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En las intenciones más inocentes, la poesía es una averiguación, un viaje, una celebración, una aventura, un descubrimiento; al mismo tiempo que ello, cuando miramos desde algún reverso, la poesía es un camino para regresar, pero… ¿de dónde se regresa y qué hay allí? La mejor sustancia en la poesía de Hugo Hodelín responde ambas preguntas. El tono calmado, la distancia emocional, la ironía, el lenguaje propio de conversación corresponden al acto de regresar, cuando ya muchas construcciones frágiles han quedado detrás. Lo imagino con las manos en los bolsillos, viene silbando, como un muchacho. Si tiene sed, bebe (hay un río cerca). Si tiene hambre, come (de los árboles rodeantes cuelgan frutas). Si tiene sueño, se tiende a descansar y luego continúa: escribiendo, haciendo incisiones, raspando la piel a las cosas, la gente, la época, el país, a sí mismo. ¿Qué es lo que se deja detrás? ¿Qué es la poesía? Escribir, silbar, leámoslo.
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Seitenzahl: 46
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Un destino común
Hugo Hodelín Santana
Todos los derechos reservados
© Hugo Hodelín Santana, 2023
© Sobre la presente edición:
Editorial Letras Cubanas, 2023
ISBN: 9789591026040
Tomado del libro impreso en 2018 - Edición y corrección: Leymen Pérez / Dirección artística: Alfredo Montoto Sánchez / Ilustración de cubierta: Adrián Socorro / Emplane: Aymara Riverán Cuervo
E-Book -Edición-corrección, diagramación pdf interactivo y conversión a ePub y Mobi: Damaris Rodríguez Cárdenas / Diseño interior: Javier Toledo Prendes
Instituto Cubano del Libro / Editorial Letras Cubanas
Obispo 302, esquina a Aguiar, Habana Vieja.
La Habana, Cuba.
E-mail: [email protected]
www.letrascubanas.cult.cu
HUGO HODELÍN SANTANA (Matanzas, 1955). Poeta. Ha publicado en Ediciones Matanzas El anciano (2003), Confesiones de un poeta mientras cuida un parqueo (2007), En dos strikes (2014), En la línea zaguera (2016) y la plaquette Confesiones (2018). Por Ediciones Vigía aparecieron sus cuadernos Reacciones adversas (2007), Las paredes del tiempo (2013) y El poeta (2018). Ha recibido importantes reconocimientos por su obra. Es miembro de la Uneac.
En las intenciones más inocentes, la poesía es una averiguación, un viaje, una celebración, una aventura, un descubrimiento; al mismo tiempo que ello, cuando miramos desde algún reverso, la poesía es un camino para regresar, pero… ¿de dónde se regresa y qué hay allí? La mejor sustancia en la poesía de Hugo Hodelín responde ambas preguntas. El tono calmado, la distancia emocional, la ironía, el lenguaje propio de conversación corresponden al acto de regresar, cuando ya muchas construcciones frágiles han quedado detrás. Lo imagino con las manos en los bolsillos, viene silbando, como un muchacho. Si tiene sed, bebe (hay un río cerca). Si tiene hambre, come (de los árboles rodeantes cuelgan frutas). Si tiene sueño, se tiende a descansar y luego continúa: escribiendo, haciendo incisiones, raspando la piel a las cosas, la gente, la época, el país, a sí mismo. ¿Qué es lo que se deja detrás? ¿Qué es la poesía? Escribir, silbar, leámoslo.
Víctor Fowler
Quisiera llamarme
William Carlos Williams
o
Langston Hughes
o
Fernando Pessoa
pero me llamo Hugo Hodelín
lo que me hace llano y tributable
de la manera que se hace todo
lo llano y tributable.
Ese es mi blasón
mi complicidad
mi estandarte
mi escudo familiar.
Pude haberme llamado Pepe
o no haberme llamado
y en mi glosario nocturnal
me repito una y mil veces
Alberto, Románico, Saúl, Francisco, Bruto, Antonio,
Gilberto, Ricardo, Paúl, Enrique, Carlos, Wenceslao,
Arquímedes y etc.,
los etcéteras de nombres
que pude haber o no haberme llamado
y a la hora de firmar lo que escribo
escribo sin falta ortográfica Hugo Hodelín (aclaro con H)
aunque
una vez soñé
llamarme
sencillamente
William Carlos Williams
o
Langston Hughes
o
Fernando Pessoa.
Las democráticas luces de la calle Contreras
iluminan por igual
a la viciosa y a la moralista
al cuerdo y al loco
a los ilustrados y los analfabetos
al corrupto y al honesto
al ladrón y al policía
al solvente y al desarrapado
al disoluto y al virtuoso
al albañil y al arquitecto
al niño y al anciano
a la puta y a la anciana virgen
al basurero y al funcionario
al de derecha y al de izquierda
a los asesinos y a los inocentes
al extranjero y al nacional.
Las democráticas luces de la calle Contreras
donde existe un farol disidente que siempre está apagado
me hacen ver en las noches de lunas vacías
el ojo de Dios.
Aquí estoy querido Charles
atrapado