«Apoya su pie en el piso y apaga el motor, y cuando repentinamente se quita el casco y sacude su cabello rubio hasta los hombros, me siento como hipnotizada. Un escalofrío me recorre la columna. El impulso de levantar la mirada es demasiado poderoso como para resistirlo, y lo hago sin vacilación. Cuando mi mirada se encuentra con la suya, una oleada de electricidad me recorre el cuerpo. Me olvido por completo de respirar, y recién cuando mis pulmones empiezan a protestar tomo una bocanada de aire». Este relato corto se publica en colaboración con la productora fílmica sueca, Erika Lust. Su intención es representar la naturaleza y diversidad humana a través de historias de pasión, intimidad, seducción y amor, en una fusión de historias poderosas con erótica.
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Seitenzahl: 23
Veröffentlichungsjahr: 2019
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Original title:
Fødselsdagsgaven
This short story is based on the erotic movie "I've Been with a Male Escort" by Erika Lust. The movie can be found on xconfessions.com Copyright © 2018, 2019. Linda Gundersen and LUST, an imprint of SAGA Egmont, Copenhagen All rights reserved ISBN: 9788726213386
1. E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
El acompañante
Literatura erótica
Una cálida tarde de verano en un café de moda, en la ciudad...
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—Julie, ¿qué…?
El rugido de una motocicleta interrumpe a Marianne. Inmediatamente miro hacia el ruido; no es ningún secreto que me fascinan esas máquinas veloces. Por extraño que parezca, mi mirada no se dirige al relámpago de luz verde que está estacionado a unos metros de distancia, sino a su conductor. Una fuerza inexplicable me atrae. No puedo dejar de mirar al tipo con el traje de cuero apretado.
Apoya su pie en el piso y apaga el motor, y cuando repentinamente se quita el casco y sacude su cabello rubio hasta los hombros, me siento como hipnotizada. Un escalofrío me recorre la columna. El impulso de levantar la mirada es demasiado poderoso como para resistirlo, y lo hago sin vacilar. Cuando mi mirada se encuentra con la suya, una oleada de electricidad me recorre el cuerpo. Me olvido por completo de respirar y cuando mis pulmones empiezan a protestar, tomo una bocanada de aire. Es como si el Sr. Sexy pudiera sentir el efecto que ejerce sobre mí, porque sus labios se ondulan en una sonrisa que acelera los latidos de mi corazón. Con su mirada fija en la mía, baja la cremallera de su chaqueta de cuero en una lenta agonía, exponiendo su pecho. Mi boca se seca como un desierto. Para complicar aún más las cosas, se dobla las mangas, y pronto queda desnuda toda la parte superior de su cuerpo. El sudor brilla con el sol de la tarde. Mis pezones están erectos, y de repente me doy cuenta de que con solo una mirada, ha logrado que mis regiones inferiores se empapen de deseo. —Holaaaaa Julie —dice Simone, arrastrándome brutalmente de vuelta a la realidad. Puedo volver a respirar normalmente, ahora que el hechizo se ha roto—. ¿Dónde te habías metido? —Perdón, ¿qué dijiste? —Mi atención regresa a mis amigos, que están sentados allí con sonrisas de complicidad. Mis mejillas arden. Rápidamente tomo un largo trago de vino blanco helado, que inmediatamente alivia la sensación de sequedad en mi garganta.
