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"Arde la pluma" es una travesía poética que invita al lector a explorar las profundidades del alma humana. Desde la delicadeza de las emociones hasta las fuerzas arrolladoras de las pasiones y los conflictos internos, cada poema es un retrato vibrante de la experiencia humana. Con un estilo único, íntimo y cautivador, esta obra refleja las luces y sombras de la vida, ofreciendo momentos de introspección y conexión.
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Seitenzahl: 49
Veröffentlichungsjahr: 2024
MALA
MALAArde la pluma : poesías de la A a la Z / MALA. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5863-3
1. Poesía. I. Título.CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Abanico
Abismo
Agazapada
Algoritmo
Almas
Amor dopaminérgico
Amor libre
Amor
Aquelarre
Arde la pluma
Arlequín
Arrullo
Bailarina
Bala
Bruja
Cambio la piel
Cerebro
Cómplice
Cornisa
Cortejo
Cosmos
Des-control
Descreída
Desprendimientos
Destino
Difícil
Dignidad
Dinastía
Disfraz
Displacentero
Eclipse
Ego
El deseo
Elementos
Embrujo
Entrega
Escritura
Espejo
Espinas
Esquirlas
Expectativa
Éxtasis
Fallo de percepción
Fantasía
Fantasma
Fluir
Fres-cura
Fuego
Gestos
Hechizo
Hielo
Hijo
Ilusión
Impostora
Infame
Ingenua
Íntegra
Intrépido
Joker
Juego
Kamikaze
Latido
Laxa
Libertad
Loop
Magia
Magnífico
Mago
Mala
Miradas
Misterio
Nadie
Omnipotencia
Órbita
Otredad
Pantalla
Pantano
Paraíso
Perenne
Pícara
Platónico
Primavera
Príncipe herido
Prisión
Prístina
Quedate si querés
Quiero quedarme
Ráfagas
Rastrero
Regreso
Remanso
Reminiscencias
Resplandor
Resquemor
Reverso
Semilla
Seno
Sentido
Sofocada
Sueño despierto
Sustancia
Temblor
Tibieza
Tiempo
Tobogán
Tóxico
Único
Vértigo
Vueltas
Whisky
X
Yo
Zoom
Si mi pluma difumina
calma, paz o adrenalina,
mi destino está cumplido,
brilla mi alma y se hace nido.
MALA
Nuevos comienzos
abanicando,
mis grandes sueños
voy hamacando.
Abro caminos
con nuevos cantos,
siento que el viento
está amainando.
Un gran poder
va acrecentando,
a mis temores
voy balanceando.
Siento que voy
atando cabos,
de lo que frena
voy escapando.
De mis desdichas
me hago cargo,
soy responsable,
me estoy curando.
Con pie muy firme,
pasos voy dando,
a nuevos puertos
estoy llegando.
Me reconozco
en este atisbo,
melancolía,
atroz y abismo.
En el desvelo
caigo en un risco;
no veo salida,
igual me rindo.
En esta vida
llena de sismos,
entiendo poco,
más bien existo.
Intento darle
al menos ritmo,
buscar la calma
mientras expiro.
Me habrá tocado
un guion mezquino.
Agazapada
y sin respuestas,
no tengo paz,
me ahogo en reyertas.
Sombría,
mi alma se aqueja,
del suelo evade
y se vuelve tiesa.
Carisma,
de amor sin receta,
suburbios
en la conciencia.
Atisbos
de displicencia,
ante el jefe
que me lidera.
Mandatos
de performance,
escasos
tiempos de paz.
El algoritmo
te pone enfrente
casi de un modo
impertinente.
Yo siempre he sido
inconsecuente
y en el amor
más que inconsciente.
Sin más palabras
que me lo cuenten,
remordimientos
solo aparentes.
No has sabido
retenerme
y ahora estoy
intransigente.
Tu mirada,
tal como un ente,
es para mí
intrascendente.
Todas tus vueltas
solo merecen
que sea muy
inteligente.
Me vuelvo tan
impertinente,
sin recaídas
que luego pesen.
Tu risa me atraviesa,
siempre se me hace eterna,
cuando no estás emerge
y estando sola me recuerda.
Aquellas noches de estrellas
que miramos estando juntos,
hablando desde banalidades
a los sueños más profundos.
Te parecés a un faro
que la oscuridad ilumina,
mientras vengo atravesando
tantos pesares en vida.
Ya no me siento sola
cuando la tormenta se avecina,
no pretendo soluciones,
solo que me hagas compañía.
Me alegra tu sola presencia,
los ojos que iluminan,
momentos estando conscientes,
dos almas que se hipnotizan.
Algo de inconsciencia
para acallar al ego,
un poco de dopamina,
logra el incienso.
Tus hormonas
son un concierto,
si estás conmigo
todo es perfecto.
Luego te vas,
me descontecto
y te encontrás
con tus excesos.
Yo me pierdo
en tu silencio,
te olvidás
de nuestro encuentro.
Cuando al fin
caés en lo cierto,
me llamás,
suplicás un momento.
Vuelve la calma,
se cierra el agujero,
aunque temporal,
me abrazo a tu cuerpo.
Repetís la ausencia,
me miro al espejo,
busco tu sombra,
más sola me siento.
Me antestesio...
Me asusté de tu simpleza
ante mi vida complicada,
no entendía el acertijo
y siempre me boicoteaba.
Cuando estábamos andando
el miedo se apoderaba,
necesitaba ponerle nombre
a eso que nos pasaba.
Me iba a probar suerte
en otras esperanzas,
pero siempre volvía
donde me sentía cuidada.
Nunca me prometiste
ilusiones falsas,
desde tu libertad,
un amor me entregabas.
Tuve que ser libre
para ver la importancia,
de no perderse en un amor;
sin embargo, ser amada.
No sé qué es el amor
pero esto se le parece,
se siente menos dolor,
la felicidad aparece.
Empiezo a querer compartir
mi parte más egoísta,
empiezo a querer sentir
que existe la maravilla.
No sé qué hay en tus ojos
me encuentro enamorada,
no huir es un logro,
al brillo de tu mirada.
Tanta dureza en mi vida
se afloja con tu dulzura,
tanto hielo que había,
se derrite en tu ternura.
No quiero sentirme culpable
de todos mis arrebatos,
mi pasión descontrolable
incendia todo a su paso.
Toda mi experiencia
sentencia una condena,
trato una nueva ciencia,
dejando atrás la tristeza.
Me siento guiada
por la luz de tu inocencia,
un poco encandilada,
cuando tu hechizo me ciega.
Si dejo de luchar
con demonios del pasado,
me entrego a disfrutar
y dejo al ego de lado.
Del fuego emerge
un resplandor,
corre por dentro,
genera ardor.
Quema con fuerza,
es perentorio,
de aquel amor
premonitorio.
Antes que pueda