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Lydia es una encantadora filósofa de la antigua Roma. Cautiva de muchas maneras a sus alumnos y a las personas que conoce, pero cuando se cruza con la mirada de Marcus, un misterioso ex-gladiador de ojos verdes, es ella la que parece irremediablemente conquistada... Para la espada o para el tacto, ¿para qué arte está más dotado?-
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Seitenzahl: 24
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Chrystelle LeRoy
Translated by Nuria Viver
Lust
La daga del gladiador
Translated by Nuria Viver
Original title: La pointe du Gladiateur
Original language: French
Copyright © 2022 Chrystelle LeRoy and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788728030905
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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Lydia camina de un lado a otro delante de sus alumnos reunidos tranquilamente en la galería. Los aromas del jardín perfuman el aire. En segundo plano, el sonido del agua de una fuente produce un lejano eco a los ruidos de las sandalias sobre el mármol.
Una decena de pares de ojos siguen fascinados la silueta esbelta de la filósofa mientras reflexiona sobre la manera en que debería concluir su lección en beneficio de sus protegidos.
Lydia no es hermosa en el sentido clásico del término, pero sus rasgos cautivan a los que la conocen. Una larga cabellera negra enmarca un rostro de tono bistre, como la gran mayoría de los ciudadanos de Palmira, situada en la ruta de las caravanas. Una frente alta, animada por unos ojos excepcionales de color azulado, casi siempre profundamente soñadores, le dan un aspecto casi etéreo, compensado por un rostro animado por unos pómulos altos, una boca ancha de labios delgados y un mentón perseverante.
Un poeta dijo de Lydia que observarla era como contemplar el flujo del pensamiento. Es una de las filósofas más respetadas de la rica ciudad comerciante de Palmira y, como es patricia, disfruta del lujo de prodigar sus lecciones en su casa, ante pupilos de todos los orígenes, ricos o pobres. Elige a sus alumnos por recomendación y no se preocupa por el pago. Solo espera formar a los que un día conformarán la élite de la ciudad.
Cuando su voz cálida y musical resuena por fin en el aire ya cálido, el último consejo dado acompaña a los estudiantes como un hechizo hasta la calle y más allá.