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En un viaje a Nueva York una mujer danesa decide desafiar uno de sus tabúes y dejar de avergonzarse del deseo que siente por sí misma y su cuerpo. Encuentra un círculo de placer en el cual las mujeres participantes, con la ayuda de una instructora, deberán enfrentarse a sus límites. Pero cuando comienza la primera dinámica y las mujeres encuentran el ritmo, ya no habrá nada que pueda detenerlas...-
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Seitenzahl: 19
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Marguerite Nousville
El círculo de placer - una novela corta erótica
Translated by Javier Orozco
Lust
El círculo de placer - una novela corta erótica
Translated by Javier Orozco
Original title: Kvindelig nydelsescirkel
Original language: Danish
Copyright © 2020, 2021 Marguerite Nousville and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726858860
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Yo sabía bien que todas las mujeres se masturban. Obviamente yo también e incluso lo he confesado a los cuatro vientos. A estas alturas el onanismo femenino ya ni debería ser un tabú. Aún así había algo dentro de mí que se avergonzaba, como si no pudiera deshacerme de cierta sensación de que hacerlo estaba mal, que debía esconderlo, como si yo fuera la única que se entregaba a tal actividad . A veces hasta me sentía sucia. Sin embargo, al hablar de la masturbación siempre intentaba mostrarme liberada, pero por dentro esas emociones seguían royéndome. Me sentía como una hipócrita. En un viaje que hice a Nueva York encontré un boletín sobre un “Círculo de Placer Femenino”. ¡Ya era la maldita hora! pensé. Esa era la oportunidad para desafiar ese tabú encarnado – o como pueda llamársele–, que me oprimía. Quería aprender a masturbarme sin remordimientos.
Cuando llegó la fecha no me sentía ya tan optimista. Varias veces, cuando iba en camino, tuve ganas de darme la vuelta y regresar. Iba a tener lugar en un local de yoga que quedaba justo al lado de una estación de metro. Vi el letrero en cuanto salí del metro e inmediatamente bajé de nuevo. ¿Era en realidad algo para mí? Entonces me dije: sé un hombre. Me corregí.Sea mujer.
