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Unos cazadores, al mando del despiadado Xartano, toman prisioneros a todos los animales de la selva, incluyendo a la sabia jirafa, a la que los animales siempre prestan atención. Sin embargo, la jirafa tiene un secreto que nadie sabe...
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Veröffentlichungsjahr: 2023
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Ricardo Alcántara
Saga
La jirafa y el mar
Copyright © 1984, 2023 Ricardo Alcántara and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726648911
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
www.sagaegmont.com
Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.
Llegaron cuando aún la noche cubría el paisaje. A rastras, evitando hacer cualquier ruido que pudiera delatarles, se internaron en la selva llevando consigo sus armas.
Se ocultaron entre unos espesos matorrales y permanecieron en silencio. Nadie se atrevió a pronunciar ni siquiera una débil palabra. El cabecilla del grupo –el temible Xartano- les había prohibido que hablaran para no alertar a los animales.
Agazapados, con sus escopetas cargadas entre las manos, estaban atentos y vigilantes. Esperaban el momento oportuno para iniciar el ataque.
Al cabo de un rato despertó el alba y con ella la jirafa. El animal, con resto de sueño en el cuerpo, se entretuvo contemplando los colores y las formas que el amanecer pintaba en la distancia. Disfrutaba tanto con ellos que no se cansaba de mirarlo. Pensaba que los amaneceres jamás son iguales.
Cuando el sol enseñó su redondo cuerpo por entero, la jirafa se decidió a iniciar su jornada. Comió unas cuantas hojas verdes salpicadas de rocío, y se fue lentamente en dirección al mar.
Se detuvo tan próxima a la orilla que el agua, como si de un juego se tratara, se le acercaba hasta mojarle las patas y luego salía disparada.
La jirafa podía estarse horas enteras mirando el bailoteo de las piedras que las olas traían y llevaban y hacían rodar. Ningún sonido le entusiasmaba tanto como la cadencia del agua al mecerse. Le fascinaba el mundo oculto bajo la extensa y ondulante capa salada del mar.
Como no podía verlo, lo imaginaba. Surgían en su cabeza múltiples imágenes. Era como si la diosa de las aguas se las mandase para que de alguna forma conociese lo que tanto le atraía.