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Platón

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Beschreibung

Apología de Sócrates es una obra de Platón que da una versión del discurso que Sócrates pronunció como defensa, ante los tribunales atenienses, en el juicio en el que se le acusó de corromper a la juventud y no creer en los dioses de la (polis).

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APOLOGIA DE SÓCRATES

Sócrates(470-399)

Sobre la Apología de Sócrates

En esta obra, perteneciente a los denominados Diálogos de juventud de Platón, éste hace una defensa de Sócrates en donde, más que la crítica del discípulo hacia alguna hipótesis socrática, que seguro que Platón discutió, predomina el afecto y la rabia ante la injusticia manifiesta realizada por los atenienses con un hombre de bien. Aunque Platón estuvo presente en el juicio no parece que nos transmita una transcripción literal de lo que allí pasó,aunque si una fiable aproximación.

El esquema de la Apología es el siguiente:

1. INTRODUCCIÓN:

En ella, Sócrates se desmarca claramente del movimiento sofista rechazando la oratoria facil y engañosa como medio de defensa. Además, describe algunos hechos falsos, por ejemplo, la presentación que Aristófanes hace de él en las Nubes, que explicarían su fama de hombre extravagante y el hecho de la acusación a la que se ve sometido.

2. REFUTACION DE LAS TRES ACUSACIONES:

1ª)Acusación de impiedad (asebeia):usando el método dialéctico, por él creado, hace caer en contradicciónes manifiestas a uno de sus acusadores (Meletos).Deja claro que él cree en las divinidades.

2ª) Acusación de corromper a los jovenes: afirmará que es totalmente falso.La prueba es que ninguno de los que se consideran sus discípulos(ni sus padres)han presentado ninguna denuncia por corrupción.

3ª) Acusación de introducir nuevas divinidades: Sócrates realiza un análisis de la verdadera naturaleza de su daimon personal.

3. PRIMERA VOTACION:es declarado culpable por un escaso margen de votos.

4. LA ANTITIMESIS:Derecho legal a solicitar, por parte del acusado, de un castigo alternativo al pedido por la acusación (pena de muerte). Sócrates que no se considera culpable, sino más bien benefactor de la Polis,solicita una recompesa: ser mantenido, de por vida, a costas del erario público.

5. CONDENA A MUERTE:Realizada una segunda votación,Sócrates, es considerado culpable por una número mucho mayor de votos que en la 1ª votación.Condenado a beber la cicuta.

6. EPILOGO:Parece que es añadido por Platón ya que los Juicios en Grecia finalizaban al dictar sentencia.En este epílogo de la Apología,Sócrates se despide de sus acusadores profetizándoles una vida desagradable.De sus amigos y seguidores se despide realizando una breve reflexión sobre la naturaleza de la muerte.

 

 

 

APOLOGIA DE SÓCRATES

Sócrates(470-399)

 

Apología:17a-18a

17a ¡Ciudadanos atenienses!

Ignoro qué impresión habrán despertado en vosotros las palabras de mis acusadores. Han hablado tan seductoramente que al escucharlas, casi han conseguido deslumbrarme a mí mismo.

Sin embargo, quiero demostraros que no han dicho ninguna cosa que se ajuste a la realidad. Aunque de todas las falsedades que han urdido, hay una que me deja lleno de asombro aquella en que se decía que tenéis que precaveros de mí, y no dejaros embaucar porque soy una persona muy hábil en el arte de hablar.

Y ni siquiera la vergüenza les ha hecho enrojecer al sospechar de que les voy a desenmascarar con hechos y no con unas simples palabras. A no ser que ellos consideren orádor habilidoso a aquel que sólo dice y se apoya en la verdad. Si es eso lo que quieren decir,gustosamente he de reconocer que soy orador, pero jamás en el sentido y en la manera usual entre ellos. Aunque vuelvo a insistir, que poco, por no decir nada,han dicho que sea verdad.

Y, ¡por Zeus!,que no les seguiré el juego compitiendo con frases redondeadas, ni con bellos discursos escrupulosamente estructurados como es propio de los de su calaña, sino que voy a limitarme a decir llanamente lo que primero se me ocurra,sin rebuscar mis palabras,como si de una improvisación se tratara,porque estoy tan seguro de la verdad de lo que digo, que tengo bastante con decir lo justo, dígalo como lo diga. Por eso, que nadie de los aqui presentes,espere de mí, hoy, otra cosa. Porque, además, a la edad que tengo sería ridículo que pretendiera presentarme ante vosotros con rebuscados parlamentos, propios más bien de los jovenzuelos con ilusas aspiraciones de medrar.

Trás este preámbulo, debo haceros, y muy en serio, una petición.Y es la de que no me exijáis que use en mi defensa un tono y estilo diferente del que uso en el ágora, curioseando las mesas de los cambistas o en cualquier sitio donde muchos de vosotros me habéis oído. Si estáis advertidos, después no alborotéis por ello.

Pues, ésta es mi situación: hoy es la primera vez que en mi larga vida comparezco ante un tribunal de tanta categoría como éste. Así que - y lo digo sin rodeos soy un extraño a los usos de hablar que aquí se estilan. Y si en realidad fuera uno de los tantos extranjeros que residen en Atenas, me consentiriais, e incluso excusaríais el que hablara con aquella expresión y acento propios de donde me hubiera criado.

18 a Por eso, debo rogaros aunque creo tener el derecho a exigirlo que no os fijéis ni os importen mis maneras de hablar y de expresarme (que no dudo de que las habrá mejores y peores) y que por el contrario, pongáis atención exclusivamente en si digo cosas justas o no. Pues, en esto, en el juzgar,consiste la misión del juez, y en el decir la verdad, la del orador.

 

Apología:18b-20c

Así pues, lo correcto será que pase a defenderme.

En Primer lugar de las que fueron las primeras acusaciones propaladas contra mí por mis antiguos acusadores y después pase a contestar las más recientes.

Todos sabéis que, tiempo ha, surgieron detractores míos, que nunca dijeron nada cierto y es a éstos a los que más temo, incluso más que al propio Anitos y a los de su comparsa, aunque tambien esos sean de cuidado. Pero lo son más, atenienses, los que tomándoos a muchos de vosotros desde niños os persuadían y me acusaban mentirosamente diciendo que hay un tal Sócrates, sabio, que se ocupa de las cosas celestes, que investiga todo lo que hay bajo la tierra y que hace más fuerte el argumento más débil. Estos, son, de entre mis acusadores, a los que más temo por la mala fàma que me han creado y porque los que les han oido están convencidos de que quienes investigan tales asuntos tampoco creían que existan dioses. Y habría de añadir que estos acusadores son muy numeroso y que me están acusando desde hace muchos años, con la agravante de que se dirigieron a vosotros cuando erais niños o adolescentes y por ello más fácilmente manipulables, iniciando un auténtico proceso contra mí, aprovechándose de que ni yo,ni nadie de los que hubieran podido defenderme, estaban presentes. Y lo más desconcertante es, que ni siquiera dieron la cara, por lo que es imposible conocer todos sus nombres, a excepción de cierto autor de comedias. Esos, pues, movidos por envidias y jugando sucio, trataron de convenceros para,que una vez convencidos, fuerais pcrsuadiendo a otros. Son, indiscutihlemente, difíciles de desenmascarar, pues ni siquiera es posible hacerles subir a este estrado para que den la cara y puedan ser interrogados, por lo que me veo obligado como vulgarmente se dice a batirme contra las sombras y a refutar sus argumentos sin que nadie me replique.

Convenid, pues, conmigo, que dos son los tipos de acusadores con los que debo enfrentarme: unos, los más antiguos, y otros, los que me han acusado recientemente. Por ello, permitidme que empiece por desembarazarme primero de los más antiguos, pues fueron sus acusaciones las que llegaron antes a vuestro conocimiento y durante mucho más tiempo que las recientes.