Dormitorio morisco en el
Alcázar de Valencia. A la derecha del espectador una cama, junto al
proscenio; a la izquierda una ventana con celosías y cortinajes.
Puerta grande en el fondo y otras pequeñas a los lados.
ESCENA I
ZULIMA, ADEL; JUAN DIEGO
MARSILLA, adormecido en la cama: sobre ella un lienzo con letras de
sangre.
ZULIMA
No vuelve en sí.
ADEL
Todavía
tardará mucho en volver.
ZULIMA
Fuerte el narcótico ha
sido.
ADEL
Poco ha se lo administré.
Dígnate de oír, señora,
la voz de un súbdito fiel,
que orillas de un
precipicio
te ve colocar el pie.
ZULIMA
Si disuadirme pretendes,
no te fatigues, Adel.
Partir de Valencia quiero,
y hoy, hoy mismo partiré.
ADEL
¿Con ese cautivo?
ZULIMA
Tú
me has de acompañar con él.
ADEL
¿Así al esposo abandonas?
¡Un amir, señora, un rey!
ZULIMA
Ese rey, al ser mi esposo,
me prometió no tener
otra consorte que yo.
¿Lo ha cumplido? Ya lo ves.
A traerme una rival
marchó de Valencia ayer.
Libre a la nueva sultana
mi puesto le dejaré.
ADEL
Considera...
ZULIMA
Está resuelto.
El renegado Zaén,
el que aterra la comarca
de Albarracín y Teruel,
llamado por mí ha venido,
y tiene ya en su poder
casi todo lo que yo
de mis padres heredé,
que es demás para vivir
con opulencia los tres.
De la alcazaba saldremos
a poco de anochecer.
ADEL
Y ese cautivo, señora,
¿te ama? ¿Sabes tú quién
es?
ZULIMA
Es noble, es valiente, en
una
mazmorra iba a perecer
de enfermedad y de pena,
de frío, de hambre y de
sed:
yo le doy la libertad,
riquezas, mi mano; ¿quién
rehúsa estos dones? ¡Oh!
si ofendiera mi altivez
con una repulsa, caro
le costara su desdén
conmigo. Tiempo hace ya
que este acero emponzoñé,
furiosa contra mi aleve
consorte Zeit Abenzeit:
quien es capaz de vengarse
en el príncipe, también
escarmentara al esclavo
como fuera menester.
ADEL
¿Qué habrá escrito en ese
lienzo
con su sangre? Yo no sé
leer en su idioma; pero
puedo llamar a cualquier
cautivo...
ZULIMA
Él nos lo dirá,
yo se lo preguntaré.
ADEL
¿No fuera mejor hablarle
yo primero, tú después?
ZULIMA
Le voy a ocultar mi nombre:
ser Zoraida fingiré,
hija de Merván.
ADEL
¡Merván!
¿Sabes que ese hombre sin
ley
conspira contra el amir?
ZULIMA
A él le toca defender
su trono, en vez de
ocuparse,
contra la jurada fe,
en devaneos que un día
lugar a su ruina den.
Mas Ramiro no recobra
los sentidos: buscaré
un espíritu a propósito...
(Vase.)
ESCENA II
OSMÍN, por una puerta lateral;
ADEL, MARSILLA.
OSMÍN
¿Se fue Zulima?
ADEL
Se fue.
Tú nos habrás acechado.
OSMÍN
He cumplido mi deber.
Al ausentarse el amir
con este encargo quedé.
Es más cauto nuestro dueño
que esa liviana mujer.
El lienzo escrito con
sangre
¿dónde está?
ADEL
Allí.
(Señalando la cama.)OSMÍN
Venga.
ADEL
Ten.
(Le da el lienzo y OSMÍN
lee.)Mira sí es que dice, ya
que tú lo sabes leer,
dónde lo pudo escribir;
porque en el encierro aquel
apenas penetra nunca
rayo de luz: verdad es
que rotas esta mañana
puerta y cadenas hallé:
debió, después de
romperlas,
el subterráneo correr,
y hallando el lienzo...
OSMÍN
(Asombrado de lo que ha
leído.)¡Es posible!
ADEL
¿Qué cosa?
OSMÍN
¡Oh vasallo infiel!
Avisar al rey es fuerza,
y al pérfido sorprender.
ADEL
¿Es este el pérfido?
(Señalando a MARSILLA.)
OSMÍN
No
ese noble aragonés
hoy el salvador será
de Valencia y de su rey.
ADEL
Zulima viene.
OSMÍN
Silencio
con ella, y al punto ve
a buscarme.
(Vase.) ADEL
Norabuena.
Así me harás la merced
de explicarme lo que pasa.
ESCENA III
ZULIMA, ADEL, MARSILLA.
ZULIMA
Déjame sola.
ADEL
Está bien.
(Vase.)
ESCENA IV
ZULIMA, MARSILLA.
ZULIMA
Su pecho empieza a latir
más fuerte; así que
perciba...
(Aplícale un pomito a la nariz.)
MARSILLA
¡Ah!
ZULIMA
Volvió.
MARSILLA
(Incorporándose.)¡Qué luz tan
viva!
No la puedo resistir.
ZULIMA
(Corriendo las cortinas de la
ventana.) De aquella horrible mansión
está a las tinieblas hecho.
MARSILLA
No es esto piedra, es un
lecho.
¿Qué ha sido de mi prisión?
ZULIMA
Mira este albergue
despacio,
y abre el corazón al gozo.
MARSILLA
¡Señora!...
(Reparando en ella.) ZULIMA
Tu calabozo
se ha convertido en
palacio.
MARSILLA
Di (porque yo no me explico
milagro tal), di, ¿qué es
esto?
ZULIMA
Que eras esclavo, y que
presto
vas a verte libre y rico.
MARSILLA
¡Libre! ¡Oh divina
clemencia!
Y ¿a quién debo tal favor?
ZULIMA
¿Quién puede hacerle mejor
que la reina de Valencia?
Zulima te proporciona
la sorpresa que te embarga
dulcemente; ella me encarga
que cuide de tu persona,
y desde hoy ningún afán
permitiré que te aflija.
MARSILLA
¿Eres?...
ZULIMA
Dama suya, hija
del valeroso Merván.
MARSILLA
¿De Merván?
(Aparte.)¡Ah!, ¡qué
recuerdo!
(Busca y recoge el
lienzo.)ZULIMA
¿Qué buscas tan azorado?
¿Ese lienzo ensangrentado?
MARSILLA
(Aparte.)Si ésta lo sabe, me
pierdo.
ZULIMA
¿Qué has escrito en él?