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- Herausgeber: Editorial Bubok Publishing
- Kategorie: Poesie und Drama
- Sprache: Spanisch
- Veröffentlichungsjahr: 2024
Estas páginas reúnen, en 39 poemas, 18 años de historias, de retazos significativos de esas relaciones amorosas que marcan un antes y un después. ¿Qué les puedo decir yo del amor? es un viaje por los amores y desamores que nos marcan y nos hacen ser lo que somos, lo que pensamos, lo que creemos, lo que hacemos. Aunque los sentimientos expresados en este poemario son comunes a todas las personas —la ilusión, el deseo, el enamoramiento, el desengaño, la incondicionalidad—, este libro los presenta desde una mirada disruptiva, de fácil lectura y digestión, mientras expresa lo que muchos pueden pensar del amor, pero que no dicen. Desavenencias, incongruencias, felicidad… Prepárate para un viaje por los amores pasados, presentes y futuros de cualquiera que tenga la suerte de enamorarse fugaz o eternamente; o de ambas maneras.
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Seitenzahl: 35
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Ähnliche
¿Qué les puedo decir yo del amor?
Alberto Cano Farrera
© Alberto Cano Farrera
© ¿Qué les puedo decir yo del amor?
Febrero 2024
ISBN papel: 978-84-685-8015-9
ISBN ePub: 978-84-685-8014-2
Depósito legal: M-3899-2024
Editado por Bubok Publishing S.L.
Tel: 912904490
Paseo de las Delicias, 23
28045 Madrid
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Para la princesa, por impulsarme a dar este gran salto y por enseñarme lo que es el amor de pareja.
Y a mi madre, por ser la otra mujer de mi vida.
Índice
Te dejo mi corazón
Algunas razones para quererte
Viajando contigo
Restos de amor
Buscándote en otros brazos
Me gustas como el café irlandés
Amor de galería
Solo una vida más
Querámonos ahora que se puede
Yo nos quiero
Los fantasmas que dejamos
Cada vez que nos encontramos
Te sigo queriendo sin saber por qué
Tantas formas de quererte
Guarda un pedazo de nosotros, amor
Voy a dejar de quererte
Yo siempre soñando
Yo te regalo una llave, amor
Mi obra de arte
Te sueño y te veo
Tarde
Si yo fuera pintor
Sugerencias
«No sé qué, que qué se yo»
Huyo porque no me queda más
A orillas del río Sena...
Malos síntomas
Es posible que te quiera a veces
Reclamaciones
Es complicado quererte
Tú dices que me quieres
Hablando de la vida
Esta tarde vi...
Amor mío
Tal vez dirás que estoy loco
Yo no sé qué me pasa contigo...
¿Cómo puedes siempre estar?
Esta mañana amanecí
Te dejo mi corazón
Te dejo mi corazón para que lo hagas tuyo,
para que lo uses si quieres por las tardes
o lo saques por las noches mientras lees recostada sobre tu cama.
Te lo dejo para que me recuerdes si quieres, pero solo si quieres.
Ahí se queda contigo para que te escuche cuando no puedas hablar,
para que te abrace cuando el frío de la soledad te haga frente.
Es tuyo ahora.
Haz lo que quieras con él
porque yo ya no lo quiero.
Me lo has robado
en mi entera complicidad con ello.
Algunas razones para quererte
Te quiero a escondidas,
con tus berrinches,
bajo tus cambios de humor poco sutiles.
Te quiero porque no me queda remedio...
porque a veces no hay más que quererte.
Y cierto es, amor,
que en ocasiones detesto quererte.
Tranquila, pongámonos serios,
con la coherencia de dos enamorados.
No exagero cuando digo que francamente
lo mío lo mío es quererte.
Tampoco espero que todo sea perfecto.
La perfección me da risa
y más risa me dan los que proclaman que sus amores son perfectos.
Nada es menos perfecto que el amor.
Pero aun con todo eso
a mí me basta que te quiero,
cuando estás cerca,
cuando estás lejos.
Te extraño incluso cuando ya no quiero verte.
Lo bello del amor es que uno no tiene por qué explicarse a sí mismo muchas cosas.
¿Ahora entiendes por qué digo que los enamorados se vuelven idiotas?
Yo pienso que el buen querer es como yo te quiero
(que me perdone el mundo por esta arrogancia).
Yo te quiero libre, viajando, conociendo gente.
Te quiero lejos para que, si así lo deseas, me recuerdes,
y tal vez, y conste que solo si tú quieres;
luego regreses.
Yo te quiero sonriente,
que a la primera lágrima nos desconozcamos por indecentes
(proclamo que llorar de tristeza por un amor debería ser indecente).
Yo quiero que me cuentes historias
aunque solo las inventes.
Y si es necesario que beses otros labios
o que algún tiempo te encuentres entre otros brazos;
está bien, porque
¿cómo habrías entonces de saber que solo a mí me puedes querer?
