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"Mariposa Psique " es una colección poética que navega por las profundidades del amor y la pasión. A través de sus versos, el poeta ofrece un viaje introspectivo al corazón y el espíritu, explorando la intersección del deseo, la naturaleza y lo etéreo. Cada poema es un reflejo del alma que busca capturar la esencia del sentimiento humano en su forma más pura y vibrante.
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Seitenzahl: 61
Veröffentlichungsjahr: 2024
GABRIEL GONZALO ARMOA
Armoa, Gabriel GonzaloMariposa Psique / Gabriel Gonzalo Armoa. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5098-9
1. Poesía. I. Título.CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
INDÓMITA (Eres)
¡NO TEMAS!
TE MIRO
LA INSPIRACIÓN LUNAR DE MI MUSA
EN TU ISLA
DESTINADOS
NOCTURNO
TIEMPO PARA TI
LEONA
POR SIEMPRE (Mariposa psique Ѱ)
POEMAS Y LUNAS
MÁGICA (Ninfa)
SU EFECTO
EN SUS MUNDOS
CORAZÓN INDIVISIBLE
ANHELOS
PRESENCIA TEMPORAL
CICLO
SUSPIROS EN SUS ALAS
CONJUNCIÓN
EL CABALLERO DEL ALBA
ESENCIA
CONEXIONES
MARGINADA ILUSIÓN
UN AMOR
INCONMENSURABLE SER
CONTIGO
LO QUE PROVOCA
TU FUEGO (Estrella de Sirio)
AQUEL REFLEJO
SUEÑO REAL
TU OTOÑO FIEL
CAUTIVERIO
MISTERIOSA
ENCUENTRO
SUCESOS NATURALES
SIN APARIENCIA
TU BELLEZA
SIN FINAL
CON NUESTROS CUERPOS
NO SOY YO
TÚ EN MÍ (PARTE I)
TÚ EN MÍ (Parte II)
MI NUEVO VIENTO
ENTROPÍA
MI DON
CADA DÍA
EL QUE HABITA
EN MI SER
EL TRÁGICO
MI ESPECTRO
EL SOLITARIO
MISTAR
HAIKU I
HAIKU II
HAIKU III
HAIKU IV
HAIKU V
HAIKU VI
HAIKU VII
HAIKU VIII
Bella, de piel púrpura y sabor a uvas.
Tan dulce, empalagas a la primavera sin sol.
Desde lejos, tu lengua es un arcoíris lila;
un arco de gotas que forma besos mojados.
¡Encadenados! Llegan hasta mi boca perdida.
Así eres amando; con tu pecho de cielo morado.
Atrapando lunas errantes, tan dominante.
Entrecierras tus ojos e invocas a nuestras almas,
oníricas, encontradas.
¡Eres la pureza que sella las grietas
que formó mi ser!
Es maravilloso contarte lo que provoca en mi cuerpo
el pronunciar tu nombre celestial.
Si no cesa en mí pensarte, no imagino un final.
Destilas tu vestido con el aroma a vainillas
hechizando de amor, con tu seda translúcida
que delata tu lujuria debajo de tu vientre romántico.
Llenas un océano con tu flujo de placer.
Eres una llovizna de encanto
que cubre tu nación de flores y pájaros,
ya agitas la guerra de nuestros suspiros
nunca ajenos; eternos y desesperados.
Te alimentas de mis metáforas;
que te abrazan y embellecen,
que te dejan tan serena,
que te lloran con emoción, mil poemas.
Alma enamorada, sonrosada y amada.
Es tu corazón sísmico y de oleaje armónico
el que me atrae con su brisa de pasión.
¡Porque eres mi eterna inspiración!
De mi lujuria,
mi presa, no escapas;
¡devoro amor!
Yo aquí y allá,
soy el viento y el mar.
Te busco en tu bosque
con mis afiladas fauces,
bravía e insaciable.
Que se abre por ti;
¡ansía atraparte!
Cae la tierra,
más cae la lluvia atravesada,
por las flechas que salen
del reverso de mis versos.
Y se esgrime mi pecho,
y se hacen visibles
mis púas que te marcan.
Más que un cazador,
con el amanecer y el alma cálida,
con sed de tu ser.
Voy recogiendo tu rastro
con mi cuerpo lleno de redes;
me impregno con el aroma del fruto
que debajo de tu ombligo tienes.
Ya se transmuta intensa tu sombra en luz,
y el sol se derrite ante tus ojos.
Amada creación de mis deseos,
de mis anhelos, de mi vida.
¡Te devoraré los labios
y hasta los miedos,
muñeca de mis sueños!
Mas no temas,
que he de nutrir tu piel
con versos de miel.
Entendí el mensaje de tu mirada,
debajo del umbral consciente.
Tus pestañas alígeras
me dieron la señal romántica,
para que ya te bese.
No agaches tu cabeza
porque nuestra razón acecha.
De forma delicada y cortés,
déjame atender tu cuerpo
de natural belleza.
Musa que en mis sueños apareces,
inundas con tus nuevas estrellas
mi cosmos onírico.
De la comisura de tus labios
nace la galaxia de mis deseos.
Cada noche me encuentro inspirado
por tu solemne deidad,
y dedico mis poemas eternos
para que tu cuerpo sea el fuego
que derribe mi soledad.
Tu amor forma figuras armoniosas,
entre el caos de mi ser apasionado.
Soy tu amado,
y siempre me encontraré
fielmente a tu lado.
Oh, es mi amor iridiscente,
el que con su último vestigio sideral
llegó desde su incógnito lugar,
cayendo sobre tu isla desnuda,
iluminada por el faro de tu virginidad.
Tan pura ha guiado mi ser desaforado,
para que sean nuestros cuerpos amados
los que formen los huracanes
que inundan con placer
la tierra de nuestro ser.
Y en la tierra de nuestros sueños,
se entrelazan nuestras almas.
Solo habita la templanza y la armonía,
desde nuestras miradas destinadas
que brillan con sus colores
entre el límite de la realidad y la fantasía.
Y recorreremos las praderas,
y somos el viento que ondea
los pastizales con nuestros cuerpos;
llenos de pasión.
Un paraíso soñado
que Gea nos ha obsequiado;
encomendado para procrear más amor,
sin los límites de la razón.
En las noches, las incontables,
repito tu nombre,
haciéndolo parte de mis oraciones;
desgasto mis cuerdas
con mis ilusiones.
Porque me halla tu amor sin adiós
y mi calor te envuelve,
como un sol de emociones.
Mi lazo eternal,
tensa los resortes del reloj
que aligera nuestros latidos.
Visitadora de mis deseos ocultos;
encuentros nos atraen
como el vaivén de un péndulo.
Y sé que estarás aquí como antes,
orbitará tu cometa
con el sepia de los recuerdos;
traerá luz a mi pueblo triste.
Sabrá la otredad que a mi amor no lo puedes contener.
Nace de ti, de tu otra mitad;
se fuga con mis sentimientos a un plano espiritual.
Desde allí rozan nuestros labios, con gran fulgor;
se funden nuestras almas en la ruptura del espacio–tiempo
de nuestro portal.
Y los días se ralentizan
frente a nuestros impredecibles corazones
que dominan los hechos del destino obsoleto.
¡Mi blanca mujer de lunares como pupilas perdidas!
Repartiré besos sobre el mundo cada segundo,
con mil tormentas de pasión,
transformados en los poemas de cada nación.
Cuando te marchas,
mi ansia lujuriosa y atemporal te busca;
amorosa mujer de cabello azabache,
como el rizado universo que se aferra a mi pecho
exaltado de astros.
Tú eres la única que, en esta tierra,
anula la noción del tiempo.
Es inútil pensar en el final de nuestro inspirado amor;
con el gran engranaje que nos obsequia Cronos
para frenar el tiempo.
Una salvaje fiera
me observa con ternura cruel.
Su mirada me hiela
e inmoviliza mis pies.
Con sus giros de revés,
su extenuante presencia,
me acecha otra vez.
Me desvela en la eterna noche
con las impredecibles sensaciones
que provocan su cuerpo de pelaje dorado,
oh, reina de las estepas
de los aires apoderados.
Ardiente su cuerpo,
se vaporiza entre la gris niebla.
Aparece con gran fulgor,
bajo su noche de influencias.
Acorazado queda mi pecho,
y no escapo de su rugido
lleno de sentimientos.