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La bruja, poema, cuento, pequeña obra en cuarenta y dos instantáneas, es la historia de cómo la maldad toca tres vidas y las maldice. La bruja sale de su casa para marcar, ultrajar con su pestilente paso todo lo que toca, hiriendo al cuerpo, secuestrando al alma. La bruja es una metamorfosis que está fuera y lejos de nosotros, pero, a la vez, dentro y muy cerca. Por eso Armando González Torres afirma: "Este extraño ser poético suscita múltiples ecos mitológicos y literarios, así como lecturas en clave de nuestro tiempo. Porque esta fábula de imaginación mórbida y exquisito lenguaje tiene mucho que decir sobre los fenómenos contemporáneos de la maldad gratuita, del agotamiento del lenguaje como medio de comunicación y del solipsismo y aislamiento crecientes". Víctor Manuel Mendiola ha creado —echando mano del verso, la prosa y la acción dramática— una historia colmada de la nebulosidad de la ciudad moderna y, al mismo tiempo, del oscuro bosque salvaje que habita el corazón humano.
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Veröffentlichungsjahr: 2018
La bruja
COLECCIÓN LA OTRA CENTENA
Primera edición impresa, septiembre de 2017
Primera edición digital, noviembre de 2018
© Víctor Manuel Mendiola
© Arte y Escena Ediciones
Milán 18 / colonia Juárez / 06600 Ciudad de México
www.edicioneselmilagro.com.mx
Diseño: Pablo Moya
Formación: Viviana Rojas
Cuidado de la edición: Teresa Ramírez Vadillo
Conversión a libro digital: Luis Hernández Aguilar
En portada: Fragmento de Mujer como paisaje,1954-1955, óleo sobre tela, Willem de Kooning (1904-1997)
ISBN: 978-607-409-087-1 (libro impreso)
ISBN: 978-607-409-092-5 (libro digital)
Hecho en México
Víctor Manuel Mendiola
La bruja
Fábula en 42 escenas
Prólogo deArmando González Torres
EDICIONES EL MILAGRO
PRÓLOGO
POR ARMANDO GONZÁLEZ TORRES
La bruja de Víctor Manuel Mendiola, es una fábula violenta, oscura y fascinante, que hace confluir prosa y verso, música verbal y representación dramática, anécdota narrativa y resolución poética. La bruja es un antiquísimo arquetipo que trasciende la frontera entre la realidad convencional y la magia: la bruja posee poderes, es intrínsecamente maligna, incurre, por puro gusto, en prácticas repugnantes y su apetito inmoderado de sangre, lágrimas y miedo no responde a ningún motivo. En esta encarnación del arquetipo de la bruja que realiza Mendiola aparecen cuatro personajes principales: la propia bruja y sus víctimas, un niño, una joven y un hombre, que halla al azar. Inmediatamente después del tropiezo con la bruja, estos personajes enfrentan el desastre, se encuentran con la soledad y la desesperanza, con la maloliente evidencia de la mortalidad de sus propios cuerpos. La bruja, mientras, transfigurada en una bella mujer, va a un bar, bebe mucho vodka, chupa los dedos del mesero y ataca a los parroquianos. Cuando la bruja sale del establecimiento, un taxista lujurioso le ofrece sus servicios, ella lo aborda, abduce al taxista por uno de sus orificios y lo transforma en diversas especies animales. El taxista, metamorfoseado, conduce a la bruja a las casas del niño, la muchacha y el hombre. Ella los sube al auto y los lleva a un hogar maldito donde se burla de sus súplicas.
A partir de esta trama desaforada, que combina descripciones narrativas, escenas casi teatrales y paréntesis líricos, se desarrolla una estrujante aventura escritural que alcanza un ritmo vertiginoso. Con un hilo narrativo y una acción dramática espléndidamente dosificados atrapa al lector y lo va conduciendo por una historia que, de repente, acelera debido a la aparición de imágenes absolutamente sorpresivas o a la irrupción del verso. Estos cambios de tono y ritmo brindan una emoción especial a un motivo dramático, ya de por sí muy bien llevado. Además, el contraste del verso con la prosa permite aligerar las atmósferas opresivas, cargadas de maldad y violencia.
Pese a que la narración es el pretexto para el despliegue del lenguaje poético, los personajes están agudamente trazados y contagian al lector con el enigma de su maldad o su vulnerabilidad. La bruja es una noctámbula sin rumbo, una extraviada dadora de mal que destruye vidas aleatoriamente. Este extraño ser poético suscita múltiples ecos mitológicos y literarios, así como lecturas en clave de nuestro tiempo. Porque esta fábula de imaginación mórbida y exquisito lenguaje tiene mucho que decir sobre los fenómenos contemporáneos de la maldad gratuita, del agotamiento del lenguaje como medio de comunicación y del solipsismo y aislamiento crecientes.