Escrito está - Efraín Barquero - E-Book

Escrito está E-Book

Efraín Barquero

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Beschreibung

Aunque la rememoración es incapaz de devolver al ser amado, puede retrotraerla de la muerte a través de la recuperación de sus actos performativos en la página en blanco y la escritura, lo que permite la unión simbólica más allá de la muerte.

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© LOM ediciones Primera edición, agosto 2017 Impreso en 1.000 ejemplares ISBN IMPRESO: 9789560009807 ISBN DIGITAL: 9789560013033 RPI: 280.948 Edición, diseño y diagramación LOM ediciones. Concha y Toro 23, Santiago Teléfono: (56-2) 2860 68 [email protected] | www.lom.cl Tipografía: Karmina Impreso en los talleres de LOM Miguel de Atero 2888, Quinta NormalImpreso en Santiago de Chile

Escrito está para conjurar la muerte

Este es un libro-poema-homenaje que el poeta Efraín Barquero, Premio Nacional de Literatura 2008, hace a su esposa Elena y que se inscribe dentro de una tradición literaria que se remonta a la tragedia griega con sus resonancias elegíacas. En nuestro país ha tenido ilustres antecedentes poéticos: Gabriela Mistral, Pablo de Rokha, Humberto Díaz-Casanueva, Olga Acevedo, Rosamel del Valle, José Domingo Gómez Rojas, Antonio de Undurraga, entre muchos otros/as. El de Barquero, si bien es un texto desgarrador que deja ver por todos lados el sentimiento devorador de la pérdida de la amada, la compañera, la esposa, la amante, en definitiva la amiga de toda la vida, es también un texto poético que remite a una extensa tradición y a una estética que, dentro de esa tradición, mantiene una continuidad con una producción personal auténtica y única.

Desde La piedra del pueblo de 1954 hasta Pacto de sangre de 2009, pasando por algunas reediciones, como la más reciente de Mujeres de oscuro, publicada este mismo año, la poesía de Barquero ha incursionado una y otra vez en la búsqueda de una comunidad perdida y una comunión con la naturaleza. En el libro que aquí presentamos, Escrito está, aunque se perciben las huellas de su escritura anterior (el efecto estético ditirámbico y solemne, el estilo oracular de las consejas, la enunciación intimista y dialogante, las comparaciones con el mundo natural y los alimentos), hay un vuelco fundamental tanto en la escritura como en las significaciones del poemario. Impregnado por un sentimiento de pérdida y de duelo inexorable, el sujeto de los poemas retrotrae el pasado al presente y hace revivir a la ausente retomando el rito de la comunidad solidaria de otros textos, pero ya no con el colectivo sino con la mujer amada, que es siempre representación también de la tierra, la naturaleza y el mundo. Así, el sujeto autobiográfico (Efraín Barquero) y la esposa y compañera (Elena Cisternas Franulic), insertada en la dedicatoria como parte del texto, hacen de la autorrepresentación una experiencia de lo colectivo, expresando una narrativa que deviene mito de origen, como señala Arfuch. Aunque la rememoración es incapaz de retener la historia o devolver al ser amado, puede retrotraerla de la muerte a través de la recuperación de sus actos performativos en la página en blanco y la fijación en la escritura (la primera palabra), lo que permite la unión simbólica más allá de la muerte. De este modo, los significantes de la primera parte del libro (la página blanca), compuesta por once poemas sin título, es el lugar del silencio, del vacío, del retorno al origen, al aliento primero y al nacimiento del poema, de la integración amorosa, de la creación: «yo escucho tu silencio» (I); «miras la página blanca» (III); «esa palabra no sale de mi boca» (III); «fuga hacia el punto supremo del origen» (IV); «Hacerte revivir aunque sea un breve momento» (VI); «quién eras antes de saber quién soy» (VII); «la página blanca. Es tu gran silencio» (VIII); «renacer en la carne de mi poesía» (IX); «sabiendo que estabas muerta, soplé y soplé» (XI). Así, la segunda parte (la primera palabra