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Los aspectos que reúnen a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y a la educación concentran hoy la atención de investigadores y educadores. La velocidad de los cambios tecnológicos obliga a pensar y repensar las prácticas docentes en ciclos cada vez más cortos. Y a este escenario complejo se suma, en 2020, el elemento pandemia. La motivación de esta antología es decodificar el presente de la cultura, el entretenimiento y los medios de comunicación a través de los contenidos. Refleja también los cambios en los procesos productivos y las nuevas formas de leer y de mirar atravesadas por las nuevas subjetividades nacidas con Internet. Mariana Pellegrino hace honor a una trayectoria de formación y de incansable producción académica en su campo disciplinar para dar cuenta de las transformaciones que aporta la tecnología en la cultura y en los procesos de producción de conocimiento. Este ebook hace las veces de mapa para que los jóvenes estudiantes puedan interpretar y contextualizar las coordenadas de su época.
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DEL CLIC AL TAP
Miradas sobre la cultura y el entretenimiento (digital)
Mariana I. Pellegrino (comp.)
Autoras
Mariana I. Pellegrino
Diana Fernández Zalazar
Pellegrino, Mariana I.
Del clic al tap : miradas sobre la cultura y el entretenimiento : digital / Mariana I. Pellegrino ; Diana Fernández Zalazar ; compilado por Mariana I. Pellegrino ; prólogo de Diana Fernández Zalazar. - 1a ed . - Buenos Aires : LID Editorial Empresarial, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-4467-18-8
1. Cultura Digital. 2. Tecnología Digital. I. Fernández Zalazar, Diana. II. Pellegrino, Mariana I. III. Título.
CDD 190
© 2020 Pellegrino, Mariana I
© 2020 Fernandez Zalazar, Diana
© 2020 Lid Editorial Empresarial SRL
LID Editorial Empresarial SRL
Libro de edición argentina.
ISBN; 978-987-4467-18-8
Compilación: Mariana I. Pellegrino
Coordinación del proyecto editorial: Lía Inés Sottanis
Corrección: Máximo Pereyra Iraola
Diagramación digital: Laura M. Fernández
Diseño de cubierta e imagen: Máximo Pereyra Iraola
Diseño Editorial: Mariana I. Pellegrino
Edición editorial: Máximo Pereyra Iraola
Colaboradores:
Tamara Colombo
Dalma Kuljis Barbeito
María Victoria Melieni
Pablo Quaini
Daniela Recalde
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.
No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y
escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Editorial y patrocinadores respetan íntegramente los textos de los autores, sin que ello
suponga compartir lo expresado en ellos.
Indice
Prólogo
Diana Fernández Zalazar
Introducción
Mariana I. Pellegrino
El ejercicio del tiempo presente
Mariana I. Pellegrino
Entretenimiento, cultura y doble clic
Mariana I. Pellegrino
Aproximaciones sobre la lectura en la actualidad
Diana Fernández Zalazar
El e-Tiempo. Una perspectiva de consumo (cultural) acelerado
Mariana I. Pellegrino
Epílogo
M. Victoria Melieni y Mariana I. Pellegrino
Anexo: La pregunta por el medio. ¿Qué pasa cuando todo puede contarse y mostrarse con un teléfono?
Andrea Mallimaci
Biografías
A la memoria de Carlos Neri
Mi gran maestro
Prólogo
Hablar, pensar, escribir y debatir sobre tecnología hoy, en un escenario que se renueva de manera constante atravesando lo social en sus diversas dimensiones y, en particular en la producción académica, es un desafío que conlleva el ejercicio de la reflexión aunado a la profesionalidad de quienes tienen un “saber hacer” en el cruce de sentido de varias disciplinas. Este es el caso de la Cátedra de Edición Electrónica y Multimedia de la carrera de Edición, que lleva la marca de su primer titular, Carlos Neri, y cuyos integrantes en la actualidad han sabido llevar adelante con solvencia y destreza la continuidad de su legado, a la vez renovándolo con el sello propio de una nueva camada profesional.
Dar cuenta de las transformaciones que aporta la tecnología en la cultura y en los procesos de conocimiento obliga a una perspectiva multidisciplinaria que no se agota en preguntas y/o respuestas, sino en la apertura de nuevas miradas y reflexiones que abren siempre a nuevos posibles. Este libro da testimonio de esa tarea en un ejercicio de compilación que sabe aunar la polifonía de diversas voces sin perder el sentido hacia donde y hacia quienes se dirige.
Mariana Pellegrino −Marianita, al decir afectuoso de Carlos Neri, reconociéndola como una hija putativa del mundo académico− hace honor a una trayectoria de formación y de incansable trabajo de elaboración y producción académica en su campo disciplinar. Desde allí, ella comanda las acciones, junto con otros colegas de su cátedra, para que las nuevas producciones sean siempre una apuesta a mantener vivo el proceso de construcción de conocimiento.
Solo me queda dar la bienvenida a esta nueva producción y a los autores y colaboradores que la hicieron posible, y agradecer el recuerdo a Carlos Neri, quien fuera su maestro y que seguramente hoy leería con orgullo estas páginas.
Diana Fernández Zalazar
Introducción1
Los aspectos que reúnen a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y a la educación concentran hoy la atención de investigadores y educadores. La velocidad de los cambios tecnológicos obliga a pensar y repensar las prácticas docentes en ciclos cada vez más cortos. Las tendencias tecnológicas se imponen antes de que haya tiempo para reflexionarlas, conceptualizarlas y explorarlas con profundidad. Y a este escenario complejo se suma, en 2020, el elemento pandemia. Quienes venimos trabajando en tecnología y comunicación, tecnología y educación, tecnología y cultura, tecnología y entretenimiento vemos cómo algunas cuestiones que anticipamos se hicieron realidad mucho antes de lo que esperábamos, como consecuencia de un factor rector que jamás hubiéramos imaginado.
La motivación de esta antología es reflejar los distintos momentos que atravesaron nuestras investigaciones para tratar de decodificar el presente. Desde el aspecto profesional y desde el académico sostengo siempre que ambicionando el futuro y persiguiendo la vanguardia se puede perder de vista la habilidad de separar tecnologías pasajeras de herramientas potentes y facilitadoras de cambios permanentes. Es por eso que nuestra mirada está puesta siempre en el futuro, pero sin desatender el presente y nutriéndonos de la polifonía que propone la especialidad digital.
Los docentes ya no pueden evadir la idea de retroalimentación con los estudiantes; tampoco abrazar con tanta fuerza el modelo de comunicación unidireccional que plantea el aula. El profesor, en agosto de 2020, ya no está entronizado al frente con la pizarra a sus espaldas y en primerísimo primer plano: hoy forma parte de un mosaico de caras en una pantalla compartida con sus estudiantes.
Todos estos textos fueron pensados para estudiantes universitarios y fueron inspirados por esos profesores que saben que forman parte del mashup conceptual de las nuevas generaciones.
Mariana I. Pellegrino
1 Pellegrino, Mariana I. (2020) “Comunicación docente-estudiante a través de redes sociales. Análisis de intercambios comunicacionales en los procesos de enseñanza-aprendizaje superior en el escenario Facebook y Twitter”. Extracto de trabajo de investigación inédito en el marco de la Mestría en docencia universitaria en la Universidad de Buenos Aires.
El ejercicio del tiempo presente. Lectorcentrismo y autorcentrismo hoy2Mariana I. Pellegrino
“Una tecnología definitoria desarrolla vínculos, metáforas u otras relaciones con una cultura de la ciencia, la filosofía o la literatura; siempre está disponible para servir como metáfora, ejemplo, modelo o símbolo. Jay Bolter
Introducción
A partir de esta línea se plantea un ejercicio: pensar la industria editorial en tiempo presente sin desplazar el eje de concentración ni un solo centímetro hacia el futuro.
La sensación inicial es que el ejercicio es imposible de realizar, por varios motivos. Durante siglos la tecnología que movió el engranaje de la industria del libro se vivenció como definitiva. Papel y tinta fueron las fronteras que delimitaron una actividad tan profunda, compleja y relevante como la que lleva adelante la industria editorial. En el medio se acomodaron, hacia un costado o hacia otro, los contenidos, los autores, los consumidores, los editores, los distribuidores, los canales de distribución…
Los ceros y los unos comenzaron a cercar primero a otras industrias culturales (la industria de la música, por ejemplo, fue una de las primeras en enfrentarse no solo a los desafíos de lo “digital” sino también a la piratería, principalmente por el escaso peso de los archivos de audio) y el libro, como se lo conoce tradicionalmente, resistió lo más que pudo. Resistió, y sigue resistiendo, por muchas razones: razones románticas, razones de hábitos, pero, principalmente, razones de negocios.
Otras eran las amenazas del libro entonces: las fotocopias, las tiradas, los contratos, las traducciones, el fantasma del desinterés de los jóvenes por la lectura. Las reflexiones sobre la perdurabilidad del papel, el uso del espacio para “almacenar” ejemplares, la forma de transportar tomos voluminosos, la manera de compartir lecturas… todos esos aspectos comenzaron a discutirse después, cuando nuevas herramientas tecnológicas permitieron imaginar nuevas conductas “lectoras”.
Mientras la industria de la música y la del cine comenzaban a incomodarse por el avance de la tecnología, la industria del libro empezó a pensar tibiamente: qué tecnología, cuál tecnología, qué dispositivo, qué precio…
Pero el futuro del libro llegó antes de que la industria editorial tomara una decisión y ese futuro llegó de la mano de los lectores, impulsados por consumos tecnológicos menos sagrados que el libro: los videojuegos, los teléfonos celulares y las computadoras portátiles. La industria tecnológica puso en manos de los lectores herramientas que les permitieron pensar en un “nuevo libro” más similar a otros contenidos, más cotidianos, que los lectores consumían en sus dispositivos electrónicos.
El presente del libro es difícil de narrar en tiempo presente porque la electrónica lleva la delantera y los lectores/consumidores están más acostumbrados a la vorágine de la tecnología (que constantemente habla en tiempo futuro) que a la solidez y paso lento y seguro de la industria cultural.
Cuando el libro electrónico ocupa el centro del debate, entonces, pensadores e intelectuales comienzan a hablar del futuro: nuevos dispositivos, nuevas virtudes de la tinta electrónica… siempre se habla de lo que vendrá. Y, mientras tanto, ¿quién habla de hoy?
El presente del libro es alucinante. Mecanismos centenarios están siendo revisados: producción, distribución, comercialización son los puntos neurálgicos de la discusión. Pero, al mismo tiempo, lectores y autores son los mismos… con más oportunidades o nuevas facilidades.
¿Alguien podría asegurar que hoy el público lee menos? ¿Se podría afirmar que hoy los autores escriben menos?