La salud mental como forma para alcanzar el bienestar E-Book

Carlos Rafael Cadet

• Herausgeber: Tinta Libre Ediciones
• Kategorie: Ratgeber
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2022

Seitenzahl: 70

Beschreibung

Este libro es una experiencia contada en primera persona y relata lo que experimenta y transita el paciente con alguna patología mental. La salud mental como forma para alcanzar el bienestar busca brindar herramientas que le puedan servir al enfermo para salir adelante y encontrar respuestas y soluciones a su problema. No reemplaza de ningún modo la palabra autorizada ni lo que puede aportar el profesional, simplemente el autor busca proporcionar una mirada de aprendizaje, optimista, esperanzadora, renovadora, superadora y que sea transformadora.

Leseprobe

Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Cadet, Carlos Rafael

La salud mental como forma para alcanzar el bienestar / Carlos Rafael Cadet. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2022.

122 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-817-728-1

1. Autoayuda. 2. Superación Personal. 3. Salud Mental. I. Título.

CDD 158.1

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Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2022. Cadet, Carlos Rafael

© 2022. Tinta Libre Ediciones

En memoria de mi madre María del Rosario Olagaray de Cadet y de mi tía abuela María Esther Luisa Otero Alric, que siempre entregaron todo e hicieron lo máximo que estuvo a su alcance por verme bien, con salud y feliz.

Agradezco a Dios por permitirme recobrar y recuperar la salud.

A mis grandes, leales, fieles e incondicionales amigos Daniel Falco de Castro, David Cardone y Pablo Vernazza, por acompañarme en la vida en los momentos felices y en los tristes también. De forma generosa, siempre que voy a Salta o a Trelew me reciben y alojan cálida y amablemente en sus casas, y me permiten compartir con ellos y con sus familias; siempre les estaré agradecido por ese gesto fraternal de cariño, de cuidado, y por la confianza que depositan en mí a diario.

Tener amigos de esa calidad que me acompañan, animan y comprenden en la adversidad es un regalo sin igual, que no tiene precio.

Todos tenemos un día y una hora en que se nos partió la vida.

Anónimo.

Con enfermedades crónicas uno siempre está empezando, se necesita empezar todos los días.

Privilegiar el amor y la salud por encima de todas las cosas.

Carlos Rafael Cadet.

La vida vale la pena, aunque te caigas.

Anónimo.

…es en ese sentido que me parece que lo vivido debe ser comunicado.

Ingrid BetancourtCandidata a presidente colombiana que pasó seis años en cautiverio secuestrada por las FARC.

Esto es como la vida, a veces uno cae y al otro día hay que ir por todo.

Santiago del MoroConductor y presentador de televisión

Los grandes trabajos no vencen por la fuerza sino por la perseverancia.

Conductor del canal de televisión ESPN en referencia al triunfo de Rafael Nadal en un partido épico de tenis disputado en Roland Garros.

PRÓLOGO

Por Dr. Felipe Carlos Curtó

Médico psicoanalista

Lo primero que “necesito” hacer es agradecerle al autor el haberme otorgado la distinción de prologar su libro.

Creo que prologar un libro autobiográfico sobre salud mental es una gran responsabilidad, porque no solo hay elementos intelectuales (imprescindibles para escribir) sino que también se ponen en juego emociones y sentimientos vividos que son el “alma” de lo que se escribe. De lo contrario sería un libro más sobre salud/enfermedad, de los que ya hay muchos; este libro es único porque no solo es de él: es él.

Más adelante volveremos sobre eso.

La forma que le dio al libro, dividido en capítulos, reproduce su propio proceso; partiendo de la salud y pasando por alteraciones en su salud mental, finaliza con la resiliencia que lo “rescató”.

Un concepto muy significativo en este punto es lo que algunos psicoanalistas (entre los que me incluyo) llaman “personalidad total”. Esto significa que estamos formados por muchos aspectos parciales y que por momentos toma el primer plano uno y por momentos, otro. Un ejemplo claro de esto es que en los numerosos WhatsApp que el autor envía permanentemente “firma” de diferentes maneras: Carlos, Carlitos, O. C. Carlos Rafael Cadet, profesional de la salud visual, el Negrito, Artista, etc. Estos son aspectos parciales de su “personalidad total”, y de acuerdo con el tenor del mensaje usa uno u otro.

De este modo, cuando entra en sesión el terapeuta se pregunta ¿quién vino hoy?, y eso se va develando en el transcurso de la sesión. Aclaro que esto no significa personalidades múltiples: esta situación se daría si entraran en juego varias “personalidades totales”.

En Carlos (yo siempre lo llamé así), estos distintos aspectos parciales de su personalidad permanecían escindidos y disociados; él no los podía manejar, sino que era manejado por ellos. Esto era absolutamente inconsciente.

En el curso de un largo proceso de tratamiento fue logrando integrarlos y conformar sólidamente su “personalidad total”. Es por eso que hoy puede “jugar” firmando con uno o con otro aspecto sin perder el control de su “personalidad total”.

Esta posibilidad de integración auténtica, esta sensación de unidad, es lo que le genera el bienestar.

Este proceso, que durante mucho tiempo lo guió el terapeuta, llevó a veces a una idealización involuntaria por parte del paciente; si el proceso funciona adecuadamente, el paciente debe alcanzar la “desidealización” del terapeuta, también involuntaria.

Jugando con las palabras, es como si el terapeuta “le prestara” al paciente su capacidad de integración hasta que él mismo la va incorporando como propia y es capaz de pensar, sentir y actuar autónomamente.

Pero ¿qué se suele pasar por alto frecuentemente? Que el paciente no tolera ese período transitorio de dependencia, por lo cual no puede lograr su autonomía con naturalidad. Es como si un niño de un año no tolerara la mano protectora de un adulto para aprender a caminar hasta que pueda hacerlo solo. Finalmente lo logrará igual, pero demorará más y se dará unos cuantos golpes que habría podido evitar.

Con esto quiero significar que la bipedestación, lo mismo que la personalidad equilibrada, no son “metas” que se logran para no tener nunca más dificultades. Un adulto también se puede caer, y una personalidad equilibrada también puede tener altibajos. Y es natural que así sea.

Ligado a esto, también diferenciaría un proceso terapéutico de un curso académico. Generalmente, en un curso no se vuelven a repetir los mismos contenidos, y el humor puede resultar perturbador. En un proceso terapéutico, en cambio, se vuelven a ver los mismos contenidos muchas veces, pero no de la misma forma; es como en una espiral, donde parece que se repiten las cosas pero cada “vuelta” es diferente de las anteriores.

Volviendo al título del libro, la idea de “bienestar” va más allá de la disyuntiva salud/enfermedad; algunas veces se puede “convivir” con un problema o una dificultad manteniendo en un nivel más profundo la sensación de bienestar. De todos modos, hablando de procesos mentales nada es absoluto.

Parte de la sensación de bienestar es también la aceptación de la vulnerabilidad y de la finitud como parte de la condición de “ser humanos”.

Como nada es absoluto, la subjetividad se vuelve un punto central: verse bien es importante para sentirse bien y siempre es conveniente incluir la mirada del otro, sin llegar al extremo de someterse.

Me parece que las conceptualizaciones que hace el autor son profundas pero claras, y están expresadas sencillamente; no confunden al lector. Carlos evita estilos complejos de escritura que harían que los conceptos parecieran más elaborados y pensados, y esto es porque nacen de un “sentir” más que de un pensar (aunque, en mi opinión, no es posible pensar sin sentir ni viceversa). Creo que esto es fundamental en un libro autobiográfico. Solamente pensar sería mantenerse “frío y alejado” de lo que el autor quiere transmitir, y solamente sentir sería intransferible.

Por otro lado, hay varios factores que en el caso del autor rescataría, que son la red de contención familiar y social, el humor y el trabajo en su profesión. Otra situación por considerar y que en el autor es evidente es el aspecto solidario, que redunda en beneficio de la salud y el bienestar relacionales. Es difícil que alguien solo y aislado pueda sentir bienestar.

Jugando otra vez con las palabras, al hablar de resiliencia el autor dice “querer es poder”. ¿No podría pensarse también en un sentido diferente y menos autoexigente? “Poder es querer”. Sería como decir “siento que puedo, entonces quiero”.

Llegando al final de mi cometido quiero resaltar que, aunque no es técnicamente correcto mezclar en un mismo texto expresiones en primera y en tercera persona, sostengo firmemente que en un libro autobiográfico es necesario y hasta conveniente. Con la tercera persona se piensa lo que se transmite; con la primera persona se intenta transferir lo intransferible.

Eso pasó con el autor del texto y también con el autor del prólogo.