Método experimental para principiantes - Federico Arana - E-Book

Método experimental para principiantes E-Book

Federico Arana

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Beschreibung

Ensayo que busca ser un punto de partida para quienes se inician en el estudio de las ciencias experimentales. Con un estilo ameno, el autor explica cómo se delimita el objeto de la investigación y se plantea una hipótesis, de qué forma se hace un diseño experimental y se realiza la investigación; cómo deben analizarse los resultados para obtener las conclusiones y elaborar un informe escrito.

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FEDERICO ARANA

Método experimental para principiantes

BIBLIOTECA UNIVERSITARIA DE BOLSILLO

Federico Arana

Método experimentalpara principiantes

Primera edición, 1975 Primera edición en el FCE, 2007Primera edición electrónica, 2014

Editor: MARTÍ SOLER Diseño de forro e interiores: LEÓN MUÑOZ SANTINI

D. R. © 2007, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F. Empresa certificada ISO 9001:2008

Comentarios:[email protected] Tel. (55) 5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

ISBN 9786071622471 (ePub)

Hecho en México - Made in Mexico

ÍNDICE

Agradecimientos

Nota preliminar

 

     I. Ciencia

    II. La adquisición de un método

   III. Primer experimento sobre transpiración

   IV. Segundo experimento sobre transpiración

    V. Tercer experimento sobre transpiración

   VI. El problema de definición

  VII. Concepto de medida

 VIII. Experimento testigo

   IX. Informe escrito

    X. Algunas sugerencias para principiantes

   XI. Ejercicios

 

Bibliografía

Referencias

Para María-Enea

(SAN SEBASTIÁN, ZUMAYA, PAMPLONA, HENDAYA, ECHEGARAY Y NUEVA YORK)

AGRADECIMIENTOS

Agradezco sinceramente las valiosas sugerencias de quienes se tomaron la molestia de revisar este trabajo: Henrique González Casanova, Carlos Gómez Figueroa, Elba Carrillo, Jimena Carretero y Gordón, Alberto Saracho, Rafael Velázquez, Rosalinda Rojano y Beatriz Montemayor, del Colegio de Ciencias y Humanidades; David Pantoja, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; Luz Teresa Millán, psicóloga; María Antonieta Gómez Belmont; Francisco Escobar de la Llata, Joaquín Bueno y Alfredo Martínez Guerrero, del Instituto de Biología de la UNAM; Aurora Díez-Canedo; Monique Mitastein y Patricia Fitzmaurice, de la Facultad de Psicología.

NOTA PRELIMINAR

Un buen método es aquel que reprime el espíritu sin ahogarlo.

CLAUDE BERNARD

 

Éste no es un libro de texto por cuanto que no abarca los contenidos de ningún curso. Se trata, más bien, de una obra de divulgación, punto de partida para quienes se inician en el estudio de las ciencias experimentales. Y esto obedece a una razón muy sencilla. En la escuela tradicional se han manejado dichas ciencias como colaterales de la repostería. De ahí la frecuencia con que estudiantes, maestros e incluso doctores en la ardua ordeña de instituciones burocráticas tengan la peligrosa idea de que hacer ciencia consiste en ponerse una bata blanca y realizar una serie de trabajos que, aunque teñidos de matices esotéricos, representan una actitud muy cercana a la del cocinero fiel a su libro de recetas.

Ojalá este trabajo sirva, al menos en mínima parte, para cambiar esa nefastísima actitud aunque, ciertamente, ello no sería suficiente para dejar de navegar a la deriva en el ancho mar del subdesarrollo científico.

Este libro lleva esbozadas algunas opiniones respecto a problemas aparentemente alejados del tema. No obstante, las he expuesto porque percibo la enorme importancia de los nexos interdisciplinarios y porque cabe pensar en que puedan ser ayuda para el análisis crítico no sólo de disciplinas, sino de ideas y doctrinas a las que, más o menos gratuitamente y con miras a hacerlas incontrovertibles, se les atribuye naturaleza científica.

I. CIENCIA

CIENCIA, según el diccionario, es “el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas”. O bien, “el conjunto sistematizado de conocimientos que constituyen un ramo del saber humano”. En verdad que estas definiciones nos pueden dar una idea más o menos aproximada de lo que es ciencia, pero no hay que olvidar, por un lado, que las definiciones pretenden fijar con precisión los límites de un concepto, cosa que rara vez consiguen; y, por el otro, que la naturaleza de la ciencia ha sido y sigue siendo motivo de grandes polémicas.1

Con todo, es importante señalar que, mientras la primera definición se centra en la certeza con que han de conocerse las cosas, la segunda parece inclinarse por la sistematización de los conocimientos. La astrología, por ejemplo, es una disciplina muy sistematizada, pero ha sido y es rechazada por la comunidad científica por cuanto no garantiza ninguna certeza en las predicciones realizadas en su nombre ni admite el estudio objetivo de las personas ni de sus actos. La física, en cambio, constituye un cuerpo de conocimientos universalmente aceptados —excepto quizá algunos temas de la moderna física teórica— con base en los cuales pueden formularse predicciones, así como conocer y controlar la naturaleza con una altísima probabilidad de acierto.

Sea como fuere, cualquier trabajo que implique cierta complejidad requiere de un método. Método es un modo ordenado de proceder para alcanzar un fin determinado. Si el lector recibe un látigo y una silla y se mete en una jaula con tigres y leones, lo más seguro es que se lo coman las fieras, ya que para ser domador es preciso conocer un método. De la misma forma, si se trata de realizar un trabajo científico hace falta tener un método: el método científico. Empero, estamos cayendo otra vez en terreno pantanoso, porque si nuestra meta general es que el lector sea capaz de aplicar un método adecuado para el trabajo en física, química, biología y psicología, o sea las ciencias experimentales, hemos de procurar no invadir el terreno de disciplinas que, como la matemática y la historia, no son experimentales.

En efecto, el estudio de la matemática representa una excepción a lo que suele llamarse ciencia por cuanto sus conceptos son, como dice Durkheim (1976) “[...] construidos por nosotros mismos y, para conocerlos, es suficiente mirar adentro de nosotros y analizar interiormente el proceso mental del que resultan”.

Por otra parte, la historia está, en rigor, muy lejos de alcanzar la categoría de ciencia, pues los fenómenos estudiados por ella son irrepetibles, inmensurables —no pueden medirse— y subjetivos. En cuanto a la subjetividad cabría señalar que los datos ofrecidos por la historia no son demasiado confiables, ya que a menudo han sido tergiversados por causas emotivas, mala intención, falta de indicios o simple irresponsabilidad.

A estas alturas del siglo podemos afirmar que Marx manejaba datos no del todo científicos cuando se arriesgó a predecir que los países industrializados (EUA, Inglaterra) serían los primeros en conocer la revolución proletaria. Bien dice Octavio Paz (1991) que la historia “[...] es imprevisible porque su agente, el hombre, es la indeterminación en persona”. Además, las variables involucradas en la dinámica de la historia son tan numerosas e intangibles que pretender conocerlas siquiera suena a mezcla de soberbia, petulancia e ingenuidad. Por idénticos motivos, es posible que la menos científica o la más “blanda” de las ciencias experimentales sea la psicología.

Así pues, tratándose del método empleado por físicos, químicos, biólogos y psicólogos es preferible hablar de método experimental o, en todo caso, de método científico experimental, mismo que cuenta, en términos generales, con los siguientes pasos:

 

1. Delimitar y simplificar el objeto de la investigación o problema

2. Plantear una hipótesis de trabajo

3. Elaborar un diseño experimental

4. Realizar la investigación

5. Analizar los resultados

6. Obtener conclusiones

7. Elaborar un informe escrito

 

Ahora podemos empezar a explicar en qué consiste cada uno de estos pasos. Facilitaremos la tarea utilizando una parábola, es decir, la narración de un suceso fingido del que se deduce, por comparación o similitud, una verdad importante o una enseñanza.

Pepito Godínez, por mal nombre el Krakatoa, vive en una casa de la colonia Jardines del Edén con sus padres, su abuelita, un hermano y una hermana, ambos mayores que él. Todos se encuentran preocupados porque el angelito tendría que haber regresado a casa a la 1:30 p.m. y el reloj marca las 3:30 p.m.

—Ay, Dios mío, ¿por qué no vendrá Pepito? —dice doña Lucha, la madre, hecha un manojo de nervios.

—Ese niño es un diablo —agrega la hermana—. Vamos a casa de mi madrina para que veas que no le faltan motivos para estar enojada con él. Le estropeó el piano vaciándole un litro de miel, y ahora no sirve ni para tocar “Los changuitos”. Además mordió al perro.

—Tengo un amigo psicólogo —dice el hermano—; si quieres podemos ir a hablarle para ver qué nos aconseja que hagamos con Pepito: lobotomía, destierro, internamiento...

—...excomunión, juicio sumario, trabajos forzados —añade el padre entre bromas y veras.

—En mis tiempos... —empieza a decir la abuelita.

—No hay tiempos que valgan —interrumpe la madre impaciente—, ni psicólogos, ni pianos llenos de miel. Lo importante es averiguar dónde está Pepito y traerlo a la casa, luego arreglaremos el resto de los problemas.

En este momento, la señora Godínez ha dado el primerpaso dentro del método experimental, al delimitar el objeto de la investigación o problema. Es obvio que ninguno de los otros familiares procedió adecuadamente. Sólo complicaron las cosas.

¿Qué pasó con Pepito? De haber salido a la calle y preguntado al primer desconocido dónde estaba su hijo, la señora Godínez estaría procediendo de una manera descabellada. Lo lógico es que ella y su familia, que son quienes mejor conocen a Pepito, opinen sobre su posible paradero. En otras palabras, ellos son los más indicados para plantear una hipótesis sobre el problema.

Si consideramos que una hipótesis es una suposición comprobable basada en ciertos indicios