Ordesa y altos valles de Cinca y Ara - Joaquín Guerrero Campo - E-Book

Ordesa y altos valles de Cinca y Ara E-Book

Joaquín Guerrero Campo

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Los altos valles de los ríos Cinca y Ara constituyen el área noroeste de la comarca de Sobrarbe, donde el Pirineo alcanza una de sus más altas cotas y de sus mayores atractivos. El área más conocida de estos valles es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un macizo montañoso en que la erosión de ríos y glaciares ha modelado algunos de los paisajes más bellos de la península, con profundos valles repletos de farallones y fajas que pueden recorrerse casi volando sobre el valle. Las rutas que propone este libro recorren el profundo cañón de Añisclo, el valle de Pineta, de fuerte desnivel, o el precioso valle de Ordesa, entre otros. Ocasión para enfilarse a miradores privilegiados o pasear por umbríos bosques de hayas, pinos y abetos, acompañados siempre por la música de fondo de los ríos que se desploman en un sinfín de cascadas. Además de sumergirse por los más bellos senderos de Ordesa, las excursiones de este libro recorren las faldas de las altas montañas pirenaicas, donde el paisaje se suaviza siguiendo el curso del río Ara, que serpentea entre alomadas montañas hasta desembocar en el Cinca, en Aínsa. De camino, pequeños pueblos marcados por el arte románico más austero, se aferran a las pendientes y vigilan ríos y senderos, mientras más abajo, Boltaña y Aínsa preservan las fiestas, las tradiciones y una fuerte identidad de valle y de comarca.

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Las mejores excursionesOrdesa y altos valles de Cinca y Ara

JOAQUÍN GUERRERO CAMPO

SUMARIO

ORDESA Y ALTOS VALLES DE CINCA Y ARA
Introducción
1 Bujaruelo y el valle de Otal
2 Por el fondo de Ordesa hasta el circo de Soaso y Cola de Caballo
3 Circos de Cotatuero y Carriata
4 Faja de Pelay (Senda de Cazadores)
5 Por el fondo del cañón de Añisclo
6 Por encima de Añisclo: de Sensa a las Sestrales
7 Escuaín, Los Mallos y la senda colgada
8 Los miradores de Revilla
9 Tella y sus ermitas
10 Pineta: prados y cascadas de La Larri
11 Pineta: al ibón de Marboré
12 Circo de Barrosa
PUEBLOS CON ENCANTO
TORLA
LINÁS Y FRAGEN
BROTO Y OTO
ASIN DE BROTO
YEBA Y LA SOLANA DE BURGASÉ
BOLTAÑA
AÍNSA
BESTUÉ Y PUÉRTOLAS
SAN VICENTE DE LABUERDA
BUERBA Y VIÓ
FANLO
DATOS ÚTILES | Dónde comer
DATOS ÚTILES | Dónde dormir

INTRODUCCIÓN

Los altos valles de los ríos Cinca y Ara constituyen el área noroeste de la comarca de Sobrarbe, donde el Pirineo alcanza una de sus más altas cotas y de sus mayores atractivos. En esta guía no se incluye el valle de Chistau, surcado por el río Cinqueta, ni tampoco la mitad sur de Sobrarbe, esto es, las tierras situadas al sur del río Ara, de la línea que une Fiscal con Boltaña y Aínsa.

El área más conocida de estos valles lo constituye el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un macizo montañoso calizo, delicia natural coronada por el pico de Monte Perdido, la más alta montaña caliza de Europa. Las masivas calizas del Parque Nacional, erosionadas durante millones de años por ríos y glaciares, han modelado algunos de los paisajes más bellos y extraordinarios de la Península Ibérica. Profundos valles repletos de farallones, fajas que de forma inverosímil pueden recorrerse casi volando sobre el valle. El profundo cañón de Añisclo, el valle de Pineta, de potentísimo desnivel y modelado por los glaciares, o el precioso valle de Ordesa, de impronta glacial y fluvial, sobrecogen al visitante. Por sus laderas se encaraman umbríos bosques mixtos, también de hayas, pinos o abetos, mientras que en el río rugen un sinfín de cascadas. Sin olvidar un complejo mundo subterráneo de simas, cuevas, surgencias y sumideros, como los del valle de Escuaín.

El profundo cañón de Añisclo, el valle de Pineta, de potentísimo desnivel y modelado por los glaciares, o el precioso valle de Ordesa, de impronta glacial y fluvial, sobrecogen al visitante

Tanto al este como al oeste del Parque Nacional, aparecen macizos graníticos con sus aureolas de rocas metamórficas. Al este los altos valles de Bielsa; al oeste, el macizo de Vignemale, en el alto valle de Bujaruelo. Valle que combina con gran belleza áreas calizas con rocas ígneas. Ambos valles tienen abundantes lagos o ibones en sus zonas altas y bellos entornos pirenaicos de prados, valles y montañas.

Al sur de las altas montañas pirenaicas, el paisaje se va suavizando poco a poco. El Ara atraviesa las alomadas montañas de turbiditas o flysch hasta alcanzar en Fiscal la depresión intrapirenaica, dirigiéndose por ella hacia el este hasta desembocar en el río Cinca en Aínsa. De la misma forma, el Cinca desciende hacia el sur, no sin antes rellenar varios embalses y horadar el bello desfiladero calizo de las Devotas.

Pequeños pueblos con encanto vigilan ríos y caminos o se encaraman a las laderas, mientras más abajo, Boltaña y Aínsa atesoran la capitalidad bicefálica de la comarca. En estas tierras, el arte románico más austero dejó una gran impronta cuando comenzaba la reconquista, mientras sus gentes han mantenido fiestas, folclore y tradiciones, así como una fuerte identidad de valle y de comarca.

Con todos estos valores, no es de extrañar que el turismo se haya multiplicado, con muchísimos alojamientos rurales para visitantes que buscan un acercamiento a la naturaleza y al mundo rural mediante el senderismo, la bicicleta de montaña, la escalada, los deportes acuáticos o el turismo cultural.

1 Bujaruelo y el valle de Otal

DISTANCIA: 13,7 kmDESNIVEL: 350 m.TIEMPO: 2 h de ascenso, 1 h 15 min descenso.RECORRIDO: ruta bien señalizada y de desnivel suave, con posibilidad de hacer extensiones.LLEGAR AL PUNTO DE INICIO: San Nicolás de Bujaruelo. Gmap

Véase mapa en Internet

Bujaruelo es un largo valle surcado por el río Ara. Se ubica fuera, pero junto al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido por lo que constituye una buena alternativa al renombrado valle de Ordesa, por ejemplo en momentos de cierre de acceso a Ordesa por mucha afluencia de visitantes. En su nacimiento y tramo más alto, el Ara discurre entre el macizo de Vignemale, conocido en esta zona como Comachibosa (3298 m) y el de Panticosa, ambos formados por granito y donde encontramos bastantes lagos o ibones. En la segunda mitad, a partir de Ordiso, discurre entre los macizos de Monte Perdido y Arañonera o Tendeñera, ambos calizos.

Unos 3 km encima de Torla, en el Puente de los Navarros, hay una barrera para control de vehículo privado a Ordesa, aquí surge a la izquierda una pista de tierra hacia este valle. Durante los primeros tres kilómetros, la pista discurre por el estrecho desfiladero de Bujaruelo o de los Navarros, que eleva sus paredes de caliza sobre nuestra ruta. Hacia los 3 km se alcanza el puente Nuevo o de Santa Elena y unos metros antes aparece –sólo si acaba de llover o estamos en época muy húmeda- la bella cascada conocida como salto de Carpín. Antes de atravesar el citado puente surge a la derecha una recomendable senda que continua río arriba hacia el norte. Sin apenas desnivel, junto al río y rodeado de bosques mixtos, alcanza en 1 h nuestro destino: el refugio de San Nicolás.

Varias excursiones arrancan en San Nicolás: puerto de Bujaruelo, ibon de Bernatuara, ibón de Lapazosa, Ordiso, alto valle del Ara y la que aquí se describe, el valle de Otal.

La pista apta para vehículos también permite alcanzar San Nicolás en 4 km desde el puente, tras pasar junto al camping de Bujaruelo. San Nicolás tiene albergue, bar, restaurante y zona de acampada, así como un precioso entorno, encerrado entre las paredes que descienden de Mondarruego y Gabieto y los preciosos prados con tejos, bojes y pinos entre los que discurre el río Ara.

Desde San Nicolás (1340 m de altitud) comenzamos por cruzar el bonito puente y tomamos la senda a la izquierda que discurre junto al río. Abandonamos con ello a la derecha el amplio camino que asciende al puerto de Bujaruelo en 3 h de dura ascensión con 920 m de desnivel. Y también a los ibones de Bernatuara y Lapazosa con desnivel similar y distantes 3h 15 min uno u otro.

Nosotros caminamos junto al río Ara, que en este tramo desciende mansamente entre prados y bojes, serbales de cazadores, mostajos, tejos y acebos. Sorprende ante todo la gran cantidad de tejos que encontramos en este sector del valle, ya que es un árbol que se presenta casi siempre aislado o en pequeños grupos.

A los 30 min alcanzamos una pista forestal que tomamos a la izquierda, cruzamos el río por el puente de Oncins y 150 m más abajo, en la fuente de la Femalla (1370 m), tomamos la pista de la derecha que nos llevará al valle de Otal.

Ascendemos en fuertes lazadas, entre prados y abundantes tejos y serbales. Enfrente de nuestra marcha, al noroeste, se encuentran los picos Asnerillo y Ordiso, de algo más de 2300 m, mientras que al norte y mucho más lejos, casi al final del valle del Ara, asoma el pico Vignemale (3300 m) cargado de nieve.

Terminado el ascenso, alcanzamos en 1 h 40 min, a 1615 m de altitud el comienzo del valle de Otal completamente llano y desarbolado, cubierto de pastos. Al fondo destaca la cima de Tendeñera (2853 m). En este momento nos encontramos en una morrena o depósito de piedras transportado por un glaciar, pero con la retirada de los hielos se convirtió en un lago que posteriormente se colmató por los sedimentos arrastrados por el río, el cual horadó la morrena abriéndose paso hasta desaparecer el lago. Se trata de un perfecto “valle colgado” sobre el valle principal, rasgo típico de la erosión glaciar, junto con su fondo llano y su perfil en forma de “U”.

En un recorrido completamente llano nos dirigimos río arriba, rodeados de pastos aprovechados por las vacas. Podremos encontrar flores de montaña de bellas formas como narcisos, campánulas, orquídeas, gencianas y acónitos, además es posible ver marmotas y rebecos.

En 2 h (1625 m) alcanzamos el final del valle llano, donde se encuentra una cabaña de pastores y, un poco más arriba, la pequeña cascada de La Paul (1670 m). Desde aquí regresaremos por la pista que hemos subido o tomando alguna corta senda a modo de alcorce en la fuerte subida, aunque en la penúltima revuelta de la pista antes de llegar a la fuente de la Femalla, tomamos senda a la derecha que nos lleva de forma más rápida a la pista principal y a San Nicolás en 3 h 15 min.

Desde la cabaña del final de los llanos de Otal, también podemos alargar mucho más esta ruta, ascendiendo fuertemente en lazadas por la ladera de la derecha, en dirección norte hasta el collado de Ordiso (2230 m, 2 h desde la cabaña de Otal) con preciosas panorámicas. Desde aquí, aparte de ascender opcionalmente a los picos de Asnerillo (2325 m), descenderemos en dirección norte entre prados hasta el fondo del valle de Ordiso hasta una cabaña. Ya junto al barranco descendemos más suavemente hacia el este hasta su confluencia en el Ara, que atravesaremos y tomaremos pista en descenso hasta San Nicolás. Este recorrido es mucho más exigente tanto en esfuerzo (6 h y 950 m de desnivel) como en experiencia, pues la senda no siempre es clara.

San Nicolás, un lugar con mucha historia

San Nicolás es hoy un refugio, pero también lo fue en el pasado. El antiguo paso transfronterizo de Bujaruelo permitía la comunicación de este valle con el de Gavarnie y se convirtió en uno de los pasos más frecuentes del centro de los Pirineos, al ser uno de los puertos más bajos. En el siglo XII se construyó un hospital (lo que hoy llamamos un refugio) por los monjes de San Benito, pasando más tarde a la Orden Hospitalaria de San Juan, que se encargaban de asistir a peregrinos compostelanos. Aquí pernoctaron también durante siglos comerciantes y pastores. Desde el siglo XVI se estableció un puesto fronterizo para control de personas y mercancías, al tiempo que surgían los contrabandistas, que perdurarían hasta hace sólo unas décadas. En el siglo XIII se construyó la iglesia románica, hoy en ruinas, y el conjunto se completó con un puente medieval, tal vez del siglo XV, fundamental para el paso de personas, mercancías y ganado. Los rebaños del valle de Broto han tenido derecho a pastar al otro lado de este tramo de la frontera, gracias al acuerdo o pacería que se remonta al año 1390 y que aún se mantiene en nuestros días.

2 Por el fondo de Ordesa hasta elcirco de Soaso y Cola de Caballo

DISTANCIA: 19 km.DESNIVEL: 500 m hasta Cola de Caballo, 200 m hasta la base de la cascada del Estrecho.TIEMPO: 4h 30 min hasta Cola de Caballo (2h 45 min subir, 1h 45 min bajar), 1h 30 min si sólo vamos hasta la cascada del Estrecho.RECORRIDO: ruta señalizada y una de las más concurridas, de desnivel suave, con posibilidad de hacer extensiones.LLEGAR AL PUNTO DE INICIO: aparcamiento de la Pradera de Ordesa. Gmap

Véase mapa en Internet

Ésta es la excursión más clásica de Ordesa, que recorre el valle por su fondo en una preciosa sucesión de espectaculares paisajes con sus cascadas, bosques y farallones.

La llegada hasta la pradera de Ordesa y su aparcamiento puede realizarse con vehículo particular únicamente en temporada baja. En temporada alta puede tomarse uno de los múltiples autobuses que arrancan a la entrada de Torla (precio general ida y vuelta 5 €). En ciertas horas de días de temporada alta con frecuencia hay cola para acceder por límite diario de afluencia al valle. En cualquier caso, siempre cabe la opción de ascender a la pradera a pie por la bonita senda de Turieto, que arranca pasada la iglesia de Torla y tras cruzar el río en el puente de la Glera. Pero para ello debemos dedicar 2h 40 min de subida y 1h 40 min de descenso, con 340 m de desnivel. O bien 1 h 40 min de ascenso y 1 h de descenso en caso de que empecemos a andar en el puente de los Navarros, donde una senda desciende al río Arazas para conectar con la senda de Turieto.