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"Con tu mano en la parte baja de mi espalda, nos desviamos de la ruta designada, nos separamos del grupo y atravesamos los estantes destrozados. Te detienes justo aquí, en la oscuridad a la que llegamos al salir del espacio con luces parpadeantes provenientes de unas lámparas que cuelgan del techo en ángulos extraños. Me detengo a tu lado. No sé qué esperar a continuación".Mientras Stella hace fila para entrar a la Casa Embrujada, la divisa. Ella es la única persona sin disfraz. En cambio, lleva una camisa, un chaleco y sus labios están pintados de color rojo intenso. Y lleva una corbata. Stella se siente atraída hacia ella, hacia las cosas que podría hacer con esa corbata.... Stella quiere seguir cada uno de sus movimientos con la mirada, pero no se atreve por miedo a que esa chica pueda leer su mente.... Las aguarda un apocalipsis zombi dentro de la Casa Embrujada y, una vez allí, hacen fila y Stella siente el cuerpo de esa chica muy cerca del suyo. Las puertas se abren rápidamente y cualquier cosa podría pasar...-
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Seitenzahl: 24
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Al límite del placer
LUST
Al límite del placer
Original title:
När du ställde dig bakom mig i kön till skräckhuset
Copyright © 2019 Marie Metso and LUST, an imprint of SAGA, Copenhagen All rights reserved ISBN: 9788726273793
E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Al límite del placer
Te diviso desde mi puesto al otro extremo de la fila, mientras me congelo. La chica junto a ti imita a todos los zombis que se arrastran entre la niebla, alrededor de los edificios falsos de la feria. Avanzas a un par de pasos detrás de ella con un paraguas negro en la mano. Algo que ella dice te hace reír.
Caminas en mi dirección, al final de la fila para entrar a la Casa Embrujada. La que está ubicada al fondo del laberinto que describe la feria, donde hay telarañas y calabazas esparcidas por doquier.
Yo paso saliva. Hay algo peculiar en tu manera de andar. Como si supieras exactamente adónde vas, pero a la vez no. Como si tu presencia aquí fuera mera casualidad.
No. Más bien como si desde un principio, éste fuera tu destino.
Me acomodo la falda desgarrada y ajustada que cubre la suciedad y la sangre que se desliza por mis piernas. Todo es falso, por supuesto. Me pregunto por qué tomé la estúpida decisión de disfrazarme de porrista zombi.
Estúpida.
Los pompones cuelgan de mis brazos como arañas que han renunciado a la vida. De pronto soy consciente de la humedad y el frío que envuelven esta noche oscura de octubre. Tengo frío, aunque estoy acompañada por todos los visitantes de la feria que, junto a mí, hacen fila y se mueven lentamente hacia la entrada de la Casa Embrujada: Es una zona de miedo donde los actores deben crear una atmósfera realista de apocalipsis zombi. En locaciones suecas.
Heme aquí, en medio de las casas falsas, medio protegida de la lluvia. Mi ropa sigue mojada de cuando le di un rápido abrazo de despedida a Vanja, antes de que corriera hacia el tren. Lo siguiente que pienso es que la extraño. Extraño tener un amigo aquí Vanja no está a mi lado para burlarnos del frío, reírnos de nuestras manos congeladas y de nuestros dientes rechinantes.
En cambio, estoy aquí atrás sola. Excluida de las conversaciones alegres de las demás personas en la fila; ajena a la mezcla de terror y emoción que sienten algunos de los asistentes a medida que la la fila se acerca lenta pero constantemente a la entrada, al calor y la sangre.
