Millas de entrenamiento: Ejercicio, deporte y salud - Hernán Aboitiz - E-Book

Millas de entrenamiento: Ejercicio, deporte y salud E-Book

Hernán Aboitiz

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Beschreibung

¿Alguna vez te imaginaste entrenar menos y evolucionar más? Mediante un estilo práctico, claro y eficiente, el autor intenta brindar las herramientas necesarias para una óptima evolución en el entrenamiento físico. Para ello, interactúa continuamente entre el rendimiento deportivo, aspectos preventivos y la salud.

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Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Aboitiz, Hernan

Millas de entrenamiento : ejercicio, deporte y salud / Hernan Aboitiz. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2021.

284 p. ; 21 x 14 cm.

ISBN 978-987-708-856-4

1. Deportes. 2. Salud. 3. Educación Física. I. Título.

CDD 796.077

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor.

Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidadde/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2021. Aboitiz, Hernan

© 2021. Tinta Libre Ediciones

Millas de entrenamientoEJERCICIO, DEPORTE Y SALUD

HERNÁN ABOITIZ

Índice

INTRODUCCIÓN

HISTORIA - 11

LA MISIÓN - 12

LA VISIÓN - 13

CAPÍTULO 1

LA INICIACIÓN

ENTRENAMIENTO DEPORTIVO - 15

LA INICIACIÓN DEPORTIVA - 18

LAS HABILIDADES MOTORAS - 21

EL ENTRENAMIENTO FÍSICO: FACTORES OCULTOS - 23

LA ECONOMIZACIÓN DE ESFUERZOS EN LAS CARRERAS - 25

CÓMO DETECTAR FUTUROS TALENTOS - 27

BIOMECÁNICA DEL DEPORTISTA - 30

ASPECTOS PARA TENER EN CUENTA EN EL PASO DE JUVENILES A PROFESIONALES - 32

CAPÍTULO 2

ENTRE SISTEMAS, CAPACIDADES Y CUALIDADES

BIOENERGÉTICA - 35

DIFERENCIA ENTRE CAPACIDADES CONDICIONALES Y COORDINATIVAS - 38

CORE - 40

LA IMPORTANCIA DE LA ZONA MEDIA - 44

LA COORDINACIÓN - 47

LA IMPORTANCIA DE LA PROPIOCEPCIÓN - 49

LA LATERALIDAD EN EL DEPORTISTA - 52

EJERCICIOS DE FUERZA: CLASIFICACIÓN - 55

PLANOS Y EJES - 58

LA EJERCITACIÓN DE LA FUERZA DURANTE LA INFANCIA - 59

FUERZA EXPLOSIVA - 62

EJERCICIOS DINÁMICOS - 65

LA ALTA INTENSIDAD Y LA RESISTENCIA AERÓBICA - 69

EJERCICIO INTERMITENTE Y ALTA INTENSIDAD EN EL DEPORTISTA - 71

LA FLEXIBILIDAD EN EL DEPORTISTA - 74

VELOCIDAD: ¿SE PUEDE MEJORAR? - 79

CAPÍTULO 3

Planificación

PLANIFICACIÓN DEPORTIVA - 81

ASPECTOS PARA CONSIDERAR ANTES DE LA PLANIFICACIÓN DEPORTIVA - 84

LAS CARGAS DE ENTRENAMIENTO - 87

MÉTODO ATR (PLANIFICACIÓN) - 90

PRETEMPORADA DE UN DEPORTISTA PROFESIONAL - 92

ENTRENAMIENTO FÍSICO-TÉCNICO - 96

MITAD DE TEMPORADA: REAJUSTE DEL ENTRENAMIENTO FÍSICO DEL DEPORTISTA - 98

PREPARACIÓN DE UNA TEMPORADA EN DEPORTES INDIVIDUALES - 101

ENTRENAMIENTO FÍSICO EN SEMANA DE COMPETENCIA - 103

ALTURA: EFECTOS Y ENTRENAMIENTO - 107

TENIS: PREPARACIÓN FÍSICA EN LAS DISTINTAS SUPERFICIES - 109

PREPARACIÓN FÍSICA EN GIMNASIO - 112

LA IMPORTANCIA DE LOS BRAZOS: SU ADECUADA EJERCITACIÓN - 116

Las piernas: el motor del deportista - 120

SUPERCOMPENSACIÓN EN EL DEPORTISTA - 122

ENTRENAMIENTO FÍSICO EN ADULTOS - 125

Gimnasio: ¿Hombres y mujeres se ejercitan de forma diferente? - 127

CAPÍTULO 4

EVALUACIONES Y MÉTODOS

Programa de evaluaciones correctivas - 129

CIRCUITOS DE ENTRENAMIENTO - 141

ENTRENAMIENTO FUNCIONAL - 144

TRX: TOTAL RESISTANCE BODY EXERCISE - 146

CAPÍTULO 5

PREVENCIÓN

PREVENCIÓN DE LESIONES - 151

ENTRADA EN CALOR Y ESTIRAMIENTO - 153

ASPECTOS PARA CONSIDERAR EN EL ENTRENAMIENTO - 156

CUIDADOS FÍSICO QUE EL DEPORTISTA TIENE QUE TENER EN CUENTA - 158

LA TERMORREGULACIÓN - 161

LA DESHIDRATACIÓN - 163

LA QUIROPRAXIA - 165

LA MOVILIDAD ARTICULAR - 167

MASAJE DEPORTIVO - 170

CAPÍTULO 6

ALIMENTACIÓN Y SUPLEMENTACIÓN

LA SUPLEMENTACIÓN EN EL DEPORTE - 173

LA CREATINA Y EL RENDIMIENTO - 176

COMPOSICIÓN CORPORAL - 178

LAS PROTEÍNAS - 181

LAS GRASAS - 183

LOS HIDRATOS DE CARBONO - 185

VITAMINAS, MINERALES Y OLIGOELEMENTOS - 187

EJERCICIO DE LA RESISTENCIA PARA LA OXIDACIÓN

DE ÁCIDOS GRASOS - 189

HORMONAS Y ENZIMAS EN EL METABOLISMO DE LOS LÍPIDOS - 191

CAPÍTULO 7

LESIONES

EL SISTEMA DE CADENAS MUSCULARES - 193

LA LESIÓN DEPORTIVA Y SU DESARROLLO - 196

CUÁNDO SE PRODUCE LA FATIGA - 198

CÓMO DETECTAR UNA LESIÓN EN COMPETENCIA - 200

SOBRECARGA MUSCULAR EN EL DEPORTISTA - 203

SOBREENTRENAMIENTO EN EL DEPORTISTA - 206

LA IMPORTANCIA DE LA PREVIA Y LA POSCOMPETENCIA - 209

LA FALSA PIERNA CORTA - 211

LESIONES EN EL MÚSCULO ISQUIOTIBIAL - 214

LESIONES COMUNES EN LA RODILLA DEL DEPORTISTA. CONSEJOS PRÁCTICOS - 216

LESIONES EN EL HOMBRO DEL DEPORTISTA. CONSEJOS PRÁCTICOS - 218

LESIONES COMUNES EN CODO Y MUÑECA. CONSEJOS PRÁCTICOS - 220

CAPÍTULO 8

DE ENTRENADORES Y LÍDERES

CUALIDADES DE UN ENTRENADOR - 223

CUESTIONES QUE LOS LÍDERES DEBEN TENER EN CUENTA - 226

EL ENTRENADOR Y EL GRUPO - 228

EL LENGUAJE CORPORAL - 230

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL - 232

MENTALIDAD DEL GANADOR - 234

PERIODIZACIÓN TÁCTICA Y ESTRATEGIA - 236

CAPÍTULO 9

ASPECTOS COGNITIVOS

EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Y PERIFÉRICO - 239

LA NEUROCIENCIA - 241

EL CEREBRO, LA CREATIVIDAD Y EL MOVIMIENTO - 243

PSICOLOGÍA DEL DEPORTE - 247

SOBRELLEVANDO LA ANSIEDAD - 250

ACTIVIDAD FÍSICA Y ENDORFINAS - 251

HÁBITOS DE CONDUCTA EN EL ENTRENAMIENTO Y LA COMPETENCIA - 253

ESTRÉS POSTEMPORADA - 256

LA MEDITACIÓN - 258

TÉCNICA DE RELAJACIÓN - 259

CAPÍTULO 10

DEPORTES. DATOS PRÁCTICOS Y NECESARIOS

GOLF - 263

FÚTBOL - 265

TENIS - 268

VÓLEY - 271

HOCKEY - 273

BÁSQUET - 275

HANDBALL O BALONMANO - 277

RUGBY - 279

BOXEO - 281

TRIATLÓN - 283

INTRODUCCIÓN

La idea del libro radica en transmitir las variables de entrenamiento que considero óptimas y adecuadas para el desarrollo condicional y psicomotriz a lo largo de las distintas etapas evolutivas, abarcando la niñez, la adolescencia y la adultez. Se abordará el entrenamiento y la actividad física desde el ámbito deportivo, pero, principalmente, de la salud. Consideraré al deporte y la actividad física como el vehículo fundamental para el bienestar físico cognitivo. Focalizaré sobre metodologías de entrenamiento direccionadas a extender la vida útil de las personas, ya sea dentro del deporte competitivo como de la actividad física recreativa.

HISTORIA

Toda historia tiene un comienzo; todos alguna vez fuimos principiantes buscando seguir un camino que nos guiara hacia nuestros objetivos.

Siempre afirmaré que lo más importante en toda historia es el “proceso”, el camino que transitamos hacia la meta. Todos vemos y destacamos los logros, los éxitos y los fracasos de las personas, pero son muy pocos los que ven y valoran el proceso.

En mi caso personal, siempre guiado por la pasión, con una conducta y voluntad inquebrantable, evité siempre la situación de confort y los caminos más simples, ya que creo que es la manera de fortalecernos para afrontar los lógicos contratiempos que existen en una carrera; en este caso, la de entrenador, una carrera con muchos momentos gratificantes y de disfrute diario… pero también con muchos momentos de frustración y desilusiones.

Mis herramientas siempre fueron, son y serán las mismas: la preparación, la dedicación, la apertura a aprender constantemente, guiado por la pasión, buscando siempre nuevos objetivos, que me brindaban plenitud… A mi entender, esa es la única manera de obtener tranquilidad cuando los resultados no son los esperados.

A partir de esto, llegamos a este sitio para compartir vivencias, experiencias de todo este proceso, intentando brindar conceptos y herramientas útiles para continuar en este camino, en esta carrera tan apasionante de ENTRENADOR DEPORTIVO.

LA MISIÓN

Nuestra misión es la estrella que nos guía día a día y que nos impulsa hacia adelante a partir de nuestros principios y valores que se reflejan en nuestra forma de pensar, hablar y comportarnos.

En lo personal, mi misión es colaborar a que las personas, los deportistas, los entrenadores, rompan sus limitaciones y puedan encontrar, experimentar y disfrutar de sus pasiones… como lo hago yo.

Desde mi lugar, siempre brindaré conceptos, herramientas y experiencias para poder lograrlo.

LA VISIÓN

La visión está guiada por nuestros sueños y deseos y es lo que le permite a la gente común conseguir resultados extraordinarios.

A partir de nuestra visión, nuestro cerebro y nuestra imaginación funcionan a niveles impensados frente a los obstáculos que se presentan en el camino.

Nos eleva, y confiamos en nuestros talentos sin detenernos en las dificultades y sin recordar permanentemente las frustraciones.

Generando hábitos y transformando los problemas en desafíos, considero que esta es la manera de evolucionar y acercarnos a nuestros sueños.

Figura 1: Centro Olímpico Haixia, Fujian, China

CAPÍTULO 1

LA INICIACIÓN

ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

Definiremos entrenamiento como el proceso donde se planifican estrategias que se operan a partir de actividades.

Entendemos que la planificación no asegura ganar, nada asegura el triunfo. Sin embargo, una planificación adecuada sí nos proporcionara un incremento en el rendimiento. Para que esto suceda, los entrenadores debemos analizar y encontrar las mejores estrategias para ese deportista o grupo en cuestión, con el fin de llegar al objetivo previsto.

A partir de una planificación adecuada, podemos arribar al rendimiento óptimo, que manifiesta el mejor nivel por lograr a determinada edad (por ejemplo, en la etapa de juveniles), y luego evolucionar hacia el rendimiento máximo, considerado como el mejor nivel que puede lograr el deportista durante el transcurso de su carrera, es decir, su techo.

Existe en general una edad en la que el deportista registra mayores posibilidades de llegar a su rendimiento máximo. Este momento difiere en relación con los distintos deportes.

Por ejemplo, en el vóley, en torno a los 25 o 26 años, el jugador encuentra una madurez general que le permite desarrollarse al máximo, en las capacidades y cualidades requeridas por dicha disciplina.

Sin embargo, para que se manifiesten estas condiciones, deberá establecerse un proceso continuo de trabajo en las distintas capacidades, tanto psíquicas, condicionales, tácticas y técnicas.

En referencia a estos conceptos, puedo sintetizar lo siguiente:

La capacidad psíquica: está basada en la motivación, activación, visualización, concentración y creatividad.

La capacidad condicional: está basada en la fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad. Estas se retroalimentarán junto con las cualidades motrices.

La capacidad táctica: está basada en la rápida y eficiente percepción y respuesta a las situaciones emergentes.

La capacidad técnica: está basada en la operación a partir de las habilidades innatas y adquiridas. Se asocia también a la coordinación.

Debemos destacar que no todos los deportistas parten desde la misma base por cuestiones innatas (ya sea talento, actitud, capacidades orgánicas) o por circunstancias del entorno sociocultural (ya sea por familiares, amigos, entrenadores).

En cuanto a los estados de entrenamiento, a manera de ejemplo, el niño, a partir de la escuela, adquiere un estado armónico (serían cinco puntos); si continúa entrenando en un club, adquiere lo que se denomina estado de condición (serían siete puntos); luego, sobre este último, se monta el denominado estado de forma (serían diez puntos), considerado el ideal, el máximo. Sin embargo, este se logra mantener durante un breve lapso de tiempo. Se adquiere habitualmente luego de periodos de pretemporada a partir de una óptima planificación, que debe coincidir con el momento de la competencia, y luego necesita periodos de intensificación y ajuste.

También debemos entender que determinados deportistas en su estado de condición, por cuestiones naturales, sobrepasan el estado de forma de otros deportistas.

Podemos clasificar brevemente al entrenamiento de las siguientes formas:

Científico: cuando aplicamos lo establecido por la ciencia.Pedagógico: en su función educativa, desarrolla al ser humano.Sistemático: todo guarda una lógica, se trabaja todo en conjunto.Integrado: genera evolución en el ser humano en sus diferentes funciones y sistemas (salud, trabajo, deporte).Preparatorio: incrementa el rendimiento competitivo.

A modo personal, como entrenador físico, considero que el entrenamiento físico deportivo debe desarrollarse a partir de los mínimos volúmenes posibles con los que se logre incrementar el rendimiento de nuestro deportista. Lógicamente, para abordar este objetivo, se necesita experiencia, conocimiento y planificación adecuada, como también centrarnos principalmente en ejercitaciones de alta calidad. Esto significa establecer eficiencia en nuestro trabajo y así evitar situaciones de saturación emocional (en etapas infanto-juveniles) y de sobreentrenamiento (en alta competencia). Especialmente se trata de brindar calidad de vida útil deportiva a nuestro atleta una vez finalizada su etapa de alto rendimiento, para que pueda desempeñarse saludablemente en el deporte y la actividad física luego de estas etapas.

LA INICIACIÓN DEPORTIVA

Podemos definirla como el conjunto de acciones sistematizadas que se desarrollan con la idea, en el futuro, de arribar al deporte de alto rendimiento competitivo.

El objetivo de este proceso es promover al futuro deportista de forma idónea y equilibrada sin enfocarnos en el rendimiento ni en los resultados y promover el juego como principal vehículo de desarrollo durante estas etapas. Debemos entender que la mayoría de los niños que se inician en la actividad física no llegan a un nivel de alto rendimiento.

Las razones son variadas. Hace tiempo, se enfatizaba en el ingreso del niño rápidamente a un deporte, lo que provocaba comúnmente el cansancio de este y, por ende, el abandono prematuro y la no continuidad en el deporte, debido a causas emocionales y psicológicas vinculadas a la saturación y al aburrimiento.

Luego, emerge la idea de una aparición temprana en el deporte, pero como un abanico de posibilidades, es decir, practicar distintos deportes, de todo un poco.

Pero cuál sería el momento ideal para iniciarse en la actividad deportiva es la pregunta frecuente que ronda en la mayoría de los padres…

Esto va a depender de diversos factores, que pueden ser culturales, sociales, familiares, madurativos, entre otros.

Lo que personalmente recomiendo es practicar deportes variados hasta los periodos de inicios de la pubertad (12, 13 o 14 años), las diversas técnicas y gestos motrices de cada deporte le van a brindar al niño un caudal motriz ideal y necesario para su futuro, sumando a esto el estímulo y la motivación por la diversidad de las actividades, y no la participación repetitiva, monótona, ejercida de manera precoz dentro de una única disciplina.

Como mencioné en un inicio, un factor trascendental en este periodo es el factor lúdico, el juego, la diversión. Debemos tener en cuenta que no todos los contenidos que el profesor enseña el niño los aprende. Tenemos que entender que el niño, en estas etapas, adquiere y asimila mucho más por parte del juego en sí que del profesor; por lo tanto, permitir innovar, explorar y estimular la creatividad será sumamente producente para estos inicios.

Debemos garantizar el aprendizaje a partir de la participación continua, de todos, y centrarnos en que nadie se sienta incompetente. Todo debe girar a partir de la práctica, la intervención, la motivación y la creatividad.

Debemos ser conscientes en prestar atención a las fases sensibles, momentos donde la capacidad (por ejemplo, la fuerza, la resistencia…) evoluciona más allá del estímulo desarrollado. Sin embargo, si aprovechamos ese momento para brindar estímulos adecuados, los resultados se incrementarán notablemente.

Hay dos momentos importantes en la adquisición de habilidades.

4/5 años: el cuerpo es armónico, tienen facilidad de aprender imitando. Son bastante coordinados y aprenden con rapidez. Si todo gira en torno al juego, los niños no se aburren nunca.9/10 años: surgen los denominados minideportes, comienzan a comprender y respetar las reglas, va desapareciendo el egocentrismo característico de la niñez, mientras que emerge la inteligencia motriz.

Figura 2: Iniciación deportiva

LAS HABILIDADES MOTORAS

Las habilidades motoras son acciones capaces de ser aprendidas y modificadas por medio de la genética con la que nacemos (filogenética).

Motrizmente, el niño aprende hasta los 5 años; luego comenzará a combinar y perfeccionar todo lo adquirido. Estos cinco primeros años tienen el valor de una vida entera en cuanto a motricidad. Debemos permitir que exploren, que investiguen, es decir, no brindarles todas las opciones y soluciones, sino guiarlos mediante diferentes variables, proponerles saltar, correr o lanzar de distintas formas.

Las habilidades motoras básicas generalmente durarán hasta los 5 años, edad cuando comienzan a combinar y surgen precisamente las habilidades motoras combinadas; por ejemplo, saltar y correr, correr y lanzar, luego correr, saltar y lanzar.

Luego, entrando en la faz sensible, entre los 8 y 10 años, aparecerán las habilidades motrices específicas. Aquí ya involucran técnicas de algunos deportes; también es el caso de la danza. Lógicamente, transitar exitosamente de una etapa a la otra será consecuencia de la práctica y los estímulos a los que estén expuestos los niños.

Debemos mencionar también que existe un componente madurativo muy importante, en el cual en muchas ocasiones la edad cronológica no coincide con la edad madurativa. No debe entenderse esto como un inconveniente mayor, sino como algo normal y frecuente que requiere de atención, idoneidad y paciencia tanto por parte de profesores como de los padres y los niños.

La práctica y los estímulos motrices en cada una de las etapas serán fundamentales al momento de llegar a edades de adolescencia sin mayores inconvenientes motrices.

Estas etapas permitirán ir puliendo las cualidades coordinativas del niño, entendidas como la capacidad motriz que determina la habilidad.

La coordinación significa sencillamente adaptar, acomodar mi propia acción al estímulo externo. Percibo, decido y ejecuto: en cada individuo, sigue el mismo proceso de desarrollo. La diferencia surge a partir de la velocidad, la exactitud y la movilidad que le imprimimos al gesto, todo esto ligado directamente al proceso receptivo previo experimentado durante las primeras edades de la infancia.

Si bien las habilidades se siguen construyendo siempre, comúnmente podemos observar diversas falencias en cuanto a desplazamientos, percepciones, movimientos y gestos que no se encuentran afianzados en edades de adolescencia o incluso en la adultez. La razón principal aquí son los déficits acarreados desde la infancia y la insuficiencia de estímulos motrices dentro de los procesos de aprendizaje en edades tempranas. ¿Podemos aprender a andar en bicicleta a los 40 años? Sí, perfectamente… Sin embargo, dicha habilidad nunca será comparable con la posibilidad de haberla adquirido a los 4, 5 o 6 años. Cada etapa debe respetarse y estimularse para una óptima evolución y desarrollo motriz.

EL ENTRENAMIENTO FÍSICO: FACTORES OCULTOS

Considerando, sin lugar a dudas, al entrenamiento físico como un factor de suma relevancia en el rendimiento deportivo de una persona no solo en la alta competencia, sino en las distintas etapas de desarrollo, debemos tener presentes aquellas cualidades motrices que determinan el óptimo desempeño a partir de las capacidades condicionales.

Si hablamos de entrenamiento físico, lo primero que imaginamos como aspectos centrales para trabajar son las distintas capacidades condicionales, es decir, la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad. Lógicamente, estos son los protagonistas principales de la película, los más conocidos, imprescindibles al momento de garantizar un eficiente rendimiento deportivo.

Sin embargo, existen cualidades más profundas aún para desarrollar previamente, que, a partir de su ejercitación, colaborarán estrechamente con dichas capacidades condicionales, en el afán de alcanzar un óptimo desarrollo.

Estas cualidades para desarrollar son la propiocepción, la estabilidad, la movilidad articular, el balance, el equilibrio dinámico, la estabilidad rotacional y la ejercitación postural miotensiva. A dichas cualidades y su implicancia en el rendimiento las iré detallando durante el transcurso del libro.

En muy común que estos aspectos no sean reconocidos o no sean tenidos en cuenta, de tal manera que las distintas cadenas musculares no logran establecer una eficiente sincronización en su accionar. Por lo tanto, las ejercitaciones sobre las capacidades condicionales, más allá del volumen y la cantidad de estímulos desarrollados, no resultan eficientes y no obtienen los resultados esperados, dada la omisión de los trabajos primarios con estas cualidades motrices.

Aconsejo desarrollar las ejercitaciones sobre las cualidades primarias con cierta continuidad desde la infancia hasta etapas de alto rendimiento deportivo; lógicamente, en la infancia siempre se abordarán a partir de situaciones lúdicas, de juegos individuales y en grupos, involucrando paulatinamente reglas, situaciones y elementos del deporte en cuestión.

Una vez afianzado el niño en dichas cualidades, ingresará en una situación óptima al desarrollo de la fuerza, la resistencia y la velocidad, que deberá coincidir con la etapa prepuberal, es decir, en el ingreso a la pubertad, donde desarrolla cambios hormonales y enzimáticos necesarios para el mejoramiento de estas capacidades condicionales.

Por lo tanto, resulta imprescindible el estímulo de la propiocepción, la estabilidad, la movilidad, el balance, el equilibrio dinámico, la estabilidad rotacional y la ejercitación miotensiva (siempre) para luego sí estimular la fuerza, la velocidad, la resistencia y la flexibilidad. De esta manera, se logrará un gran fortalecimiento estructural, una adecuada sincronización de las cadenas musculares, simplificando movimientos a partir de un accionar económico de esfuerzos, favoreciendo la rápida utilización de la energía obtenida de la superficie en las carreras y gestos físico-técnicos y disminuyendo de gran forma las lesiones articulares y miotendinosas, entre otros tantos beneficios.

Siempre es importante recordar que las deficiencias en el estado físico del deportista atentan directamente contra el óptimo desarrollo de la técnica, la táctica y el aspecto psíquico y emocional de este durante la competencia.

LA ECONOMIZACIÓN DE ESFUERZOS EN LAS CARRERAS

El entrenamiento, la actividad física y el deporte, sin dudas, brindan infinidades de beneficios a nuestra salud, entre los que se puede destacar desde el acondicionamiento cardiovascular hasta la liberación de endorfinas, lo que nos otorga sensaciones de placer y felicidad.

Sin embargo, también debemos considerar los aspectos desfavorables del entrenamiento, especialmente cuando este se realiza de manera continua a lo largo de los años.

En las distintas disciplinas deportivas, como hemos mencionado, los patrones de movimiento se repiten constantemente durante años, lo que produce vicios posturales que van limitando el rendimiento hasta provocar impedimentos o inhibiciones en su desarrollo. Las sobretensiones son compensadas constantemente durante el transcurso del tiempo; sin embargo, estas llegan a un punto de una lógica saturación.

Debemos considerar con atención deportes donde se desarrollan repetidas y múltiples carreras, como el atletismo, el fútbol, el rugby, el hockey o el handball (deportes en los cuales se acumulan o se recorren muchos kilómetros de distancia).

Los métodos de entrenamiento de repetición constante de carreras guían al desarrollo de impactos repetitivos sobre las articulaciones de la cadera, rodilla y tobillo, como así también tensionan, por ejemplo, la planta del pie a partir del sobreesfuerzo del tendón de la fascia plantar y todos los inconvenientes que esta problemática acarrea.

También considero que el continuo desarrollo de carreras hacia adelante, hacia el frente, estimula continuamente las “mismas” señales nerviosas que viajan por los “mismos” canales, por las “mismas” vías nerviosas, con lo que se desarrolla de esta manera una fatiga central, la cual podría ser retrasada en el tiempo.

Pero ¿cómo retrasaríamos esa fatiga nerviosa central? Es simple: ejecutando carreras en distintos planos, es decir, hacia los laterales, retrocesos y diagonales, lógicamente respetando los movimientos adecuados para dichos desplazamientos.

Las consecuencias de este proceso resultan fantásticas:

En principio, economizaremos esfuerzos, ya que se omiten movimientos, como por ejemplo, giros que solemos utilizar al correr para colocarnos siempre de frente. Con menos movimientos, llegaremos anticipadamente al objetivo (por ejemplo, en tenis, trasladarnos lateralizando hacia el sector derecho para ejecutar un drive).La segunda ventaja es que, al desarrollar menos movimientos, lógicamente nos cansamos menos, reducimos los niveles de fatiga. El hecho de desarrollar carreras en distintos planos obliga al cerebro a enviar señales nerviosas por distintas vías, lo cual permite brindarles un descanso a las estructuras nerviosas que suelen ser superutilizadas (por ejemplo, al desplazarnos continuamente hacia adelante).En tercer lugar, extenderemos la vida útil dentro del deporte, de la actividad física, ya que las articulaciones no sufrirán de la misma manera al momento de efectuar carreras en distintos planos. A manera de ejemplo, los impactos en la cadera generarán distintas consecuencias si corremos siempre hacia adelante o si variamos las carreras con lateralizaciones, diagonales y retrocesos.

A partir del desarrollo de estas técnicas de carrera, se evolucionará a nivel deportivo en la ejecución de aceleraciones adecuadas que brindarán un óptimo enriquecimiento motriz, economizando esfuerzos, retrasando el cansancio y extendiendo la vida útil física deportiva.

CÓMO DETECTAR FUTUROS TALENTOS

Si bien la estimulación motriz y la práctica de actividades físicas durante la infancia pueden ir desarrollando un futuro deportista, mucho tiene que ver el papel de los tutores (papá, mamá, etc.) en el desarrollo de un posible futuro talento

El aspecto genético juega un papel fundamental en la gran mayoría de las ocasiones: se heredan ciertos factores por parte de padres deportistas, profesionales o amateurs; por ejemplo, el VO2 (consumo de oxígeno) es hereditario de la madre, por lo que aquellas madres que han realizado deporte seguramente le brindarán una buena genética deportiva a sus hijos.

Existen parámetros para destacar en cuanto a la visualización de un posible talento. Hay chicos atléticos, ciertas veces muy inquietos, que duermen poco y se levantan por la mañana con mucha energía, siempre con ganas de moverse, de entrenar y competir, que tienen un metabolismo muy equilibrado, algunos más sensibles al dolor (ya que, al ser tan coordinados, sus fibras musculares son más finas y sensibles): a este somatotipo se lo denomina mesomorfo y son características propias del deportista.

Sin duda, si se encuentran en un entorno adecuado, tanto social, afectivo y deportivo, para continuar con un desarrollo de entrenamiento, tendrán importantes posibilidades de competir en alto rendimiento

Como ya he mencionado, la estimulación motriz y la práctica de actividad física durante la infancia cumplen una función fundamental: este es el momento oportuno para desarrollar una coordinación adecuada, que mejorará en años posteriores, ya que, de esta manera, los déficits que surjan en cuanto a estímulos motrices que no se desarrollen durante la infancia ineludiblemente serán un obstáculo para enfrentar en años posteriores.

Siempre debemos destacar que, durante la niñez, se debe priorizar la práctica de diversas actividades y deportes de espíritu lúdico, y no encasillarse en un solo deporte, para generar un bagaje motriz que nutrirá el futuro de este posible deportista. A manera de ejemplo, si un niño solo centra su actividad en una disciplina como la natación durante la infancia, estará desarrollando y estimulando solo fibras de características lentas, en tanto que, en un futuro, durante la adolescencia, ante el posible deseo de competir en deportes acíclicos, como el tenis, básquet o fútbol, el haber desarrollado este tipo de fibras en la infancia, omitiendo de cierta manera un adecuado estímulo de fibras explosivas, generará ciertos inconvenientes en el desempeño de estas disciplinas. A partir de esta mención, no estoy oponiéndome al ejercicio de la natación, sino todo lo contrario: solo planteo que debemos acoplarla con otro tipo de actividades en las que desarrollemos y estimulemos las fibras de tipo FT2B (explosivas), que son imprescindibles en la práctica de la mayoría de los deportes.

En la actualidad, existe otro factor que, a mi entender, se deberá tener en cuenta al momento de la planificación de entrenamientos. Me refiero a la calidad del tejido conectivo del deportista, es decir, la calidad de sus músculos, tendones y ligamentos. La paridad e intensa competitividad en el deporte actual trae como consecuencia que, en los entrenamientos y competencias, se manifiesten exigencias físicas cada vez mayores con el fin de obtener réditos favorables en relación con los rivales. Hoy por hoy, las prestaciones físicas continúan elevándose en cuanto a intensidad y volumen; sin embargo, el tejido conectivo continúa siendo el mismo o aún peor por la alimentación deficiente muchas veces en cantidad y en calidad. Véase, por ejemplo, el creciente consumo de grasas hidrogenadas (de origen industrial), base de la elaboración de las llamadas comidas rápidas: estas grasas son aún más nocivas que las de origen animal y suelen ser consumidas especialmente por los niños.

Por lo tanto, si bien el factor genético, en todos sus aspectos, es sumamente importante en la formación deportiva, se deberán respetar los cuatros pilares fundamentales que se destacan en el deporte profesional:

Entrenamiento.Descanso.Alimentación.Suplementación.

Estos factores, llevados a cabo durante todo el proceso de desarrollo y dentro de un entorno de contención emocional y deportivo adecuado, posibilitarán el desempeño del deportista en el alto rendimiento.

BIOMECÁNICA DEL DEPORTISTA

El entendimiento, el estudio y el análisis de cómo los patrones de movimiento se desarrollan en los deportistas es un aspecto trascendental al momento de evolucionar en cuanto a los detalles.

La biomecánica estudia al deportista y analiza la eficiencia y la eficacia de su técnica. En principio, se toma en cuenta la posición anatómica normal, estática y luego se analiza el desarrollo de sus movimientos, las causas de dichos movimientos y las estructuras que participan en la obtención de estos.

A partir de este desglosamiento en el accionar motriz del deportista, se determinarán los patrones motores más convenientes para cada gesto deportivo motriz por realizar.

Aquí menciono cinco parámetros importantes para tener en cuenta al momento de analizar el movimiento de un atleta:

El balance: se refiere al equilibrio. Lo ideal será encontrar un término justo, no excesivo, ya que dificultará el movimiento rápido en la ejecución del gesto técnico necesario.La inercia: un deportista de mayor tamaño y peso contará con una mayor resistencia al iniciar un movimiento desde una situación inmóvil que uno de menor tamaño y peso. De aquí la importancia de las ejercitaciones motrices que estimulen la constante activación y aceleración, las cuales facilitarán este proceso.Oposición de fuerzas: cuando flexionamos y nos impulsamos con las piernas desde la superficie, se ejerce una fuerza opuesta, un efecto de rebote, y absorbemos la energía desde la misma superficie, la cual llega a la zona media del cuerpo, que actuará como fuente de transmisión (de aquí la importancia de su ejercitación), para luego finalizar con el gesto deportivo motriz. La técnica final necesaria se establece a partir del trabajo de las extremidades. Son los miembros periféricos (brazos o piernas) los que realizan el ajuste técnico final.Energía elástica: cuando se desarrolla el gesto motriz, se lleva a cabo un ciclo de estiramiento y acortamiento. La energía se almacena durante el tiempo de estiramiento y se recupera en el tiempo de contracción.Momento: es el producto de la fuerza que se imprime por la distancia entre el punto al que se imprime esa fuerza y la rotación del cuerpo.Coordinación: para que resulte efectivo todo lo anterior, debemos desarrollar un movimiento fluido desde su inicio en la superficie hasta el final de la acción motriz, para lograr mediante las cadenas de movimiento un funcionamiento armónico y equilibrado que permita llevar adelante un gesto técnico eficiente y eficaz.

Figura 3: Patrones de movimiento

ASPECTOS PARA TENER EN CUENTA EN EL PASO DE JUVENILES A PROFESIONALES

El entrenamiento físico en el deportista, como he mencionado, es un proceso que requiere continuidad, a partir de estímulos adecuados durante todas las etapas de la práctica deportiva, desde edades infantiles hasta profesionales.

Es común escuchar la trascendencia que se le otorga al trabajo físico respecto al alto rendimiento; sin embargo, ya sabemos que esto no es así: el entrenamiento es de vital importancia en todas las etapas de desarrollo. Justamente es durante la infancia donde la ejercitación motriz debe ser intensamente estimulada y debemos entender que todas las cualidades motrices que no se desarrollen y adquieran en esta etapa ya no podrán evolucionar ni asimilarse de la misma manera en años posteriores.

Los entrenadores debemos tener en cuenta que existen etapas óptimas de desarrollo de las diferentes capacidades motoras y estas etapas deberán ser respetadas con idoneidad. Si deseamos colaborar con el objetivo del futuro deportista en cuanto a un posible ingreso a la competencia profesional, la preparación física requiere de una presencia continua en las diferentes etapas, a través de conceptos claros, que le aporten al deportista los métodos y las herramientas necesarias para poder abordar las siguientes etapas sin mayores dificultades. De resultar esto, el deportista ingresará a la competencia de elite provisto de un bagaje de experiencia motriz que aportará muchísimo valor a su riqueza e integridad física.

Sin embargo, lógicamente, esto no le garantizara el éxito, ya que deberá contar, entre otras cosas, con el talento suficiente y la necesaria estabilidad y control emocional (con todo lo que este concepto implica) para, en principio, poder arribar y luego establecer una sólida continuidad como deportista profesional.

Lógicamente, el paso de deportista juvenil a profesional resulta algo complejo, situación que no todos los postulantes pueden llevar a cabo de igual manera, pues diferentes circunstancias resultan trascendentales en esta etapa. Es un momento del proceso de desarrollo en el cual se presentan múltiples cambios, no solo físicos, sino también, como mencioné, de índole emocional. El deportista deberá afrontar estos cambios y lograr sobrellevarlos. Para tal caso, es indispensable contar con la presencia y colaboración de un entorno familiar y afectivo y un equipo de trabajo que comprendan, estimulen y apoyen estas modificaciones; de lo contrario, la incertidumbre, la fragilidad y los temores acerca del futuro, que acompañan a la mayoría de los deportistas en esta etapa, obstruirán ese camino o dificultarán continuar en la búsqueda del objetivo deseado.

Los entrenadores debemos conocer estas etapas evolutivas y comprender que no todos los deportistas adquieren un desarrollo madurativo equitativo; por lo tanto, la preparación física deberá adecuarse a estas circunstancias. A manera de ejemplo, un deportista de 16 años cronológicos puede quizás tener 14 años y medio en cuanto a niveles fisiológicos. Esto puede comprobarse mediante estudios específicos. Sin embargo, estas desventajas no son consideradas al momento de la competencia y resulta lógico que así sea. Por tal motivo, en gran medida, deberá competir con deportistas de 16 años tanto de edad cronológica como fisiológica. De esta manera, las diferencias en las capacidades condicionales (fuerza, resistencia y velocidad) serán considerables.

En muchas oportunidades, el deportista arriba a la etapa profesional a partir de su talento innato. En esta, debe competir al más alto nivel sin situarse en igualdad de condiciones físicas, ya que su desarrollo madurativo no se lo permite al encontrarse incompleto. En estos momentos, generalmente el deportista se frustra y siente temor por haberse preparado de gran manera y por haber realizado una buena preparación y una óptima pretemporada.

Sin embargo, al tener que afrontar una competencia completa, es desbordado por la intensidad de esta y no la puede realizar.