Diccionario de mujeres notables en la música cubana - Alicia Valdés Cantero - E-Book

Diccionario de mujeres notables en la música cubana E-Book

Alicia Valdés Cantero

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  • Herausgeber: RUTH
  • Kategorie: Bildung
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2024
Beschreibung

"El Diccionario de mujeres notables en la música cubana nos enorgullece y nos llena de satisfacción. Es un nuevo sol refulgente para nuestra música, por eso felicito a su autora a nombre de los músicos y la cultura de este país". (Harold Gramatges). "Todos nosotros, músicos, mujeres músicos y no, debemos mucho a la tenacidad, a la fe y a la gran preparación y madurez profesional de Alicia. Con su Diccionario de mujeres notables en la música cubana, ella nos ha entregado una parte de su vida y nos ha hecho un regalo especial: ha devuelto vida a las mujeres cubanas que han contribuido a la historia del mundo musical cubano, y, sobre todo, ha escrito un libro que se convertirá en centro de referencia para generaciones de músicos, intérpretes, compositores y profesores en el futuro. ¡Gracias de todo corazón, Alicia! ¡Gracias, Cuba, por este documento único y esencial!". (Patricia Adkins-Chiti).

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Premio UNEAC Argeliers León

al Pensamiento Musicológico Cubano, 2000

Edición: Consuelo Muñiz Díaz

Diseño: Sergio Rodríguez Caballero

Composición digitalizada: Virginia Pacheco Lien

Fotografía: Archivos personales de la autora, de Gerardo Aldana, de las mujeresbiografiadas y de sus familiares. Archivo documental de la Asociación de Músicos de laUNEAC. Fondo del Museo Nacional de la Música

Conversión a ebook: Idalmis Valdés Herrera

 

 

Primera edición, Ediciones UNION 2005

 

© Alicia Valdés, 2005

© Sobre la presente edición:

  Editorial Oriente, 2023

 

 

ISBN 9789591113221

 

 

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

EDITORIAL ORIENTE

J. Castillo Duany no. 356

e/ Pío Rosado y Hartmann

Santiago de Cuba

[email protected]

www.editorialoriente.wordpress.com

www.facebook.com/editorialorienteoficial/

Índice de contenido
Nota al lector para la segunda edición
Preludio a nombres e historias desconocidas
Mis razones
Mis agradecimientos
Con música, textos y presencia de mujer
Abreviaturas y siglas utilizadas
Mujeres notables
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
Y
Z
Anexos
Bibliografía
Datos de la autora

Nota al lector para la segunda edición

Ha querido el azar que esta nueva edición aparezca en un momento importante de la vida: mi cumpleaños sesenta, lo cual es un motivo adicional para festejar, más allá de jolgorios familiares e íntimos. Pero también me tienta a revivir los años que quedaron atrás.

Vienen a la mente recuerdos de mis inicios en la música, las trenzas, los vestidos y lazos de muselina blanca y rosada, las calles Rastro y Belascoaín, la victrola del bar de Pepe, el Conservatorio Amadeo Roldán y la imagen de aquella niña, obediente y soñadora, que sufría la constante invitación de su madre para que tocara en el piano las mismas obras y los mismos valses para las visitas hogareñas. ¡Pobre Zena, mi madre querida!, quien a toda costa deseaba que yo fuera pianista, aunque le dijera una y otra vez que “la ejecución” no era mi destino. Deseaba aproximarme al conocimiento de la música desde otros espacios vitales que me inquietaran más.

Al final, me otorgué el derecho de elegir lo que quería hacer y aposté por la investigación musicológica con intereses en la historiografía y la sociología de la música. Más tarde, a partir de 1991, esa atención se fue centrando en el estudio de la trayectoria de la mujer en la música y sus consistentes contribuciones a la historia de la cultura cubana.

En las últimas décadas, con los estudios de género, la problemática de la mujer ha sido motivo de reflexión desde diferentes ópticas. En Cuba, también este tema ha ido cobrando interés, pero la mayoría de los estudios en el ámbito artístico corresponden a la producción literaria y las artes plásticas, fundamentalmente, y el papel de la mujer en la música no ha corrido igual suerte, pues las investigaciones desarrolladas aún son pocas y recientes.

Supongo que para algunos resulte una verdad de Perogrullo la afirmación de que es indiscutible la presencia de numerosas y sucesivas generaciones de mujeres en el panorama musical cubano. No obstante, y paradójicamente, esta presencia y los frutos de su competencia son prácticamente desconocidos, porque en las historias escritas acerca de la música —incluso aquellas convertidas en referentes ineludibles— las mujeres suelen estar silenciadas u opacadas como consecuencia, no solo de una educación que asigna a hombres y mujeres diversas funciones por su condición de género, sino de una estructura económica y un contexto cultural de fuertes acentos patriarcales que acentúan la desigualdad y reducen a la mujer al ámbito doméstico-femenino-privado.

En el año 2005, y sin que las mujeres de la música pidieran apartarse, apareció un libro donde ellas se convirtieron en centro y motivo, y dieron cuenta de sus conquistas: Con música, textos y presencia de mujer(Diccionario de mujeres notables en la música cubana), llegó para dotar de una historia a quienes permanecieron invisibles y rodeadas de mitos durante mucho tiempo.

A través del diccionario, las mujeres hablan y dicen cuántas son, dónde están y qué han hecho y legado en cada una de las diversas formas en que se implican en el hecho musical. Con él se recuperaron nombres, historias, aportaciones, y se fijó la atención en los nombres actuales y en aquellos otros que dejaron sus huellas en siglos anteriores.

Esta edición ha sido una nueva invitación difícil de modificar por la compleja estructura de su texto, pero aun así, he podido incorporar fotos —varias inéditas— y sustituir algunas por otras de mayor calidad; actualizar la lista de mis colegas que obtuvieron el Premio UNEAC Argeliers León al Pensamiento Musicológico Cubano y el de las integrantes de las agrupaciones musicales femeninas; y agregar las fechas de los fallecimientos ocurridos entre la primera y la segunda ediciones.

Estoy consciente de que este no es el fin. Queda mucho camino por recorrer, textos que entregar y sueños por cumplir. Otro diccionario, ampliado y revisado, vendrá. Nuevos estudios e investigaciones harán análisis más globales, porque a veces cuando fijamos la atención en las individualidades, se diluyen un poco las virtudes de todo el colectivo, pero sé, estoy segura, de que la presencia y el aporte de la mujer en la historia de la música en Cuba, dejó hace mucho tiempo de ser excepcional para ser mayoritaria.

Estén atentos. Volveré. Mis primeros 60 me iluminan, aunque sin trenzas ni lazos de muselina.

Preludio a nombres e historias desconocidas

Importantes textos confirman que fue el flamenco Johannes Tinctoris (Tinctor), con su obraTerminorum musicae deffinitorium,quien creó el primer diccionario de música, publicado en 1475, iniciando la tradición universal de escribir este apreciado género de libros durante el apogeo del Renacimiento musical.

En la actualidad son muchos los diccionarios de música publicados en los más diversos idiomas: unos terminológicos, otros biográficos u organológicos; y se ha llegado hasta la concepción de grandes enciclopedias que reúnen todo elpensamiento musical en artículos o ensayos de los más importantes autores de algún país, grupo de países o continentes.

Quienes nos hemos habituado a hurgar en los más recónditos parajes del conocimiento musical, y desarrollado una eterna y perfeccionada búsqueda de fuentes de información durante nuestras vidas, valoramos infinitamente la difícil y abnegada tarea de compilación, organización de archivo y cruzamiento de datos sobre música que testimonia cada nuevo diccionario o enciclopedia que se publica.

El libro que hoy presentamos salva los diversos obstáculos que existen en la actualidad para determinar el papel de la mujer en el desarrollo de la cultura musical de Cuba. Su novedad estriba en el tipo de información expuesta en un mismo texto, en su mayoría absolutamente desconocida y menos aún publicada.

Por su alcance y selección de entradas, elDiccionario de mujeres notables en la música cubanadebe generar un especial interés científico y cultural, pues la aparición de este nuevo tipo de diccionario biográfico hecho por una mujer y dedicado al rescate y divulgación de la vida y obra de las mujeres en la música deCuba a lo largo de casi dos siglos —un período total de tiempo mayor que el dela propia Historia de nuestra música—, lo hace una obra sumamenteútil a profesionales y a cualquier otro tipo de interesado en el arte musical nacional, especialmente ahora con la tendencia internacional a la globalización de la información a inicios de la primera centuria del tercer milenio.

En el caso de su empleo por profesionales, por cumplir con todos los preceptos de la información científica de trasmitir los conocimientos en el tiempo y el espacio luego de su recolección, almacenamiento y procesamiento adecuado de fuentes desconocidas o apenas conocidas, este nuevo diccionario puede auxiliar a la enseñanza musical y artística en general, así como a la musicología en particular, y debe facilitar la redacción de otros estudios monográficos posteriores sobre el papel de la mujer cubana en el difícil arte de la música.

Cuando encendemos la televisión, oímos la radio o asistimos al cine, y cuando visitamos un conservatorio o presenciamos un concierto en un teatro o parque, o nos enfrentamos a la labor de un centro de investigación de música en la República de Cuba, podemos observar la incuestionable labor de las mujeres en diversas especialidades musicales, y percibimos su creciente número e innegable importancia, pero... ¿cuántas son?, ¿cuáles son las más destacadas personalidades femeninas?, ¿qué han hecho y qué hacen estas mujeres? y ¿desde cuándo influyen en la música cubana? Esto y mucho más puede conocerse gracias a esta obra de gran envergadura.

Este nuevo diccionario cubano se estructura en diecinueve secciones de acuerdo con los sectores o formas de actividad principal de cada una de las personalidades —especialmente por tipos de especialidades— y además incluyeelcurriculumde numerosas agrupaciones musicales femeninas. Internamente, cada sección tiene a su vez su propio ordenamiento alfabético de voces.

La acuciosa investigación desarrollada por la autora, previa a la larga etapa de revisión, redacción y organización posterior, ha sido coronada por el éxito. El excelente contenido engarza justamente con esta novedosa presentación editorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Si familiarmente algo debemos criticarle a esta obra, es la ausencia en la sección de Investigadoras y Musicólogas de la voz Valdés Cantero, Alicia... con los aspectos más sucintos del trabajo desplegado por la mujer que generó la hermosa idea de reunir la información que hoy ponemos a vuestra disposición. Ello obliga a suplir este defecto —fruto del pecado de modestia de su autora— a quien redacta este prólogo.

A la autora de este diccionario la unen cuatro coincidencias con el prologuista de su obra: el nacimiento en 1951, la procedencia de Ciudad de La Habana, el grupo de estudios de Licenciatura en Musicología y el mismo día de graduación en 1985 ante un Tribunal presidido por el siempre maestro Argeliers León Pérez. Todas estas, sumadas a la amistad que nos profesamos, obligan a un cuidadoso análisis de su obra artística y científica.

Pero, ¿quién es Alicia Valdés Cantero?

Alguien que antes de realizar sus estudios de Musicología en el Instituto Superior de Arte, se había graduado de Nivel Medio de Música en el Conservatorio Amadeo Roldán y licenciado en Historia del Arte en la Universidad de La Habana en 1978. La sólida formación profesional representada por los estudios, la incrementa con una sistemática y paciente práctica investigativa que refleja en diversos trabajos científicos como autora individual o formando parte de colectivos, así como a través de su efectiva participación en eventos académicos nacionales e internacionales dentro y fuera de nuestro país.

Su labor artística la inició en su especialización de dibujante musical como trabajadora de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), en una época en que este antiguo y agotador oficio representaba la única posibilidad de reflejar, en las ediciones de Cuba, las partituras de nuestros compositores, y los métodos y textos especializados de todo el orbe para nuestras escuelas. Labor que desde 1973 y hasta 1978 le valió un vasto conocimiento sobre autores, géneros y estilos musicales, difícil de obtener por otras vías.

Desde septiembre de 1978, y durante las décadas de los ochenta y de los noventa del pasado siglo —las más prolíficas y de mayor relevancia jamás vividas por esa institución—, se ha desempeñado primero como especialista en Estudios Culturales; luego, como musicóloga e investigadora agregada; más tarde como jefa del Departamento de Desarrollo del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC) y, en la actualidad, como musicóloga e investigadora auxiliar. Simultáneamente colaboró con el Instituto Cubano de la Música, a solicitud de su presidenta en aquellos momentos, al frente de la Dirección de Desarrollo Artístico.

Desde hace varios años es la presidenta de la Sección de Musicología de la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y por su iniciativa, coordinación, organización y dirección se realizan sistemáticamente, en La Habana, importantes actividades de gran relevancia culturaly científica, como: las reuniones del Círculo de Mujeres en la Música La Bella Cubana; los coloquios internacionales de música y poesía Nicolás Guillén y los correspondientes a la Feria Internacional del Disco; y los Simposios del Festival Internacional Boleros de Oro, en cuya edición del año 2002 fue condecorada con la Distinción por la Cultura Nacional.

El libroCon música, textos y presencia de mujer(Diccionario de mujeres notables en la música cubana),que hoy damos a conocer, constituye el estudiomás completo confeccionado hasta la fecha sobre la labor desarrollada en la músicade nuestro país por las mujeres, y ha sido elaborado por una especialistanacida y completamente formada en el sistema de enseñanza artística forjado por la Revolución en la República de Cuba.

Este texto que la UNEAC publica ahora a través de su sello editorial UNION, además de interesante y novedoso, hizo acreedora a su autora del primer premio UNEAC de Musicología Argeliers León del año 2000, al haberse distinguido su investigación, entre el grupo de trabajos presentados, por la acuciosa profundidad en la búsqueda de nuestro pasado y presente musical, la lógica organicidad de su contenido y su relevancia internacional.

Este es el tercer libro de esta autora, quien sorprendiera a conocedores y neófitos en 1989 con El músico en Cuba (Editorial Pueblo y Educación, La Habana), que trata sobre la vida social y sindical de los músicos cubanos en épocas anteriores a la Revolución, y que, sin duda, es importante para apreciar en el presente y el futuro los avances que han tenido nuestros músicos desde 1959 y todo aquello que aún deben llegar a solucionar. Esta investigación obtuvo premio en la IV Jornada Científica del Instituto Superior de Arte (ISA) en 1985.

A ella también se debe la idea, el prólogo, la selección y la autoría de dos artículos del libro Nosotros y el bolero (Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2000), excelente compilación sobre este género, que reúne algunas de las ponencias presentadas en los eventos teóricos que se realizan paralelamente a los festivales internacionales Boleros de Oro.

Cuatro experiencias científicas de carácter internacional demuestran la elevada preparación de su autora para la difícil aventura de redactar este libro y fueron: los artículos aceptados a inicios de los años noventa para el proyecto UNESCO, The University of Music: a History; su presencia en el pequeño grupo de especialistas convocadas para la antología Música y Mujeres de Cuadernos Inacabados de Madrid, en 1998, donde aparece su artículo “Caracterización de mujeres notables en la música colonial cubana”; y su prolífica participación con biografías y valoraciones críticas de la obra de importantes músicas y músicos de nuestro país para las “Voces de Compositoras” y “Voces Cubanas” del New Grove Dictionary of Women Composers (Editorial Macmillan Press, Londres, 1994) y el Diccionario Enciclopédico de la Música Española e Hispanoamericana, editado en diez tomos por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de Madrid en 1999, que recibiera en colectivo el Premio Anual de Investigación Destacada del Ministerio de Cultura en 1992.

Igualmente, publicó Viajera del tiempo: Marta Valdés, folleto de Ediciones UNION, y el plegable promocional de la Promotora Cultural Adolfo Guzmán para el Festival de Habaneras 1998. Colaboró con artículos en las revistas Clave y Revolución y Cultura, de Cuba; la revista Jueves de Excelsior, de México, y el Latin Beat Magazine, de California, Estados Unidos. También ha desarrollado notas para discos compactos y un sinfín de trabajos científicos de índole musicológica de amplio espectro.

Después de la lectura del Diccionario de mujeres notables en la música cubana, cuyo nombre poético sólo puede ser inspirado en femenino: Con música, textos y presencia de mujer, todo lector podrá apreciar y valorar en su justa medida esta obra, y precisar cuánto desconocía sobre la cultura musical cubana, y cuánto de sus resultados se deben a las mujeres que vivieron, viven y vivirán para componer, ejecutar, investigar y enseñar la música nacional de la isla mayor de las Antillas.

¡Espero les agrade y enriquezca la presente propuesta!

 

Dr. Lino Arturo Neira Betancourt

Mis razones

La carencia de estudios especializados que valoren desde el punto de vista histórico, sociodemográfico y musicológico la significación de la presencia femenina en el proceso de desarrollo y evolución de la música, ha sido una constante en Cuba.

Si bien hay ciertos trabajos aislados, desarrollados por motivaciones particulares de algunos estudiosos que pertenecen a instituciones cubanas, no existe una obra que enlazada a manera de diccionario, permita realizar un balance preliminar del quehacer de la mujer en la cultura musical cubana de todos los tiempos.

Por las indagaciones realizadas en los censos de población, los anuarios demográficos, las principales fuentes del sigloxixy los registros de las instituciones culturales y docentes del sigloxx, se constata la presencia de la mujer en la música desde la época colonial, y sobre todo en los últimos cuarenta y tres años, se percibe un incremento y una gran participación en la cantidad de féminas que incursionan, si tenemos en cuenta la marcada discriminación que la sociedad infligía a la mujer en el sigloxix.

Al transcurrir el tiempo, y dada la importancia que nuestra sociedad le concedió siempre a la música por ser la manifestación artística de mayor pujanza y arraigo popular, la mujer alcanzó un papel mucho más significativo, y a partir de los años sesenta del sigloxxno hay campo del quehacer musical donde no esté presente.

Por todo lo anterior, sentí la necesidad de registrar, perpetuar y descubrir nombres femeninos a través de esteDiccionario de mujeres notables en la música cubana,que si bien no incluye —sería imposible— el universo total que ha alcanzado renombre, sí recoge una muestra histórica y actual de compositoras,intérpretes vocales e instrumentales, directoras de orquesta y de agrupaciones corales, musicólogas, investigadoras y pedagogas que atestigua el vasto despliegue de la mujer en la vida musical. También estarán representadas aquellas otras cubanas que viven en el exterior y desarrollan una labor de promoción de la música cubana en beneficio del conocimiento de nuestra cultura. Y unas pocas extranjeras que aquí fomentaron un arduo quehacer artístico y pedagógico.

ElDiccionario...incluye todos los datos de la vida de las 371 biografiadas, redactados concisamente hasta el año 2002, aunque sin merma de que abarquen todos los acontecimientos importantes conocidos, bien por mi investigación personal o por lo publicado por otros especialistas, de modo que las biografías constituyan siempre el resumen y puesta al día de todo lo que se sabe de las protagonistas de nuestra historia musical.

En el caso de las compositoras registradas, se eligieron para todas las vivas una selección de las obras de sus catálogos dentro de cada género, debido a que no todas tienen la meticulosidad de recoger y hasta de registrar la totalidad de sus producciones; mientras que el repertorio de las creadoras fallecidas, que sí aparece íntegramente, recoge en orden cronológico todas las obras creadas, género, formato, título de la obra, año de creación y datos editoriales. Procede destacar que los catálogos que se presentan fueron elaborados en estructura y contenido por quien escribe, puesto que las informaciones registradas en el Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA) y recogidas en los currículos y entrevistas, no aparecen tal y como se presentan.

A las intérpretes se les incluyó una selección de la discografía realizada hasta el año 2002, que abarca, solamente,la que aparece en loscatálogos de la EGREM y los sellos BIS MUSIC y UNICORNIO, así como la que aportaron en las hojas de vida entregadas y la declarada en las entrevistas, que también mencionan los estudios PANART y VICTOR, los sellos discográficos KUBANEY, PUCHITO, MODINER, VELVET, GEMA, y otros existentes antes de la creación de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) en 1964, y los sellos extranjeros radicados fuera y dentro del país. Es oportuno aclarar que, a pesar de que la EGREM tuvo el sello GUAMÁ y tiene actualmente tres sellos discográficos (AREÍTO, SIBONEY y EGREM), ello no se puntualiza en nuestra selección porque todo se consigna bajo el rubro EGREM sin hacer distingos. Y no debe dejar de mencionarse la utilidad del libro de Cristóbal Díaz-Ayala,Cuba canta y baila. Discografía de la música cubana. (1925-1960) CD-R,por cuanto de él tomamos una selección de la información de lo grabado por las cubanas residentes en otros países.

En lo que respecta a las orquestas femeninas creadas en los años ochenta y noventa del sigloxx,se incluyeron sólo las quetomaron parte en el Primer Festival de Mujeres Soneras en 1994, y que aún hoy se mantienen como proyectos artísticos.

En el caso de las musicólogas —por ser un sector más pequeño— fueron elegidas las galardonadas conlospremios de musicología de la UNEAC y Casa de las Américas; las que ostentan cargos de dirección; las que han alcanzado el doctorado y aquellas otras cuyo trabajo docente e investigativo ha sido reconocido ampliamente. Y al igual que para las compositoras vivas, sólo aparecerá de ellas una selección de sus escritos musicales, porque no todas han tenido el cuidado de organizar el material en su conjunto.

De igual modo, figuran los nombres y el quehacer de algunas investigadoras que no se desempeñan de forma habitual en el campo de la musicología o no han mantenido una relación sistemática con la música, y sin embargo, son autoras de significativos libros y artículos publicados sobre música. Y el de las mujeres comunicadoras con una sostenida labor en la difusión, la crítica y la información de la música.

En lo que concierne al equilibrio de las entradas, se tuvo en cuenta, por una parte, la importancia de las figuras, y, por la otra, el volumen de información existente y localizado, porque un diccionario, además de su función informativa, lleva implícita una función jerarquizadora, dada sobre todo por la extensión de las fichas y catálogos. No obstante, en todos los casos no pude lograr la proporción deseada.

En la bibliografía general aparecen todos los libros utilizados como fuentes de información, pero no el centenar de artículos periodísticos revisados —sólo unos pocos aparecen—, que sí se incluyen en la bibliografía mínima de cada entrada.

Al diccionariolo precede un breve capítulo que describe la trayectoria de la mujer en la música en su devenir histórico, a modo de exposición para el entendimiento y utilidad de este primer intento, que también recoge, al final, novedosos anexos con datos inéditos hasta la actualidad.

En estos anexos aparecen nombres femeninos que noencontrarán en el diccionario al no obrar en mi poder suficiente información para elaborar las fichas correspondientes. Sin embargo, con su inclusión quiero rendir homenaje a algunas de esas cubanas y extranjeras que aunque no trascendieron la época que les tocó vivir, sí dejaron sus pasos en el camino evolutivo de la música cubana. Valga, además, como un hecho de justicia histórica y por la necesidad de rescatar, defender y preservar esos nombres para nuestra memoria cultural.

Ojalá que esta obra que recoge el esfuerzo y la tenacidad de once años de trabajo, y que —aun cuando se mantendrá abierta y destinada a ampliarse y perfeccionarse— hoy pongo a consideración de los lectores para suplir tantos siglos decarencia, contribuya a incentivar y promover otros estudios sobre el tema de la mujer cubana en la música, pero, sobre todo, proporcione un mayor conocimiento y reconocimiento hacia la realidad de una presencia que también ha contribuido a conformar una identidad nacional que no cesa, porque detrás de lamúsicade las compositoras, lostextosde las musicólogas e investigadoras y lapresenciaen el escenario y el aula de cantantes, instrumentistas y pedagogas, la mujer todavía tiene mucho que revelar.

 

Alicia Valdés Cantero

La Habana, 2002

Mis agradecimientos

Toda obra individual es también colectiva. Por ello quisiera dejar constancia de algunas personas que tuvieron que ver con la realización de este trabajo.

Al Dr. Perucho Mejía, por su cariño eterno y colaboración incondicional.

Al maestro Harold Gramatges, in memoriam, por su tutoría espiritual.

A Franklin Baker, quien amablemente me ahorró la angustia de no tener ordenador prestándome el suyo sin preguntar hasta cuándo.

Al compositor Edgardo Martín in memoriam, porque fue el primero en proporcionarme nombres y datos cuando apenas la investigación empezaba a gestarse.

A la compositora Marta Valdés, por ayudarme a completar la lista de algunas de las mujeres seleccionadas.

A la Dra.Dolores Rodríguez, mi compañera, amiga y hermana, por su colaboración incondicional.

A la destacada musicóloga española Pilar Ramos, por su bondad y sabiduría.

A Ximena Cabral, periodista y profesora de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, con quien pude intercambiar opiniones y puntos de vista durante las dos semanas intensas del diplomado en Género y Comunicación del año 2008.

A César Ramos, el editor insigne que ya no está entre nosotros.

A mi amabilísima editora y amiga Ana María Caballero, por sus valiosas orientaciones.

A la editora “fuera de serie” Silvita Gutiérrez, por sus sabios consejos y visión de perspectiva y continuidad.

A los inmensos Cristóbal Díaz-Ayala, Pepe Piñeiro y Pedrito Arias, por sus orientaciones, colaboraciones y bondades habituales.

A Lucy Provedo, por su ternura y valiosa colaboración.

A Diana Balboa, por la bella ilustración de la primera edición.

A Mercedes Cordero, por su ayuda en la recogida de información.

A Gipsy Duque, de Ediciones UNION, por su apoyo solidario.

A Juan Bernal Echemendía (Juanelo) por haberme enviado una foto inédita de Catalina Berroa para esta nueva edición.

A Enrique Río Prado, por facilitarme, para esta nueva edición, las fechas de nacimiento y muerte de algunas cantantes líricas y fotos de varias de ellas.

A la pianista y profesora Lina Mercedes Fernández Paneque, porque para esta segunda edición me proporcionó nombres, datos y contactos, y por el regalo de su amistad.

Al promotor cultural Heriberto Herrera Córdova, por sus rectificaciones, precisiones de fechas y valiosas sugerencias.

A la ingeniera Coralia Cruz, del Instituto Cubano de la Música, por su generosa contribución en el trabajo fotográfico.

A todas las compositoras, cantantes, instrumentistas, directoras de coro y orquesta, musicólogas, investigadoras, pedagogas y comunicadoras que me proporcionaron material visual y bibliográfico sobre su quehacer artístico, y porque me inspiraron.

A este tiempo cubano, a mi ciudad e isla mágica que canta, baila, se eleva y me inspira a investigar, escribir y soñar.

A Pipo, in memoriam

porque nunca dejará de estar a mi lado

 

A mi mamá

por su capacidad de soñar

y sortear indiferencias y adversidades

 

A Gerardo

porque siempre me acompaña

en mis realizaciones y afanes

 

A mi hija y mis nietos

porque componen mi mundo

 

A todas las mujeres cubanas

que hallaron en la música

una vía de expresión

y de anhelos humanos y sociales

 

 

Con música, textos y presencia de mujer

Desde los tiempos inaugurales de la presencia española en la Isla, llegan evidencias de la participación activa de la mujer en los cantos y bailes de los indocubanos, en los que hacía intervenciones especiales separadas de las de los hombres, y hasta desempeñaba el rol de guiador o jefe de grupo cuando en ellos participaba toda la colectividad.

En siglos posteriores, asentada la colonización y conformada una población cuya peculiaridad es la fusión interétnica, la mujer cubana se encontraba en el centro de leyendas y fantasías que orgánicamente se insertaron en las posteriores tradiciones musicales; ella preludiaba las prácticas de la música de concierto durante el siglo xviii, y luego, en el siglo xix, la vemos enraizarse en una música, que como fiel expresión de la conciencia social —identificada luego como conciencia nacional—, fue posteriormente música cubana.

Si nos preguntáramos cuál ha sido la contribución precisa de la mujer en la música, diríamos que como objeto de la creación ella ha sido históricamente fuente inagotable de inspiración por sus virtudes y desafueros, encantos y desdenes. El trovador, desde la segunda mitad del siglo xix, la llevó junto a su poesía en su andar por verjas y ventanas, en serenatas allá en Oriente, y fue el elemento indispensable en los géneros y estilos de la música cubana, que establecieron sus propios códigos para referirse a ella.

La canción, y el bolero en particular, enfatizaron en los aspectos físicos femeninos, por ello cantaron a las “frágiles”, “castas”, “gentiles” y “santas”, Cristinita, Longina, Aurora y Mercedes, quienes tuvieron “talles esbeltos” y “ebúrneos senos”, hasta que el tiempo pasó y esos atributos físicos ocuparon un lugar secundario. Nuevas circunstancias históricas y económicas —resultado de las transformaciones definitivas que se llevaron a cabo en el país a partir de 1959— hicieron cambiar las normas, y si bien la figura femenina continuó siendo el motivo de la creación, labelleza externa no absorbió el interés del creador, quien encontró nuevas vías para cantarle a mujeres más reales, verdaderas y contradictorias comoYolanda, Paula, SandrayBárbara,quienes asumen un lugar principal junto al hombrey comparten con él anhelos, recuerdos, frustraciones y despedidas.

Los géneros bailables se interesaron en situaciones vivenciales cotidianas yen la relación hombre-mujer desde diferentes puntos de vista. De tal forma, recurren sobre todo a la declaración amorosa y al desamor; admiran los atributos físicos femeninos y otras cualidades externas, o es la mujer el elemento activo de la historia. Y todo ello, con el apoyo de textos ingeniosos, satíricos, humorísticos y de mucho sabor criollo.

Pero la mujer no sólo ha sido fuente inagotable de inspiración. Ella es también sujeto creador de su entorno y de su tiempo porque ha legado a la músicaformas de hacer, decir y sentir que mucho prestigian el discurso sonoro nacional.

Las estadísticas demográficassobre la presencia de la mujer en la músicarevelan, en el año 1899, la cifra de 46 mujeres (y 582 hombres); el censo de 1907arroja la cifra de 51 mujeres (y 711 hombres); las estadísticas del año 1919reflejan la cantidad de 71 mujeres (y 791hombres), mientras que los dos últimos censospublicados en 1943 y 1953 dan a conocer las cifras de 1 080 mujeres (y2 322hombres) y 745 mujeres (y 2 184 hombres), respectivamente, dedicadas a la creación y ejecución de las músicas de concierto y de la folclórico-popular cubana.

Elguaguancó,incluido dentro del complejo genérico de larumba,posee un espacio propio y natural en los solares y cuarterías, y tiene intérpretes femeninas notables, capaces de transmitir, en la voz y en los movimientos corporales, la sensualidad, la picardía y la emotividad que demanda el género.

Elson,nacido en las provincias orientales, halló en las voces femeninas un medio sonoro popular que también contribuyó a la difusión y trascendencia nacional e internacional del “más sublime de los géneros musicales”.

Elpunto guajiroy todas las modalidades genérico-musicales campesinas que se aglutinan alrededor de él, forman parte del catálogo creacional e interpretativo de algunas de nuestras mejores compositoras y cantantes.

En la creación y ejecución deldanzón,considerado como uno de los primeros exponentes de la cubanidad, se hizo notar la presencia femenina, que también sentó cátedra en la dirección orquestal.

En 1929, la música popular marcó un nuevo hito en los salones matanceros con el estreno deldanzonete,derivación del género del danzón, que consolidó su prestigio también gracias a la creación e interpretación de destacadas mujeres.

Lacanción trovadorescade fines del sigloxixy años treinta del sigloxx—la más representativa de esta expresión musical— experimentó un auge acelerado a partir del trabajo de los trovadorestradicionales, entre los que se encuentran Pepe Sánchez (1856-1920), Rosendo Ruiz (1885-1983), Alberto Villalón (1882-1955), Sindo Garay (1867-1968) y Manuel Corona (1880-1950), quienes compartieron programas y escenarios con notables trovadoras, que en dúos estables u ocasionales, o solas y a punta de guitarra, interpretaron canciones propias y de otros colegas.

El 10 de octubre de 1922, al inaugurarse la radio en Cuba, dos voces femeninas y una instrumentista se encontraban en la relación nominal de intérpretes que intervendrían en aquella memorable primera emisión. Igualmente, pero en los años cincuenta, en la emisión inaugural de la televisión cubana, un timbre de mujer se presentaba interpretando los ancestrales ritmos afrocubanos.

La radiodifusión, como medio masivo de comunicación por excelencia en las condiciones de los años cuarenta, contribuyó a la promoción de nuevas figuras cubanas de la canción, a impulsar manifestaciones musicales de auténtico carácter popular cubano y a estimular tendencias renovadoras de la canción cubana, como es el caso delfilin(del inglésfeeling:sentimiento), que constituyó un nuevo estilo de expresar y decir canciones amorosas: casi declamadas, casi cantadas. Entre los compositores que constituyeron el tronco inicial y gestor de este movimiento, se encuentran dos mujeres, y también entre ellas se hallan algunas continuadoras indiscutibles.

Las orquestas femeninas y agrupaciones de pequeño formato que se constituyeron y sonaron durante la repúblicaneocolonial, también coadyuvaron a dignificar la presencia de la mujer en la música cubana, porque a contrapelo de una sociedad donde existían la desigualdad y la discriminación de sexo, una mujer que durante la Guerra de Independencia animaba a los insurrectos con sus interpretaciones en el acordeón depolkas, mazurcasydanzonesde moda, lograba fundar, en unión de sus hijas, la primera orquesta femenina —identificada— de que da noticias la historia de la música cubana. Otras le sucedieron y lograron proliferar y conquistar un espacio en el panorama musical de entonces, aunque, lamentablemente, su trabajo no llegó a trascender en demasía.

La música de cámara, la sinfónica y la coral intentaron asentarse con caracteres más definitorios en el acontecer artístico de los primeros años de la República. Se organizaron en La Habana las orquestas Sinfónica (1922) y Filarmónica (1924), en las cuales ocuparon atriles o actuaron como solistas numerosas mujeres, que contribuyeron a difundir los repertorios tradicional cubano y el clásico universal y contemporáneo. A la par, la Sociedad Pro Arte Musical (1918), dirigida por una directiva integrada por damas pertenecientes a la alta sociedad habanera, estimuló y promovió un ambiente cultural en la capital cuyo público también disfrutó y aplaudió a relevantes figuras del acontecer musical internacional.

En 1931 se fundó la Sociedad Coral de La Habana, presidida por una española nacionaliza cubana, devenida iniciadora del movimiento coral en Cuba, y a quien se debe la divulgación de la polifonía renacentista, el montaje del repertorio sinfónico-coral de la Orquesta Filarmónica de La Habana y el desarrollo de otros importantes proyectos músico-culturales.

La presencia de la mujer en la esfera de la creación de concierto en el decenio final de la primera mitad del sigloxx, se hizo por primera vez significativa debido al número de compositoras incorporadas, que ampliaron con respecto al siglo anterior el espectro de géneros y formatos trabajados. Solos para el piano, canciones para voz y guitarra, y canciones para voz y piano, a las que se suman: obras teatrales, comedias musicales, ballets, música religiosa,liedery obras sinfónicas, de cámara, coral y coral-instrumental, llevan la firma de mujeres creadoras que se incorporaron al Grupo de Renovación Musical1y se adscribieron a movimientos estéticos como el llamado neoclasicismo —que se impuso entre sus miembros—, al que le impregnaron elementos musicales tomados de la música cubana.

En lo docente se contó con el único centro gratuito del país hasta 1959: la Academia Municipal de Música, fundada con apoyo oficial por Guillermo M. Tomás en 1903, y denominada años después Conservatorio Municipal de Música de La Habana (hoy Conservatorio Amadeo Roldán). Este conservatorio acogió a renombradas músicas y profesoras de la capital, que en la impronta de su magisterio aunaron experiencia y sensibilidad, como también hicieron numerosas pedagogas en otras instituciones académico-musicales y otros lugares del país que fundaron conservatorios, dirigieron revistas sobre música, firmaron como autoras libros de textos y diseñaron nuevos sistemas pedagógicos que establecieron pautas en la enseñanza de la música.

En el campo de la investigación musicológica, puede hablarse por primera vez, en estos años de república neocolonial, de una producción teórico-musical reveladora en cuanto a cantidad de mujeres incorporadas, que se consagraron al estudio de los complejos multiétnicos hispano —sobre todo— y africano que intervinieron en la formación étnica y desarrollo de la cultura musical cubana. Mientras, otras se adentraban en el tema de las tradiciones populares, estudiaban los grupos humanos que llegaron, además, a este territorio y fueron partícipes en la formación de nuestra música, y se interesaron por los cantos y juegos infantiles, por sólo citar algunas de las temáticas en las que todas estas mujeres centraron su atención, desde posiciones científicas o con meros comentarios, pero motivadas todas por inclinaciones y preferencias muy particulares y aun sin apoyo de institución oficial alguna, pues el gobierno se mantuvo indiferente ante los problemas culturales. Asimismo, muchas de estas mujeres lograron imponerse en la formación de nuevas generaciones y en la labor de una seria y valorativa crítica musical.

Después de 1959, y debido a las aceleradas transformaciones de orden político y socioeconómico ocurridas en Cuba producto del triunfo de la Revolución, se abrió el camino para el desarrollo integral de la música. La mujer continuó presente en las diferentes actividades musicales, y su participación fue haciéndose más activa, desprejuiciada y constante en esta manifestación artística. Se inició la incorporación paulatina de nuevos nombres femeninos al potencial artístico de la música popular y la de concierto, las cuales reflejaron en su quehacer los profundos y radicales cambios llevados a cabo en el país.

El ámbito sonoro nacional de los años sesenta se nutrió de himnos, marchas y canciones patrióticas que engrosaron el catálogo de algunas compositoras que tenían una obra, más o menos reconocida, anteriormente.

Lacanciónen esos años iniciales no se circunscribió a reflejar los sucesos políticos, porque esos años fueron asimismo de apogeo del filin, y de un mayor reconocimiento para creadoras e intérpretes que venían trabajando desde la década del cincuenta.

En otros segmentos de la cancionística, como elboleroy labalada,estuvieron representadas las formas de hacer y decir de la mujer. Y algunas interesadas en trascender la canción nacional, se unieron al Movimiento de la Nueva Trova, que posteriormente acogió a una generación más joven que utilizó los lenguajes deljazzy elrock,fusionados con elementos raigales, tanto hispánicos como africanos; reelaboró en la canción medios expresivos típicos de la rumba y el son, o dio cabida a lo mejor de la canción romántica.

La música bailable de los años sesenta —como lo hizo en décadas anteriores— continuó moviendo a multitudes que iban gustosas y ávidas a disfrutar de orquestas con destacadas cantantes como vocalistas principales. Y los bailadores aprendieron los movimientos coreográficos de los nuevos ritmos que surgieron, como el mozambique, el pilón y el pacá, a pesar de no responder a sus exigencias, como antes lo habían hecho el danzón y el danzonete, que las cubanas crearon, interpretaron y popularizaron magistralmente.

En las décadas del setenta y el ochenta la música popular “con sus altas y bajas” en los gustos y preferencias, contó con la presencia de la mujer, interesada en crear e interpretar originales y enraizadas composiciones que tomaban en cuenta los complejos genéricos del punto y del son, muy desarrollados dentro de la música bailable actual y el movimiento salsero internacional.

Y en los tiempos actuales y desde los años noventa hemos sido testigos de una fecunda y marcada irrupción de agrupaciones musicales bailables integradas totalmente por mujeres, producto de nuestro sistema de enseñanza del arte, el cual garantiza la formación e intercambio de nuestros músicos y los dota del oficio riguroso que todos ostentan, con independencia de que en la actualidad, la mujer asume el hecho artístico como parte de sus necesidades de expresión y proyección integral de la sociedad.

Junto a estas orquestas descuellan populares agrupaciones de rap y otros grupos de pequeño formato. Estos se caracterizan por un excelente tratamiento vocal a capella, aunque en algunas ocasiones se han presentado con acompañamiento musical y como soportes vocales a otros intérpretes. Y no olvido a las vocalistas indiscutibles del panorama timbero-sonero actual.

En cuanto a la composición de la vertiente popular, es la trova la que acapara los nombres más notables, porque una nueva generación de trovadoras se abre camino, coexistiendo con las ya clásicas en este estilo, lo que demuestra que la sucesión trovadoresca no se quedó en los usos prodigiosos del filin, sino se expandió hacia las jóvenes trovadoras de hoy, que mantienen la guitarra como el medio de creación y acompañamiento de sus canciones. Aunque en la creación bailable es evidente el predominio del sector masculino, muchas obras de importantes agrupaciones llevan las firmas de autoras cubanas.

En lo que respecta a la música de concierto, el desempeño de las mujeres ha ido en ascenso y, en breve tiempo, cantantes, instrumentistas, directoras de coro y orquesta han logrado el reconocimiento en los escenarios de la canción lírica y salas de concierto en general.

La creación profesional culta femenina se ha incrementado, y frente a una activa producción internacional, las jóvenes compositoras cubanas de hoy gozan de un elevado prestigio y demuestran que son las continuadoras del aquel grupo de mujeres dedicadas a la música, que en el siglo xix abrieron el camino para que ellas no sólo enriquezcan actualmente con sus nombres nuestra cultura musical, sino con las contribuciones que han hecho a los lenguajes adoptados, que transitan desde lo más tradicional y recorrido hasta la experimentación y búsqueda de las estéticas contemporáneas.

La actividad científica también ha resultado campo propicio para las mujeres cubanas, quienes han continuado investigando las influencias hispana y africana en la música cubana y han incorporado otras temáticas surgidas al calor de las transformaciones operadas en la sociedad.

Como resultado científico relevante de la musicología actual se encuentra laedición de la obraInstrumentos de la música folclórico-popular de Cuba.Atlas(Editorial de Ciencias Sociales, LaHabana, 1996), cuyo contenido temáticoprofundiza, con una mayor generalización y alcance territorial, en los estudios realizados por Fernando Ortiz entre 1952 y 1956. Este valioso trabajo cuenta en su colectivo de autores con la presencia de seis destacadas especialistas.

Con el triunfo de la Revolución, se extendió la enseñanza gratuita de la música a varias instituciones de la capital y el resto del país, y se fundó, en 1962, la Escuela Nacional de Arte (ENA), donde quedaron agrupadas la música y demás disciplinas artísticas, hasta que surgió la Escuela Nacional de Música, en 1978, al tomarse la decisión de convertir cada esfera artística en una institución. Entre las pedagogas fundadoras de la ENA se encuentra una pianista, quien fungió desde 1990 y hasta 2001 como presidenta del Instituto Cubano de la Música, donde realizó una encomiable labor en aras de contribuir a la promoción de la música cubana en el ámbito nacional e internacional.

Desde 1976 se cuenta con el Instituto Superior de Arte (ISA), que posibilita adquirir conocimientos del más alto nivel académico. Su Facultad de Música, hasta 1996, estuvo dirigida en distintos momentos, por tres mujeres.

En la actualidad y hasta el curso 2001-2002, el Instituto Superior de Arte ha graduado a 937 estudiantes en 23 especialidades, y de ellos, 486son mujeres. A saber: Piano, 111 (y 36 hombres); Musicología, 110 (y 13 hombres); Canto, 72 (y 40 hombres); Dirección Coral, 44 (y 7 hombres); Guitarra, 25 (y 65 hombres); Flauta, 24 (y 21 hombres); Composición, 18 (y 32 hombres); Dirección Orquestal,17(y 10 hombres); Violín, 14 (y 41 hombres); Clarinete, 11 (y 24 hombres); CantoCoral, 10; Violonchelo, 7 (y 5 hombres); Dirección musical del sonido, 7 (y 2 hombres); Contrabajo, 4 (y 20 hombres); Oboe, 4 (y 5 hombres); Viola, 3 (y 16 hombres); Fagot, 2 (y 7 hombres); Percusión, 1 (y 43 hombres); Trompa, 1 (y 11 hombres); Laúd, 1; Trompeta, ninguna mujer (22 hombres); Saxofón, ninguna mujer (18 hombres); Trombón, ninguna mujer (13 hombres).2

Sin duda, las estadísticas parecen confirmar que la presencia de la mujer cubana en la música crece, se fortalece y reafirma, no sólo en la Facultad de Música del Instituto Superior de Arte, sino en las escuelas de música, elementales y medias; en los centros de investigación; la radio, la televisión, los sellos discográficos y los escenarios profesionales de la canción, la música bailable y la de concierto, donde numerosas mujeres exhibimos hoy, no sólo belleza física y valores espirituales, sino, sobre todo, mucho talento y rigor profesional.

1Núcleo de compositores surgido en las aulas del Conservatorio Municipal de Música de La Habana (hoy Conservatorio Amadeo Roldán) en 1942, que anhelaban situar a Cuba dentro de la órbita musical contemporánea, aunque tal aspiración, inmersa en el contexto de su época, implicó la adscripción a la tendencia neoclásica extendida a esas alturas por tierras europeas y latinoamericanas, lo cual llegó a opacar durante un breve lapso el enraizamiento en lo nacional, característica dominante en los cuatro lustros precedentes, señoreados por los músicos cubanos Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla. Posteriormente, los miembros del grupo establecieron un distanciamiento con los iniciales postulados, y cada uno asumió su propio derrotero.

2 Según datos del libro de control de títulos. Secretaría general del ISA en enero de 2003.

Abreviaturas y siglas utilizadas

Aa: archivo del(a) autor(a)

act: acto

acr: acordeón

arr: arreglo, arreglado por

B: bajo (voz)

C: contralto (voz)

Can: canción

cb: contrabajo

CDR: Comité de Defensa de la Revolución

CENDA: Centro Nacional de Derecho de Autor

CIDMUC: Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana

CMBF: CMBF-Radio Musical Nacional. Emisora de música clásica

cl: clarinete

clv: clave

Co: coro

col: en colaboración con

Comx: coro mixto

conj: conjunto

Covi: coro de voces infantiles

cu: cuerda

Cua/Cuas: cuaderno/cuadernos

Cuart: cuarteto

Cuart cu: cuarteto de cuerdas

DC: disco compacto

ded: dedicación, dedicado a

dir: dirección

ed: editor, editado por

edn: edición

EGREM: Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales

ENA: Escuela Nacional de Arte

EP: Stended Play

fg: fagot

fl/fls: flauta/flautas

FMC: Federación de Mujeres Cubanas

gui: guitarra

H: himno

ICRT: Instituto Cubano de Radio y Televisión

ISA: Instituto Superior de Arte

l: letra

lib: libreto

LP: Long Play

LD: disco de larga duración

mar: maraca

Mez: mezzo-soprano

MS: manuscrito en poder del(a) compositor(a)

No: número

ob/obs:oboe/oboes

Op: ópera

op t: obra teatral

órg: órgano

Orq: orquesta

Orq Ca: orquesta de cámara

Orq Cu: orquesta de cuerdas

Orq S: orquesta sinfónica

p: piano

pág: página

perc: percusión

qui: quijada

Rc: recitador

s/f: sin fecha

S: soprano (voz)

sax: saxofón

SGAE: Sociedad General de Autores y Editores

sol/sols: solista/solistas

T: tenor (voz)

T infantil: teatro infantil

T Mus: teatro musical

tp: trompa

tpt: trompeta

tr cu: trío de cuerdas

tbn: trombón

tumb/tumbs: tumbadora/tumbadoras

TV: Televisión

UNEAC: Unión de Escritores y Artistas de Cuba

v, vv: verso, versos

V,VV: voz, voces

vc: violonchelo

va: viola

vib: vibráfono

vn/vns: violín/violines

xil/xils: xilófono/xilófonos

Me estremecieron mujeres

que la historia anotó entre laureles,

y otras desconocidas, gigantes...

Silvio Rodríguez

 

…visto en su totalidad [el Diccionario] es un trabajo

de una profesionalidad, esmero y acierto indudables.

Es un testimonio único en la historiografía de nuestra música,

una herramienta de trabajo indispensable para investigadores

escritores, y, sobre todo, un homenaje y un mensaje de estímulo,

no sólo a la mujer cubana, sino a la mujer.

Cristóbal Díaz-Ayala

Historiador

 

El Diccionario de mujeres notables en la música cubana

nos enorgullece y nos llena de satisfacción. Es un nuevo

sol refulgente para nuestra música, por eso felicito a su

autora a nombre de los músicos y la cultura de este país.

Harold Gramatges

Compositor

 

El diccionario de Alicia contribuye de manera importante

a darles voz y visibilidad a las mujeres de la música… Es un

libro que abre nuevos estudios, que señala caminos

sobre los que hay que continuar profundizando.

Isabel Moya

Periodista, investigadora y profesora

 

Todos nosotros, músicos, mujeres músicos y no, debemos mucho

a la tenacidad, a la fe, y a la gran preparación y madurez profesional

de Alicia. Con su Diccionario de mujeres notables en la música cubana,

ella nos ha entregado una parte de su vida y nos ha hecho un regalo especial: ha devuelto vida a las mujeres cubanas que han contribuido a la historia

del mundo musical cubano, y, sobre todo, ha escrito un libro

que se convertirá en centro de referencia para generaciones de músicos, intérpretes, compositores y profesores en el futuro. ¡Gracias de todo corazón, Alicia! ¡Gracias, Cuba, por este documento único y esencial!

Patricia Adkins-Chiti

Mezzosoprano y musicóloga inglesa radicada en Italia

Presidenta de la Fondazione Adkins-Chiti: Donne in Musica

 

Mujeres notables

 

 

 

Anaís Abreu.

Abreu Rodríguez, Anaís(Camagüey, 8 de agosto de 1958). Cantante. Una de las más notables intérpretes del bolero en Cuba. Realizó estudios de piano y dirección coral en la academia Luis Casas Romero y el Centro de Superación de la Enseñanza Artística. En 1973 inició su vida laboral como profesora de Piano y Dirección coral, y diez años más tarde obtuvo el primer lugar como solista vocalista en un popular programa televisivo. Integró el Coro Nacional de Cuba. Desde 1986 comenzó su carrera profesional como cantante solista y logró en muy poco tiempo ofrecer un extenso catálogo interpretativo que incluye más de sesenta partituras, en las que predomina su interés por el género canción. Ha recibido premios en concursos nacionales, entre ellos: primer lugar, concurso Todo el Mundo Canta, 1983; gran premio, género canción, concurso Adolfo Guzmán, 1989; gran premio, Festival del Chachachá, 1990.

Desde 1983 y hasta la fecha, ha realizado giras por Hungría, Checoslovaquia, Francia, Italia, Argentina, Chile, y ha participado en los festivales del bolero efectuados en Cuba, Venezuela, Colombia y Perú. Ostenta la Distinción por la Cultura Nacional (2002).

Discografía (selección)

DC-EGREM: Anaís Abreu, 1997; Ciertos boleros con filin, 2000.

DC-BIS MUSIC:De lujo, 2001.

 

Bibliografía

Bulit, Ilse: “De dónde son los cantantes”, en revistaBohemia, La Habana, 23 de junio de 1990./ Vázquez, Omar: “La buena estrella de Anaís Abreu”, en periódicoGranma, p. 6, La Habana, 2 de agosto de 1995./ Intercambios de la autora con la cantante.

 

Adam Galarreta, María de las Mercedes(Camagüey, 24 de septiembre de 1873 - Madrid, 20 de octubre de 1957). Compositora. La primera y única compositora cubana nacida en el sigloxixque escribió una ópera y nutrió un catálogo con obras suyas para orquesta sinfónica, fundamentalmente, desplazando de su sitial de honor al piano como instrumento solista en un siglo en que creció su popularidad y se convirtió en símbolo de solvencia y prosperidad económica. Con nueve años de edad se trasladó a España e inició el aprendizaje de la música con Joaquín Zuazagoitía. Posteriormente cursó estudios de piano, armonía, composición, música de conjunto y órgano en el Real Conservatorio de Madrid, y en París fue alumna de Luis Diemar, Massenet y Vincent D’Indy. En esta última ciudad ofreció un concierto integrado exclusivamente por sus obras, lo que permite juzgar su estatura como compositora y la importancia de su producción. En España también ofreció recitales y conciertos de cámara junto a Pablo Casals. En 1933 publicó el ensayo: La ética y la estética en la obra musical.

Durante todos sus viajes conservó vínculos profesionales y afectivos con músicos cubanos y se incluyó en el ambiente artístico-musical de la Isla, no sólo con sus visitas periódicas sino a través de su obra, ya que el 16 de julio de 1933 la Orquesta Sinfónica, bajo la dirección de Gonzalo Roig, interpretó suSerenata española,y en el propio año, la Orquesta Filarmónica de La Habana, dirigida por Amadeo Roldán, también le llevó a escena tres obras:La peregrinación de Childe Harold(1898-1899),Poema sinfónico(1914) yEn el campo de Waterloo; seconvirtió así en la única compositora interpretada por esta orquesta que caracterizó su repertorio con obras de creadores hombres.

Los años treinta también fueron pródigos para ella, porque la Orquesta Sinfónica, bajo la dirección de Gonzalo Roig, estrenó su única ópera:La vida es sueño,basada en la obra homónima de Calderón de la Barca.

 

Partitura deCanción
de Barberine,
de María de las Mercedes Adam.

 

Obra

Ópera (para sol, Co, Orq):La vida es sueño,s/f.

Música sinfónica (para Orq S): La peregrinación de Childe Harold, 1898-1899; Poema sinfónico, 1914; Serenata española, s/f; En el campo de Waterloo, s/f; La infancia, s/f; Danzas cubanas, s/f; Serenade Andalou-se, s/f; Ballade Guerrière Ecossaise, poema de Walter Scott, s/f; La vida es sueño (para sols, Co, Orq, s/f).

Canciones (todas para V, p, s/f):Recopilación de la adolescencia,El cuaderno de los recuerdos,Armonía de la noche,Antonio y Cleopatra;A una femme(para V, vc);Si tú(l: Sally Prudhome);Canción(l: L. Armand Silvestre);Canción de Barberine(l: Baudelaire);Ars Longa(l: Baudelaire). (Para V, vc, s/f):A una femme.

Himno (para V, p, s/f): Himno patriótico.

 

Bibliografía

Valdés, Alicia: “Caracterización de mujeres notables en la música colonial cubana”, en Machado, Marisa (compiladora): Cuadernos inacabados 29. Música y mujeres. Género y poder, Peters Edition Limited, España, 1995, pp. 63- 81./ Datos localizados en Carpeta del Museo Nacional de la Música.

 

Agramonte Simoni, Herminia (Nueva York, ?-¿ ?). Pianista y compositora. Hija de la cantante Amalia Simoni y del mayor general de la Guerra de Independencia, Ignacio Agramonte. Como compositora se conoce su marcha El rescate, en homenaje a Manuel Sanguily.

 

Bibliografía

Datos suministrados a la autora por el compositor Edgardo Martín.

 

Ana Aguado.

Aguado, Ana (Cienfuegos, 3 de mayo de 1866-La Habana, 6 de mayo de 1921). Cantante (soprano) y pedagoga que supo aunar su vocación profesional con los sentimientos patrióticos que sustentó. Inició los estudios musicales con su madre hasta que en 1878 se trasladó con su familia a España, donde reinició los estudios de canto y piano con Antonio Diez y el maestro Casas. Hizo su debut profesional el 27 de diciembre de 1883, y a partir de ese momento realizó presentaciones en importantes escenarios españoles como el Liceo Brigantino.

En 1885 regresó a Cuba yprosiguió su labor profesional en Cienfuegos, interpretando obras de compositores españoles como Francisco Barbieri y Joaquín Goztambide, y cubanos como LaureanoFuentes, a quien le estrenó en1889 su óperaSeida. En ese propio año emigró con su familia a los Estados Unidos y contrajo matrimonio con el músico cubano Guillermo M. Tomás.

El 16 de junio de 1890 se presentó en el escenario del Hardman Hall por invitación de José Martí, quien solicitó su ayuda y colaboración en la recaudación de fondos para la causa independentista. A su regreso a Cuba en 1898, inició su labor pedagógica en el Conservatorio Nacional dirigido por Hubert de Blanck, en el Instituto Pedagógico de La Habana y en el Conservatorio Municipal de Música de La Habana (hoyConservatorio Amadeo Roldán), del que también fue subdirectora.

  

Bibliografía

Calero, José y Leopoldo Valdés Quesada: Cuba musical, Imprenta de Molina y Compañía, S. A., La Habana, 1929, p. 996./ Valdés, Alicia: “Caracterización de mujeres notables en la música colonial cubana”, en Machado, Marisa (compiladora): Cuadernos inacabados 29. Música y mujeres. Género y poder, Peters Edition Limited, España, 1995, pp. 63-81.

 

Aguilera Ripoll, Ana Margarita (Holguín, 19 de septiembre de 1903 - 23 de julio de 1972). Profesora e investigadora. Alumna de piano de la holguinera Rosa Betancourt Gelabert (1886-1966) y de Argeliers León en los Cursos de Verano que sobre música folclórica se impartían en la Universidad de La Habana. Ostentó el título de Ampliación de estudios con especialización en Música por trabajo de tesis presentado acerca de los métodos teóricos de la investigación científica y su aplicación a la investigación folclórica. Contribuyó al desarrollo de los estudios de nuestro folclor de antecedente hispano con la elaboración de El cancionero infantil de Hispanoamérica, monografía que recopila, ordena y compara los más conocidos cantos infantiles españoles (La pájara pinta; Al ánimo) y franceses (Matarile-rile-ron; Mambrú) y las diversas versiones en su recorrido por la América hispana con la finalidad de demostrar el origen hispano-francés de nuestro cancionero infantil continental y su arraigo eminentemente europeo, tanto en los cantos originales como en sus versiones o variantes. Colaboró con prestigiosos investigadores como Fernando Ortiz, y en el rescate del himno holguinero de los autores José María Ochoa (1845-1937) y Pedro Martínez Freyre. Ayudó en su momento a intensificar y sistematizar los estudios del folclor en Cuba. Ejerció como profesora de música en instituciones oficiales y privadas de la ciudad de Holguín. Pronunció conferencias y publicó artículos sobre música cubana con los que evidenció sus profundos conocimientos sobre el quehacer musical en nuestro país.

 

Bibliografía

Aguilera, Ana Margarita:El cancionero infantil de Hispanoamérica,Imprenta Eco-nómica Integral,S.A., La Habana, 1960./ Aguilera, Ana Margarita: “La Revolución, fuente inspiradora de la renovación de nuestro acervofolclórico”, enRevista deMúsica,Departamento de Música de la Biblioteca Nacional José Martí, año 1, no. 3,pp. 90-99, La Habana, julio, 1960./ Hernández,Zenobio:La música en Holguín, Ediciones Holguín, 2001,pp. 93-94./ Perdomo, Merluimy Alicia Valdés: “Mujer, música y pensamiento”, inédito, La Habana, 1998.

 

Alba Marina.

Alba Marina (Alba Marina Fernández, La Habana, 9 de octubre de 1920 - 9 de diciembre de 1994). Cantante (mezzo-soprano). Realizó estudios en la Julliard School of Music de Nueva York. Debutó como artista aficionada en el programa radial La Corte Suprema del Arte. Fue una de las fundadoras del Teatro Lírico Gonzalo Roig, de la Ópera Nacional de Cuba y artista exclusiva durante siete años de la emisora NBC en Nueva York, ciudad donde compartió escenarios y aplausos con notables cantantes norteamericanos, y de otras nacionalidades, como Nat King Cole, Maurice Chevalier, Hugo del Carril y María Félix. Integró la orquesta Ensueño en una de las etapas de esta agrupación creada en 1930. En su carrera como cantante se caracterizó por una impecable técnica vocal que la hizo acreedora de reconocidos elogios por parte de la crítica especializada. Incluyó en su repertorio óperas, zarzuelas, y canciones líricas y de concierto. Se presentó en auditorios de Cuba, Alemania, Canadá, los Estados Unidos, Colombia, Perú, Ecuador, Panamá y Puerto Rico. Trabajó en los filmesEl recurso del método,Negocios tenebrososyGallego.

 

Bibliografía

Molina, Antonio J.:150 años de zarzuela en Puerto Rico y Cuba, Ramallo Bros. Printing, Inc., Hato Rey,Puerto Rico, 1998, p. 575./ Orovio, Helio:Diccionario de la música cubana,Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981, p. 142.

 

Albita

Albita(Alba Mirna Rodríguez Herrera, La Habana, 6 de junio de 1962). Cantante, compositora y guitarrista. La práctica del canto en su casa fue algo frecuente y natural, pues sus padres fueron poetas repentistas cultivadores del punto cubano. Desde pequeña apareció en programas televisivos y posteriormente fue una de las cantantes más jóvenes del programa Palmas y Cañas, que transmite latelevisión cubana. A partir de 1987, empezó a presentarse con su grupo acompañante y viajan a varios países europeos y latinoamericanos.

Como compositora ha escrito para el teatro, y ha musicalizado obras para documentales, programas radiales y, sobre todo, para ser cantadas. En su catálogo predominan géneros como el son y el punto, que gusta combinar con otras modalidades como las guajiras y las guarachas. Ha participado como compositora e intérprete en festivales, encuentros y concursos, en los que ha sido galardonada. Reside en los Estados Unidos.

 

Discografía(selección)

LD-EGREM:Habrá música campesina(4628), 1989.

FONOCARIBE:La parranda se canta(049), 1990;Si se da la siembra, 1991.

CRECENT MOON/EPIC(Estados Unidos):No se parece a nada,1995;Dicen que...,1996;Unamujer como yo.

 

Bibliografía

Martínez, Mayra A.: “Habrá música campesina”, en revistaRevolución y Cultura, La Habana, octubre, 1987./ Varela, Jesse: “Albita”, enLatin Beat Magazine,December-Jannuary, Volume 7, Number