Constituciones que la madre Teresa de Jesús dio a las Carmelitas Descalzas - Santa Teresa de Jesús - E-Book

Constituciones que la madre Teresa de Jesús dio a las Carmelitas Descalzas E-Book

Santa Teresa de Jesús

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Beschreibung

Las Constituciones que la madre Teresa de Jesús dio a las Carmelitas Descalzas es uno de los textos constitutivos de la Orden de las carmelitas descalzas. Este texto establece las reglas y normas que deben seguir las monjas de la orden en su vida cotidiana y espiritual. Entre los temas que se abordan en este texto se encuentran la autoridad de los padres De la Iglesia y valor de la mujer en dicha institución. En cuanto a las prácticas espirituales, se establece que los Maitines se deben decir después de las nueve de la noche y que se debe dedicar un cuarto de hora a hacer un examen de conciencia sobre cómo se ha desarrollado el día.

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Santa Teresa de Jesús

Constituciones que la madre Teresa de Jesús dio a las Carmelitas Descalzas

Barcelona 2024

Linkgua-ediciones.com

Créditos

Título original: Constituciones.

© 2024, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-9816-818-1.

ISBN ebook: 978-84-9953-015-4.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

De la orden que se ha de tener en las cosas espirituales 9

Qué días se ha de recibir al Señor 10

De lo temporal 12

De los ayunos 13

De la clausura 14

De tomar las novicias 16

De los oficios humildes 17

De las enfermas 18

De las difuntas 21

De lo que está obligada a hacer cada una en su oficio 22

Del capítulo de culpas graves 24

De leve culpa 26

De media culpa 27

De grave culpa 28

De más grave culpa 29

De gravísima culpa 31

Deo gracias 34

Libros a la carta 37

Brevísima presentación

La vida

Santa Teresa de Jesús (Gotarrendura, Ávila, 1515-Alba de Tormes, Salamanca, 1582). España.

Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada nació en una familia de judíos conversos, y desde pequeña fue instruida en la vida de los santos. Estas lecturas y los libros de caballería la indujeron a fugarse del hogar paterno con su hermano. Pretendían recorrer el mundo convirtiendo paganos. Teresa fue internada durante un tiempo en el convento de las agustinas de Santa María de Gracia, pero tuvo que regresar a su casa de Ávila por su precaria salud. A los diecinueve años huyó otra vez para ingresar en el convento de Encarnación, donde se convirtió a la Orden de las carmelitas descalzas. Desde entonces se dedicó a la reforma de la orden, apoyada por san Juan de la Cruz.

En 1562 Teresa de Jesús fundó el convento de San José de Ávila, el primero de las carmelitas y, a instancias de Francisco de Soto y Salazar, su confesor, comenzó a escribir el Libro de mi vida, influido por sus lecturas de libros de caballería y comparado por algunos con las Confesiones de san Agustín. Aquí expone sus preocupaciones humanas y religiosas, sus trabajos y experiencias anteriores. La jerarquía eclesiástica denunció el libro a la Inquisición y pretendió deportar a su autora a Hispanoamérica, pero fray Luis de León, san Juan de la Cruz y el teólogo fray Domingo Báñez lograron que el castigo se redujera y fuese confinada en Toledo.

De la orden que se ha de tener en las cosas espirituales

Los Maitines se digan después de las nueve, y no antes, ni tan después que no puedan, cuando sean acabados, estar un cuarto de hora haciendo examen en qué han gastado aquel día. A este examen se tañerá; y a quien la madre priora mandare, lea un poco en romance del misterio en que se ha de pensar otro día. El tiempo en que esto se gastare, sea de manera que al punto de las once hagan señal con la campana y se recojan a dormir. Este tiempo de examinación y oración tengan todas juntas en el coro. Y ninguna hermana salga del coro sin licencia después de comenzados los oficios.

El verano se levanten a las cinco, y estén hasta las seis en oración. En el invierno se levanten a las seis, y estén hasta las siete en oración. Acabada la oración, se digan luego las Horas hasta Nona, salvo si no fuere día solemne, o santo que las hermanas tengan particular devoción, que dejarán Nona para cantar antes de misa. Los domingos y días de fiesta se cante misa, y Vísperas y Maitines. Los días primeros de Pascua (y) otros días de solemnidad podrán cantar Laudes, en especial el día del glorioso, San José.

Jamás sea el canto por punto, sino en tono, las voces iguales. Lo ordinario sea todo rezado y también la misa, que el Señor se servirá quede algún tiempo para ganar lo necesario.

Procure no faltar ninguna del coro por liviana causa. Acabadas las Horas, vayan a sus ofiicios. A las ocho en verano, y a las nueve en invierno, se diga misa. Las que comulgaren, se queden un poco en el coro.

Qué días se ha de recibir al Señor

La comunión será cada domingo y días de fiesta, y días de Nuestro Señor y Nuestra Señora, y de nuestro padre San Alberto, de San José, y los demás días que al confesor pareciere, conforme a la devoción y espíritu de las hermanas, con licencia de la madre priora. También se comulgará el día de la advocación de la casa.