De qué callada manera - Nicolás Guillén - E-Book

De qué callada manera E-Book

Nicolás Guillén

0,0

Beschreibung

Es una amplia selección de la obra poética de Nicolás Guillén, dedicada al amor, aparecida en varios de sus poemarios. Toma el título del primer verso de uno de sus más hermosos poemas. Esta antología se diferencia de las anteriores por la mayor cantidad de poemas y la estructuración del conjunto en una especie de diacronía simbólica, una suerte de «cronología» de una potencial relación amorosa, vista en partes o instancias, que significan «momentos» de esa relación.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 34

Veröffentlichungsjahr: 2023

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

Selección y edición: Denia García Ronda

Ilustración de cubierta: Claudia Santaella

Diseño interior y realización digital: Vani Pedraza García

Conversión a ebook: Idalmis Valdés Herrera

 

Primera edición impresa: 2017

 

Sobre la presente edición digital:

© Herederos de Nicolás Guillén, 2022

©Ediciones Sensemayá, 2023

 

ISBN: 9789597242321

 

Ediciones Sensemayá

Fundación Nicolás Guillén

Calle 17 #351 esquina a H, El Vedado

La Habana, Cuba

[email protected]

www.fguillen.cult.cu

www.facebook.com/fnguillen

Índice de contenido
Madrigales
Pétalo
Madrigal
Madrigal
Madrigal
Ana María
Teresa
Madrigal
El negro mar
Es un amor así...
Mi chiquita
Rosa tú, melancólica
A Julieta
Alta niña de caña y amapola
Un poema de amor
Si un beso no puede ser
La balada azul
Pas de téléphone
A veces…
Canción
Cómo no ser romántico
La pequeña balada de Plóvdiv
Si a mí me hubieran dicho...
El ruiseñor
Aquel amor
Igual que el mar
Nocturno
Piedra de horno
Si a mí me hubieran dicho...
La muerte es un suplicio...
Vino usted de tan lejos
Agua del recuerdo
Verla partir...
Glosa
La vida empieza a correr
Llueve cada domingo
Soneto
Tercera canción
Nada
Solo de guitarra
En algún sitio de la primavera
Datos del autor

Madrigales

Pétalo

 

Brazos que bien vinieran a la Venus de Milo;

ojos con resplandores de estrellas

o de puñal...

¡Quién hubiera, señora, la gloria

de ofrendaros

el corazón y un madrigal!

 

(Cerebro y corazón. 1922)

Madrigal

 

Ser ave quisiera:

cantar mis canciones al pie de tu reja

que el sol

besa y dora,

de modo que aquel que me oyera

dijera:

—Un hombre que llora.

 

Mi pena, que es tanta,

al pie de tu reja bañada de luna,

rimarla quisiera,

de modo que aquel que me oyera

dijera:

—Un ave que canta.

 

(Cerebro y corazón.1922)

Madrigal

 

De tus manos gotean

las uñas, en un manojo de diez

uvas moradas.

 

Piel,

carne de tronco quemado,

que cuando naufraga en el espejo, ahúma

las algas tímidas del fondo

 

(Sóngoro Cosongo.1931)

Madrigal

 

Tu vientre sabe más que tu cabeza

y tanto como tus muslos.

Esa

es la fuerte gracia negra

de tu cuerpo desnudo.

 

Signo de selva el tuyo,

con tus collares rojos,

tus brazaletes de oro curvo,

y ese caimán oscuro

nadando en el Zambeze de tus ojos.

 

(Sóngoro Cosongo. 1931)

Ana María

 

Ana María,

la trenza que te cae

sobre el pecho, me mira

con ojos de serpiente

desde su piel torcida.

 

Yo entre todas tus gracias

señalo la sonrisa

con que al arder escondes

la llama de ti misma.

 

Es cuando te recorren

las nubes pensativas

y en tu cuerpo metálico

la tempestad se estira,

como una lenta y suave

serpiente suspendida.

 

(Poemas de amor. 1962)

Teresa

 

¿Imagina usted, Teresa,

cómo arde su rostro grave

al resplandor de la suave

luz verde en sus ojos presa?

 

¿Se sabe qué luz es esa?

¡Dios mío, solo se sabe

que nadie en el mundo sabe,

Teresa, qué luz es esa!

 

Goce supremo, Teresa,

apagarle el rostro grave,

no más el instante suave

de verla en mis brazos presa.

 

¡Oh, enigma el de la luz esa,

de la que solo se sabe

que nadie en el mundo sabe,

Teresa, qué luz es esa!

 

(Poemas de amor. 1961)

Madrigal

 

Sencilla y vertical,

como una caña en el cañaveral.

Oh retadora del furor

genital:

tu andar fabrica para el espasmo gritador

espuma equina entre tus muslos de metal.

 

(West Indies, Ltd.1934)

El negro mar

 

La noche morada sueña

sobre el mar;

la voz de los pescadores

mojada en el mar;