Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
El huérfano Stephen Elliott va a vivir con su primo solitario, Mr. Abney, en Aswarby Hall. Aunque parece amable, Abney oculta planes siniestros arraigados en su obsesión por rituales antiguos de inmortalidad. Las visiones de dos niños desaparecidos revelan la terrible verdad: ellos fueron sus víctimas anteriores. En la noche señalada, los espíritus regresan y Abney sufre un destino macabro —librando a Stephen de convertirse en el último "Corazón Perdido".
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 18
Veröffentlichungsjahr: 2025
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
El huérfano Stephen Elliott va a vivir con su primo solitario, Mr. Abney, en Aswarby Hall. Aunque parece amable, Abney oculta planes siniestros arraigados en su obsesión por rituales antiguos de inmortalidad. Las visiones de dos niños desaparecidos revelan la terrible verdad: ellos fueron sus víctimas anteriores. En la noche señalada, los espíritus regresan y Abney sufre un destino macabro —librando a Stephen de convertirse en el último “Corazón Perdido”.
Huérfano, Ritual, Fantasmas
Este texto es una obra de dominio público y refleja las normas, valores y perspectivas de su época. Algunos lectores pueden encontrar partes de este contenido ofensivas o perturbadoras, dada la evolución de las normas sociales y de nuestra comprensión colectiva de las cuestiones de igualdad, derechos humanos y respeto mutuo. Pedimos a los lectores que se acerquen a este material comprendiendo la época histórica en que fue escrito, reconociendo que puede contener lenguaje, ideas o descripciones incompatibles con las normas éticas y morales actuales.
Los nombres de lenguas extranjeras se conservarán en su forma original, sin traducción.
Por lo que puedo comprobar, fue en septiembre de 1811 cuando un carruaje se detuvo ante la puerta de Aswarby Hall, en el corazón de Lincolnshire. El niño, único pasajero del carruaje, saltó tan pronto como este se detuvo y miró a su alrededor con gran curiosidad durante el breve intervalo que transcurrió entre el toque del timbre y la apertura de la puerta del salón.
Vio una casa alta y cuadrada, de ladrillo rojo, construida durante el reinado de Ana; se le había añadido un porche con pilares de piedra al más puro estilo clásico de 1790; las ventanas de la casa eran numerosas, altas y estrechas, con pequeños paneles y marcos gruesos de madera blanca. Un frontón, perforado por una ventana redonda, coronaba la fachada. Había alas a la derecha y a la izquierda, conectadas por curiosas galerías acristaladas, sostenidas por columnatas, con el bloque central. Esas alas claramente contenían los establos y las oficinas de la casa. Cada una estaba coronada por una cúpula ornamental con una aleta dorada.