Al encuentro con Dios - Carlos Rafael Cadet - E-Book

Al encuentro con Dios E-Book

Carlos Rafael Cadet

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Beschreibung

El autor, en este libro, expone su propia experiencia y su vivencia espiritual, basada en lo que le genera, transmite, hace sentir y vivir la Fe y Dios. Así, acerca esta obra de forma sentida, fresca, generosa, transparente y sincera expresando el amor profundo por Dios Padre, buscando servir a través de la escritura, para ser y actuar como medio e instrumento de Dios para con los otros hombres.

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Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Cadet, Carlos Rafael

Al encuentro con Dios : una hermosa y vívida experiencia espiritual / Carlos Rafael Cadet. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2024.

96 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-824-861-5

1. Desarrollo Personal. 2. Espiritualidad. I. Título.

CDD 231.1

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor.

Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidadde/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2024. Cadet, Carlos Rafael

© 2024. Tinta Libre Ediciones

Con este libro rindo tributo, alabo y reconozco a Dios, quien me dio la vida y colocó en mí atributos, dones, talentos y virtudes que trato permanentemente de desarrollar, reforzar y hacer crecer día a día, buscando también corregir mis errores y defectos, para ser un mejor cristiano, mejor persona y un hombre que se acoja a los valores y al bien.

La vida es un regalo hermoso, merece ser vivida, sentida, transitada, recorrida y experimentada.

Vivir con amor, fe, intensidad, alegría, integridad, pasión y servir.

La vida es un regalo hermoso y grandioso, y al entenderlo así, no cabe más que agradecer.

Carlos Rafael Cadet

Ser luz de noche, ser luz de día…

Fragmento de una canción del artista Coti

Agradezco fundamentalmente a mis padres, que me educaron y formaron en la fe, y que supieron nutrir y cultivar mi vida espiritual.

También doy gracias a mi colegio Padre Juan Muzio, donde crecí y aprendí en materia de religión.

Me siento en deuda también con aquellos buenos sacerdotes que pude conocer y que, a través de una palabra o de un sermón, me acercaron más a Cristo y a su mensaje.

Y a todas aquellas buenas personas que profesando la religión, o más allá y fuera de ella, a través de su correcto y sano accionar, su obrar coherente y responsable, han sido y son ejemplo para mí y para muchos.

¡A todos ellos y a Dios Padre, gracias!

Carlos Rafael Cadet

Este libro es para ser leído con fe y con el corazón.

De cualquier modo, aquellos a los que no se les ha despertado o se les ha apagado la llama de la fe espero que puedan encontrar en el mismo una luz que ilumine como farol que alumbra, y experimentar a través de la lectura lo próximo y cercano que puede estar Cristo de nosotros.

Anhelo que los lectores puedan, a través de las palabras expresadas —que son movilizadas por pleno sentimiento y amor profundo por Dios—, sentirse tocados aunque sea por un momento por el corazón de un Padre generoso, bondadoso, amoroso y servicial, que me utiliza como instrumento para que los hombres puedan estar más unidos a Él.

Deseo que todos los hombres y mujeres puedan experimentar y sentir la gracia de llevar a Dios en su corazón.

No necesariamente se es mejor persona por creer o no creer en Dios. Muchas veces, una acción o una conducta dicen más que un acto de fe. No obstante, llevar a Cristo en nuestro interior debería permitirnos vivir de forma más orientada hacia el bien y practicando el amor al prójimo.

Al encuentro con Dios

Carlos Rafael Cadet

Prólogo

Por Stella Maris Nellar

Resulta profundamente gratificante leer Al encuentro con Dios, escrito por Carlos Rafael Cadet, con quien me une una bella amistad, no solo por sentirme parte de su familia desde siempre, sino también por los valores espirituales y morales que encarna Carlos viviendo su juventud y asumiendo los dolores y las pérdidas como una gracia de Dios en nuestras vidas.

Carlos Rafael ha heredado de sus padres y de su familia todo ese gran amor a Dios que expresa en cada una de las páginas de este profundo libro. Es la impronta que hoy nos regala.

Sin duda, la lectura de este libro será de gran ayuda tanto para quienes tenemos fe como para quienes, sin creer en Dios, pueden encender la llama de descubrir los mensajes simples de Él.

Carlitos manifiesta y describe con mucha claridad en sus valiosas reflexiones la finalidad de nuestra existencia: hemos venido a servir, y no a ser servidos ni servirnos de los demás. Servir es sinónimo de amar. Por eso Dios nos ama y nos espera siempre en cada minuto, en el afán que —como dice el Evangelio— tiene cada día.

Tendríamos que considerar común y cotidiano charlar de Dios, de lo que más importa al hombre, de la vida presente y de lo que de ella vale la pena, del más allá, de la vocación de todo ser humano, del amor, la amistad, la solidaridad, la trascendencia. Sin embargo, cuánto nos cuesta descubrir a Dios en cada amanecer, en cada flor, en cada amigo, en la familia, en el adversario, en el otro diferente, en la escuela, en la vida misma.

Carlos Rafael Cadet, en un exquisito lenguaje, nos acerca y nos regala a Dios. No solo con palabras, sino con testimonios. Por eso este libro vale mucho más, porque interpela a la inteligencia y al corazón de todos nosotros y nos invita al silencio del alma.

¡Qué bueno es escribir sobre temas importantes en estos tiempos sin Dios!

El Padre, en su infinita bondad, nos ha creado, nos acompaña y nos prepara para la vida eterna, hacia la que debemos ir sin temor, con ardor y con una gran confianza en Él.

No tengo duda alguna de que estas reflexiones unirán el cielo y la tierra en la vida orante de cada lector.

Gracias, Carlos Rafael, por regalarnos tus reflexiones, y pido en oración que a cada uno de los lectores de Al encuentro con Dios les dejes esa honda huella del amor de Dios que tú posees.

CAPÍTULO 1

La fe

*****

La fe no se puede transferir, eso es innegable e indefectible. Sin embargo, se puede alimentar, cultivar, acrecentar.

Como hombre de fe que soy, vivo una experiencia de vida hermosa, magnífica, auténtica, singular, real y única. No obstante, la misma es personal, y me acerca a otros hombres, me hace querer llevarles la palabra de Cristo, sin imposiciones, sin forzar nada, pero prestando atención al encuentro, a la mancomunión con Dios y con ellos.

Es una experiencia que, entre medio, deja el legado de la inspiración promovida por el Espíritu, y este encierra toda una convicción, una certeza. Y cuando uno lleva esa palabra y fomenta ese legado, no solo está participando, sino que está creciendo en el amor de Cristo, por Él y para con los hombres.

Uno debe estar muy comprometido, convencido e involucrado para hacer este aporte que no nace de la noche a la mañana, sino que crece paulatinamente como una flor en un jardín, y para ello, al igual que la flor, debe ser cuidado, regado y protegido con mucho ahínco, esmero y devoción.

El que lo fomenta, logra ubicarse, posicionarse en un lugar de privilegio, porque va a experimentar la transformación de su vida, que está cargada de alegría, del rejuvenecer, de llenarse de la fuerza que nos da Cristo.

Disfrutemos y animémonos a sentirlo. Tenemos que mostrar el corazón y el alma abiertos a que nos inunde con su presencia, con su sabiduría. Así podremos vivir con Dios, en paz con nosotros y con los demás hombres.

*****

Cuando comenzamos un nuevo día, es momento de agradecer a Dios porque abrimos los ojos. Todos los días y todas las horas son para Él. Empezar con alegría, con optimismo, con esperanza, dar nuestro mejor esfuerzo.

La vida es un regalo, el Padre nos la otorga y nos presta el mundo para que vivamos. Digo nos presta porque en algún momento vamos a volver a su casa. Sepamos entonces aprovechar ese regalo, no lo malgastemos, busquemos honrarlo a través de acciones coherentes, con conducta, con conciencia, con responsabilidad. Esa es la mejor manera de retribuirle, de agradecerle. Y es a través de ocupar nuestro tiempo, de realizar nuestro aporte al mundo por medio de nuestro trabajo, de acciones que sumen, que enriquezcan, que nos eleven, como el individuo entra en comunión con Dios, como lo honra y gratifica.

Porque debemos entender que Él puso todo a disposición nuestra para que podamos llevar una vida sana, plena, íntegra, y a nosotros nos compete y nos corresponde asumir el compromiso de vivir dignamente, con alegría. El que así lo entiende y lo practica está creciendo como persona, como verdadero hijo de Dios.

*****

Vivir implica arremeter; para hacerlo, tenemos que tener la fuerza, el empuje, la iniciativa y buscar la motivación. Estar vivos representa más que una actitud meramente pasiva; por el contrario, es proactividad, es estar un paso adelante, disponer, colocar los sentidos en atención y alerta para poder desenvolvernos y desarrollar las herramientas que nos da la vida.

Es toda una manera de actuar que requiere que estemos abiertos. Actitud de embate, de perseverancia, de alegría y de optimismo. De ese modo, podemos experimentar la felicidad y la plenitud.

Siempre me gusta hacer referencia a temas como la felicidad, la plenitud, el sentirse completos, porque hacen al verdadero sentido cabal del hombre.