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Detalla, además de las generalidades y estudios sobre el tema, la biodiversidad cubana con todas sus particularidades y la necesidad de protegerla; asimismo, hace énfasis en la conservación de especies como unidades básicas del mundo biológico en Cuba y el mundo. La obra está dirigida a personas que están en contacto con la naturaleza o que están interesadas en preservar las diferentes formas de vida, así como a las instituciones que interaccionan con ella o a cualquier lector amante del tema.
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Seitenzahl: 105
Veröffentlichungsjahr: 2018
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Primera edición, 2007
Primera reimpresión, 2009
Edición:Lic. Carlos A. Andino Rodríguez
Diseño de cubierta: Deguis Fernández Tejeda
Diseño interior:Julio V. Duarte Carmona
Corrección:Pilar Trujillo Curbelo
Realización:Yuleidis Fernández Lago
Emplane digital:Madeline Martí del Sol
Conversión a ebook:Lic. Belkis Alfonso García
© Vicente Berovides y José Luis Gerhartz, 2007
© Sobre la presente edición:
Editorial Científico-Técnica, 2017
ISBN 978-959-05-1041-0
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.
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RUTH CASA EDITORIAL
Calle 38 y ave. Cuba, Edif. Los Cristales, oficina no. 6 Apartado 2235, zona 9A, Panamá
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Intentar escribir hoy en día por solo dos autores, un libro que abarque todos los problemas ambientales que encara la humanidad en los albores del sigloxxi, es tarea casi imposible. Por ello, este libro se limita a la problemática de la conservación de una parte de ese medio ambiente que se conoce comodiversidad de vidaobiodiversidad,1término biológico que tiene el honroso privilegio de haber pasado al lenguaje popular, como genética, ecología, biotecnología y clonación, y que hoy encara una de sus más grandes crisis.
No necesariamente esta problemática es la más importante dentro de las preocupaciones ambientales de los estados y las comunidades humanas, sobre todo si se trata al nivel de áreas urbanas, donde los problemas más prioritarios del medio ambiente son otros (basura, ruidos, contaminación del suelo y el agua, fuentes de energía) y la diversidad de la vida no desempeña un papel predominante de forma directa, en el quehacer diario de las personas. Sin embargo, para aquellas comunidades más en contacto con la naturaleza (las de campesinos y pescadores), para estudiosos, amantes, aficionados e interesados en preservar las diferentes formas de vida y para las instituciones que para bien o para mal interactúan con esta (turismo, pesca, agricultura, forestal, minería), la conservación de la biodiversidad debe ser parte de su diaria preocupación. A todos ellos va dirigida esta obra.
Dos causas fundamentales motivaron a escribir este libro. La primera está en el hecho de que, al menos, en materia de conservación de la biodiversidad, “muchos se preocupan, pero pocos se ocupan del asunto”, lo que significa, que son más las buenas intenciones por preservar las formas de vida que los hechos concretos que hacen realidad tal objetivo. Esta situación queda ejemplificada con una comunidad que sabe que la especie X está declinando y se preocupa de este hecho, pero no hace nada concreto al respecto, o el de una institución estatal en que sus decisores (los que toman las decisiones claves en esta institución) creen que una especie o hábitat está bien protegida de ciertas actividades humanas (agricultura, turismo, minería), pero no se realizan estudios ecológicos que permitan evaluar si esa protección es efectiva o no.
Por supuesto, este no es siempre el caso, ya que los grupos pueden no tomar decisiones, o lo hagan de una forma malintencionada para perjudicar la biodiversidad. Con toda seguridad, la causa más probable es que ambos grupos no conocen los principios que rigen la conservación de la biodiversidad y mucho menos el caudal de servicios gratuitos que esta brinda al hombre, o el potencial que posee para producir nuevos recursos de enorme utilidad en la medicina, la agricultura y la investigación científica. Por estos motivos esta obra puede cumplir con el objetivo de hacer llegar los conocimientos que el público necesita, pero de una forma más popular y menos académica.
El segundo motivo para escribir este libro, tiene que ver con las características de la literatura actual sobre la conservación de la biodiversidad. Esta es numéricamente colosal, pero la mayoría no es accesible al gran público, está en otro idioma, es muy técnica, a veces son obras muy voluminosas y en muchos casos se refieren a la problemática de la biodiversidad en otros países. Todo esto se trata de superar en esta obra para que su mensaje llegue al mayor número de personas posible y comiencen a preocuparse por su biodiversidad, conozcan por qué es necesario conservarla, y cómo es posible realizar esto con acciones sólidamente fundamentadas en la experiencia colectiva de las comunidades y en el conocimiento científico.
Toda obra humana es imperfecta y esta lo es en grado sumo, pues resumir y hacer inteligible el volumen de información actual sobre la conservación de la biodiversidad es una tarea harto difícil y por ende de necesaria imperfección. Ello implica muchas omisiones, de varios aspectos posibles a tratar (cambios climáticos, introducción de especies exóticas, contaminación), que algunos especialistas encontrarán desilusionador. Solo se han elegido los temas que a nuestro juicio son los más importantes para el gran público, basándonos en nuestras experiencias como investigadores y docentes en temas de la conservación a lo largo de toda Cuba.
En esta obra el énfasis en la conservación de la biodiversidad se hace mediante la conservación de especies, las unidades básicas del mundo biológico. Aunque el énfasis actual es la conservación de ecosistemas y paisajes, en la práctica es necesario, para la conservación de estas unidades ecológicas, estudiar al menos las especies principales que las integran, ya sea porque estas se encuentran amenazadas de extinción, o porque desempeñan algún papel ecológico importante, o son de interés al hombre.
Nuestra biodiversidad es parte de nuestro patrimonio natural; conocerla, protegerla y utilizarla de forma sostenible han sido y serán siempre las metas de conservación priorizadas de nuestro pueblo y gobierno revolucionarios. Esperamos que esta obra constituya una contribución a tal empeño.
1 En la obra se utilizan un grupo de palabras (biodiversidad, manejo, sobreexplotación, etc.) que no están registradas en nuestro idioma, pero que han sido definidas en el glosario y tienen significado propio.(N. del E.)
Todos tenemos una doble casa, una casa “pequeña”, que es nuestro país y una casa “grande” que es el planeta Tierra. Nos interesan sobre todo los problemas que pasan en nuestra casa “pequeña”, pero muchos de ellos tienen que ver con lo que pasa en la casa “grande”. En estas casas que habitamos la naturaleza nos impone diversas condiciones que influyen sobre nuestra vida, como por ejemplo, el clima (no es lo mismo vivir en una isla tropical como Cuba que en un país frío cercano al polo como Noruega) y el relieve (no es lo mismo vivir en unpaís eminentemente llano como el nuestro que en uno montañoso como Nepal en el Himalaya). Para desarrollar nuestra vida necesitamos asimismo, tanto los recursos que la naturaleza nos brinda, como los que ha creado el propio hombre. Vivimos rodeados de cosas creadas por la naturaleza, como: las plantas, los animales, los ríos, las montañas y las nubes (elementos naturales) y de cosas creadas por los hombres, como: edificios, carreteras, cercas, vehículos, y otros (elementos antrópicos).Ese conjunto de elementos, recursos naturales y antrópicos, así como las relaciones que se producen entre ellos y el hombre es a lo que llamamosmedio ambiente humano.
El hombre, mediante su organización social, económica, cultural y científica, interactúa con la naturaleza y crea los objetos, así como los productos que le son necesarios (ropas, alimentos, objetos de adorno, edificios, medicinas, etc.), pero, desgraciadamente, el hombre no siempre conoce bien la naturaleza y al interactuar con ella, le causa daños a veces irreparables.
En general, hasta hoy, mientras mayor ha sido el desarrollo económico del hombre, mayor ha sido el impacto negativo sobre la naturaleza, porque no hemos sabido conciliar de manera efectiva los intereses del desarrollo con la conservación del ambiente. En consecuencia, ya en el sigloxxi, la humanidad, en el pináculo de un enorme desarrollo científico-técnico, ha agredido tanto a la naturaleza que se enfrenta a la denominadacrisis ecológica, motivada básicamente por la superpoblación, así como por el intercambio desigual entre países ricos y pobres, lo que conlleva a la sobreexplotación de los recursos naturales y degradación del medio ambiente, a tal punto, que amenaza cada vez más la supervivencia del propio hombre como especie.
El ejemplo cubano clásico de esta situación, es la degradación de nuestros bosques naturales. Al llegar los españoles en 1492, alrededor de 90 % de nuestra tierra estaba cubierta de maravillosos bosques, pero después de su intensa explotación, primero por los españoles durante la colonia (para hacer barcos y edificaciones) y después durante la pseudorrepública (para dar leña a los centrales), nuestros bosques quedaron reducidos a 16 %, por lo que hoy casi todos están degradados, pero los esfuerzos de reforestación desarrollados desde el Triunfo de la Revolución lo han elevado a un valor de 22 % (Fig. 1).
Fig. 1 Cobertura vegetal de Cuba, desde el descubrimiento hasta el año 2000.
Cuando nos relacionamos con la naturaleza, utilizamos deella ciertos elementos que entonces se denominanrecursos naturales.Algunos de ellos son susceptibles de agotarse si no se les utiliza de forma racional, como es el caso de los minerales, el agua, el suelo, la flora y la fauna. Precisamente, la crisis ecológica surge a causa del uso irracionalde estos recursos, lo que ha conducido a su reducción, agotamiento o a la degradación de su calidad en casi todo el planeta, como es el caso de los bosques, los suelos para cultivar, las aguas de los ríos, las especies de plantas y animales útiles al hombre o no.
Para tratar de resolver esta crisis, los jefes de estado de casitodos los países del mundo se reunieron en Río de Janeiro (1992), en la denominada “Cumbre de la Tierra”, donde se fortaleció la idea de que el hombre debe seguir interactuando con la naturaleza, pero de una formasostenible, es decir, debe tomar los recursos naturales que les brinda esta, de forma que:
1. No cause daños a la naturaleza.
2.El recurso pueda estar disponible por tiempo indefinido, para que también sea utilizado por las futuras generaciones.
Sobre estas bases se logra un uso sostenible de los recursos naturales, y el país, en conjunto con otros aspectos de su vida social, económica, científica y cultural, logra undesarrollo sostenible.Pero, para lograr el uso sostenible de los recursos naturales, hay que fomentar, organizar y establecer medidas que garanticen la conservación.
La conservación es una ciencia cuyos principios están encaminados básicamente al inventario, protección, uso sostenible y restauración de la naturaleza, así como sus recursos naturales. Entre esos recursos naturales están la flora y la fauna de un país o región determinados. En dicho país o región existe todo un conjunto de especies de plantas y animales que conforman su diversidad biológica obiodiversidad, la que se refiere a elementos, tales como:
1. Número de especies y de individuos por especie de un grupo determinado, por ejemplo:
a) Número de aves migratorias.
b) Número de peces de agua dulce.
2. Número y extensión de los sistemas ecológicos o ecosistemas, verbigracia:
a) Extensión de los bosques de pino.
b) Extensión de los pastos naturales.
3. Funciones ecológicas de las especies o los ecosistemas, como son:
a) Función de control de lasaves insectívoras.
b) Función de refugio delos manglares.
4. Tipo de genes (determinantes hereditarios) en ciertos grupos, por ejemplo:
a)