Técnicas básicas de dibujo. Dibujo de caballos - Equipo Parramón Paidotribo - E-Book

Técnicas básicas de dibujo. Dibujo de caballos E-Book

Equipo Parramón Paidotribo

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Beschreibung

Este libro enseña a dibujar caballos de una manera muy fácil y eficaz. El método se basa en esquemas elementales, al alcance incluso del aficionado más inexperto, que permiten representar la forma y el movimiento del animal sin apenas esfuerzo. Después de una primera sección donde mostramos los materiales empleados en el libro, en seguida aprenderemos a representar caballos a partir de formas muy sencillas y con la sola ayuda de un lápiz y un papel. De ahí pasamos al sombreado: la luz y la sombra y su diversa disposición sobre el relieve anatómico. Estas primeras enseñanzas elementales nos permitirán empezar rápidamente a dibujar caballos empleando una amplia variedad de técnicas distintas: carboncillo, sanguina, tinta china, aguada, etc. Es, en definitiva, una obra dirigida a todos los amantes del dibujo que deseen iniciarse y profundizar en uno de sus temas más atractivos: el dibujo de caballos.

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Sumario

Los medios

• El lápiz

• Carboncillo y pastel

• La tinta

• Aguada y acuarela

• El papel

La técnica

• Esquema y proporciones

• Patas delanteras

• Patas traseras

• Patas delanteras en movimiento

• Movimiento de las patas

• Cabeza de frente y de perfil

• Cabeza y cuello

• Cabeza y cuello: tres caballos

• Potro, caballo pequeño

• Potro acostado

• Potro al trote

• Caballos al trote

• Entre el trote y el paso

• Vista frontal

• Vista posterior

• Escorzos

• Escorzo con cuello y cabeza

Los estilos

• Sombreado con tramas de lápiz

• Sombreado con grafito mediante bloques

• Sombreado elemental al carbón

• Sombreado con lápiz carbón

• Carboncillo directo

• Esfumados y manchas

• Encajado con trapo

• Carbón con realces de goma

• Dibujo con sanguina

• Masa de color

• Dibujo con lápiz de sanguina

• Sanguina sobre papel de color

• Pastel sobre soporte coloreado

• Caballos al pastel

• Dibujo a tinta

• Dibujo a plumilla

• Aguada de tinta china

• Los valores de la aguada

• Aguada sepia

• Una cuestión de intensidad

• Manada en sepia

• Caballo en sepia

• Reservas con cera

• Aguada con tinta azul

• Mezcla de medios

• Apunte en técnica mixta

• Realces con guache

• Guache sobre papel de color

• Luz y movimiento

• Contraste con el fondo

Los medios

Podemos dibujar caballos con cualquier medio de dibujo. Pero el medio no es neutral y determina en cierta medida el carácter de la obra. Los medios basados en la línea favorecen el apunte rápido y también la elegancia de los contornos del animal cuando el dibujo se elabora con calma. Los medios de mancha son los mejores vehículos de la masa corpórea, del juego de los volúmenes, de las luces y las sombras. Los medios secos enfatizan la energía y los acuosos, más fluidos, acentúan el dinamismo.

Todo esto se aprende con la práctica, pero es importante orientarse desde el principio entre las múltiples posibilidades a nuestro alcance. Este primer capítulo constituye una guía básica de los materiales más habituales en el dibujo de caballos, algunos de ellos son ineludibles y todos se acaban usando en uno u otro momento. Su conocimiento, por somero que sea, es importante para hacer una elección bien fundada y acorde con cada tema.

El lápiz

El lápiz es una mina de grafito enfundada en madera. También puede ser una mina gruesa cubierta de una fina funda de plástico. En ambos casos se trata de lo mismo y el resultado varía sólo en lo que concierne al grosor del trazo, que es de color gris oscuro (de color plomo). El lápiz es, junto al carboncillo, el medio más universal de dibujo. Su empleo no encierra ningún misterio, su trazo es continuo, varía en intensidad según la presión ejercida sobre él con la mano y se puede borrar.

Es, sin duda, el medio más adecuado para el principiante, pues le permite empezar a dominar la línea, el tramado, el arabesco y los sombreados. También es casi imprescindible para tomar apuntes y notas rápidas, para fijar el movimiento, ajustar las proporciones y, en suma, trasladar rápidamente al papel las percepciones más fugaces y cualquier idea que acuda a nuestra mente.

Existen dos tipos de lápices: los convencionales (de madera) y las minas enteras y gruesas de grafito puro embutidas en una fina funda de plástico. La única diferencia entre ambas alternativas reside en el grosor del trazo.

APUNTES

El estilo del apunte debe ser ágil y desinhibido. No importan las imprecisiones ni los errores: las líneas equivocadas pueden borrarse o bien rectificarse sobre la marcha con líneas más gruesas. Los apuntes son ensayos y en ellos el dibujante busca soluciones y nuevas posibilidades. Los lápices más aconsejables para dibujar apuntes son los blandos, pues permiten trazos suaves y también densos y oscuros si se utilizan presionando la punta sobre el papel.

LÁPICES DE COLORES

La primera sección de este libro está realizada íntegramente con lápices de colores. Éstos no permiten coloraciones intensas, pero son muy versátiles. Dado que son un medio de dibujo, hay que dejar que el trazo domine siempre sobre el color. Si se emplean combinados con el lápiz de grafito, habrá que tener en cuenta que este último es graso y no admite superposiciones de lápiz de color; por lo tanto, los trazos previos de lápiz deben ser ligeros.

El vistoso pelaje de este caballo es una buena excusa para emplear los lápices de colores. Las líneas de grafito previas son muy tenues para evitar entorpecer el color.

Carboncillo y pastel

EL CARBÓN

El carboncillo original es una barra de sauce carbonizada, el más antiguo de los medios de dibujo. Su empleo no puede ser más directo, pues consiste en manchar el papel con la carbonilla que desprende la barra al frotar sobre su superficie. Los dibujos al carboncillo tienen una calidez y una sensualidad incomparables. Por la negrura del trazo, es el perfecto contrapunto a la ligereza de los sombreados que, en el caso particular del carbón, son casi siempre difuminados, ejecutados con el dedo o con un trapo de algodón. El carboncillo puede emplearse directamente en barra o bien en lápiz, siendo el trazo de este último más negro y preciso que el del carbón natural.

LAS BARRAS DE PASTEL

Están fabricadas con puro pigmento y contienen un ligero aglutinante (una resina o goma) que mantiene su forma cilíndrica justo lo suficiente como para evitar que se desmenucen al sujetarla. Existen también los “pasteles duros” o “cretas”; la diferencia entre unos y otros es que los primeros no contienen tanto pigmento pero facilitan el dibujo de línea. Utilizados sobre papeles coloreados, los pasteles permiten conseguir dibujos muy vistosos. Debido a su naturaleza disgregada, los dibujos al carboncillo y los dibujos al pastel deben estabilizarse, una vez acabados, con un aerosol fijador para evitar que se desprendan las partículas de pigmento.

Las barras de carboncillo y los lápices de mina de carbón se diferencian en la mayor densidad del trazo del lápiz y la mayor amplitud de las manchas del carboncillo.

Unas pocas aplicaciones de pastel bastan para crear una síntesis que sería difícil de obtener con cualquier otro medio de dibujo.

El pastel se presenta en barras gruesas de color y en lápices de mina más dura. Los lápices más empleados son los de mina blanca y mina de color sanguina.

La tinta

La tinta china es otro de los medios universales de dibujo que todo artista emplea cuando desea obtener los negros más profundos y saturados. El trazo que se obtiene al aplicarla con plumilla es, en efecto, el más negro de todos y por esa misma razón los dibujos a tinta china poseen una extraordinaria calidad gráfica. La plumilla requiere práctica y cierta habilidad; su punta metálica es muy rígida y puede atascarse en el papel si no se aplica en un ángulo correcto, que sólo la práctica puede enseñarnos.

La línea varía en grosor según la presión ejercida, pero siempre será una línea fina, precisa, fría y de contornos netamente perfilados. Si bien la tinta china es siempre negra, puede diluirse en agua para obtener degradados y tonos de un gris frío y pálido. Una vez seca, es insoluble al agua. Algunas tintas de colores son muy luminosas (varias de ellas se emplean en los ejercicios de este libro), pero la mayoría resultan poco permanentes y se decoloran con el tiempo y la exposición continuada a la luz.

En este dibujo se ponen de manifiesto los elegantes grafismos propios del dibujo a pluma. El dibujo de caballos ofrece muchas oportunidades para desarrollar estas líneas rubricadas.

LA VITALIDAD DEL TRAZO

Dominar el trazo de la plumilla lleva tiempo, pero vale la pena dedicarse a ello porque los resultados son muy hermosos una vez que se trabaja con soltura. La plumilla responde a la más mínima oscilación de la mano y transcribe con total fidelidad el gesto del artista. La distinta presión ejercida sobre su punta en diferentes lugares del dibujo acentúa los contornos y realza las formas dando intención y carácter a la obra. En ocasiones, el estilo gráfico de la plumilla se asemeja a una rúbrica personal: ahí reside su calidad y su atractivo.

TRAMADOS

La técnica del tramado es la única posibilidad de sombrear cuando se emplea la pluma, porque ésta es un medio de línea y no de mancha. Los tramados pueden estar compuestos de diversas capas de trazos aplicados en diferentes direcciones, creando redes tupidas. Si se desea obtener dibujos densamente sombreados, las tramas pueden ser muy laboriosas, pero vale la pena llevarlas a cabo, en especial si el tema pide contrastes y transiciones de luz a sombra.

Un apunte a pluma en el que también se han aplicado ligeras pinceladas de tinta china muy diluida en agua para sugerir algunas sombras. En los dibujos rápidos y los apuntes realizados con plumilla podemos trazar líneas ligeras, con poco énfasis, buscando la forma conjunta más que los detalles particulares.

Aguada y acuarela

El color de esta acuarela es el producto de la mezcla de ocre. No se trata de una mezcla homogénea y en algunas partes domina más un color que el otro, lo cual añade gracia y vitalidad a la monocromía.

AGUADA DE TINTA

Cualquier tinta puede diluirse en agua, y en función de la cantidad de agua utilizada, el tono de la mancha será más o menos claro.

Si sabemos jugar con las distintas diluciones, podemos obtener un sólido dibujo de mancha que revele toda la riqueza de volumen del cuerpo del caballo, las inflexiones musculares debidas al movimiento y la potencia y ligereza de su carrera. Si en el dibujo combinamos pluma y aguada deberemos tener en cuenta que los trazos de la pluma se diluyen y desdibujan al aplicarlos sobre la aguada aún húmeda; para asegurarnos de que las líneas permanecerán nítidamente dibujadas, tendremos que esperar a su completo secado.

ACUARELA