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La creatividad está ligada a la vida en todos sus aspectos. Es un recurso interminable y con un extenso rango de aplicación, tanto en términos instrumentales como reflexivos. Existe acuerdo en considerarla como un valioso factor en la formación personal y profesional; pero para que ello pueda materializarse es preciso avanzar hacia una mirada que sepa a la vez distinguir y articular, reconocer los detalles y también sus contextos. Los sueños y las fantasías son fértiles cuando ponen la primera piedra de algún proyecto, pero pueden ser estériles cuando evitan la interacción con la ética, el pensamiento y el conocimiento. Este libro nos invita a participar de una suerte de viaje por experiencias, narraciones, situaciones y autores que buscan generar una profunda reflexión sobre la creatividad en sus escenarios reales y potenciales.
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Seitenzahl: 274
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Portada
Portadilla
Créditos
Prólogo
Presentación
Aproximación a la creatividad
Odiseo creativo
Creatividad en el torbellino
Crear o copiar
Las ideas de Howard Gardner
Para imaginar una organización creativo-innovativa
Apuntes sobre metacognición
Bibliografía
Ricardo López Pérez
Recorridos creativos
Conceptos, reflexiones, narraciones y críticas
Recorridos creativos
Conceptos, narraciones, reflexiones y críticas
Primera edición: julio de 2013
© Ricardo López Pérez, 2013
Registro de Propiedad Intelectual
Nº 229.174
© RIL® editores, 2013
Av. Los Leones 2258
7511055 Providencia
Santiago de Chile
Tel. (56-2) 22238100
[email protected] • www.rileditores.com
Composición, diseño de portada e impresión: RIL® editores
Epub hecho en Chile • Epub made in Chile
ISBN 978-956-284-997-5
Derechos reservados.
Prólogo
El texto que el lector sostiene en sus manos, es la primera publicación generada a partir del Magíster en Comunicación Creativa de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, que se ofrece a la comunidad con la mención Comunicación Estratégica y mención Producción Audiovisual y Multimedia.
Este libro es un deseo largamente esperado, como alguna vez lo fue la creación del propio Magíster. Nuestro programa fue erigido oficialmente en septiembre de 2009 y recibió sus primeros alumnos en marzo de 2010, un puñado de valientes que apostó por el perfeccionamiento en medio de réplicas y efectos aún muy visibles del 27 F.
En nuestras cabezas asistió siempre el convencimiento de la necesidad de ofrecer profundización académica y especialización en el ámbito de las comunicaciones para la región del Bío Bío y el sur de Chile. El cimiento de esta idea no estaba sólo en los sólidos resultados de nuestra Escuela de Periodismo en sus 20 años de historia (acreditación internacional y nacional, buena inserción laboral de sus egresados y un cuerpo académico joven y con perfeccionamiento), sino que en un deber por dar herramientas a los comunicadores que estén acordes a estos nuevos tiempos de hipervalorización de lo visual, de lo tecnológico y de lo estratégico.
Por eso definimos nuestro programa como profesionalizante. Quien viene a nuestro Magíster lo hace con el convencimiento de que aquí encontrará herramientas prácticas. Pero su formación no se limitará al dominio de esas herramientas, bastante democratizadas por lo demás. Nuestro plus, nuestro elemento diferenciador, está en potenciar su uso de manera creativa, adaptando su aplicación a entornos y necesidades diversas. Creemos que allí radica la base de la formación profesional de este nuevo siglo: segmentada, especializada e innovadora.
Muchas veces nos han preguntado ¿por qué Comunicación Creativa? En el MCC hemos puesto especial énfasis en los conocimientos sobre creatividad e innovación, entendiéndolos como el paso previo para el uso creativo de las herramientas comunicacionales que se requieren hoy en el mercado, y que resultan tan relevantes en el ejercicio profesional de cualquier disciplina y en la gestión de cualquier organización.
Queremos apuntar a una oferta diferente, porque estamos convencidos de que la especialización práctica que ofrecemos no sólo debe estar centrada en el dominio técnico, sino que fundamentalmente en el uso innovador, creativo y proactivo que la tecnología ofrece en la actualidad. No en vano, los expertos concuerdan en que las nuevas labores profesionales demandan una formación profesional centrada principalmente en las capacidades creativas, capacidad de trabajo autónomo, espíritu emprendedor y capacidad para la adaptación a situaciones emergentes.
Desde ese día de marzo de 2010 al que hice mención, la vida de este Magíster no ha sido más que una senda de satisfacciones, mayores y menores, que nos llevan a proyectar con orgullo un futuro promisorio para el propio programa, pero principalmente para sus egresados.
Prestigiar nuestro programa es tarea de todos y en esa contribución se enmarca este libro del Dr. Ricardo López Pérez, profesor de la asignatura «Pensamiento Creativo e Innovación» de nuestro programa. Aportes como el del Dr. López nos dicen que hemos sido capaces de crear un grupo humano cohesionado y comprometido, teñidos de ese espíritu, de ese sello MCC que hemos construido quizás sin advertirlo. Porque el MCC, sin prisa pero sin pausa, está transformándose en una marca reconocida, potente y digna de ser trabajada y cuidada.
Dr. Fernando Gutiérrez Atala
Director Magíster en Comunicación Creativa
Presentación
Este texto surgió en un contexto definido: fue pensado inicialmente para servir de apoyo bibliográfico (de forma complementaria, no exclusiva) para el curso Pensamiento Creativo e Innovación, del Magíster en Comunicación Creativa, de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Así, en efecto, durante el primer semestre de 2012, se preparó un documento anillado en que se reunieron con bastante libertad una serie de artículos, destinados a una lectura voluntaria para los participantes del curso en esa oportunidad.
El interés que despertaron, y las discusiones que posibilitaron, abrieron la perspectiva de hacer con ellos una publicación formal, con mayor alcance. Manteniendo la estructura que ya tenía, se hicieron algunos ajustes, se igualó el modo de referenciación, se agregó un texto inicial con carácter de introductorio, pero en lo fundamental se mantuvo en esta versión más elaborada el núcleo de lo que en un momento fue un documento docente.
Desde luego, el vocablo recorridos está asociado a significados como viajar, ampliar la percepción o mirar por todas partes; pero también está etimológicamente vinculado con la idea de volver atrás. Esta idea no es casual, ningún mortal crea de la nada; la creatividad será siempre un modo de vincularse con la experiencia y de utilizar lo que está disponible. Estos recorridos en particular narran experiencias, examinan situaciones, consideran autores, y buscan, por sobre todo, mostrar críticamente la creatividad en sus escenarios reales y potenciales.
Como resultará evidente para cualquier lector, el conjunto está caracterizado por una gran dispersión y un cierto grado de redundancia. Se han reunido textos escritos en diferentes momentos, con distintos propósitos, y hasta en distintos estilos. ¿Carece por ello de unidad? Sin proponérselo, en los hechos se representa aquí el viejo asunto de lo uno y lo múltiple. Gran rompecabezas para filósofos desde tiempos remotos, lo que un extremo encubre es lo que muestra el otro: lo múltiple ofrece un despliegue, pero oscurece la opción de observar lo que une las cosas entre sí; lo uno equivale a ver lo que las define y distingue, pero introduce distancia. Viejo asunto, en efecto, pero nuevo y actual al mismo tiempo: las articulaciones entre unidad y diversidad.
Una totalidad ordenada y jerarquizada ahorra tiempo y suaviza los riesgos, pero eso no siempre hace honor a la complejidad de la experiencia. Alfred Whitehead recomendaba: «Busca la simplicidad, pero desconfía de ella». Muchas veces lo que resulta cómodo puede ser artificial; suprimimos algunas molestias, pero se oscurece la perspectiva real de comprender el mundo que nos rodea.
La creatividad está ligada a la vida en todos sus aspectos. Es un recurso interminable y con un extenso rango de aplicación, tanto en términos instrumentales como reflexivos. Existe acuerdo en considerarlo como un valioso factor en la formación personal y profesional; pero para que ello pueda materializarse es preciso avanzar hacia una mirada que sepa a la vez distinguir y articular, reconocer los detalles y también sus contextos. Los sueños y las fantasías son fértiles cuando ponen la primera piedra de algún proyecto, pero pueden ser estériles cuando evitan la interacción con la ética, el pensamiento y el conocimiento. En la práctica, cualquier forma de optimismo surgido del puro sentimiento sobre el futuro de la creatividad solo agregará nuevos obstáculos. El desborde emotivo o la reiteración conveniente de algún lugar común, en la medida en que desalojan la reflexión seria y la consideración atenta del conocimiento disponible, cuando mucho, dejan las cosas en el mismo lugar.
La creatividad es una capacidad potencialmente presente, de las más variadas maneras, en cada persona y en todas las comunidades. Es una poderosa herramienta para plantear y resolver problemas, diseñar el presente y pensar en el futuro. Con justificada razón convoca a personas tan diferentes como educadores, comunicadores, científicos, artistas, políticos y empresarios.
Se trata de un interés de márgenes amplios, dado que la creatividad, finalmente, está vinculada con todos los aspectos de la vida psicológica y social. Es un concepto que se relaciona con los avances tecnológicos, las obras de arte, las teorías científicas y otras manifestaciones equivalentes; pero no debemos olvidar que se vincula también al autoconocimiento, al desarrollo personal, a la comunicación y al manejo de conflictos interpersonales. La creatividad está representada cotidianamente en el mundo público y en el privado, tiene simultáneamente repercusiones éticas y pragmáticas. Por ello, no es deseable una aproximación que eluda irreflexivamente sus aspectos dilemáticos.
Este texto es un acercamiento a la creatividad a través de algunos temas, personajes y autores, privilegiados por una elección. Es un texto diverso, pero tiene unidad; advertir esa unidad y el valor de esa diversidad, es en cualquier caso tarea del lector. Ninguna de ellas se ofrece gratis.
El mismo asunto se plantea si volvemos al punto de partida. Este texto surge al interior de un Magíster, cuya ambición mayor es articular comunicación y creatividad, universos complejos, cada uno de ellos. Por separado constituyen ya una tarea difícil, en tiempo y esfuerzo; todavía más si adicionalmente el propósito es alcanzar una comprensión que se detenga en los cruces, recorra los pasadizos, encuentre sus bordes más ásperos; y que pueda avanzar meditadamente hacia un determinado saber hacer.
Hago un expreso reconocimiento a la Universidad Católica de la Santísima Concepción, en la persona de su Director Editorial, Dr. Fernando Gutiérrez Atala, por acoger este proyecto.
R. L. P.
Santiago, mayo de 2013
Aproximación a la creatividad
Introducción
En la actualidad existe bastante acuerdo en considerar a la creatividad como un factor importante de la formación personal y profesional, pero no parece existir una comprensión suficiente de los múltiples aspectos implicados en este fenómeno.
La creatividad es una capacidad humana presente de variadas maneras en cada persona y en las organizaciones y en todas las culturas. En la actualidad la consideramos una herramienta poderosa para el autodesarrollo, para resolver problemas, diseñar el presente y pensar en el futuro. Por esta razón, la creatividad se ha convertido en un campo de investigación y de aplicación práctica, a la vez extenso y sugerente, en el cual contribuyen personas de distinta formación intelectual y profesional. Hay una abundante literatura sobre el tema, que contiene interpretaciones, conceptos y teorías. A cada momento aparecen nuevos libros, y es improbable que una sola persona llegue a conocerlos en su totalidad. En estas condiciones no es fácil discriminar, darle a cada cosa su valor y lograr una visión propia. Este texto se propone ofrecer información útil, simple y accesible, para navegar en esta complejidad.
La creatividad preocupa a personas tan distintas como educadores, artistas, científicos, políticos y empresarios, entre otros. Con seguridad se trata de un interés de límites amplios, dado que está vinculada con todos los aspectos de la vida psicológica y social. Permite generar innovaciones tecnológicas, obras de arte, teorías científicas y otras manifestaciones equivalentes, pero también favorece el autoconocimiento, la habilidad comunicativa y el manejo de conflictos. La creatividad es una forma de pensar, de sentir y de relacionarse con los demás. En pocas palabras, es una manera de estar en el mundo.
Las fronteras de la creatividad no son precisas, y cada intento por definir un espacio de preocupación más discreto, va siempre seguido de otros tantos intentos por demostrar nuevas relaciones con diferentes aspectos de la experiencia humana. Es típicamente un asunto del cual puede decirse que requiere un tratamiento interdisciplinario.
En pleno siglo XX el interés por la creatividad se ha expresado con fuerza, especialmente a partir de los años 50. Psicólogos y educadores inician numerosos estudios que, gradualmente, dan forma a un cuerpo amplio de conocimientos. A estos esfuerzos se suman también filósofos, sociólogos, ingenieros y otros especialistas. Lo concreto es que la creatividad se convierte claramente en un campo de singular magnetismo que pronto ofrece sus frutos. Decenas de universidades y centros de estudio en varios continentes, centenares de investigadores y muchas publicaciones, son un testimonio de la valoración actual de la creatividad. Sin dejar de mencionar la aparición de especialistas con evidente reconocimiento social, y la realización de congresos y encuentros académicos desde las más diversas perspectivas. Lo mismo que la demanda creciente por creatividad aplicada en escuelas y empresas, métodos para resolver problemas, y talleres de entrenamiento creativo.
Mucho se ha discutido sobre la naturaleza y alcances de la creatividad, y si bien hay miradas diferentes, como es natural, también se han producido algunos acuerdos. Las siguientes son afirmaciones comúnmente aceptadas por todos los especialistas:
1. Todos los seres humanos son creativos en algún grado.2. La creatividad es una capacidad múltiple y puede ser estimulada.3. La creatividad es importante en todos los ámbitos de actividad humana.4. El proceso creativo puede ser descrito y explicado detalladamente.5. En su sentido fundamental, toda creatividad tiene elementos equivalentes.
La importancia actual de la creatividad, con su impacto para comprender la experiencia humana personal y social, está bien justificada. Existen buenas razones para ocuparse de la creatividad. Vivimos tiempos de cambio acelerado, con desafíos y oportunidades en cada esquina. Estamos en un pasaje cultural inquietante, desde una sociedad estable y con escaso manejo de información, a una «aldea global» centrada en el intercambio, el conocimiento y la educación. Estudiar la creatividad y querer aprender de ella es un empeño justificado.
Creatividad, innovación y emprendimiento
Creatividad es la capacidad para relacionar o combinar elementos conocidos, a fin de lograr resultados originales y relevantes. Dado que toda creatividad parte de lo conocido, equivale a una manera provechosa de utilizar lo que tenemos, de hacer un uso infinito de recursos necesariamente finitos. Involucra un modo de pensar que se ocupa tanto de lo probable como de lo improbable.
Cuatro ideas básicas permiten entender inicialmente el significado de la creatividad. En primer lugar, la creatividad implica un factor de fluidez, referido a la productividad, es decir, a la capacidad para elaborar un gran número de ideas y relaciones. Otro factor es la flexibilidad, consistente en la capacidad para desplazarse de un universo a otro, moverse en distintos planos, dar respuestas variadas, modificar las ideas recibidas y superar la rigidez. La creatividad contiene, además, la originalidad, en el sentido de nuevo, único, diferente o poco habitual. También en el sentido de algo que provoca sorpresa y es impredecible. Finalmente, hablamos de conectividad para expresar la idea de relacionar e integrar elementos, es decir, buscar la unidad, las combinaciones, las asociaciones múltiples, la reorganización y reestructuración de lo existente.
La conectividad es clave para la comprensión de la creatividad. En síntesis, significa que en el curso del proceso creativo tiene lugar alguna forma de actividad relacional. Con esto se centra la atención en el hecho de que se crea a partir de la experiencia acumulada y de los elementos disponibles en la realidad en que cada persona vive, dejando de lado la pretensión de arrancar de la nada, opción ciertamente fuera de lugar para cualquier mortal. Supone destacar el encuentro de realidades distintas y previamente distanciadas, para generar una realidad nueva e integrada, o bien admitir la importancia de introducir discontinuidad en una perspectiva consagrada.
León Tolstoi al relatar cómo surgió uno de sus personajes dice: «Tomé a Tania, la mezclé con Sonia, y surgió Natasha». García Lorca explica que la «poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio». Gutenberg inventa la imprenta uniendo una prensa para hacer vino con unos sellos destinados a lacrar correspondencia. Laennec observa unos niños que juegan saludándose a través de un tubo y concibe el estetoscopio. Magritte activa con su pintura un poder evocador y poético al producir asociaciones conflictivas entre elementos muy distantes.
Estos cuatro factores pueden ser considerados como indicadores básicos de pensamiento creativo. Es bueno advertir que los conceptos de fluidez, flexibilidad y originalidad, están firmemente relacionados e incorporados progresivamente uno en el otro, por cuanto cada uno presupone al anterior. Fluidez significa cantidad, de modo que cuando se produce la flexibilidad, que implica más de una alternativa, ya tenemos incorporada la fluidez. Luego, al buscar la originalidad estamos obligados a recorrer muchas y variadas posibilidades, de manera que debemos actuar con fluidez y flexibilidad.
Las ideas de conectividad y de originalidad –esta última con toda su riqueza en la medida que contiene los factores de fluidez y flexibilidad– son obligatorias para constituir una definición de creatividad. A estas hay que agregar la idea de relevancia. Existe amplio consenso para admitir que los resultados creativos no se definen solo por su componente de originalidad. Esta característica alcanza rango de lo creativo únicamente cuando aparece relacionada indistintamente a lo relevante, útil, valioso o pertinente. Esto significa que los resultados creativos deben satisfacer ciertos requerimientos, tener sentido dentro del ámbito en que se plantean o estar bien adaptados a una situación. Por tanto, se trata de una respuesta que contribuye a superar un problema, a remover un obstáculo, a lograr alguna forma de armonía, o bien de una respuesta que representa un nivel más alto de perfección en relación a un cierto estado de cosas.
Originalidad y relevancia están de la mano en cualquier producto creativo, pero de ningún modo se encuentran en una relación fija o permanente. Por el contrario, hay una interacción entre ambos elementos que frecuentemente es asimétrica. Por ejemplo, en el plano profesional producir y realizar ideas útiles, beneficiosas, oportunas, rentables o que eviten posibles males, es quizás más importante que producir ideas originales. Muchas veces la originalidad es relativamente pequeña, pero puede ir acompañada de una relevancia importante. En tanto que en el arte puede haber una gran originalidad con una relevancia baja.
Para establecer lo que es original y relevante se requieren puntos de referencia y situarse en un contexto. Aquí entran a jugar percepciones y opciones específicas, que solo alcanzan sentido desde el universo de experiencia en que ocurren. La asignación de relevancia a un hecho determinado no es algo objetivo. Corresponde a procesos de construcción de lo real distintos en todas las personas y grupos. Lo que es relevante para algunos no lo es para otros. Ni lo original ni lo relevante pueden ser sometidos a una norma única. En tal sentido, debemos aceptar que el concepto de creatividad alude a un fenómeno de significado relativo, en la misma medida en que no existen parámetros universales para los asuntos humanos. La creatividad tiene una dimensión social y una dimensión subjetiva. Desde luego, también posee una dimensión cultural, no siempre reconocida y explorada, pero muy importante, puesto que sin ella no es posible especificar el contenido del fenómeno creativo.
Muy ligada a la creatividad está la innovación. Teniendo una gran similitud, poseen algunas diferencias que es útil reconocer. Innovar es introducir un cambio en un sistema con el propósito de mejorar algún aspecto de su estructura, contenido o funcionamiento. Es un cambio definido como positivo y ejecutado concientemente. Debido a que el contenido de un proyecto de innovación es resultado de la misma capacidad creativa, la innovación también se define como creatividad aplicada.
Creatividad e innovación son conceptos que pertenecen a la misma familia; en muchos aspectos se parecen, pero también presentan diferencias. Según una propuesta de la Creative Education Fundation, creatividad es tener una idea nueva y útil, mientras que innovación es la implementación concreta de esa idea nueva y útil. Sin embargo, este esfuerzo de conceptualización y de síntesis, nunca tuvo un destino favorable. Sin ser completamente inexacto, resulta muy parcial; en particular por el alcance atribuido a la creatividad, que aparece reducida solo a la producción abstracta en el plano de las ideas, alejada de la realización, y completamente subordinada a la innovación, esta vez situada en un nivel pragmático. En los hechos, ambos términos se han utilizado de manera bastante más libre, frecuentemente en forma indistinta, y comúnmente asociados a numerosos significados. Además, suele ocurrir que se prefiere uno u otro vocablo según la formación profesional: los psicólogos y profesores, por ejemplo, prefieren hablar de creatividad, y los ingenieros y empresarios se inclinan por la innovación.
Una forma simple de ordenar este cuadro, es la siguiente:
• Creatividad es la capacidad para relacionar o combinar elementos conocidos, a fin de lograr resultados originales y relevantes. Dado que toda creatividad parte de lo conocido, equivale a una manera provechosa de utilizar lo que tenemos, de hacer un uso infinito de recursos necesariamente finitos.
• Innovación es una realización efectiva que produce un cambio en un sistema, con el propósito de mejorar y perfeccionar algún aspecto de su estructura, contenido, funcionamiento u otro aspecto. De este modo, innovación es siempre un cambio definido como positivo y ejecutado en forma efectiva y consciente.
El proceso creativo conduce siempre a algún tipo de resultado, ya sea un objeto o una idea. Una proposición sigue siendo creativa aun cuando no llegue jamás a ejecutarse. La variedad de resultados creativos posibles es muy amplia: puede ir desde un concepto, la definición (o redefinición) de un problema, un método, hasta un objeto material como una tecnología. La innovación es ante todo un cambio positivo, un cambio deliberado y un cambio efectivo. En una palabra, innovar es cambiar algo para que responda mejor a necesidades definidas, para que refleje en mayor medida determinadas aspiraciones, para que aporte más satisfacción. El proceso creativo es en extremo sinuoso, desarrollado a veces con premura y lleno de elementos emergentes que pueden provocar modificaciones del rumbo no previstas con anterioridad. La innovación normalmente exige una decisión previa, una planificación, un conjunto de recursos definidos, y hasta un sistema de evaluación. En la actividad creativa, la originalidad es un factor muy variable, porque depende del contexto y de la experiencia de las personas comprometidas; sin embargo, siempre tiene un rol importante. Por el contrario, en la innovación la originalidad puede no tener valor, como ocurre en aquellos casos en que se implementa un cambio probado en otro lugar y trasplantado a un sistema distinto, lo que ha provocado que se la entienda a veces casi como un sinónimo de difusión o de introducción de una cierta práctica o hábito.
En la actualidad ha ganado terreno la expresión «espíritu emprendedor», o simplemente emprendedor, para representar un conjunto de disposiciones que reflejan una activa apertura hacia la experiencia, unida a una gran capacidad realizadora. El sujeto emprendedor, en este sentido, es aquel que considera el mundo que lo rodea como algo que jamás alcanza su forma definitiva, de manera que siempre ofrece espacio para nuevas proposiciones y acciones. Este concepto surgió desde el ámbito de los negocios, en donde emprendedor se define como alguien que dedica el tiempo y esfuerzo necesarios para crear algo diferente, con valor, asumiendo los riesgos financieros, físicos y sociales involucrados, con el propósito de lograr resultados capaces de otorgar satisfacción personal y monetaria.
Ante todo, estos conceptos nos hablan de experiencias humanas que han ocurrido en todo tiempo y lugar. Con ayuda de la fantasía, pensemos en una época remota, hace miles de años, cuando una tribu de Tanzania decide abandonar sus tierras y salir en un largo viaje. Sin destino asegurado, estos ancestros de nuestra especie avanzan cruzando llanuras y montañas. De pronto, sin haberlo buscado, llegan al mar; una barrera infranqueable, un límite imposible. Todo podría indicar que el viaje llegaba a su término, pero no fue así: inventaron el bote y la navegación.
Muchos siglos después, el historiador Tucídides ofrece una descripción de los atenienses durante la democracia de Pericles, que hoy juzgaríamos ajustados a un espíritu emprendedor:
Ellos son, en efecto, amigos de lo novedoso y vivos para imaginar y llevar a cabo lo que planean. Además son osados más allá de sus fuerzas, aman el peligro en contra de lo que la prudencia aconseja, y son optimistas ante situaciones de riesgo. Si tienen un plan y no lo logran se consideran frustrados en algo propio, en cambio si tienen éxito después de haberlo perseguido, lo estiman en poco comparado con sus logros futuros. Si en alguna ocasión fracasan, conciben nuevas esperanzas para compensar esta pérdida, pues son los únicos para quienes es lo mismo tener que esperar lo que proyectan, en razón de que ponen rápidamente en práctica sus planes.
Creatividad, innovación y emprendimiento han existido siempre. Unas épocas pueden parecer mejores que otras, pero en todas ellas podemos encontrar experiencias creadoras.
Origen de los procesos de búsqueda creativa
La creatividad se pone en marcha como una respuesta frente a los problemas, desafíos y oportunidades, que las personas y grupos perciben o descubren. El reconocimiento de una falla o una insuficiencia pueden bastar para desatar un proceso creativo. La incomodidad generada por una situación insatisfactoria, las inevitables preguntas, la tensión impuesta por la falta de armonía, la simple imperfección, las provocaciones de la fantasía, la fuerza de la duda, el descubrimiento de una opción, dan vida a un movimiento que se manifiesta ante todo como búsqueda de nuevas conexiones entre elementos conocidos. En ausencia de un impulso crítico no se cultiva la creatividad.
Precisamente, uno de los factores que explica la destacada importancia que se le atribuye actualmente a la creatividad, surge de la necesidad de dar respuesta a nuestros problemas más graves y obstinados. Existe una extendida conciencia en el sentido de que ya no podemos confiar en el recurso fácil de multiplicar lo que tenemos o acelerar lo que estábamos haciendo, para generar nuevas posibilidades.
La sensibilidad a los problemas es un punto de partida del proceso creativo. En una situación determinada una persona observará muchos problemas, mientras que otra no advertirá ninguno. Los problemas no son objetivos, no se plantean para cualquiera de la misma manera. No son entidades concretas o realidades físicas que se impongan por su propio peso. Un problema es un obstáculo que cierra el paso, y por tanto los problemas aparecen solo para quienes desean ir a alguna parte. Cuando alguien está conforme con lo que tiene, está satisfecho en su lugar, no necesita la creatividad.
El modo como se formulan los problemas expresa siempre la particular orientación que las personas, grupos o sociedades tienen hacia la experiencia. Debemos reconocer en este factor la clave que explica la permanente búsqueda de nuevas soluciones que llevan adelante permanentemente los seres humanos. Solo una mirada crítica, acompañada de una cierta insatisfacción y deseos de superación, dan lugar a un proceso de búsqueda creativa. La tensión más que el relajo, la insatisfacción más que el conformismo, la pregunta más que la indiferencia, el empuje más que la pasividad, inician el movimiento de la creatividad.
Una persona que aborda un problema no solo busca una solución, también está el deseo, a veces el ansia vehemente, de enfrentarse al enigma o de descubrir cuestiones sujetas a debate. En los grandes descubrimientos a veces el hecho más importante es el hallazgo de una pregunta provocativa. El inicio de una búsqueda está relacionado con la opción por ver el mundo como una totalidad. El mundo puede ser simple o complejo, todo depende de la mirada. En un caso se enfatiza lo que es estable, regular, equilibrado, previsible, definido, tradicional y acorde con algún principio abstracto general. Por tanto, la realidad es simple y no es mucho lo que se puede agregar. En el otro caso se enfatiza lo que es inestable, asimétrico, desequilibrado, aleatorio, resistente a la tradición, irracional, desordenado y caótico. La realidad aparece en forma compleja y deja mucho por hacer.
Las limitaciones humanas juegan también un rol en este sentido, dado que ellas permiten la emergencia de la creatividad. Son ellas las que hacen posible las consecuencias creativas. En ausencia de limitaciones, donde todo es teóricamente posible, no habría rupturas ni avances. Son estas ocasionales rupturas creativas, provocadas por los individuos, los grupos y las culturas, junto con la capacidad para reconocerlas, lo que permite avanzar. La creatividad no se explica sin límites, debido a que ella misma es un intento por superar lo que cierra el paso. La ausencia total de tensión o de conflicto, ya sea personal o social, no genera ningún intento creativo.
En forma complementaria, muchos psicólogos han puesto de relevancia los factores motivacionales para explicar la creatividad. Los seres humanos son capaces de descubrir soluciones creativas cuando tienen un fuerte interés interno. De hecho, la creatividad se expresa en forma destacada cuando las personas se dedican a una actividad principalmente por placer, y no tanto por eventuales recompensas externas. Este principio de motivación intrínseca de la creatividad resulta crucial y puede considerarse cercano al concepto más reciente de «espíritu emprendedor».
Caracterización del pensamiento creativo
La distinción entrepensamiento divergente y convergente es clave para comprender el modo de actuar del pensamiento creativo. Se trata de dos tipos o estilos de pensamiento, o mejor aún de dos maneras de usar el pensamiento cuando se enfrenta un problema.
El pensamiento divergente equivale a mirar desde distintas perspectivas. Es ante todo un pensamiento que no se restringe a un plano único, sino que se mueve en planos múltiples y simultáneos. Característicamente busca más de una respuesta frente a un desafío o problema. Actúa removiendo supuestos, desarticulando esquemas, flexibilizando posiciones y produciendo nuevas conexiones. Es un pensamiento que explora, ensaya, abre caminos en un universo sin límites, frecuentemente hacia lo insólito y original. Es un pensamiento que no se detiene ante las normas establecidas.
En un sentido similar se habla de pensamiento lateral, para referirse a un pensamiento orientado a la destrucción de esquemas, y a un conjunto de procesos para generar nuevas ideas mediante una estructuración perspicaz de los conceptos disponibles en la mente. También se usa la expresión pensamiento bisociativo, que tiene un significado muy aproximado, en tanto se refiere a las modalidades creadoras que siempre operan moviéndose en diferentes planos. Es una forma de pensar que asume la percepción de una situación o acontecimiento en el contexto de interconexiones.
La divergencia es un aspecto medular del proceso creativo, sin embargo, la propia definición de creatividad, en cuanto incluye la idea de alcanzar un resultado, requiere de la convergencia. Efectivamente, el movimiento divergente nos ayuda a producir discontinuidad, escapar de las percepciones habituales y generar nuevas relaciones, pero eso no es todo. El pensamiento convergente, con sus diferencias, se vincula igualmente con la creatividad en la medida en que representa la capacidad de ordenar las alternativas disponibles, discriminar, evaluar y hacer elecciones.
En general se emplea para resolver problemas bien definidos cuya característica es tener una solución única. En estos casos se enfrenta un universo cerrado, con límites definidos, con elementos o propiedades conocidas desde el comienzo, que no varían a medida que avanza el proceso de búsqueda de una solución. El pensamiento se mueve en una dirección, en un plano. Intenta básicamente llegar a la respuesta correcta.
Un problema característico de tipo convergente es la pregunta de selección múltiple. Paradójicamente, no obstante la sugerente designación de «múltiple», la elección está restringida a alternativas definidas y a una elección limitada previamente. La pregunta es una totalidad cerrada, dentro de la cual no se pueden hacer modificaciones, no se puede quitar o agregar nada. En este caso no se construye una respuesta sino que se identifica. El pensamiento se desplaza siguiendo una secuencia predeterminada, es conducido por un camino ya trazado. Existen múltiples maneras de fallar, pero solo una de estar en lo correcto.
El énfasis exagerado en situaciones de este tipo puede llegar a ser extremadamente limitante. Por de pronto, el modelo de problema representado en una prueba de selección múltiple no es en absoluto un buen modelo de lo que son la mayor parte de los problemas de vida. Salvo situaciones matemáticas, lógicas u otras similares, lo usual es que muchos problemas admitan numerosas respuestas, y no es esperable que estén definidas en alguna parte. En propiedad, un problema tendrá tantas soluciones como las que se puedan construir. Por último, los problemas personales o de convivencia no tienen nunca respuesta correcta, tienen respuestas o soluciones adecuadas según las personas comprometidas, las variables que se consideren y las consecuencias esperadas.
Normalmente los procesos creativos se desarrollan comenzando con momentos divergentes y culminando en la convergencia. Esto es, abriéndose inicialmente a muchas alternativas, incluso a enfoques fantasiosos y absurdos, para arribar luego a una respuesta final. Esto es lo que ocurre en la clásica historia de la palabra eureka. Se cuenta que un viejo monarca recibió de regalo una valiosa corona de oro. Quiso saber si estaba fabricada completamente del precioso metal, pero esto era imposible sin destruirla. Entonces hizo llamar a Arquímedes, uno de los sabios de la corte, quien señaló que el problema no tenía solución debido a la forma irregular de la corona, que impedía calcular su volumen exacto. El rey quedó insatisfecho y exigió una respuesta o Arquímedes pagaría con su cabeza. Sin alternativa el sabio trabajó duramente, buscó antecedentes, manejó alternativas, estudió y consultó, pero no llegó a ningún resultado positivo. Resignado a perder la vida decidió darse un baño y presentarse ante el rey. Sumergido en el agua de pronto exclamó: ¡Eureka! Allí estaba la solución: su cuerpo al entrar en la tina desplazó una cantidad de agua equivalente a su volumen que podría medirse fácilmente. La forma irregular de la corona ya no importaba, bastaba con introducirla en un recipiente con agua y observar el aumento de su nivel.
Arquímedes conocía las fórmulas para medir el volumen de un cuerpo, pero ese saber resultaba insuficiente para responder a este inesperado desafío. La clave surge cuando logra relacionar la corona con el agua y abrir de este modo una nueva comprensión del problema, pero eso ocurre luego de que ha recorrido muchas posibilidades.
Un contrapunto entre estas dos formas de pensamiento tiene el siguiente resultado:
PENSAMIENTO CONVERGENTE
PENSAMIENTO
DIVERGENTE
Es analítico, tiende a distinguir y a separar. Actúa en un espacio de límites definidos.
Es integrador, tiende a unir y a estructurar. Actúa en un espacio sin límites.
Avanza de manera ordenada. Se mueve de manera coherente, sigue una secuencia prevista.