Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Se trata de un libro de relatos cortos sobre la vida, sobre el día a día, mi día a día, el estigma de la enfermedad mental en la sociedad, la salud y las dificultades que cualquier persona puede encontrarse cuando tiene ansiedad, miedo o, simplemente, tiene un mal día.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 62
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Viaja conmigo: relatos de un proceso
Tonika Fuerte
isbn: 978-84-19445-79-7
1ª edición, agosto de 2022.
maquetación: Fernando Zanardo
Editorial Autografía
Calle de las Camèlies 109, 08024 Barcelona
www.autografia.es
Reservados todos los derechos.
Está prohibida la reproducción de este libro
con fines comerciales sin el permiso de los autores
y de la Editorial Autografía.
Cuando empecé a escribir este libro tuve miedo atroz, sobre todo porque no pensaba que terminaría siendo un libro. En un principio, escribía porque me lo aconsejaron como forma de expresión y me fue estupendamente. Me hacía sentir bien y rápidamente me di cuenta de que aquel tipo de escritura era más que una simple expresión, cada relato de este libro te hace adentrarte en una pregunta y cada pregunta en una nueva reflexión. Es cierto que no tengo experiencia previa en la escritura, pero tenía tantas ganas de compartir contigo algunas de mis experiencias que me dije, venga, adelante, hazlo. Y, como no, también tuve apoyo externo de profesionales.
SENTIMIENTOS VOLCADOS
Hasta hace unos pocos meses diré que lo único que hacía, mejor dicho, sabía hacer era lamentarme. Sí, lamentarme. Para mí era muy sencillo no contar nada a nadie o no al menos de forma sincera y esto tenía sus consecuencias.
Si yo me encontraba medianamente bien así se reflejaba en mi cuerpo y si, por el contrario, me encontraba mal mi cuerpo también lo sufría. En este caso a base de golpes y cortes, —¡qué barbaridad! —puede que digáis. Sí, lo es. Y en ocasiones todavía recurro a ello porque no he aprendido todavía todo lo que tengo que aprender para poder gestionar mis emociones tales como ansiedad, rabia, ira, tristeza…. Pero estoy segura de que, igual que ahora cada vez recurro menos a este tipo de acciones, llegará un momento en el que ya no me haga falta hacerlo.
Llegó un día en el que como era habitual yo por encontrarme muy nerviosa iba a darme un golpe en el pie, pero recordé que un psicólogo del CENTRO me había aconsejado que intentase escribir en los malos momentos. Entonces y, a pesar de encontrarme fatal, decidí ponerme a escribir lo que me estaba pasando por la cabeza. Hasta entonces recordaba haber escrito en alguna ocasión, pero no había sido mi momento.
Comencé a escribir todo, absolutamente todo lo que sentía. Lo más gracioso es que no sabía lo que sentía, pero intentaba describir cómo me encontraba, si me temblaban las manos, si el sudor recorría mi cuerpo, si el impulso de coger el martillo era tan grande que no podía soportarlo...
Sorprendentemente, y poco a poco, mi ansiedad fue bajando. Hasta tal punto, amigos míos, que no necesité autolesionarme. Porque por mucho que digan el mundo de la autolesión únicamente lo conoce el que lo pasa. Desde entonces decidí que le enseñaría aquel escrito al psicólogo del CENTRO. Eso sí, tengo que decir que, antes hubo un grandísimo trabajo con todos los especialistas del CENTRO para aprender a transitar las emociones. Porque yo, antes de todo esto era incapaz de llorar. Sí, de llorar. Y allí me enseñaron, me acompañaron y lo siguen haciendo, para decirme que ninguna emoción es mala. Más o menos intensa, más o menos difícil, pero ninguna mala.
Pero queridos amigos, para que veáis que se puede llegar a expresar las emociones, llegar a no autolesionarse o hacerlo lo mínimo posible. Yo decidí seguir narrando mi terreno más íntimo por algo mucho más importante todavía, ¿qué? Os preguntaréis algunos, no es sencillo de explicar, pero voy a intentarlo.
Mirad, mis escritos no son más que experiencias íntimas y personales, experiencias con la rabia, rabia por ejemplo por haberme propuesto un objetivo a corto plazo y no haberlo conseguido. Pero después de esa rabia al sentarme con alguien, un familiar, un profesional, quien sea, y darme cuenta de que el objetivo que me había puesto era tan alto y en tan poco tiempo que lo único que me había llevado era a la frustración y al fracaso.
Otro ejemplo que os puedo poner sobre mis escritos es el miedo, ¿por qué debo tener miedo a todo? Bueno pues no lo sé, pero lo tengo. Ansiedad continua, que no me deja dormir, respirar, expresarme, pero intento hacer una pequeña reflexión porque sé que muchas personas, al igual que yo, estáis pasando por lo mismo y pienso que si puedo apoyar a alguien cuando pasa por un momento tan complicado como estos sean bienvenidos los escritos
Pero para finalizar, no quiero engañar a nadie, cada día que pasa me gusta y me ayuda más escribir y me ayuda a mí. Por lo tanto y aunque suene egoísta, todo esto lo hago para mí, para mi crecimiento y conocimiento personal, que este recurso ha sido un tesoro descubierto muy bien escondido y que, de momento no pienso abandonar. No me importa lo que me puedan decir, espero que continúe siendo de tanta utilidad como hasta el momento y, eso sí, siempre estará a disposición de quien lo solicite.
Considero que mi escritura es una mierda, algo inservible. A mí me ayuda escribir porque ordena mis ideas o, incluso, para expresar mi rabia contenida cuando ya no puedo más. Pero no dejan de ser mis emociones, mis experiencias, mi rabia… Al principio pensé que podía ayudar a otras personas que hubiesen pasado por el mismo lugar que yo con mis escritos. Incluso, por qué no, llegar a intercambiarlos. Pero ese pensamiento ya ha pasado. Considero que únicamente son garabatos escritos por y para mí.
Cierto es que están escritos con la dulzura y están escritos siempre desde el corazón. He intentado hacer lo que he podido. Primero, y egoístamente, por mí y después por los demás. Para poder ayudar a ver las cosas un poco más positivas. Pero creo que por mucho cariño que le ponga, por mucho sentimiento, siempre serán una mierda.