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Una colección poética que explora los altibajos del alma femenina frente al amor y la vida. Distopía es un viaje emocional que atraviesa el dolor, la pasión, la decepción y la esperanza, utilizando la poesía como herramienta de autodescubrimiento. En sus versos, la autora se sumerge en la complejidad de los vínculos, la amistad, el amor propio y la espiritualidad, ofreciendo una obra honesta, íntima y profundamente humana que invita a quien lee a reconocerse en sus palabras.
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Seitenzahl: 57
Veröffentlichungsjahr: 2025
MALA
MalaDistopía : poesías con todas las letras / Mala. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6244-9
1. Poesía. I. Título.CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Aburrida
Acertijo
Adiós
Ajeno
Amistad
Arcoíris
Ausente
Basta
Brújula
Castillo de naipes
Cenicienta
Ciénaga
Corazón roto
Cuenca
Cuerpo
Decepción
Déjà vu
¿Discapacidad?
Distopía
Dulzura
Egoísmo
Enojo
Entrega
Escapista
Estambre
Expansión
Fantasía
Frecuencia
Garganta
Horizonte
Identidad
Impermanencia
Indiferencia
Insomnio
Jeroglíflico
Kafkiano
Libertad
Mascota
Matrimonio
Mensajes
Miseria
Misterio
Musa
Música
Nenúfar
Nostalgia
Nueva vida
Ojos tristes
Optimismo
Ósmosis
Pausa
Paz
Pérdida
Perfección
Perpetuo dolor
Puertas cerradas;
Puñal
Quitapenas
Recuerdos
Religión
Renacer
Rendición
Reset
Rosa
Rueda de la fortuna
¿Sabré amar?
Saturno
Sensaciones
Silencio
Sirena
Sobras
Soledad
Telepatía
Tempestad
Templanza
Unicornio
Venganza
Vestigios
Viajes
Vilo
Web
Xerófila
Yacimientos
Zambullirse
Dedicado a esos amores que son auténticas distopías, pero también a las personas e inspiraciones que acompañan cuando aparece lo imposible y catapultan a seguir adelante por otros senderos como: el autoconocimiento, la amistad y el amor propio, de eso se trata este libro.
¿Dónde estaré, cuando estoy ausente? A veces en un mundo fértil, otras en un mundo mágico y solo algunas ocasiones, en un mundo inerte. Escalo los cielos luego de los temporales, llegando a recorrer las nubes de mis pensamientos, pero como si sintiera que mis pies, abrazaran el suelo y se desprenden de la tierra, con esperanzas, sin improperios, libres de cargas, porque el impulso me proyecta a algún destino mejor. Conociendo el desgaste de la experiencia, pero con alguna intuición posible.
En otros momentos me embriago de una psicodelia irreal de universos en los que todo es una maravilla del cosmos, en un infinito elíxir, en la alquimia de la transformación que me lleva al ápice de la vida. Hasta que el sentir un zumbido fuerte en mis oídos me golpea y arrastra a las tinieblas más oscuras, donde solo hay dolor, cansancio, densidades, espíritus oscuros que me aplastan, me quedo sin aire, ahogándome en el agua de mis emociones hasta quedar completamente drenada por un agujero. Entra un atisbo de luz, un mínimo nivel de oxígeno y respiro, respiro hondo, me estiro, exhalo todo el dolor, los latidos se tranquilizan y escucho nuevamente el eco de mi voz.
Paso por esos tres estados de la materia, en esas tres formas de estar ausente, pero las tres suman a la evolución de mi avatar, me rescato, sola me rescato y pongo un pie tras el agujero, donde me esperan mis afectos, celebrando mi metamorfosis. Algunos no me reconocen y quedan atrás y otros se suman a mi camino, por el que sigo, más segura que nunca.
En toda mi vida
me gusta improvisar,
mantengo una estructura,
el resto suele variar.
Hago ciertas maniobras,
me disgusta lo lineal,
lo que es predecible
quita espontaneidad.
Los cambios me despiertan,
me producen atracción,
sacuden mi espíritu,
mueven la vibración.
Sostener el vilo
en una cadencia,
impredecible,
realmente me tienta.
Todo lo opuesto
espero del amor,
paradójico…
querer tener el control.
Aburrida me siento,
querer anticiparme,
si el placer viene
cuando uno de eso se sustrae.
En vez de jugar,
probar y animarme,
me siento tiesa,
fórmulas pongo adelante.
Complicada me torno,
por qué no me relajo,
si el verdadero disfrute
no tiene atajos.
Es después del asombro
que aparece la sorpresa,
aquello que cautiva
y le da la cadencia.
Por qué la complico,
me río en soledad,
descubro mi trampa
y me obligo a intentar.
Me resulta un acertijo
mi propia identidad,
a veces tan libre,
otras domina mi seriedad.
Por momentos sencilla,
menos complicada,
en otros melodramática,
más rebuscada.
Un instante
soy toda una profesional,
más tarde predomina
mi parte más musical.
La rebeldía
me hace desprolija
y la disciplina
sé que me perfila.
La escritura
une a cada parte,
puedo ser muy libre
y también salvaje.
Sigo una estructura
a veces académica,
también artística,
donde la ciencia no llega.
Como pasos de baile,
fluyo y me divierto,
puedo batir mis brazos
y echarme al vuelo.
Nada me detiene,
persisto en mis sueños,
estando triste o feliz,
nunca me bloqueo.
Me brota del alma,
siempre fue mi anhelo,
lo tenía como tesoro
y por eso hoy agradezco.
Quiero decirte adiós
y que esta vez suene sincero,
mi boca no tiene pero
ante este nivel de decepción.
Tampoco echarte culpas,
sé que tus heridas
facilitan la fantasía
y no logran torcer tu abulia.
La diferencia de edad
se ve en las conquistas alcanzadas,
tus metas no están trazadas
y aún te conduce la terquedad.
Yo no estoy disponible
para todas tus vacilaciones,
me recorren las emociones
y no puedo solo rendirme.
Siempre perseguí metas
lejanas, ambiciosas,
la espina contiene rosas
para poder contemplar belleza.
En este punto en el que estamos
no hay sino círculo vicioso,
como un truco malicioso,
que nos lanzó algún mago.
Me despido definitivamente,
a tu nombre lo lancé al fuego,
para que las cenizas que encendieron
vuelen estrepitosamente.
Fue fin de semana,
salí de mi embrollo,
fui en búsqueda
de calmar mis insomnios.
Vi gente tiesa,
inmersa en sus excesos,
un vacío existencial
que busca con ansias un cuerpo.
Parecían zombies andantes,
con pesares arrastrando,
miradas perdidas,
almas en pena vagando.
Sentí casi una pena,
también el reflejo de mis vacíos,
mirando desde afuera
me resultó muy sorpresivo.
Visto desde otros ojos,
es ajeno y escandaloso,
pero al rozar lo propio se vuelve
cercano y ominoso.
Sustancias, calor y música,
estímulos para acallar,
demonios que están escondidos
y emergen en la oscuridad.
Cuando se está en sintonía con eso,
no se logra cuestionar,
se lleva uno en la noche,
todo eso a su hogar.
Fue como una marea,
de la que logré escapar,
ahuyenté a esos espíritus,
logré regresar en paz.
La soledad desespera,
acecha muy mordaz,
me hace sentir extranjera,
alejarme de mi propio lugar.
No necesito apegarme
a un vicio tan terrenal,
sé que puedo desplegar alas
y echarme de nuevo a flotar.
Guardianes tengo en vida,
no solo me dan cumplidos,
me reprenden cada tanto
y es por eso que son amigos.
Escuchan cada audacia
que invento a pesar del riesgo,
me cubren las espaldas,
presentes en cada momento.
Son fieles y mordaces,
duros cuando tienen que serlo,