuando de ella se haga uso, estarán alumbradas por mecheros de gas.
Al levantarse el telón, aparecen en escena cuatro bebedores jugando a las cartas en un velador de segundo término. En un taburete colocado al lado de los jugadores habrá una bandeja con varias copas de vino a medio apurar. El tabernero al lado de los jugadores, mirando el juego.
Ignacio y Perico sentados frente al velador de la izquierda. Encima de este velador habrá una botella y dos vasos. Perico tiene un periódico en la mano.
El mozo estará en pie detrás del mostrador.
IGNACIO, PERICO, el TABERNERO, el MOZO, BEBEDOR 1.º, BEBEDOR 2.º y dos bebedores; al final, ANDRÉS.
Bebedor 1º. ¡Envido!
Bebedor 2º. Diez más.
Bebedor 1º. ¡Órdago!
Bebedor 2º. Quiero.
Bebedor 1º. Perder. (Enseñando las cartas). Duples de reyes y caballos.
Bebedor 2º. (Tirando las cartas sobre la mesa con despecho). ¡Qué suerte!... Hay que hablar con Dios pa llevar eso.
Bebedor 1º. (Tirando una raya con yeso sobre la mesa). A dos juegos.
Bebedor 2º. (Al mozo). ¡Chico, media docena!
(El mozo llena unas copas en el mostrador; las coloca en una bandeja y las lleva adonde están los jugadores. Cada uno de estos coge una copa. Cuando terminan de beber, el mozo coloca una bandeja en el taburete y retira lo que está sobre el mismo. Llega con ella al mostrador, vacía el sobrante de los vasos en la jarra y enjuaga las copas. Todas estas operaciones las hará mientras sigue el diálogo).
Bebedor 1º.(A otro de los bebedores). Tú das.
Perico. (Leyendo en voz alta el periódico que tiene en la mano y deletreando al leer). «No... es... posi... ble... sopor... tar... en... si... lencio... la... con... du... ta... de... un... go... bierno... que... así... vi... vio... viola... los... sa... cra... tí... si... mos... de... re... chos... del... ciu... da... dano... Hora... es... ya... de... que... el... noble... pue... blo... es... pañol... pro... tes... te... de... tan... ini... ini... ini... ini... cuos... a... ten... tados... y... salga a... la... defen... sa... de... la... libertá... y... de... la... patria... escar... escarnecidas... por... los... se... se... secuaces de la reación.» (Deja el periódico y da un puñetazo sobre la mesa). ¡Pero que ni más ni menos!... Este papel está muy bien. (A Ignacio). ¡Hay que echarse a la calle y acabar con el hato de granujas que nos oprime!
Ignacio. (Con desdén). ¡Echarse a la calle!... No sería mala primáa.
Perico. (Con tono de sorpresa). ¡Primáa!
Ignacio. Lo que oyes. Soy más viejo y sé más que tú esas cosas.
Perico. ¿Qué sabes tú?... Vamos a ver.
Ignacio. ¿Qué sé?... También me echao a la calle yo, y he andao a tiro limpio en las barricás, y hasta renqueo de un balazo que me atizaron en esta pierna... Pues oye: albañil era, y albañil soy; diez reales ganaba, y diez reales gano; los que me metieron en el ajo van en coche y yo a pie; ellos sacaron de las barricás una excelencia y yo un mote. A ellos les llaman el excelentísimo señor don Fulano de Tal, y a mí, Ignacio el Cojo... Ahí tienes lo que yo he sacao con echarme a la calle.
Perico. Pero lo que dice el papel... la libertá, los...
Ignacio. (Con desdén). Palabras, música... el tío del higuí. Esas revoluciones de quita a esta pa que suba yo, las aprovechan los políticos, los señorones de levita... ¿Son pa ellos? Que las hagan ellos.
Perico. De modo que tú...
Ignacio. ¡Como no hallen otro!... Pon que te metes en una trifulca, y pon que ganas y suben los tuyos. Ya están arriba. ¿Y qué? ¿Echarás un kilo más de carne en el puchero al día siguiente?... No. Al día siguiente volverás a morirte de hambre, a trabajar como una bestia, y los que te, dijeron: «Ayúdame», te dirán: «¡Arrima el hombro y revienta, que pa eso has nacido!»
Perico. Es que...
(Entra Andrés por el fondo, desde donde avanza sin ser visto de Ignacio y Perico hasta una distancia suficiente para oír la conversación. El tabernero se dirige al mostrador y permanece en él).
Ignacio. No. Perico, no. Pa luchar por nosotros, pa vengarnos de los que nos explotan, pa eso estoy pronto siempre, y te diré «¡sí!» no una, cien veces que me lo preguntes. Por hacer una revolución así, nuestra, de nosotros, sí me echaría yo a la calle, y hasta perdería con gusto las dos piernas.
Andrés. (Que ha llegado hasta ellos, dice apoyando la mano en el hombro de Ignacio). Como no las pierdas hasta entonces, irás al cementerio andando.
Ignacio. ¡Eres tú!... ¿qué dices?
Andrés. Que me deis una copa, y os dejéis de revoluciones.
CARTA A MODO DE PRÓLOGO
PERSONAJES
ACTO PRIMERO
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
Escena X
Escena XI
Escena XII
Escena XIII
Escena XIV
Escena XV
ACTO SEGUNDO
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
ACTO TERCERO
CUADRO I
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
CUADRO II
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
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