Técnicas básicas de dibujo. Iniciación al dibujo - Equipo Parramón Paidotribo - E-Book

Técnicas básicas de dibujo. Iniciación al dibujo E-Book

Equipo Parramón Paidotribo

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Beschreibung

Este libro enseña a dibujar de una manera muy fácil y eficaz. El método utilizado se basa en esquemas elementales, al alcance incluso del aficionado más inexperto, que permiten representar fi guras y objetos diversos sin apenas esfuerzo. Después de una primera sección donde presentamos los materiales, en seguida aprendemos a representar animales a partir de formas muy sencillas y con la sola ayuda de un lápiz y un papel. El siguiente paso es el sombreado: nos atrevemos a plasmar la luz y la sombra sobre los objetos. Estas primeras enseñanzas elementales nos permiten rápidamente abordar casi cualquier tema empleando una amplia variedad de técnicas distintas: carboncillo, sanguina, tinta china, aguada, etc. Se trata, en suma, de una obra dirigida a todos aquellos que quieran aprender a dibujar y deseen iniciarse y profundizar en las técnicas más atractivas del dibujo artístico.

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Sumario

Los medios

• Los lápices

• Variedades de carbón

• La sanguina

• Cretas para enriquecer

• La tinta

• El papel y sus características

La técnica

• Esquemas para el dibujo

• Encaje básico

• Detalles importantes

• Formas básicas y contornos

• Encaje con realces

• Realces diversos

• Encaje con carboncillo

• De la mancha a la línea

• Encaje en color

• Encaje del movimiento

• Trazos y movimiento

• Proporciones de la cabeza

• Encaje de un retrato

• Cabeza de perfil

• Perfil de un niño

• Cabeza y expresión

• Sombreado a lápiz

• Sombras y tramas

• Recursos de sombreado

• Del esquema lineal al relieve

• Sombreado con lápiz de carbón

• Efecto de claroscuro

• Transiciones de luz a sombra

• Sombreado con sanguina

Los temas

• Paisaje con plumilla

• Paisaje tramado a lápiz

• Paisaje tramado con lápiz de carbón

• Paisaje sombreado con lápiz de carbón

• Bodegón con tramados de lápiz de carbón

• Difuminado con carboncillo

• Arquitecturas con carboncillo

• Forma arquitectónica con carboncillo

• Paisaje con plumilla

• Unas rosas con plumilla

• Una planta dibujada con caña

• Flores a la aguada

• Flores a la aguada con reservas

• Unas hojas a la aguada

• Paisaje con reservas de cera

• Paisaje con aguada de sepia

• El desnudo

• Figura frontal

• Figura de espaldas

• Figura de perfil

• Figura acostada

• Apunte con sanguina

• Desnudo con sanguina

Los medios

Los materiales del dibujante son pocos y de sencillo manejo. De hecho, es suficiente con disponer de un lápiz y un pedazo de papel para comenzar a dibujar. En las siguientes páginas, presentamos al lector los utensilios de dibujo más habituales. Todos ellos los empleamos en diferentes ocasiones a lo largo del libro: lápices de grafito, de carbón, carboncillos, sanguinas, plumas, etc. También incluimos algunas sugerencias sobre el tipo de papel que conviene utilizar en cada procedimiento de dibujo para evitar que el trabajo se complique innecesariamente.

Los lápices

Un lápiz es una barra de grafito embutida en una funda de madera. Es el medio de dibujo más común y, por ello, apenas necesita presentación. Todos hemos empleado lápices alguna vez y sabemos que su trazo es de color gris oscuro y su grosor depende de la agudeza de la punta. El grafito marca sobre casi cualquier superficie y esto lo convierte en un medio universal.

DUREZAS

La mina del lápiz tiene diferente grado de dureza. A mayor dureza, más fino y claro es el trazo; sin embargo, los dibujantes suelen usar lápices blandos, de trazo intenso.

La dureza de la punta la indica un número que se halla en el mango del lápiz, o una letra, o una combinación de ambos. La letra puede ser H, para lápices de mina dura, o B, para las minas blandas. Cuanto más alto sea el número que antecede a la letra mayor es la dureza/blandura de la mina. Así, un lápiz 6H es de mina muy dura y un 6B, de mina muy blanda. Las durezas de mina más adecuadas oscilan entre la 3B y la 6B. Se pueden emplear varios lápices (no más de tres) de durezas distintas para modular la intensidad de los trazos y de los sombreados, aunque lo habitual es utilizar un único lápiz.

MINAS Y PORTAMINAS

Muchos artistas dibujan con minas blandas insertadas en un portaminas, lo cual les evita tener que sacar punta al lápiz constantemente. Esas minas pueden ser de varios calibres, desde los 0,7 mm hasta el centímetro de grosor. En este último caso, se trata de lápices sin funda de madera: una gruesa mina de grafito envuelta en una fina funda de plástico. También las minas se sirven en grosores distintos. Las más gruesas suelen emplearse para tomar apuntes y realizar esbozos sobre papeles de gran formato.

Las minas de grafito se comercializan enfundadas en madera (lápices) o bien insertadas en portaminas mecánicos. También son útiles las barras de grafito puro. Todas las variedades se sirven en distintas durezas.

Los lápices pueden ser duros, de trazo muy fino, o blandos, de trazo intenso. El grado de dureza se especifica en el mango.

Variedades de carbón

Se presenta en ramas carbonizadas o en barras de carbón prensado. Las primeras se conocen con el nombre de carboncillo y son las más comunes en dibujo artístico. Se trata de ramitas cuyo grosor oscila entre los 2 o 3 mm y los casi 2 cm. El tamaño ideal es el intermedio. Son quebradizas y su tono es un gris muy oscuro, aunque no negro. El trazo del carboncillo es fácil de borrar y de extender sobre el papel con la ayuda de un trapo o bien difuminándolo con las yemas de los dedos.

CARBÓN PRENSADO EN BARRA

Las barras de carbón prensado presentan un grueso regular y un color negro intenso. Su trazo es más intenso que el de los carboncillos, más permanente y difícil de borrar. Permite dibujar trazos de tono muy uniforme y sólido y se pueden adquirir en dos o tres durezas distintas.

LÁPICES DE CARBÓN

El lápiz de carbón se compone de una mina de carbón vegetal y material aglutinante, recubierto por la madera del lápiz. Su uso general es el dibujo al carbón, y en los estudios para resolver problemas de luz y sombra o de volumen. Existen varias gradaciones de lápiz carbón, sobre todo blandas, algunas muy estables con mezcla de arcilla. Los lápices con mina de carbón combinan la relativa limpieza de uso del lápiz con la intensidad de trazo propia del carboncillo. Se emplean en dibujos de pequeño tamaño y también en dibujos grandes para precisar y realzar algunos detalles y sombreados.

Los carboncillos son ramas carbonizadas de forma algo irregular que se sirven en distintos grosores.

La barra de carbón se puede aplicar de punta, para conseguir trazos precisos (A), o plana sobre el papel, para obtener trazos gruesos (B).

Los lápices de carbón proporcionan un trazo más negro e intenso que las barras de carbón.

El carboncillo rinde distintos valores tonales según el grado de difuminado y la presión ejercida con él sobre el soporte.

La sanguina

El término “sanguina” se usa para describir una mina de color rojo teja tradicionalmente usada por los artistas como alternativa a los fríos tonos grises del carboncillo.

Se comercializa en barras de distinto grosor y también enfundada en lápices. Su tonalidad oscila entre el rojo tierra denso y sólido y los rosas pálidos que se obtienen al difuminarla sobre el papel.

LÁPICES Y BARRAS DE SANGUINA

Las barras de sanguina son redondas o cuadrangulares y su forma recuerda a las barras de carbón prensado. Los lápices de sanguina se emplean para solucionar detalles y en obras de pequeño tamaño. El color de la sanguina varía en función del fabricante, aunque todos ellos sirven lápices de una tonalidad que abarca desde el rojo parduzco al rojo anaranjado de tendencia terrosa.

La sanguina ofrece una interesante gradación tonal según la presión que se ejerza con ella sobre el papel y el grado de difuminado.

Los lápices y las barras de sanguina son medios de dibujo de color rojo anaranjado que pueden emplearse solos o combinados con carbón o cretas.

Cretas para enriquecer

Amplia gama de cretas en distintos tonos armónicos: sepia, negro, sanguina, pardo y blanco.

Son las barras y minas de color sepia, pardo, ocre o blanco que suelen emplearse combinadas con la sanguina o el carboncillo para lograr efectos de riqueza tonal que el dibujo en blanco y negro no puede ofrecer.

Las cretas más comunes tienen forma cuadrangular, pero también se venden en lápices.

CRETAS DE COLOR SEPIA

El color sepia es un tono pardo oscuro, de tendencia cálida, con el que se fabrican minas para dibujar. Su cromatismo combina muy bien con el tono más intenso de la sanguina y también con el negro del carboncillo. Permite una amplia variación tonal y suele emplearse sobre papeles de color gris o siena claro. Se comercializa en lápices y en barras.

TONOS BLANCOS, GRISES Y PARDOS

La creta de color blanco es un complemento muy adecuado para trabajar con sanguina y con carboncillo. Naturalmente, para que resulte eficaz, hay que aplicarla sobre papeles coloreados. Existen también variedades grises y pardas (gris con tendencia cálida) que aumentan el rango de posibilidades en la elaboración de dibujos coloreados.

DIBUJO “A TRES COLORES”

Se trata de una especialidad tradicional en el dibujo con carbón y con sanguina. Consiste en emplear lápices o barras de carbón, sanguina y creta blanca combinados. Cada uno de los tonos desarrolla una zona de la gama tonal del dibujo. Para desarrollar esta técnica se utilizan papeles de color ocre, siena, pardo o gris, a fin de que el tono de la creta blanca se haga bien visible.

Los lápices y barras de creta rinden mucho mejor resultado cuando se emplean sobre papeles de color suave, de tono cálido o frío.

La tinta