Semiótica y política en el discurso público - Elvira Narvaja de Arnoux - E-Book

Semiótica y política en el discurso público E-Book

Elvira Narvaja de Arnoux

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Este volumen colectivo se enmarca en el campo glotopolítico, que indaga tanto en la dimensión semiótica de los procesos políticos como en la dimensión política de las intervenciones en el espacio del lenguaje. Aborda, por un lado, los modos en que las instituciones participan en la distribución social y la regulación de la palabra pública. Se consideran, así, los discursos de profesionales que registran las entrevistas efectuadas a jóvenes imputados de delitos en centros socio-educativos de reclusión; los fundamentos de los cursos de español para migrantes senegaleses, dictados durante la gestión del PRO, sus alcances e ideologemas dominantes; el diseño conversacional que orienta el diálogo entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, representado por un robot, y la ciudadanía; y las variaciones en las fórmulas de tratamiento vos/tú/usted en el discurso académico en la variedad rioplantense de español. En segundo lugar, el libro atiende a los discursos de la política. Analiza, entonces, lo icónico y lo verbal en Evita, nacida para malestar de Miguel Rep; el género epistolar y la interacción entre lo privado y lo público durante el exilio paraguayo en la dictadura de Stroessner; los discursos de intelectuales sobre la pandemia en la etapa inicial en los que se conjugan lo crítico, lo conjetural y lo programático; y los implícitos y desplazamientos conceptuales en la argumentación coral de una conferencia de prensa de AMMAR, sindicato que nuclea a trabajadorxs sexuales.

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SEMIÓTICA Y POLÍTICA EN EL DISCURSO PÚBLICO

 

 

Este volumen colectivo se enmarca en el campo glotopolítico, que indaga tanto en la dimensión semiótica de los procesos políticos como en la dimensión política de las intervenciones en el espacio del lenguaje. Aborda, por un lado, los modos como las instituciones participan en la distribución social y la regulación de la palabra pública. Se consideran, así, los discursos de profesionales que registran las entrevistas efectuadas a jóvenes imputados de delitos en centros socio-educativos de reclusión; los fundamentos de los cursos de español para migrantes senegaleses, dictados durante la gestión del PRO, sus alcances e ideologemas dominantes; el diseño conversacional que orienta el diálogo entre el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, representado por un robot, y la ciudadanía; y las variaciones en las fórmulas de tratamiento (vos/tú/usted) en el discurso académico en la variedad rioplantense de español. En segundo lugar, el libro atiende a los discursos de la política. Analiza, entonces, lo icónico y lo verbal en Evita, nacida para molestar de Miguel Rep; el género epistolar en el exilio paraguayo durante la dictadura de Stroessner, en la interacción entre lo privado y lo público; los discursos de intelectuales sobre la pandemia en la etapa inicial en los que se conjugan lo crítico, lo conjetural y lo programático; y los implícitos y desplazamientos conceptuales en la argumentación coral de una conferencia de prensa de AMMAR, sindicato que nuclea a trabajadorxs sexuales.

Elvira Narvaja de Arnoux es profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires. Dirige la Maestría en Análisis del Discurso en la Facultad de Filosofía y Letras, y las colecciones “Enciclopedia Semiológica” e “Historia de las Políticas e Ideas sobre el lenguaje en América Latina” en EUDEBA. Ha publicado últimamente La crisis política en la Argentina: memoria discursiva y componente emocional en el debate sobre la Reforma Previsional 2017 (Bielefeld University Press, 2019) y el volumen colectivo Reflexiones glotopolíticas desde y hacia América y Europa con Lidia Becker y José del Valle (Peter Lang, 2021).

Roberto Bein es profesor consulto de la Universidad de Buenos Aires. Se dedica a la formación de estudiantes de posgrado en política lingüística, lenguas extranjeras y traductología en universidades nacionales y extranjeras. Integra la Comisión de la Maestría en Gestión de Lenguas (UNTREF) y la de la Carrera de Especialización en Traducción Literaria (UBA).

María Cecilia Pereira es directora de la Especialización en Prácticas Sociales de Lectura y Escritura y coordina la Subsede de la Cátedra UNESCO en Lectura y Escritura en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). Es coautora de varios libros sobre didáctica de la lectura y la escritura en el nivel superior, ha publicado numerosos artículos especializados en esta temática y en análisis del discurso argumentativo.

ELVIRA NARVAJA DE ARNOUX ROBERTO BEIN MARÍA CECILIA PEREIRAEDITORES

SEMIÓTICA Y POLÍTICA EN EL DISCURSO PÚBLICO

Índice

CubiertaAcerca de este libroPortadaIntroducción PRIMERA PARTECapítulo 1. Vestigios de una vida: representaciones de Eva Duarte en Evita, nacida para molestar de Miguel Rep. Andrés BuisánCapítulo 2. La reclusión privada de la vida pública. La escritura epistolar en el exilio paraguayo. Carla Daniela BeniszCapítulo 3. El discurso de intelectuales frente al inicio de la pandemia: entre lo crítico, lo conjetural y lo programático. Elvira Narvaja de ArnouxCapítulo 4. Formas implícitas de argumentación: reflexiones desde la etnografía del habla sobre una conferencia de prensa de AMMAR-CTA-Nacional. Lucía Niklison y Sergio EtkinSEGUNDA PARTECapítulo 5. El joven activo y reflexivo en el discurso experto de la penalidad juvenil. Paulo Damián AnicetoCapítulo 6. Cursos estatales de español para migrantes senegaleses durante la gestión del PRO: una mirada desde los derechos. Nélida MurguíaCapítulo 7. Diseño conversacional en instituciones gubernamentales Análisis de caso: Boti, el robot de la Ciudad de Buenos Aires que dialoga con la ciudadanía. Laura TaddeoCapítulo 8. “Como vos quieras o como tú quieras”, ¿o como usted quiera? Discurso académico y formas de tratamiento en el español rioplatense de la Argentina. Adriana SperanzaMás títulos de Editorial BiblosCréditos

Introducción

Elvira Narvaja de Arnoux, Roberto Bein y María Cecilia Pereira

 

 

 

 

Este volumen colectivo se enmarca en el campo de la glotopolítica, tal como ha ido configurándose a lo largo de las últimas décadas. Surgido de la reflexión sobre las políticas lingüísticas tanto actuales como históricas y tanto locales y nacionales como globales, ha ampliado sus centros de interés, abriéndose a problemáticas sociales que interrogan las complejas relaciones entre los lenguajes y la política, de lo cual son expresión los diferentes capítulos que integran la obra que publicamos.

Por un lado, la glotopolítica ha ahondado en la indagación sobre la dimensión semiótica de los procesos políticos. Esto ha implicado atender a las discursividades en juego en distintos soportes y lenguajes. Ellas permiten observar los posicionamientos políticos de diferentes sectores y comprender las formas que adopta la conflictividad social en determinadas etapas o en relación con procesos altamente traumáticos como exilios y migraciones. Lo señalado se expresa no solo en los géneros discursivos a los que se recurre, sino también, entre otros, en las memorias que se convocan, en la presencia o ausencia de distintos sistemas semióticos e, incluso, en el privilegiar uno de ellos, en las circunstancias de su producción y en los modos de circulación previstos o alcanzados, en los estilos dominantes y en las formas que adopta la polémica con los blancos a los que tiende. Un aspecto interesante de las discursividades actuales es, en ciertos sectores, su globalización, que ha intensificado fenómenos anteriores. Esta lleva, a menudo, a considerar que gobernantes y funcionarios “dicen todos lo mismo”, más allá de las diferencias nacionales o políticas, y a encontrar lo particular en los pliegues periféricos. Desde el punto de vista de la extensión de los procesos considerados, se puede atender tanto a la larga duración –por ejemplo, el proceso de constitución de los Estados nacionales–, como a una duración media, como la inmigración en la Argentina desde el último tercio del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX, o a un episodio revolucionario o a un acontecimiento como la creación de alguna institución educativa de importancia en el país o la publicación de algún texto que funda una tradición de reflexión sobre el lenguaje.

Por otro lado, la glotopolítica ha abordado, integrando nuevos objetos, la dimensión política de las intervenciones en el espacio del lenguaje, que implican opciones genéricas particulares. Al estudio sobre los instrumentos lingüísticos –gramáticas, diccionarios, retóricas, artes de escribir, manuales de composición, antologías escolares– y resoluciones sobre la lengua en formatos diversos –leyes, disposiciones ministeriales, planes y programas de estudio del área de la lengua, reglamentaciones del uso de variedades en los medios– se han agregado, entre otros, la dinámica pedagógica en cursos que tematizan la lengua, las advertencias a los migrantes de los países de origen o de recepción, el tipo de género institucional que registra los desempeños de sujetos, las representaciones en el espacio público como los museos de la(s) lengua(s), los modos textuales y soportes que sostienen la relación entre gobierno y ciudadanía, o los debates en torno a los discursos adecuados para determinadas prácticas –el propio de los centros de llamada o de la información jurídica a la población–.

En muchos de los casos reseñados, se ha interrogado el desigual ejercicio de la palabra pública que se origina en la inequitativa distribución del capital lingüístico, en lo que intervienen fuertemente las instituciones destinadas a asegurar la reproducción social, particularmente, las educativas o las que actúan en diferentes modalidades de reclusión. Lo institucional modela los juicios apreciativos sobre los sujetos involucrados haciéndolos ingresar en los esquemas ideológicos consagrados, lo que lleva a que el cuestionamiento, cuando se produce, tenga las marcas de la violencia verbal.

Un aspecto importante en los análisis es el reconocimiento de las ideologías lingüísticas, entendidas como conjuntos articulados de representaciones sociolingüísticas sobre objetos variados: registros, variedades, estilos, géneros, lenguas, bilingüismos, prácticas como la oralidad formal, la conversación, la lectura y la escritura. Estas representaciones pueden identificarse a partir de juicios metalingüísticos o epilingüísticos o a partir de las regularidades discursivas que al ser identificadas permiten la inferencia de aquellas. Los desarrollos del Análisis del Discurso, por su parte, han facilitado el abordarlas desde sus especificidades, determinadas por las entradas interpretativas a los materiales según las preguntas de investigación.

En la primera parte, el libro que presentamos atiende a la dimensión semiótica de los procesos políticos. En el capítulo inicial, “Vestigios de una vida: representaciones de Eva Duarte en Evita, nacida para molestar de Miguel Rep”, Andrés Buisán enmarca la obra que analiza en el fuerte gesto disruptivo de las posiciones feministas, que han incidido en los debates contemporáneos sobre su figura, a la vez que atiende a aspectos de las ilustraciones que modalizan esos enfoques. Aborda la construcción de la figura de Eva en un género poco frecuentado con anterioridad: la biografía ilustrada; en este caso, la de Rep, publicada en 2019, al cumplirse los cien años de su nacimiento. Para ello, puntualiza aspectos centrales de discursos verbales, visuales y multimodales históricos y más recientes que se focalizaron en la vida de Eva. El recorrido seleccionado resulta imprescindible no solo por la revisión de las obras artísticas y de investigación realizada, sino también porque, como señala el autor, los discursos elegidos resultan claves para comprender lo que retoma, descarta o soslaya la compleja representación de Eva que propone la obra estudiada. Mediante la articulación de los aportes de la semiótica y de las teorías de la enunciación el trabajo emprende el análisis exhaustivo de aquella. Su paratexto y su organización composicional, las relaciones que se construyen entre discurso verbal y visual, las fuentes y los procedimientos empleados en los dibujos, los sentidos que adquiere el uso del color, entre otros aspectos estudiados en detalle y con precisión, muestran cómo la biografía de Rep selecciona y jerarquiza ciertos rasgos de la discursividad previa, el modo en que el humor le permite incorporar tanto los provenientes de admiradores como de detractores y las operaciones que median la inclusión de rasgos feministas en la representación de Eva. El trabajo exhibe con claridad cómo esta biografía ilustrada mediante dibujos, ajena a las restricciones de los discursos de las ciencias sociales, actualiza la representación compleja y paradojal de la figura de Eva. De allí que inicie su reflexión con la afirmación del valor simbólico del nombre propio, que adquiere una fuerza particular en el caso de María Eva Ibarguren Duarte. Los modos de nombrarla –entre otros: Eva Duarte, Eva Perón, Evita– revelan el espesor histórico de su figura y permiten inferir las variadas y, a veces, contradictorias figuraciones que los discursos le imprimieron y le imprimen.

El trabajo de Carla Daniela Benisz, “La reclusión privada de la vida pública. La escritura epistolar en el exilio paraguayo”, focaliza cómo la experiencia del desarraigo, causada por la sangrienta dictadura de Alfredo Stroessner en el Paraguay, que duró de 1954 a 1989, encuentra en las cartas un modo de interpretar y de resistir. La autora señala que, finalizada aquella, se multiplicaron los debates y discursos públicos muy politizados con el importante aporte de exiliados vueltos al país durante la última década de la dictadura. Los exiliados habían adquirido versatilidad en la discusión política gracias a que no la habían abandonado en el exilio, sino que incluso la habían profundizado: la política había impregnado su vida privada y, a la vez, tenían una tendencia a darle un sesgo privado al discurso público, lo cual se refleja sobre todo en sus cartas. Son precisamente estas cartas entre exiliados las que analiza con gran precisión Carla Benisz: además de exponer las circunstancias históricas con sus distintos partidos e ideologías, así como las características del género epistolar, la autora muestra las distintas posiciones políticas y también las personales de los exiliados, como la mayor o menor confianza en la caída de Stroessner según el lugar de enunciación (más pesimistas quienes están más cerca de Paraguay, en la frontera), y las distintas motivaciones para encarar la resistencia. Carla Benisz encara sobre todo las posiciones de los partidarios del Partido Colorado, el de Stroessner, al que consideran que traicionó, y que van desde concepciones netamente progresistas hasta religiosas, como los del exiliado Riera Figueredo, que piensa que el exilio es la penitencia por el pecado de haber permitido la dictadura y que debe actuar, por tanto, por un propósito de enmienda. También tiene en cuenta cortos y largometrajes que realizó la cineasta Paz Encina basada en los interrogatorios a los exiliados vueltos al país que la policía del régimen guardaba obsesivamente. El análisis que realiza Benisz nos brinda un panorama iluminador de muchos aspectos de la historia del Paraguay extrapolable a otras situaciones latinoamericanas, con lo cual se justifica plenamente su elección de la “forma simple” de la carta para poder obtener un panorama más complejo del exilio paraguayo.

La tercera contribución es la de Elvira Narvaja de Arnoux: “El discurso de intelectuales frente al inicio de la pandemia: entre lo crítico, lo conjetural y lo programático”. Sabemos que el miedo generalizado a un virus, la suspensión y la restricción del empleo, el aislamiento, la contracción del consumo y la ausencia de educación presencial, entre otros aspectos, generaron una transformación de la vida de los seres humanos durante el año 2020 y, en parte, durante el año siguiente. Consecuentemente fueron y siguen siendo numerosos los discursos provenientes de distintos campos –académicos, gubernamentales, personales, político-partidarios, educativos, sanitarios, literarios, artísticos– que se han centrado en la pandemia del COVID-19. Todos exponen distintos posicionamientos, tanto del sector involucrado como de la pertenencia política de los locutores, en un proceso que conmovió al planeta e interrogó algunas de las seguridades que sostenían a las sociedades en este nuevo siglo. Desde una perspectiva interesada en los aspectos ideológicos, Elvira Arnoux analiza uno de esos discursos: el que intelectuales y académicos prestigiosos produjeron en el inicio tanto de la crisis planetaria provocada por la enfermedad como de los modos de encarar el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Su objetivo es registrar las matrices discursivas a las que apelaron estos pensadores ante la situación desconocida e inesperada que se presentaba. Se muestra, así, cómo se activaron memorias genéricas, posiciones de enunciación, marcos interpretativos, estilos y gestos propios de la Modernidad. El trabajo se detiene en las tradiciones convocadas, los tópicos que se abordan, la escenografía construida y el modo en que se autorrepresentan estos intelectuales provenientes de distintos países y con distintos recorridos teóricos e ideológicos. El análisis realizado revela, asimismo, cómo esos discursos iniciales, liberados de restricciones disciplinares que podían afectarlos en otras circunstancias, buscaron encontrar un sentido ante lo desconcertante de la situación para proponer, a la vez, su visión socialmente crítica y la vocación de cambio asociada con la articulación entre lo conjetural y lo programático. Las regularidades discursivas identificadas en el análisis dan cuenta de la matriz a la que se apeló para comprender y encarar la crisis. Si bien la discursividad posterior al período estudiado fue modificando el foco y los rasgos de los discursos iniciales, estos últimos son, a criterio de la autora, altamente significativos pues constituyen un importante estímulo para pensar las sociedades actuales en momentos en que las crisis derivadas de otros avatares se profundicen.

La primera parte se cierra con el aporte de Lucía Niklison y Sergio Etkin: “Formas implícitas de argumentación: reflexiones desde la etnografía del habla sobre una conferencia de prensa de AMMAR-CTA-Nacional”. El proceso del cual se abordan algunos de sus aspectos semióticos es el de la visibilización actual de las diferencias de género y de los debates en torno a la evaluación y la función social de la prostitución. Niklison y Etkin analizan, partiendo sobre todo de la etnografía del habla, la conferencia de prensa que dio en 2020 la organización de trabajadorxs sexuales AMMAR para defenderse de los ataques que sufrió su secretaria general de parte de sectores feministas que combaten la prostitución como degradación. El artículo, además de la contextualización histórica que brinda, ofrece un prolijo análisis de la conferencia, incluida su preparación en reuniones anteriores, sobre la base de la grilla SPEAKING concebida por Dell Hymes. Este enfoque etnográfico les permite no centrarse en el nivel verbal de la argumentación empleada, que analizarán en un artículo posterior, sino tener en cuenta, entre otros factores, la contribución al peso argumentativo de la gestualidad, del uso de un salón más importante de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) que el de la propia AMMAR y la cuidada construcción de la alocución coral, que incluye la planificación del orden de las intervenciones y la selección de voces diferenciadas (la militante, el saber académico legitimante de un abogado, una mujer trans cuya presencia desmiente la acusación de que AMMAR se ocupe solo de la prostitución femenina, etc.). La atención puesta en todos estos factores en el estudio de un caso concreto cuyo conocimiento es de por sí interesante, lleva en unos casos a ‘rellenar’ la grilla con datos indubitables, pero en otros requiere de la formulación de hipótesis ad hoc, lo cual enriquece nuestras metodologías de análisis.

La segunda parte se centra en las intervenciones en el espacio del lenguaje con sus particulares despliegues genéricos, que inciden en la construcción de subjetividades y en la toma de decisiones institucionales, reveladoras del desigual derecho al ejercicio de la palabra pública. Se inicia con el capitulo de Paulo Damián Aniceto “El joven activo y reflexivo en el discurso experto de la penalidad juvenil” en el que aborda los discursos de profesionales que registran las entrevistas efectuadas a jóvenes imputados de delitos en centros socioeducativos de reclusión en Córdoba. En ellos son sometidos a entrevistas semanales de las que resultan informes periódicos, luego incluidos parcialmente como prueba documental por los jueces en sentencias que prolongan su reclusión o habilitan su externación. El trabajo de Paulo Damián Aniceto analiza los informes de seguimiento de los jóvenes internos elaborados por profesionales expertos de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Centro Socioeducativo Complejo Esperanza, ubicado en las afueras de la ciudad. La perspectiva adoptada para el análisis articula los aportes de la semiótica jurídica, el enfoque histórico del discurso y premisas de lo que denomina la dimensión dramática de la argumentación judicial. Este encuadre lo conduce a historizar e interpretar la legislación que rige los procedimientos penales juveniles, sus normas y el discurso pericial. Pese a que en 2005 se derogó la denominada Ley Agote, de la segunda década del siglo pasado, centrada en políticas tutelares y correccionales para los “menores”, y a que ese mismo año se sancionó la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, sostenida por un paradigma diferente, el Régimen Penal de la Minoridad impuesto por la dictadura de Jorge Rafael Videla continúa vigente. La copresencia de estas normativas en el discurso jurídico y en el discurso penal subyace al modelo de la protección integral de derechos actual y constituye, según muestra el trabajo de Aniceto, las condiciones enunciativas de producción de los informes que analiza. En efecto, su investigación demuestra que los informes sobre los jóvenes recluidos en el Centro Esperanza conforman la trayectoria del discurso estatal sobre la penalidad juvenil y están condicionados, entre otros aspectos, por las leyes, tanto vigentes como derogadas, y por la producción de la prueba documental para el juez, que es quien valora finalmente la calidad del informe. Estas condiciones orientan la construcción del enunciador experto y la representación del joven imputado, un referente cuyo ideal es “el joven activo y reflexivo” que podrá eventualmente salir de su estado de reclusión. El estudio de los informes semanales le permite profundizar en las trayectorias discursivas elaboradas por el enunciador estatal cuyas escenas analiza con rigurosidad: las formas progresivas de “inclusión” del joven en las rutinas del Complejo, la estructuración de su experiencia en términos de la oposición de un “adentro” y de un “afuera”, la progresiva asimilación de una historia que se les atribuye como propia, su exclusiva responsabilidad para proyectarse en el futuro, entre otros. Como subraya agudamente Aniceto, los informes son el resultado de entrevistas a jóvenes en las que entrevistador y entrevistado han aceptado las reglas de juego y actúan sus papeles en un proceso que performa sus identidades.

Nélida Murguía, por su parte, analiza en “Cursos estatales de español para migrantes senegaleses durante la gestión del PRO: una mirada desde los derechos”, los fundamentos de esas prácticas y sus alcances e ideologemas dominantes. Se parte del hecho frecuente de que quienes vivimos en Buenos Aires o en ciudades del interior vemos a migrantes senegaleses que venden bijouterie como manteros. La policía suele quitarles las mantas y la mercadería, los corre y los detiene arbitrariamente; también sufren violencia física, dada la política punitivista contra determinados inmigrantes, que recrudeció entre 2015 y 2018. Como lo expone Nélida Murguía desde una mirada muy informada acerca de las condiciones de origen y migración de los senegaleses, en su mayoría llegan sin conocimientos de castellano y muchos sin conocer tampoco el alfabeto latino: hablan wolof y otras lenguas de Senegal; solo saben francés quienes recibieron educación formal, y varios, a través de la educación religiosa, el árabe. La autora estudia las distintas estrategias glotopolíticas para la inserción de los senegaleses en la sociedad argentina: las de la propia comunidad migrante, con la enseñanza de términos básicos para la actividad comercial a los recién llegados, el apoyo de los alfabetizados para hacer trámites, la asistencia a cursos de español y el empleo de recursos digitales, y las de instancias gubernamentales de la Ciudad y la Nación, las cuales organizan cursos gratuitos de español para senegaleses. Pero no solo describe los cursos, sino que, a partir de diez entrevistas y del análisis de notas digitales, páginas web y redes sociales de las instituciones involucradas, desentraña los ideologemas y estereotipos en que se basan y los vincula con la ideología neoliberal que los sustenta. Así logra mostrar que el proclamado multiculturalismo de la gestión gubernamental en realidad relegó a un segundo plano la situación económica y los derechos humanos de los migrantes, y también, que los cursos estatales de castellano suelen responder al ideal de la integración de los inmigrantes como cuentapropistas, no como asalariados en trabajos regulares y estables.

En el tercero de los trabajos de esta segunda parte, Laura Taddeo se detiene en el “Diseño conversacional en instituciones gubernamentales. Análisis de caso: Boti, el robot de la Ciudad de Buenos Aires que dialoga con la ciudadanía”. La autora nos advierte que al abrir cualquier página web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nos encontramos con Boti, el chatbot que “quiere ayudarnos” en los más diversos temas mediante la aplicación WhatsApp: educación, documento nacional de identidad, sucursales para el pago de impuestos, multas por infracciones de tránsito, turnos para la verificación técnica vehicular y para vacunas, etc. Es decir: aunque es un robot, presenta rasgos humanizados; se acompaña de emojis de alegría, satisfacción, etc., y a partir de la pandemia incluso usa tapabocas. Laura Taddeo analiza el funcionamiento discursivo de este robot: la elección del diálogo con el/la ciudadano/a (en lugar de brindarle meros datos) como escenografía, la materialidad textual –verbal e icónica– del intercambio comunicativo y el valor semántico que aporta el uso de WhatsApp. El detallado estudio de cada uno de estos factores le permite concluir de qué manera esta herramienta de comunicación intenta crear una relación amable con el público; pero también muestra que, como debemos formular las preguntas de cierta manera –en caso contrario Boti nos dirá que no nos entiende o nos proporcionará información no requerida–, la autora concluye que también incide en la regulación de la discursividad, dado que “tarde o temprano, la discursividad del interlocutor se verá guiada a formas que faciliten el acceso a la información que necesita”.

En el último de los capítulos del volumen, “‘Como vos quieras o como tú quieras’, ¿o como usted quiera? Discurso académico y formas de tratamiento en el español rioplatense de la Argentina”, Adriana Speranza, desde una perspectiva etnopragmática, que busca explicar la variación lingüística considerando factores contextuales y culturales, presenta un estudio de las motivaciones que guían actualmente la selección de las formas alternantes vos/tú/usted en intercambios orales y escritos de distintas comunidades discursivas, entre las que privilegia el discurso académico. Las formas alternantes seleccionadas, lejos de ser arbitrarias, dan cuenta de las relaciones construidas entre enunciadores y enunciatarios. En la variedad rioplatense, el empleo de una u otra forma de la segunda persona muestra mayor o menor intimidad, familiaridad, solidaridad, jerarquía o poder en esas relaciones; pero, señala la autora, dado que las relaciones sociales se modifican en el transcurso del tiempo y cambian las necesidades comunicativas, las formas seleccionadas van variando y adquiriendo nuevos significados. Con el objetivo de explicar qué motiva la elección que realiza el hablante entre una u otra forma intraparadigmática, el artículo analiza intercambios orales y escritos actuales en la prensa y en la radio en los que se registra la variación en cuestión y las reflexiones metadiscursivas que los hablantes mismos realizan sobre las formas empleadas. Asimismo, historiza las observaciones registradas sobre el uso de la segunda persona en trabajos realizados por distintos investigadores desde el siglo XIX hasta el presente, aborda su tratamiento en manuales escolares para la educación secundaria, su uso en las formas de tratamiento en la educación superior y el rol de los correctores electrónicos en los intercambios mediados por plataformas. Este recorrido le permite postular los significados que adquieren las formas en variación y registrar usos del tuteo que resultan novedosos. Finalmente, mediante un estudio cualitativo de la alternancia vos/tú, Speranza describe contextos en los que la forma tú disputa actualmente el espacio del uso esperado de vos, y explica este desplazamiento.

En síntesis, el volumen presenta distintos aportes investigativos que recorren el campo glotopolítico y estimulan el abordaje de nuevos temas que convoquen entradas variadas a los materiales que se seleccionen a partir del interés en el que se centre el análisis. En un campo dinámico como este, la articulación entre lenguajes y procesos y gestos políticos es necesariamente diverso y es esa diversidad la que asegura su vigencia y sus alcances.

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO 1 Vestigios de una vida: representaciones de Eva Duarte en Evita, nacida para molestar de Miguel Rep

Andrés Buisán

 

 

 

 

Introducción

Es un lugar común empezar un nuevo escrito sobre Eva Duarte afirmando la complejidad de la empresa, debido a los innumerables discursos visuales y verbales que le imprimen capas de sentido y las frecuentes conclusiones paradójicas o categóricas de los análisis. En esta línea cabe pensar por qué volver a Evita, qué de nuevo, de distinto, de repetición y diferencia puede tener un trabajo sobre sus figuraciones –a esta altura, carece de sentido hablar de su figura–. Discursos enunciados por ella, textos firmados con su nombre pero intervenidos por otros, fotografías, huellas en su cuerpo de las disputas políticas, relatos literarios, películas y también una biografía dibujada conforman el nutrido estante del tejido semiótico anudado a Evita al momento de cumplirse cien años de su nacimiento.

El 7 de mayo de 2019 se cumplió un nuevo aniversario del natalicio de María Eva Ibarguren Duarte. La singular efeméride motivó nuevos discursos sobre Evita para hablar del presente, como se hace cada vez que se mira el pasado desde el banco de plaza de otro tiempo. Las preguntas centrales a partir de las cuales se recordó a Evita no se revistieron de política partidaria ni electoral –en un año atravesado por elecciones y disputas políticas fuertes– sino que giraron en torno de las perspectivas feministas. Algunos textos de los últimos años como Eva y las mujeres: historia de una irreverencia de Julia Rosemberg (2020), “Si Evita viviera ¿sería feminista?” de Marta Vasallo (2018) , “Las muchachas de antes” de Florencia Angilletta (2019) o “Si Evita ‘viviría’, no sería feminista” de Adriana María Valobra (2020) reflejan este marco interpretativo. No es ajeno a este horizonte de pensamiento el objeto de análisis de este trabajo: el libro Evita. Nacida para molestar del dibujante Miguel Rep.

El problema de la representación y el análisis de imágenes de Rep

La cuestión del carácter representativo de una imagen, remitida a los conceptos de “copia, representación, similitud, símbolo y signo”, como menciona Maurizio Vitta (2003: 31), nos conduce hasta las reflexiones de Platón en la Antigüedad. Esto se debe a que la imagen tiene un fuerte poder de “transparencia”, es decir, una tendencia a ser visualizada sin la conciencia de su mediación. Por supuesto que esto no es equivalente en todos los tipos de imágenes; sin embargo, se da en la circulación de ellas a través de muchos formatos y en un arco muy amplio del tiempo; como son los casos de la imagen en la fotografía, el cine, la televisión e incluso el dibujo y la pintura. La cuestión central es determinar la relación entre el objeto representado y la imagen que lo representa. Esta relación, siempre “indirecta”, como mínimo mediada por la conciencia humana, es muchas veces desapercibida. Un buen punto de partida para establecer un marco de análisis es entonces tratar de esclarecer cómo es esa relación en el objeto que nos proponemos analizar.

Evita. Nacida para molestar de Miguel Rep es una biografía que narra la vida de Eva Duarte a través de ilustraciones. Es decir que la obra remite a episodios de la vida de una figura pública, cuya suma de cuadros conforman una narración que relata su vida, desde la infancia en Los Toldos hasta la muerte. La ilustración, en este caso, matiza el problema de la “fidelidad” o “copia” de la escena representada. Está claro que no hay una intención en los dibujos de que los trazos de las figuras sean lo más fieles posibles a los objetos que remiten. Como dice Roland Barthes, “la denotación del dibujo es menos pura que la de la fotografía, pues no hay dibujo sin estilo” (2002: 44). En los dibujos profesionales, como los que analizamos, se privilegia más la marca del estilo que el objeto representado. Esto no quiere decir que el referente sea desconsiderado o ignorado; por el contrario, el artista se cuida de que en las ilustraciones se reconozcan figuras, acontecimientos o geografías. De hecho, en la base del género biográfico se presupone la identificación, como mínimo, del biografiado. Hay, entonces, una exigencia básica para leer la obra de Rep, un contrato con el lector, un pacto de reconocimiento y visualización: el lector debe poder reconocer a Evita, a figuras que la rodearon y acontecimientos que vivió. Este punto nos sugiere un problema propio de los dibujos o las artes plásticas que no presenta la fotografía. Si bien el retoque y el trucaje existen en esta última, su carácter indicial implica un contacto necesario con la imagen capturada.

Se define al ícono como aquel signo cuyo representamen tiene una relación de semejanza en sus cualidades con el objeto representado y al índice como aquel signo que tiene una relación de contigüidad entre representamen y objeto (Dubois, 2015 y Zecchetto, 2005). Umberto Eco (1986) define los signos icónicos como aquellos que “reproducen algunas condiciones de la percepción del objeto una vez seleccionadas por medio de códigos de reconocimiento y anotadas por medio de convenciones gráficas” (Eco, 1986: 225). Si bien se basan en percepciones y en códigos convencionales, estos signos no tienen “relación física” con el objeto, como sí lo necesita la fotografía. Esta es indicial en tanto requiere que el lente capture la imagen, lo que supone un proceso físico de conexión. En términos de Joly, “la semejanza deja paso al indicio” (2009: 45). En este sentido, la ilustración no requiere ese contacto, por lo que el reconocimiento de los hechos se basa en la percepción y las convenciones gráficas semejantes. El contrato con el lector tiene como base el concepto de visualización, en tanto el lector puede reconocer las figuras y los acontecimientos históricos a partir de una serie de códigos gráficos convencionalizados que determinan culturalmente la percepción. Así, identificamos en ciertos trazos a una figura, como figura humana o como Evita, y en el color amarillo, el cabello rubio. Ahora bien, que sea una figura histórica nos lleva a lo acontecido.

Narrar la vida de una persona indefectiblemente lleva al biógrafo a consultar fuentes históricas. En los paratextos del libro se aclara que los dibujos pertenecen a Miguel Rep y la “investigación histórica, grandes textos y etcéteras” (2019: 1) a Jorge Repiso. Este aspecto nos lleva a plantear el problema de las fuentes y, en particular, el lugar de las imágenes como documentos. Innumerables son las fuentes de consulta sobre la vida de Eva Perón, ya que incluyen desde notas en las revistas de espectáculo, hasta discursos públicos, y las centenares de páginas vertidas sobre ella, Juan Domingo Perón y el peronismo, oficiales y ensayísticas posteriores. Las fuentes son tanto verbales como no verbales, desde libros escritos hasta fotografías de Evita. Las imágenes que pudieron servir como fuentes no se agotan en las fotografías conocidas o en los libros oficiales de propaganda de los gobiernos peronistas, sino que creemos que no hay que dejar de lado las representaciones visuales de artistas plásticos y audiovisuales como las películas posteriores. Además, al no ser indiciales, las ilustraciones pueden generarse simplemente a partir de la imaginación del autor postulando escenas verosímiles.

Peter Burke (2008) propone una serie de reglas para ponderar críticamente el uso de imágenes como fuentes. La primera de ellas es: “Descubrir si una imagen dada procede de la observación directa o de otra imagen” (Burke, 2008: 32). Y propone el concepto de “intervisualidad” para pensar las “citas visuales” o “tópicos visuales”, que suponen una puesta en relación de una imagen con otra imagen previa. En nuestro caso, por la variabilidad de discursos que existen sobre Evita y fundamentalmente por lo observado en el objeto de análisis, analizaremos los materiales de donde proceden las ilustraciones y los procedimientos que le dieron origen para analizar el trabajo con las fuentes y los procesos de producción de las ilustraciones. Con el fin de dar cuenta de los sentidos de las ilustraciones, haremos un repaso sobre las representaciones previas de Evita, que nos permiten pensar no solo en los materiales sino en las significaciones que encarna su figura y que pueden funcionar como marcos interpretativos de los materiales y recursos usados para elaborar las ilustraciones. Luego, desarrollaremos más detenidamente el análisis de imágenes considerando las fuentes que se tomaron y los recursos o procesos de elaboración.

Pensar las imágenes y las frases verbales que las acompañan como signos productores de sentido, desde nuestro punto de vista, implica concebirlos como partes de un discurso. Esto nos lleva a considerar ciertas propiedades del discurso que son insoslayables para la interpretación. En Análisis de textos de comunicación, Dominique Maingueneau (2007) propone una serie de características del discurso, de las que mencionaremos tres pertinentes para el presente escrito: el carácter contextualizado, su instancia enunciativa y su relación con discursos previos. La interpretación de los signos verbales y no verbales no se puede disociar de su contexto de producción, que es definido e intervenido por el discurso, a la vez que marco interpretativo de este. La instancia enunciativa remite a los procedimientos de construcción subjetivos de las ilustraciones y los mensajes lingüísticos llevados a cabo por un locutor, en un momento y lugar. A su vez, el discurso se relaciona con discursos previos, como veremos, sea en forma de cita visual o en el reconocimiento de diversas marcas lingüísticas polifónicas.

Analizar discursivamente el sentido de las imágenes en el libro de Rep supone, entonces, considerar los procedimientos enunciativos de construcción de la obra, que requieren para su interpretación de un enfoque interdisciplinario. Elvira Arnoux (2006 y 2019) sostiene que el análisis del discurso es una práctica interpretativa que debe recurrir a disciplinas lingüísticas y no lingüísticas requeridas por el objeto de análisis. En este sentido, el análisis del discurso nos permite trabajar y articular conceptos de distintas tradiciones disciplinares, como la semiótica y la lingüística enunciativa.

El desarrollo se organiza, en primer lugar, con un breve repaso histórico sobre las representaciones previas de Evita; a continuación, analizaremos los sentidos de las imágenes en el libro y, por último, expondremos las conclusiones.

La hipótesis de trabajo es que la representación de Evita que hace Rep no es ajena a las paradojas que atraviesan sus figuraciones históricas y, a su vez, tiene elementos que permiten inscribir la obra en el contexto actual o en el “espíritu de época” contemporáneo, en particular por ciertos tópicos vinculados con las perspectivas feministas. En este sentido, sostenemos que la obra configura una representación singular de Evita que no es ajena a las formas convencionales pasadas ni a las discusiones actuales.

Aproximación a las representaciones de Evita

En este apartado expondremos de forma breve algunas de las figuraciones de Eva Perón, durante su vida y también posteriores a su muerte, con el fin de presentar sus representaciones más significativas para que nos sirvan como marco interpretativo de los dibujos. No es una presentación exhaustiva de sus figuraciones, sino de las que consideramos más relevantes en función de la interpretación que se desarrollará luego.

Hay diversos trabajos que abordan las representaciones de Evita, algunos de ellos analizan períodos extensos, como su vida y las representaciones literarias, otros una época, por ejemplo, la “evitamanía” de la década de 1990, y también casos puntuales, como la obra de Santoro o películas reconocidas. Para organizar la exposición, privilegiamos un criterio histórico. En principio, comentaremos las imágenes de Evita en vida; luego, el largo período que va de su muerte hasta hoy: sus representaciones desde los cincuenta hasta los setenta, los noventa y las imágenes en el nuevo milenio de las pinturas de Santoro.

Paola Cortés Rocca y Martín Kohan analizan las fotografías de Eva Perón en la primera parte del libro Imágenes de vida, relatos de muerte (1998). Los autores reconocen cinco momentos en el análisis de las imágenes: su infancia, la etapa de actriz (1935-1945), el viaje (1947), la mujer pública (1946-1950) y el momento de la enfermedad y la muerte (1951-1952) (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 21). Estos “grupos” de “imágenes del cuerpo” de Eva Perón que reconocen los autores son interesantes porque nos remiten a momentos que sirven para periodizar la vida, reconocidos como puntos de inflexión en biografías y análisis de imágenes. Son “momentos de vida” que contienen diversas figuraciones sobre su cuerpo y atributos sobre su persona, no exentos de contradicciones. Por ejemplo, en su etapa de actriz, se destacan los rasgos de candidez e inocencia en la imagen de Evita en Sintonía; y en la foto de tapa de Guión, se muestra como una mujer que sabe que es contemplada y admirada y resalta un tono pícaro, frívolo y sensual.

En el “salto” a la política sucede un punto interesante que, a veces, parece olvidado. Y es que es un “salto” con comillas, porque si observamos con detenimiento el análisis de Cortés Rocca y Kohan, vemos que las primeras fotos de su vida política como primera dama la muestran a Evita como “personaje accesorio de la fiesta”, cuyos “brazos colgando y la boca cerrada indican un entreacto; en breve recuperará la escena, pero el cuerpo entonces será otro” (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 30). Este punto olvidado muestra a una Evita sin protagonismo, con un estilo de actriz que ostenta su belleza, pero sin brillos ni esplendores. El “resurgimiento” de su cuerpo será más complejo, ya que la vida pública habilitará imágenes relacionadas con la política, que integrarán diversos rasgos nuevos y descartarán viejos. Según los autores,

 

El estilo paradigmático de la mujer pública es el resultado de un tránsito que va desde sus imágenes de actriz, pasando por aquellas en las que aparece como mujer del presidente hasta el momento en que posee un espacio político propio. En este pasaje, se ha descartado la figura de la candidez y el cuerpo erotizado […].

Ahora, la mujer pública es portadora de una voz política. El cabello anudado en un rodete, el trajecito sastre y la cara sin maquillaje –sin signos que permitan reponer una época, y que, por eso mismo, confieren eternidad a estas imágenes– abren el ingreso al ámbito político, sin adoptar atributos masculinos, ni negar los arquetipos de bellezas femeninos, pero retirando las connotaciones eróticas (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 37).

 

Esta cita es interesante porque refiere el pasaje a la esfera pública y porque remite al estereotipo femenino, que nadie niega en sus imágenes, y, en particular por el trabajo que analizaremos, porque los autores sostienen que “desaparecen” las connotaciones eróticas en la figura pública. Por otro lado, Karina Vázquez (2017) construye y analiza una serie fotográfica de Evita con trabajadores y concluye:

 

En la primera instancia de la serie, que denomino “mosaico”, Eva Perón está entre mineros, enfermeras, ancianos, empleados y obreros, niños y mujeres. Muchas veces se trata de una pose en conjunto, otras de un momento o acción en transcurso. Me interesa resaltar que todas aparecen como un mosaico de rostros y cuerpos, gestos y actitudes, zonas de contacto cuyos significantes no son esos mismos cuerpos, sino un claro proceso de nivelación y reconocimiento social. […] El cuerpo de Eva confundido con los otros se convierte en un dínamo transformador que reconoce, identifica y motiva (Vázquez, 2017: 51).

 

Estas representaciones que involucran a otros actores y forman parte de la propaganda política del gobierno también son claves en el libro de Rep. Creemos que hay una serie entre estas fotografías señaladas por Vázquez, el modo en que las retoma Santoro y cómo las dibuja Rep, según veremos más adelante. Estas imágenes llevan impreso el signo político de la función del Estado y darán lugar a la lectura del cuerpo de Evita como “Estado maternal” (Vázquez, 2017: 54). Este último sintagma anuda referencias de la acción del Estado –las políticas públicas– con los atributos de protección, afecto y amor maternal. Anahí Ballent lee la inscripción del mundo doméstico femenino en el ámbito laboral y político en la foto de la oficina usada por Eva Perón en el hogar de tránsito Nº 1 de la Fundación Eva Perón:

 

[...] los bibelots constituyen el alma de la foto y una clave de lectura de la imagen. Ellos indican que el espacio que observamos, un lugar de trabajo, es al mismo tiempo una casa, un hogar, porque irradian su carácter doméstico hacia el espacio que ocupan; lo transforman también por su carácter de objetos decorativos, cuyo sentido se agota en la función estética. Ellos hablan, finalmente, de una presencia capaz de transformar el mundo laboral en espacio doméstico, a través del cuidado del detalle, apelando a una capacidad asociada a lo femenino, como es el buen gusto: el acierto y equilibrio en la manipulación de valores formales y estéticos en la vida cotidiana (Ballent, 2008: 170).

 

La autora también señala que fue parte de la política de la institución destacar rasgos femeninos de lo bello, elegante, refinado o doméstico a través de la arquitectura y la decoración. El análisis de la autora nos remite a un punto de atención central en la construcción de la representación de Evita, planteado también por Barthes como procedimiento de connotación, a saber, la significación de los objetos. Por ejemplo, la máquina de coser es otro objeto que será revestido de un sentido importante asociado a la figura de Evita, objeto que suma la herencia familiar a esta lectura de la inscripción de lo político, lo laboral y lo femenino en los objetos. La madre pudo sostener el hogar de la infancia de Eva cosiendo, imagen que reproduce también Rep en su versión de los primeros años de Eva.

Estos atributos femeninos se anudarán también con el sacrificio cristiano. Valeria Grinberg Pla (2013) formula la idea de una retórica de la “mártir-santa-madre”, que entrelaza estas figuras con la participación política de Evita. Según la autora, son el centro de los discursos oficiales del primer y segundo gobierno peronista, incluso las imágenes que ponen en circulación desde el Estado luego de su muerte. La representación de mártir se configura a partir de su sacrificio noche y día en la Fundación Eva Perón:

 

los padecimientos físicos que sufrió durante su enfermedad, que desde la retórica religiosa son narrados como su calvario, su muerte temprana, que es presentada como un acto de autoinmolación voluntario por el bien de Juan Perón y del pueblo y, por último, su renuncia a la candidatura a la vicepresidencia, la que en estos textos es llamada significativamente: renunciamiento (Grinberg Pla, 2013: 4).

 

Estos rasgos se sintetizan en el lugar común de que Evita dio “la vida por su pueblo”, sin esperar nada a cambio. Por otro lado, la figura de santa se construye a partir de la identificación de su trabajo de acción social con las “obras de los santos de la Iglesia Católica”, ya que ambos dedicaron su vida a “servir a los pobres” (Grinberg Pla, 2013: 6).

Otro momento de la vida de Evita sobre el cual se fundan lecturas semióticas de su imagen es el viaje a Europa. Este hito la mostrará en una faceta de consolidación política y de esplendor de la actriz. Este último rasgo se deriva de la exhibición exaltada de la belleza femenina, en general asociada a sentidos de exceso. Cortés Rocca y Kohan sostienen que “Eva Perón sobrecarga su figura de signos de opulencia, autorizada por un espacio extranjero y cierta autonomía política ya adquirida” (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 42). Por último, respecto de las imágenes de este primer período, como contracara de este esplendor, encontramos el complejo momento de su agonía y muerte. Los sentidos asignados a sus últimas imágenes se pueden interpretar a partir de la serie de oposiciones que surgen de la dicotomía de la simulación y la evidencia (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 49). Este par de términos articulan los sentidos durante la agonía –se disimula la enfermedad porque quiere evidenciar salud y se “esconde” la “muerte en vida”– y luego de su fallecimiento, entregado el cuerpo al tratamiento de Pedro Ara –que busca inmortalizar el cuerpo, por lo que simula vida en el cuerpo inerte–. En este sentido, los autores afirman que el “pasaje a la inmortalidad se constituye, entonces, por ese doble entrecruzamiento de los signos de la vida y los signos de la muerte en el cuerpo de Evita” (Cortés Rocca y Kohan, 1998: 68).

Estos sentidos privilegiados que repasamos sintéticamente, que surgen en general de fotografías de Evita, marginan una foto que, con los años, tendrá un valor político muy importante: la imagen del rostro de Evita con el pelo suelto, sonriendo y con signos de vitalidad juvenil. Esta foto que muestra una faceta informal será símbolo político de la organización Montoneros y resignificará la figura de Evita. Ella pasa a ser, fundamentalmente, signo de la política revolucionaria y la rebeldía de los años sesenta y setenta. Valeria Grinberg Pla (2013) afirma:

 

La retórica revolucionaria irrumpe en este debate sobre el significado de Eva Perón y la argentinidad a mediados de 1960. Altamente politizante, usa a Eva Perón como emblema y la inscribe en los debates de aquellos años sobre la necesidad de una revolución en Argentina y en América Latina. Articulada sobre todo por los intelectuales argentinos de izquierda, la retórica revolucionaria siguió el vaivén de la historia Argentina: fue acallada durante la dictadura y resurgió después de 1983 (Grinberg Pla, 2013: 2).

 

A esta retórica más difundida en el ámbito público y político hay que sumarle las representaciones de los relatos literarios sobre Evita que se dan, fundamentalmente, entre su muerte y la dictadura cívico militar. Hay tres relatos que creemos importantes para la lectura de los dibujos de Rep en términos de representación. Estos son “Esa mujer” (1961/1964) de Rodolfo Walsh, “La señora muerta” (1963) de David Viñas y “Evita vive (en cada hotel organizado)” (1975) de Néstor Perlongher. Estos relatos fundan, a nuestro entender, una línea de sentido en torno del deseo, el erotismo y la sexualidad en el imaginario de Evita. Recordemos que la anécdota del relato de Viñas es la de un hombre que está en la fila del velorio de Evita para conquistar a una mujer y tener sexo. No es menor que a la mujer que conquista el personaje masculino la llame en un momento “esa mujer”. Si bien es cierto que el relato de Walsh pone en escena el combate político cifrado en el cuerpo, no lo es menos, a nuestro entender, que esa tensión esté atravesada por el deseo. El coronel del cuento de Walsh afirma al final que esa mujer es suya. Él expresa que cuidó del cadáver mientras otros la querían violar, pero no deja de insinuar su deseo de posesión, manifestado, justamente, en la negación del dato de la ubicación del cuerpo. Revelar el secreto de dónde está el cuerpo es resignarse a perderlo, a tener que compartir la información –y el cuerpo–. Así, se instala fuertemente la posesión como rasgo representativo del cuerpo. Los traslados y tensiones en torno de las peripecias del cuerpo inerte son justamente el reflejo del sentido de la pretensión de posesión material y simbólica.

Esta perversión que se va configurando alrededor del cuerpo, el deseo, la posesión y la sexualidad adquiere un grado extremo en el relato de Perlongher, en el cual Evita es identificada con una prostituta que vende droga en ámbitos marginales. En este caso, las relaciones sexuales se asocian con un imaginario de los sectores populares que quieren “poseer” el cuerpo, pero que también lo ven como dador de placeres, no solo sexuales sino también de consumo de drogas. Placeres que, por fuera de Evita que se los provee, están prohibidos para ellos por el Estado, es decir, son ilegales. Los tres relatos, entonces, ponen sobre la mesa y a flor de piel representaciones en torno del deseo y la sexualidad de y sobre Evita. Mencionarlos aquí no tiene otro fin más que poner en serie esta faceta que luego veremos en los dibujos de Rep, los que no dejan de tener su originalidad, pero que se fundan en un imaginario presente en el pasado.

Luego de esta etapa significativa, de política del deseo y del deseo de revolución, encontramos otro de los momentos más singulares de las figuraciones de Evita en la década de 1990, signada, fundamentalmente, por las producciones audiovisuales y la obra del artista plástico Santoro.