La vida y la educación - Guillermo E. G. Hassel - E-Book

La vida y la educación E-Book

Guillermo E. G. Hassel

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Porque educar es también ayudar al niño a desarrollar su cerebro y ser independiente, alcanzar sus metas y sentirse bien consigo mismo. Aproximadamente la mitad de la inteligencia de los niños es determinada por sus genes, pero también depende de su entorno, incluyendo a sus compañeros de clase y amigos. Sin embargo, un aspecto esencial desde el inicio de la vida del niño es que necesita el amor y el cuidado de sus padres para desarrollarse adecuadamente. La leche materna, los cuidados y la atención de los padres son esenciales para el desarrollo emocional e intelectual del niño. El amor y el afecto deben ser proporcionados desde el momento en que el niño es concebido en su familia, ya que la seguridad, el cuidado y la estimulación que ofrece una familia son fundamentales para el crecimiento del niño. Como expresa el doctor Lipton "puedes vivir una vida de miedo o una vida de amor, tienes elección, pero te advierto que si eliges ver un mundo lleno de amor tu salud mejorará. Sin embargo, si eliges vivir en un mundo oscuro lleno de miedo, tu salud se resentirá ya que quedarás atrapado en una respuesta fisiológica de huida o protección. Es que no son nuestros genes sino nuestras creencias las que controlan nuestras vidas, por tanto, los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable."

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GUILLERMO E. G. HASSEL

La vida y la educación

Inician y terminan en el mismo momento

Hassel, Guillermo E. G.La vida y la educación : inician y terminan en el mismo momento / Guillermo E. G. Hassel. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3786-7

1. Ensayo. I. Título.CDD 370.13

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

PRÓLOGO

EXORDIO

AGRADECIMIENTO

EL CAMINO DE LA ESPERANZA

Escuela, base de la transformación

Cambio de paradigma

Buena administración

Estructura

Antinomias

Desarrollo

Educación integral

La ciencia

El valor económico de la educación

Presupuesto educativo

Responsabilidad compartida

Conclusiones iniciales

LAS EMPRESAS EDUCATIVAS

Cuando hablamos de empresa

Los Principios de la Escuela como Empresa

Empresas de servicios educativos

Algunos indicadores

Plan general

El fin del modelo

CONSIDERACIONES DE ASPECTOS GENERALES

El sentido de la educación

Modernidad del sistema educativo

Los organismos internacionales

Autonomía y educación

Estrategia y educación

Aspectos generales de la globalización

El mercado

Oportunidades y amenazas

La Argentina en este contexto

El conocimiento es futuro

ALGUNOS ELEMENTOS DE LA CALIDAD EDUCATIVA

Transformación y calidad

Diferentes enfoques de la calidad

Clarificar conceptos

Calidad en la educación

Organizaciones internacionales

Responsabilidad social

CONTROL DE CONVENCIONALIDAD

Derechos humanos y educación

Control de convencionalidad

La educación en la Constitución

Convención contra las Discriminaciones en la Enseñanza

Educación como servicio público

Conferencia Mundial de Educación

Prelación de Normas en el Derecho Argentino

Sistema Interamericano de los Derechos Humanos

LOS NUEVOS PARADIGMAS

Los cambios sociales

La ética de la libertad

Características de la organización escolar

Impacto en las organizaciones

Los valores

Perversa doctrina del shock

EDUCACIÓN Y REALIDAD

La mentira de la realidad

Aprendamos a ver

Educar desde la concepción

Inversiones esenciales

El inicio somos nosotros

UNA NUEVA VISIÓN

Educación, derecho humano

Educación en las Naciones Unidas

Problemas actuales

Objetivos Generales.

Políticas Educativas y Administración.

BIBLIOGRAFÍA

A mi esposa (+), mis hijos y,

muy especialmente a mis nietos

Ana Victoria, Moosi y Viggo,

PRÓLOGO

La escuela es un universo. Una amalgama de situaciones y sensaciones. Personas que inician un recorrido, avanzan en un mundo de experiencias, almas que crecen y se enriquecen, corazones que buscan refugio y contención.

Las palabras precisas que describen este universo increíble se encuentran en las siguientes páginas.

Su autor, amigo y colaborador, mantiene una trayectoria importante en escuelas, pasillos y aulas. Espíritu incansable que brega por la educación integral de nuestros niños, jóvenes y adultos, logra transmitir en cada palabra el conocimiento que su trayectoria y dedicación continúan construyendo.

Presentarlo es un honor. Leer sus párrafos, un orgullo. Aprender de su experiencia, la plenitud misma.

Aldina Martos

EXORDIO

Con el conocimiento se acrecientan las dudas.

Johann Wolfgang Goethe

Soy un defensor de la libertad individual, pero sabiendo que todos estamos interconectados, que formamos parte de un todo aun cuando seamos unidades únicas e irrepetibles. Defiendo tenazmente a la ciencia ya que ella me enseñó que no existen verdades absolutas, que la duda es el camino, que la vida debe defenderse como valor esencial e ineludible, porque sin vida no existe la ciencia. He aprendido que todo aquello que hagamos tiene influencia en nosotros y en nuestro entorno, ya que no existen decisiones que no tengan impacto en aquello infinitamente pequeño y en lo inconmensurablemente grande. Comprendí que, cuando observo, modifico aquello que estoy observando por cuya razón nunca podremos repetir acciones u oraciones, puesto que aún aquella simple suma que expresamos hoy es diferente en su verbalización a la de mañana.

Todo eso me hizo aceptar que educar es un proceso que requiere una organización que comprenda a todos. Cuando digo todos, incluyo al nasciturus, a su madre, al padre, a sus hermanos, la familia plena, la sociedad, la escuela… es decir, todos en el más amplio sentido de la expresión. Nada ni nadie queda excluido de este maravilloso proceso.

Ese extraordinario momento, que podemos catalogar de divino, existe cuando se produce la fecundación, pues en el momento en que el espermatozoide logra entrar en el óvulo, saltan miles de millones de chispas de átomos de zinc. Literalmente se “hace la luz”, o se “inicia la vida”, proceso detectado por primera en un óvulo humano por científicos de la universidad de Northwestern, en Estados Unidos. Los investigadores, utilizando un microscopio fluorescente, pudieron filmar la luz que se emite durante la fecundación.

“Toda la biología empieza en el momento de la fertilización”, señaló Woodruff, experta en biología ovárica de la universidad estadounidense. Y en ese momento podemos afirmar que inicia su formación como un ser independiente, una nueva vida a la que todos debemos ayudar a educarse. La ciencia confirma aquello que las madres y los padres bien informado han sabido siempre: los padres sí importan por mucho que algunos tratan de convencernos de lo contrario.

Más allá de toda duda, los padres ejercen una influencia abrumadora sobre los atributos físicos y mentales de los hijos durante el desarrollo. Esa influencia comienza incluso antes de que nazcan, es decir, se extiende incluso hasta el periodo de embarazo, enseña Lipton.

Anteriormente los científicos creían que el cerebro humano no era funcional hasta después del nacimiento y se asumía que los fetos y los bebés no tenían memoria y no sentían dolor. No obstante, los experimentos psicológicos y científicos han derrotado el mito de que los fetos no pueden recordar ni aprender y, por lo tanto, también ha sido vencida la idea de que los padres son simples espectadores del desarrollo de sus hijos. El sistema nervioso del feto y del bebé en desarrollo posee un amplio repertorio de capacidades sensoriales y de aprendizaje y una especie de memoria que los neuro científicos denominan memoria implícita.

David Chamberlain escribió qué “la verdad es que las creencias que teníamos acerca de los bebés son falsas puesto que no son seres sencillos, sino compleja escrituras con una asombrosa cantidad de pensamientos”. Estas complejas y diminutas criaturas tienen una vida prenatal en el útero que influye profundamente en la salud y el comportamiento que tendrán a lo largo de su vida. La calidad de la vida en el útero, nuestro hogar temporal antes de nacer establece nuestra susceptibilidad a las enfermedades coronarias, a los infartos, a la diabetes, a la obesidad y a otras muchas enfermedades durante la vida posterior.

Cada vez son más las pruebas que demuestran que las condiciones del útero tienen tanta importancia como los genes a la hora de determinar cuál será el desarrollo mental y físico durante la vida. Miopía genética es el término que mejor describe la extendida idea actual de que nuestra salud y nuestro destino están regulados únicamente por los genes.

Tal como aseguran diferentes científicos, los padres pueden mejorar el entorno prenatal y, al hacerlo, actúan con sus hijos como verdaderos ingenieros genéticos.

Porque educar es también ayudar al niño a desarrollar su cerebro y ser independiente, alcanzar sus metas y sentirse bien consigo mismo. Aproximadamente la mitad de la inteligencia de los niños es determinada por sus genes, pero también depende de su entorno, incluyendo a sus compañeros de clase y amigos. Sin embargo, un aspecto esencial desde el inicio de la vida del niño es que necesita el amor y el cuidado de sus padres para desarrollarse adecuadamente. La leche materna, los cuidados y la atención de los padres son esenciales para el desarrollo emocional e intelectual del niño. El amor y el afecto deben ser proporcionados desde el momento en que el niño es concebido en su familia, ya que la seguridad, el cuidado y la estimulación que ofrece una familia son fundamentales para el crecimiento del niño. Como expresa el doctor Lipton “puedes vivir una vida de miedo o una vida de amor, tienes elección, pero te advierto que si eliges ver un mundo lleno de amor tu salud mejorará. Sin embargo, si eliges vivir en un mundo oscuro lleno de miedo, tu salud se resentirá ya que quedarás atrapado en una respuesta fisiológica de huida o protección. Es que no son nuestros genes sino nuestras creencias las que controlan nuestras vidas, por tanto, los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable.”

Imaginemos a un niño pequeño dando sus primeros pasos, un adulto lo toma con amor de la mano y el vínculo que los une, tal como ejemplifica Jean-Charles Bouchoux, es magnífico. Pero en algún momento el niño querrá hacerlo solo y tendrá que soltarse de la mano. Allí no habrá agresividad, la energía se pondrá al servicio de la voluntad con la satisfacción de los avances realizados, sobre todo si el tutor es proactivo y alentador. Pero si el adulto le preocupa demasiado que pueda caerse o la idea de verlo emanciparse, como si tuviéramos un exceso de amor (todo en su justa medida, pero como cuesta encontrar ese justo medio), el pequeño tendrá tres salidas: deberá renunciar a sus proyectos y tener remordimientos, alimentar la ansiedad ante el fracaso por una caída manteniendo la lealtad o utilizar la agresividad hacia los adultos para intentar emanciparse. En cualquier caso, cualquier progreso significa poner nuestra potencial agresividad al servicio de nuestro crecimiento, renunciando al estado anterior y su eventual beneficio, puesto que siempre estamos apegados a lo que ya conocemos y tememos lo desconocido, sea esto en la vida de cada uno como cuando encaramos proyectos como implican la modificación profunda de un sistema educativo.

Pero cuando hablamos de cuidados nos referimos a la “personalización del amor”, porque como enseña Jacques Rancière, “las inteligencias son desiguales, no hay en la naturaleza dos seres idénticos, la individualidad es la ley del mundo, siempre ha existido y siempre existirán seres dotados en forma desigual para las cosas de la inteligencia”. Esta es justamente la clave de esta propuesta, la relación directa, específica, de la escuela, la familia y el niño en el marco de su comunidad. Ocurre que los acontecimientos de la vida de los padres influyen en la mente y el cuerpo de su hijo. Existe una gran diferencia entre los hijos concebidos por amor, por odio o por tedio. Los padres desarrollan su tarea mucho mejor cuando viven en un entorno tranquilo y estable, libre de adicciones, y cuentan con el apoyo de la familia y los amigos.

Es que las facultades mentales de un individuo evolucionan bajo la doble influencia del tiempo, la historia de la especie y de la persona. Podemos apreciar cómo se desarrolla el cerebro embrionario para convertirse en lo que será en la edad adulta, construyéndose por el doble juego de lo individual como social, con la yuxtaposición de diferentes partes que forman un verdadero mosaico en el que regiones desarrolladas coexisten muy cerca con regiones más recientes en el proceso evolutivo, debiéndose evitar dentro de las posibilidades el accionar de químicos no naturalmente incorporados.

Como explica el doctor Álvaro Bilbao, en pocas décadas el número de niños que toman medicamentos neurológicos o psiquiátricos en Estados Unidos se ha multiplicado por siete. Esta tendencia sigue en aumento y parece estar extendiéndose rápidamente en el mundo desarrollado. Actualmente, uno de cada nueve niños pasará parte de su etapa escolar bajo los efectos de medicamentos psiquiátricos. La realidad es que hemos perdido valores en la educación de los niños, valores que la ciencia indica como fundamentales para un desarrollo cerebral equilibrado. Las dos concepciones: que el cerebro del niño puede mejorar sus habilidades con la tecnología y que el ser humano solo puede alcanzar un desarrollo pleno a través de la exploración y la experiencia libre, han demostrado no ser ciertas. El amor de los padres y de la familia en general sigue siendo el elemento esencial e insustituible.

Sin el apoyo de los padres y los maestros, a partir de una nueva definición de escuela integral, para que guíen al niño y lo ayuden a satisfacer sus necesidades dentro de los límites que establece el respeto a los demás, el niño no alcanzará su desarrollo pleno e integral. Importante es reiterar que, cuando hablamos del niño, hacemos referencia a la vida desde la concepción ya que existe plena comunicación del nasciturus con el medio social en el que se desenvuelve. Sabemos que el cerebro de un recién nacido no es una masa amorfa de neuronas ya que muchos aspectos del cerebro vienen ya incorporados de forma innata como las funciones del tallo cerebral esencial para la vida: a ningún bebé hay que enseñarle a respirar o excretar. Enseña Dean Burnett que durante el embarazo se produce un importante desarrollo sensorial, incluido el gusto y el olfato; los bebés también se asustan y tienen reacciones de felicidad, conjunto de procesos neurológicos que se desarrollan muy temprano incluso en el útero materno, tienen reacciones emocionales y lloran al nacer lo que indica que son conscientes del malestar y dejan de llorar cuando se los coloca en brazos de la madre lo que indica que el experimenta la sensación de protección y podemos decir de felicidad. Esto además indica que la necesidad de protección del recién nacido es incondicional. Vale recordar que en Misiones, mediante Ley VI – 112, se instituyó el “Día de los Derechos del Niño por Nacer”, el 25 de Marzo de cada año, como claro reconocimiento a la trascendencia de esa etapa de la vida.

Recurriendo a Maslow podemos indicar que los pequeños hoy necesitan cubrir sus necesidades vitales de alimentación, descanso y sueño, atender sus necesidades de seguridad es decir no tener miedo ni sentirse amenazado, contar con amor y cariño por parte de sus padres y la comunidad, elemento esencial para su desarrollo integral, que se suma a tener autoestima desarrollando su confianza, sentirse valorado y poder realizarse, explorando, jugando y descubriendo el mundo.

Por otra parte sabemos que lo que en gran medida ha hecho evolucionar a nuestra especie ha sido nuestra capacidad de transmitir valores y culturas de generación en generación lo que nos ha hecho más civilizado y solidarios, una labor que el cerebro no puede hacer por sí solo y que necesita del trabajo atento de padres, maestros y un entorno adecuado, tranquilo y libre de conflictos. Como indica Bilbao, durante los primeros años los padres y hermanos son los que más influencia van a tener en el desarrollo del pequeño y maduración. Los valores, las normas, la sagacidad, la memoria y la capacidad para afrontar problemas se transmiten a través del lenguaje, en los juegos, los gestos y todos los detalles que configuran la educación.

Una de las consecuencias de la inadecuada atención desde la concepción y su posterior desarrollo es la aparición de trastornos en los pequeños, en especial déficit de atención, trayendo como consecuencia un porcentaje relativamente elevado de niños que reciben medicación psiquiátrica. Las largas jornadas laborales, la crisis económica, la imposibilidad de una mayor dedicación de la familia y sus derivados como falta de paciencia y de límites, sumados a la irrupción te teléfonos inteligentes y otros elementos tecnológicos y la ausencia de la escuela en este período debido, a mi entender, por una inadecuada definición de sus funciones, dan como resultado no deseado innumerables problemas en los niños que debe atenderse con urgencia. Niños que desde su concepción y durante su primera infancia muestran en sus cerebros cambios espectaculares: Se ha llegado a estimar que durante los primeros años de la infancia, se llegan a formar hasta un millón de nuevas conexiones neuronales por segundo, con un rápido crecimiento cerebral que no podemos dejar de tener en especial consideración para el proceso educativo integral, en cuyo desarrollo el amor de los padres juegan un papel fundamental: ¡siempre el amor como motor de la vida!

Explica Burnett que la capacidad de sentir emociones, miedo y angustia incluidos, y de reaccionar a señales sociales se crean en el cerebro al poco de nacer, pero la comprensión y la valoración del contexto y la situación se adquieren mucho más paulatinamente a través del aprendizaje y la experiencia. Debido a ello los niños son muy sensibles a los entornos estresantes, como aquello en que los padres se pelean y se hablan a gritos, con lo que se producen incidentes que les da miedo, no conocen la causa ni lo que significa, no pueden entender que mamá y papá estén agotados y que por eso mismo le ha dado por discutir, lo único que captan es que está pasando algo malo, alarmante, y que no pueden hacer nada al respecto, lo que les somete a un tremendo estrés, en especial a un cerebro tan nuevo como el del bebé.

La empatía es la habilidad de sentir la calma o el amor que no pueden ser cultivados de manera artificial y necesitan un crecimiento lento y progenitores pacientes que sepan esperar a que el niño esté preparado para dar sus mejores frutos. Esta es la razón por la que los descubrimientos más importantes de la neurociencia sobre el desarrollo cerebral infantil se centran en aspectos aparentemente simples, como el efecto positivo de comer frutas y pescado durante el embarazo y los primeros años de vida, los beneficios psicológicos de acunar al bebé, la influencia del afecto en el desarrollo intelectual del niño, y la importancia de las conversaciones entre padres e hijos en el desarrollo de la memoria y el lenguaje. En especial cuando hablamos con los niños en situaciones “complicadas” debemos poseer altas dosis de calma, paciencia, fe, tranquilidad y, especialmente, una enorme dosis de empatía. Esto demuestra que lo esencial en el desarrollo cerebral es lo realmente importante.

En esa enseñanza total, plena, iremos educando en valores, integrando las individualidades a ese cuerpo general conservando nuestras características. No tendremos necesidad de enviar a niños a las cárceles para que se eduquen en la perversidad, en el delito, a través de la supuesta solución de bajar la edad de imputabilidad, porque los educaremos en el amor, en la vida, en el respeto a la individualidad propia y ajena. Los integraremos al mundo manteniendo su cultura, su forma de ver el universo, sabiendo como indica la física cuántica que el futuro puede impactar en el presente y que si pensamos que serán delincuentes en el mañana esa proyección hará que sean de esa manera, pero que si dibujamos en el mapa de lo que vendrá los mejores deseos entonces tendremos una sociedad basada en el respeto, en el afecto, en la participación plena e inclusiva de cada uno, cumpliendo nuestros sueños.

Este libro es mi proyección, que deseo compartir para iniciar el camino de una educación que se organice de manera diferente, iniciándola desde la concepción misma del niño en el útero de su madre hasta el fin de la existencia terrenal y, como expresa Luis, “lo último que aprendemos en la vida es la muerte, lamentablemente no podemos enseñarla”. Sin embargo, tengo la obligación de agregar, como cristianos aprendemos de la muerte en vida, porque para nosotros la muerte es vida y podemos enseñarla a través de la Palabra.

POSADAS, febrero de 2023

AGRADECIMIENTO

Dicen en 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Dios quiere que demos gracias en todo. Hay que ser agradecidos, especialmente por nuestra salvación en Cristo Jesús.

Seguramente este agradecimiento está incompleto, porque siempre son más las personas que nos ayudan a concretar un proyecto que aquellas a quienes recordamos en estos momentos. Además deseo remarcar que el orden de presentación de ninguna manera significa prelación.

A Luis Cataldi, a quien agradezco por haber tenido la fortaleza espiritual para leer y corregir los borradores de este libro.

A Patricia Duarte, Silvana Moraiz y Karla Palmieri por todo el cariño y el permanente acompañamiento.

A Alberto Giménez que pacientemente me orientó en momentos en que mi espíritu parecía desfallecer.

A Luis Bogado, quien siempre me impulsó a escribir y es quien posibilitó su impresión.

A la Hermana Anastasia Laskarow (Any) quien me llenó de consejos en nuestras largas conversaciones, mate y torta de por medio.

A Miguel Urristy quien en su sabiduría me hizo ver el otro lado del ser humano.

A Aldina Martos por su generosa dedicación y las hermosas palabras del prólogo.

A Gustavo Lezcano, con quien fui pergeñando parte importante de este pensamiento en constructivas conversaciones.

A todos quienes me acompañan y me protegen, seguramente me olvidaré de muchos en este momento, pero hagan el esfuerzo y dense por nombrados.

Finalmente, primero y último siempre, de manera muy especial al Espíritu Santo que llena mi corazón y me permite ver más allá de la materia y la razón.

A todos, infinitas gracias y que el Señor y el Espíritu Santo nos cubra siempre.

Guillermo Hassel

EL CAMINO DE LA ESPERANZA

“Cada época, cada cultura, cada costumbre y tradición tiene su estilo, sus ternuras y durezas peculiares, pero hay momentos en los que toda una generación se encuentra extraviada entre dos épocas, entre dos estilos de vida; de tal suerte que tiene que perder toda naturalidad, toda seguridad e inocencia”.

Hermann Hesse

Escuela, base de la transformación

Cuando analizamos la necesidad de modificar el sistema educativo para que a partir del mismo se concrete la formación integral a partir de la concepción del niño, señalamos que este marco implica necesariamente la integración de la familia, la sociedad y la escuela desde el inicio de la vida. Obviamente esto implica necesariamente la modificación de las estructuras del actual servicio educativo y, es por eso, que vamos a analizar distintos aspectos a partir de los cuales propondremos distintas modificaciones para lograr el objetivo propuesto. Como dice Rodrigo Miguel, “Argentina necesita aprender a valorar la educación, reconocer que aún no lo hacemos, que estamos lejos de hacerlo, lo cual sería un primer paso en la dirección correcta”.

Sin embargo, como bien señala María Eugenia Estenssoro, hoy ya son muchos los argentinos convencidos que desde nuestro país se pueden crear proyectos y empresas innovadoras con excelencia profesional y creatividad para la economía del conocimiento global. Muchos son emprendedores pero también hay físicos, matemáticos, biólogos, neuro científicos, agrónomos, ingenieros nucleares, ingenieros electrónicos, inversores, creativos y artistas. Son argentinos que comprendieron que en este siglo los pioneros no son ni los políticos ni los filósofos ni los revolucionarios de otras épocas, son los emprendedores que, con espíritu innovador, llevan los descubrimientos científicos y tecnológicos de laboratorio al mercado a la velocidad de la luz cambiando aceleradamente nuestro modo de vida. Justamente ese cambio innovador es el que deseamos llevar a nuestras instituciones educativas, sacarlas del aula para proyectarlas a toda la vida de la sociedad.

Porque esa carestía de educación, parafraseando a Hegel, no comienza ni con el asombro ni con el horror por su ausencia o inutilidad sino con la necesidad de contar con una educación que nace con la vida del hombre y restablece el estado de una plenitud o saciedad que conjure el peligro de una pérdida absoluta de nuestra nacionalidad.

En este ensayo argumentamos que solucionar los problemas nacionales y provinciales requiere un enfoque más amplio que no se limite solo a soluciones económicas o financieras. Creemos que a través del esfuerzo y la creatividad, se puede crear riqueza de manera sostenible y distribuirla de manera justa y equitativa. Consideramos que la fortuna de una nación se construye a partir de un sistema educativo fuerte y de la transformación cultural que resulta de profundizar el conocimiento. El objetivo de este ensayo es proporcionar elementos para cambiar la mentalidad y fomentar la esperanza de un cambio positivo. Como dijo Sábato, “el único peligro es paradójicamente una esperanza”, y eso es precisamente lo que buscamos demostrar con esta propuesta.

Para hacer realidad esta esperanza, debemos aplicar los principios de buena administración en cada unidad escolar. Esto significa que cada escuela debe manejarse de manera independiente, atendiendo a sus propias realidades y cumpliendo con sus objetivos establecidos. No podemos seguir entendiendo a las escuelas como meros centros de recepción de órdenes masivas, sino como unidades con criterio propio que respondan por sus tareas y metas fijadas. Es importante recordar que, cuando se relativizan los valores y la globalización impone su uniformidad arrogante, las personas pierden el sentido de sí mismas y de los valores, y ya no saben en quién o en qué creer (Sábato).

Cambio de paradigma

Estamos viviendo en un período de profunda transición entre dos épocas, lo que a veces nos desorienta e incluso nos lleva a confundir los diagnósticos. Los cambios son más radicales que nunca y los desafíos son mayores que los planteados por la Revolución Industrial y la Gran Depresión. Esto puede deberse a la “sociedad líquida” en la que las personas tienen crisis de identidad y valores sin puntos de referencia seguros, y donde “el único modo de conseguir reconocimiento social es hacerse ver a cualquier costo”. Estos cambios nos obligan a examinar los nuevos paradigmas de la realidad, ya que los existentes hasta el siglo XX están siendo superados. En este nuevo siglo, debemos preocuparnos por lo que afecta al desarrollo de las instituciones, no solo desde el punto de vista financiero o económico, sino especialmente desde el punto de vista cultural y administrativo. Es importante destacar que la moral ocupa un lugar preponderante en la organización, ya que los individuos pueden fallar moralmente, pero las organizaciones no. En este contexto, es moralmente inaceptable seguir sosteniendo un modelo obsoleto de administración educativa que no tenga en cuenta las particularidades de cada zona o sector social donde se desenvuelve la escuela.

Como dijera Thomas Kuhn, filósofo conocido por su contribución al cambio de orientación de la filosofía y la sociología científica, hay que otorgarle gran importancia al carácter revolucionario del progreso científico, remarcando que una Revolución implica el abandono de una teoría, como es el caso de nuestra escuela tradicional, y su reemplazo por una nueva organización como es la propuesta, basada en la educación y formación integral desde la concepción del niño con la activa participación de padres y comunidad. Así como podemos observar cómo diferentes sectores económicos se encuentran en crisis debido a que sus modelos se han tornado obsoletos, de la misma manera en poco tiempo y si no podemos adaptarnos a los nuevos cambios tecnológicos y sociales, la escuela vieja entrará en una crisis que nos costará mucho rescatar y superar si no emprendemos la marcha desde ahora por el camino de las modificaciones propuestas. En este punto debemos recordar que las instituciones que sobreviven son las que son capaces de adaptarse mejor al entorno cambiante en el que se hallan.

Hay muchos planteamientos, especialmente a partir de la teoría cuántica, que nos hacen cuestionar todo lo que conocemos, incluso la sorprendente y revolucionaria idea de algunos físicos teóricos de que las influencias pueden viajar hacia atrás en el tiempo (del futuro al pasado). Están estudiando la “retrocausalidad” porque esto podría ayudar a resolver algunos problemas en el campo de la física cuántica. Incluso con esta posibilidad, debemos enfrentarnos a ella: si ciertos supuestos que algunos científicos consideran razonables se cumplen, entonces la teoría cuántica debería ser retro causal (donde el futuro influye en el pasado), lo que podría implicar que la “causación” puede ir tanto hacia atrás como hacia adelante en el tiempo, permitiendo que un efecto preceda a su causa.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los viejos cánones siguen vigentes, pero están perdiendo validez. “Antes nos interesaba mucho el pasado porque las noticias sobre el presente no eran abundantes”, pero actualmente medimos las cuestiones en función de sus proyecciones futuras, dejando de lado la trayectoria personal o institucional, como si renunciáramos a extraer del pasado una lección para el presente. Algunos incluso afirman que el dicho de “la historia es maestra de vida” es una falacia, casi un disparate arcaico. Por lo tanto, debemos repensar y formular nuevos cánones que estén en sintonía con las realidades del siglo XXI. Este es uno de los objetivos de esta propuesta: reformular nuevos cánones para el funcionamiento y la administración de las escuelas en su nuevo papel, de acuerdo con las pautas establecidas por el Código Civil y Comercial de Argentina.