El terrorismo, la guerra y la paz explicado con principios de coaching sistémico E-Book

Olga Casado

• Herausgeber: Kolima Books
• Kategorie: Geisteswissenschaft
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2016

Beschreibung

Estamos en guerra. No sé si cuando este libro caiga en tus manos habrá estallado ya una guerra abierta entre la modernidad y el fundamentalismo religioso que quiere imponer su ley por la fuerza, o habremos logrado reducir los efectivos terroristas lo suficiente como para afirmar que nuestra modernidad está a salvo. El enfoque sistémico en relación a la guerra, el terrorismo y la paz, nos lleva a entender cómo se organiza el principio de belicismo, terror y violencia, o la acción pacífica y amorosa, para actuar en este contexto global que es el mundo.

Leseprobe

El terrorismo, la guerra y la paz explicado con principios de coaching sistémico

Olga Casado

Título original: El terrorismo, la guerra y La paz explicado con principios de coaching sistémico

Primera edición: Enero 2016

© 2016 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: Olga Casado

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Patricia Fuentes

Maquetación: Carolina Hernández Alarcón

Conversión a libro electrónico: Patricia Fuentes

ISBN: 978-84-163645-7-2

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

No hay caminos para la paz; la paz es el camino

MAHATMA GANDHI

Introducción

Estamos en guerra. No sé si cuando este libro caiga en tus manos habrá estallado ya una guerra abierta entre la modernidad y el fundamentalismo religioso que quiere imponer su ley por la fuerza, o habremos logrado reducir los efectivos terroristas lo suficiente como para afirmar que nuestra modernidad está a salvo. Intereses territoriales aparte (no olvidemos que el hipocentro del conflicto es Siria, un enclave estratégico a relativamente pocos kilómetros de Qatar, ese pequeño emirato cuyo suelo acumula un tercio de la reserva mundial de gas natural y cuyo transporte a Europa reduciría considerablemente la dependencia energética europea de Rusia), esta guerra nos lleva más allá de lo político porque ha puesto peligrosamente en jaque los valores que teóricamente viene defendiendo nuestra cultura. Bien que mal, y sin llamarnos a engaño sobre lo que al final mueve a su conveniencia las piezas del puzzle, somos un vasto grupo humano que lentamente se mueve hacia la concordia, la igualdad y la tolerancia.

Los actores que mueven el juego político saben lo que hay que hacer para que las intervenciones armadas en un territorio estén sobradamente justificadas. Por eso encienden la llama a suficiente distancia, y esperan a que la bomba estalle dentro de casa. Eso les da una razón de peso para abrir fuego contra el enemigo. Se dice que es integrismo queriendo imponer su orden a base de terror. Y también es verdad. Pero esa no es la guerra en la que estamos inmersos aunque simbolice el fondo de la cuestión. Ni siquiera nos creemos ya lo de que han venido a provocarnos a nuestra propia casa, aunque sea cierto que han llegado hasta aquí y ahora tememos con razón que nos arrebaten nuestros derechos de libertad, nuestras voces, nuestros anhelos y las vidas de aquellos a quienes amamos. Pero eso no es cierto 0 al menos no es toda la verdad, y en general lo sabemos. Somos conscientes de cómo juegan los poderosos sus cartas, y sabemos que las vidas son cifras. Y ésta otra sí es la guerra que se ha desatado en nuestro mundo civilizado: de un lado están los que atentan contra la vida en una dimensión vasta y profunda, y de otro los que defienden la vida frente a intereses humanos de cualquier tipo.

Esta es una guerra que ha estado ahí siempre. Pero la modernidad nos ha unido en redes sociales que nos ayudan a sentirnos más fuertes y a combatir con las armas que defienden la vida. Claro que también ha hecho más fuertes a los que atentan contra la vida en aras de una forma concreta de vida. Una forma que nos parece destructiva e inhumana. Eso nos dice nuestra razón (humana). La forma quiere imponerse al fondo y está dispuesta a destruir el fondo, la síntesis, el alma que sostiene la vida. La modernidad nos ha unido en dos grandes sistemas. Las redes son como caminos neuronales por los que fluye la información que da órdenes al sistema. Estamos conectados. Esta es una guerra que podría cambiar las reglas del juego. Pero no lo sabemos. Unos tenemos esperanza y otros viven desesperanzados porque han perdido su confianza en lo humano y quizá no son conscientes de que a pesar de lo humano, la vida está viva.Esode profundidad insondable que llamamosvidase ha organizado para seguir adelante, y somos sus piezas de avance. Y, a la vez, la destrucción también avanza de forma organizada y parece dispuesta a arrasarlo todo.

¿Podemos decir que la vida está enferma y somos sus células defensivas? ¿Es posible que nos haya organizado para ayudarla a eliminar esa enfermedad que está acabando con ella? ¿Agoniza el milagro que nos ha traído hasta aquí? Y, por otro lado, ¿no es parte de la vida lo que atenta contra la vida? ¿Cómo sucede que el afán de creación y el de destrucción compartan el mismo programa vital? Y si hay un programa único del que derivan formas antagónicas de entender la vida, ¿cuál es la solución a la guerra? ¿Hay solución?