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Multiplicidad de temas en cinco partes (Los juegos del tiempo, Permanencias entre brumas, La mística del noviciado, Conformación de la piedra y La causa peronista), independientes entre sí, mas remitiéndose a un título abarcador que aunque sintetiza una gesta popular, a su vez se ve expresado en resonancias y transmutaciones diversas en lo individual.
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Seitenzahl: 99
Veröffentlichungsjahr: 2016
roberto osvaldo luna
octubres, exilio y resurreccióN
Editorial Autores de Argentina
Luna, Roberto Osvaldo
Octubres, exilio y resurrección / Roberto Osvaldo Luna. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2016.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-711-655-7
1. Poesía. 2. Poesía Argentina. 3. Poética. I. Título.
CDD A861
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail:[email protected]
Diseño de portada: Justo Echeverría
Diseño de maquetado: Ines Rossano
Copyright © 2015, Roberto Osvaldo Luna
Email: [email protected]
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723.
A Elizabeth María Correa Camats
In memoriam
(sobrevolando en ese entonces,
estos poemas ocultos, hacia mi vida)
Indice
Los juegos del tiempo
Permanencias entre brumas
La mística del noviciado
Conformación de la piedra
La causa peronista
LOS JUEGOS DEL TIEMPO
LOS JUEGOS DEL TIEMPO
...Y protagonistas y hechos...
I
El tiempo
“aquí quedó tu juventud”
grita lejano.
La nostalgia
“así la acaricio”
dice calma.
El hombre
“qué viejo estoy”
se lamenta.
II
Ojos y fuente
(niñez)
dos alas lleva el vuelo.
Ojos y lágrima
(adolescencia)
trino desgajado.
Ojos y mar
(muerte y olvido)
un silencio cristalino.
Dijes
El tiempo es un orfebre
de lágrimas
fundidas por la vida
pregonero de desdichas
dictamina, oculta o niega
hoy la madrugada
es una cúpula de miedo indescifrable
a punto de rasgarse
mientras el silencio lame los confines
de su horizonte cerrado
(el tiempo
descarga sus desesperanzas).
La memoria
Entre apariencias de tiempo
la memoria
reencuentra al azar
las almas y los momentos
rompe quietud y puebla silencios
recorre signos de eternidad
hasta un resplandor del ensimismado ayer
sorprendiendo su rostro peregrino
en absoluta soledad.
Ante las transparencias
I
Preservar la jornada
ofrendarla pulida y bella
al propio ser
exaltación
en sus propiedades naturales
y sus fases resguardadas
en los mansos sentimientos...
II
Los días caen y el hombre los recoge distraído
pero puede suceder
que los días caigan con un estruendo
y el hombre se estremezca de miedo
que caigan afilados como un espejo
cortando la unidad del rostro y la imagen...
Un nombre quizás... ¿por qué, para qué?
La vida filtra los estados multiformes de una realidad
y los concentra en la conformación de otra realidad
(consumación de un juego de oposiciones y reacciones
de fatalidad y resistencia, de esperanzas y agonía)
en el punto preciso de esa transposición
pareciera que murieran los viejos sueños
o son los hechos que han moldeado
una réplica de sueños en retardo
(una nostalgia de sueños)
los hechos se debaten con ferocidad para no dejar de ser
en su realidad que se resquebraja inclemente
y los sueños que aguardan
se diluyen sin alcanzar su encarnación
(un rostro se refleja en los mil espejismos de otro rostro).
Las cosas de la vida
I
La vida
fue forjando los sentimientos
que develaran viejas palabras
que habrán resultado
profecías o amargas confesiones.
La vida
refleja sentimientos
que merodean viejas palabras
mutadas en extraños consuelos
tañido oculto de una campana en el ayer
ya sin campanero ni campanario.
La vida despoja y arrincona al hombre
aniquila fórmulas y ritos
enciende sentimientos atrapados en su corazón.
II
La vida se desgajó un eco
y yendo hacia un corazón
quebró un vértice de espejo
borró imágenes, extravió sentimientos:
el hombre llegó vacío
al tiempo de las caricias o del llanto
todas las añoranzas son sombras
todos los sueños
una luna fría de malos presagios
el desamparo vela un cuerpo.
Gestos de alba y lluvias
Los ritos
merodean la vida
buscando acertar sus claves
(que a veces)
se revierten en vivos sentimientos
sobre el hombre en gracia
ritos que pausan la ansiedad del tiempo
o ritos de los silencios y las pesadumbres
o latidos de ritos destruidos por el dolor
...la vida metáfora de la vida...
La cruz del tiempo
La memoria
guarda trazos
de misterio y de irrealidad
el olvido ha sellado
espacios nocturnos e imprecisos.
Gestos de la eternidad
(vienen)
el tiempo aprisiona a un hombre
en una encrucijada
y lo corona dios de los pesares.
Muecas de la muerte
(van).
Los silencios del olvido
subyacen y persisten
los rumores de la memoria
restituyen rostros y ternuras.
Las nomeolvides
I
La memoria ha dejado
ramilletes de ternura
abandonados
los seres han de disipar
los olvidos en su corazón
para reencontrar su fragancia.
II
Presencia de vida en el pasado
yace pero aún latiendo...
palabras, gestos
aunando al hombre a su ayer
cuerdas de la memoria
que al vibrar suenan tenues.
Los llamados
I
El pasado toca las claves
de sujeción del hombre
y cede empujado a la añoranza
sus formas lo aguardan
con un temblor y con presagios
con sones quejumbrosos de exilio
(con el misterio de la muerte
que rige su presencia perpetua
en trozos de vida encallados...).
II
El ayer y mi corazón son penumbras
aprisionando vidas como perennes flores
con sus tonalidades irrepetibles
su zumo, sus perfumes, sus caricias...
(la memoria tienta aproximaciones).
¿Qué pasó?
I
Quieta e irrefutable permanencia
el pasado: membrana sutil
entre sus ojos y los míos (aroma de rostros)
el tiempo: vacío y destemplado
sólo los huesos del ayer
desparramados.
II
El ayer persiste
existente o inexistente
aferrado
desde unas pocas reliquias de sí mismo
un signo
de los mil sueños
y de los mil ritos.
Las incógnitas
I
La memoria
abandona inconclusos los rostros
que volverían a sonreír, a envejecer...
los sentimientos
llaman una y otra vez
en el tiempo
para fijarse en el recuerdo
de quien debiera recogerlos
(las lunas del pasado
menguantes hacia el olvido).
II
La memoria navega con esfuerzo
al tiempo de sus imágenes vívidas
y el tiempo se distiende
como un gato enigmático
bajo una siesta eterna...
Distancias o nieblas
I
No hay poemas a tu regreso
vieja emoción
apenas vos misma rimando con lo fugaz
un estremecimiento de soledad
enraizada en sí misma...
de nada vale recordar si no es lo recordado
quien nos arrincona en sus encrucijadas
las palabras se repetirán como palpando
pero los sentimientos habrán callado.
II
Tímido asombro de ver
desteñidas las cosas
quieta antigüedad
sin nuestros ojos de ayer
las caricias laten a musgo
a nostalgia amarilla y atardecer.
Hay... ay!
Las tardes son viejas tardes
y hay aromas maduros
florecidos a destiempo
el son en retardo
de una puesta de sol
y hay trenzas y jazmines y cintas celestes
y hay brisas lentas calientes
y las tardes son viejas tardes
que mienten sus ocasos.
El breve paso de mi vida
Una luna gastada
un rostro inconcluso
(le falta muerte).
Has de segarnos
segador
con ímpetu alegre.
Mis ojos no verán
(puntos suspensivos
sobre la eternidad).
Tras el breve pasaje
I
La muerte
espera a nuestros sentidos
fría-rígida-silenciosa
la muerte
tiene párpados y fuentes
es florecimiento de eternidad.
II
La muerte deja abandonados
gestos sencillos
por las calles de sus seres
contraposición o continuidad
(que las absolutas características de la muerte fijaran)
de una flor recién regada con la eternidad.
III
Sin la mirada y sin los ojos
sin el hombre ya
sin su ayer ni su origen
la eternidad elabora su presencia
se distrae con las resurrecciones.
Eclipse
La muerte en su devenir
ilumina
tras el opaco vidrio del ayer
el recuerdo cuaja sus figuras
el templo del presente
se aterciopela en claroscuros
la eternidad enhebra estos juegos
de la muerte y el destino.
Mis rasgos de la pesadilla
I
El tiempo y las culpas
un mismo rostro
la soledad y el espejo
los remordimientos
muestran las mil muecas
prólogo del penúltimo rostro: el dolor
del último: la muerte.
II
La muerte escucha al alba
sus antiguos
(o apenas envejecidos)
alaridos
dolor:
donde nace el último eco...
desolación:
donde se apaga.
Mudez y clamor de lágrimas
I
Las súplicas se quiebran
en una muerte
que borra el rostro tierno y temeroso
de los días
y refleja en el dolor
la eternidad.
II
Las súplicas olvidadas
lunas muertas brisas frías
de un mar
que en el tiempo
muestra sus mareas
queriendo estallar un día
en una sola gran ola feroz
sobre la vida...
La despedida
I
Alguien dejó su corazón
sobre el puente dormido
sobre el río profundo
bajo un cielo en silencio
que sólo olvida
alguien
dejó su corazón.
II
Cenizas (espejitos velados
aliento quebradizo)
antes fuego, antes quietud, antes corazón.
Transmigración
Te condeno a que se refleje tu rostro
en el sol
que será un espejo y allí perecerá
hasta que se destroce el espejo
y tu rostro sea sólo un fragmento
que caerá y fecundará tu propia imagen.
PERMANENCIAS ENTRE BRUMAS
PERMANENCIAS ENTRE BRUMAS
Sones
Bandoneonista
I
Un bandoneón
templa la voz de la memoria
el musicante se hace pibe
sin besos ni caricias
confunde tiempos
se oculta y se reencuentra
en el rincón más desolado
donde la vida muestra
gastados presentimientos
de lágrimas ya derramadas
tardías profecías
de sueños incumplidos
(el bandoneonista forjaba su salvación
aferrado en caricias a las palabras del tango).
II
Dios: su eco
repitiéndose hasta conformar
el latido de un corazón
(el bandoneonista
como chapando la vida
con desesperanza y candor
entre la orquesta típica eternizada)
su desolación y Dios
se encuentran, se enternecen.
Sones
Guitarra
I
Pecho abierto con ecos de luna
guitarra: pozo cálido
ronda con seis huellas extendidas
seis brillos que laten, ni van ni vienen
tres ríos que se miran
tres sombras que no se tocan
un mar oculto.
II
Seis latidos
seis ecos y un silencio
la guitarra ya no suspira
se duermen abrazados los enamorados.
III
La guitarra tiene seis rumbos
y una incógnita
y un corazón que la devela
y una luna nueva
que desanda los caminos.
IV
La guitarra
va destrenzando el vuelo:
un sueño es la noche
un sueño es la sombra
dos ojos son un sueño
los párpados un eco al alba
tres sueños
son el silencio, el miedo y el olvido
luna herida
seis sueños la atrapan
(vuelo perpetuo).
V
La tarde erige
seis soles intensos y declina
cuatro sombras tenues y una desesperanza
dos cuerpos sumidos en su devoción y una jornada sin memoria
como un mal presagio que cae hacia la noche
una cruz y declina
(la guitarra esboza
en su cordaje inocente una tarde
que erige seis soles intensos...).
VI
Tres niños juegan, tres cruces duermen
aguardando
crepúsculo
ángel de tabaco y flor
hay un atardecer de escondidas
a pocas cuadras de la luna
un niño juega
a construir memoria
y esconderse tras ella
he soñado con pájaros
llevándose mi sueño
un entendimiento de juegos
silenciado
tres niños juegan, tres cruces duermen
aguardando
una guitarra quiebra su luna
y oscurece al silencio.
Relaciones
Un caso de tantos...
I
La piba de mi cuadra
que le rezaba al santito
de la buena racha
(era para los vecinos
como una hermanita buena
cortejaba a los parientes
con añoranzas y macetitas con plantas)
hizo de su soledad un adiós
con un perro en pena
y el amargo presentimiento
de una margarita deshojada.
II
El consuelo de un llanto para tanta pena
para los últimos momentos de una vida
el consuelo del propio llanto
lastimera soledad
no hubo piedad para su destino
los vestigios de sus días
olvidarán sus ojos
el simple y doméstico porvenir
apagará su mirada, aún...
Relaciones
Casi un mismo caso...
(Llueve y en su pena recuerda
que al son de otras lluvias
quiso ser feliz)
los sueños y el ayer encallaron
en las aguas opacas de sus ojos
su corazón acarició las alegrías
como a un perro abandonado
fue apenas un destino bueno
con aires de valsecito criollo
y lágrimas ante el espejo
una muerte
con suaves resonancias...
Relaciones
Lo dicho...
En la ventanita de su pieza
enmarcada en pose correcta
se veía virgencita en procesión
sostenida por cuatro galanes
precedida por una banda
musicando tibios valses
y por las miradas arrobadas
de los vecinos aureolada.
Relaciones
Entre tantos un caso más...
Es que ella es muy sentimental
con una marchita piedad
que guarda
y a veces desempolva para sí
y la espera cansada
por los sueños que no vuelven
como un perrito que también se fuera
y el luto perpetuo
por los parientes muertos.