Fuertes y débiles - Andy Crouch - E-Book

Fuertes y débiles E-Book

Andy Crouch

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Beschreibung

Las personas que progresan son, al mismo tiempo, fuertes y débiles. Existen dos tentaciones comunes que nos impiden disfrutar de una vida plena: acomodarnos por miedo a perder la seguridad o aferrarnos a cualquier forma de poder. El verdadero crecimiento, según Andy Crouch, se halla al recorrer un camino por el que debemos actuar tanto con vulnerabilidad como con fortaleza. Esta inusual pareja de actitudes se hace visible en los líderes más sobresalientes, pues son personas que usan su autoridad para el beneficio de otros y también muestran una voluntad enorme para encarar y superar las etapas de sufrimiento. El mayor ejemplo es Jesús, quien, aun teniendo un poder inimaginable, se expuso al hambre, al ridículo, a la tortura y a la muerte. Lejos de ser opuestos, la fortaleza y la vulnerabilidad deben practicarse conjuntamente en cada vida individual y en toda comunidad. Solo cuando las unimos podemos experimentar en todo su esplendor el florecimiento para el cual hemos sido creados. Andy Crouch, conocido por su manera característica de analizar los hechos, de contar historias, y su forma de presentar la realidad con un toque de esperanza, nos muestra cómo andar por este camino de modo que podamos reflejar la imagen de Dios a través de nosotros. No solo para nuestro propio florecimiento, sino también por amor a los demás.

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Veröffentlichungsjahr: 2018

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Pastoral y persona

Las personas que progresan son, al mismo tiempo, fuertes y débiles.

Existen dos tentaciones comunes que nos impiden disfrutar de una vida plena: acomodarnos por miedo a perder la seguridad o aferrarnos a cualquier forma de poder. El verdadero crecimiento, según Andy Crouch, se halla al recorrer un camino por el que debemos actuar tanto con vulnerabilidad como con fortaleza.

Esta inusual pareja de actitudes se hace visible en los líderes más sobresalientes, pues son personas que usan su autoridad para el beneficio de otros y también muestran una voluntad enorme para encarar y superar las etapas de sufrimiento. El mayor ejemplo es Jesús, quien, aun teniendo un poder inimaginable, se expuso al hambre, al ridículo, a la tortura y a la muerte. Lejos de ser opuestos, la fortaleza y la vulnerabilidad deben practicarse conjuntamente en cada vida individual y en toda comunidad. Solo cuando las unimos podemos experimentar en todo su esplendor el florecimiento para el cual hemos sido creados.

Andy Crouch, conocido por su manera característica de analizar los hechos, de contar historias, y su forma de presentar la realidad con un toque de esperanza, nos muestra cómo andar por este camino de modo que podamos reflejar la imagen de Dios a través de nosotros. No solo para nuestro propio crecimiento, sino también por amor a los demás.

EL AUTOR

Andy Crouch: Máster en Divinidad por la Boston University School of Theology, es director ejecutivo de Christianity Today. Ha escrito para Time y The Wall Street Journal, y es autor de libros de gran repercusión: Crear cultura y Playing God.

“Este libro va a producir un impacto profundo en nuestro mundo. Está construido sobre una clave diáfana, profunda y capaz de revolucionar la vida y que abre vastas posibilidades para el florecimiento humano. Con la calidad y elegancia de un clásico y absolutamente iluminador”.

John Ortberg,pastor principal de la Iglesia presbiteriana de Menlo Park, autor deGuarda tu alma.

“¡Andy Crouch lo ha conseguido nuevamente!Fuertes y débileses un libro intelectualmente perspicaz, socialmente relevante y proféticamente apasionado que nos muestra cómo multiplicar nuestro poder para crear un mundo en el que personas de cada tribu y nación puedan florecer y alcanzar el pleno potencial dotado por Dios. ¡Me encanta!”.

Brenda Salter McNeil,Seattle Pacific University, autora deRoadmap to Reconciliation.

“La Palabra de Dios enfatiza muchísimo el juego recíproco que se produce entre la debilidad y la fuerza, como también entre otros opuestos que nos conducen a las más grandes oportunidades para florecer. Todo el proceso de discipulado parece centrarse en estos opuestos. Cuando experimentamos la pobreza, comprendemos las riquezas que Dios nos concede. Cuando experimentamos la indefensión, ¡reconocemos el poder de su fuerza! Este excelente libro de Andy Crouch nos ofrece claves para comprender todo esto más claramente”.

Ravi I. Jayakaran, director de Community Transformations, e3 Partners, responsable de estimulación de la misión integral del Movimiento de Lausana.

“Este libro me ha desafiado a pensar de una manera auténtica como líder y a incorporar mi ser real en el trabajo del liderazgo. Andy Crouch ofrece un marco sencillo pero profundo que examina la relación importante que hay entre la autoridad y la vulnerabilidad, y cómo distintos tipos de combinación pueden, o ayudar, u obstaculizar el florecimiento humano. Esta hoja de ruta expone los peligros, en los que es tan fácil caer, como la evasión y la explotación, mientras que nos recuerda que la fuerza reside en la vulnerabilidad y en el sufrimiento.Fuertes y débileses una guía alentadora para cualquiera que esté buscando vivir en contra de una cultura de la seguridad y que quiera embarcarse en una vida de riesgo significativo y florecimiento”.

Jena Lee Nardella, cofundadora de la misión Blood:Water, autora deOne Thousand Wells.

A la memoria de Steve,

con alegría

Andy Crouch

Autor deCrear cultura

Fuertes y débiles

Una vida abierta al amor, al riesgo y al crecimiento auténtico

Índice

Prólogo a la serie

1.Más allá de una alternativa falsa

2.Florecimiento

3.Sufrimiento

4.Evasión

5.Explotación

Interludio-La senda del florecimiento

6.Vulnerabilidad oculta

7.Descenso a la muerte

8.Rumbo al cuadrante superior derecho

Agradecimientos

Preguntas para el coloquio

Iglesias y entidades colaboradoras en la publicación de esta serie

Prólogo a la serie

Un sermón hay que prepararlo con la Biblia en una mano y el periódico en la otra.

Esta frase, atribuida al teólogo suizo Karl Barth, describe muy gráficamente una condición importante para la proclamación del mensaje cristiano: nuestra comunicación ha de ser relevante. Ya sea desde el púlpito o en la conversación personal hemos de buscar llegar al auditorio, conectar con la persona que tenemos delante. Sin duda, la Palabra de Dios tiene poder en sí misma (Hebreos 4:12) y el Espíritu Santo es el que produce convicción de pecado (Juan 16:8), pero ello no nos exime de nuestra responsabilidad que es transmitir el mensaje de Cristo de la forma más adecuada según el momento, el lugar y las circunstancias.

John Stott, predicador y teólogo inglés, describe esta misma necesidad con el concepto de ladoble escucha.En su libroEl Cristiano contemporáneodice:Somos llamados a la difícil e incluso dolorosa tarea dela doble escucha. Es decir, hemos de escuchar con cuidado (aunque por supuesto con grados distintos de respeto) tanto a la antigua Palabra como al mundo moderno. (…). Es mi convicción firme que solo en la medida en que sepamos desarrollar esta doble escucha podremos evitar los errores contrapuestos de la falta de fidelidad a la Palabra o la irrelevancia.

La necesidad de la “doble escucha” no es, por tanto, un asunto menor. De hecho tiene una clara base bíblica. Podríamos citar numerosos ejemplos, desde el relevante mensaje de los profetas en el Antiguo Testamento -siempre encarnado en la vida real- hasta nuestro gran modelo el Señor Jesús, maestro supremo en llegar al fondo del corazón humano. Jesús podía responder a los problemas, las preguntas y las necesidades de la gente porque antes sabía lo que había en su interior. Por supuesto, nosotros no poseemos este grado divino de discernimiento, pero somos llamados a imitarle en el principio de fondo: cuanto más conozcamos a nuestro interlocutor, más relevante será la comunicación de nuestro mensaje.

La predicación del apóstol Pablo en el Areópago (Hechos 17) constituye en este sentido un ejemplo formidable de relevancia cultural y de interacción con “la plaza pública”. Su discurso no es solo una obra maestra de evangelización a un auditorio culto, sino que refleja esta preocupación por llegar a los oyentes de la forma más adecuada posible. Esta es precisamente la razón por la que esta serie lleva por nombreÁgora,en alusión a laplaza pública de Atenas donde Pablo nos legó un modelo y un reto a la vez.

¿Cómo podemos ser relevantes hoy? El modelo de Pablo en el ágora revela dos actitudes que fueron una constante en su ministerio: la disposición a conocer y a escuchar. Desde un punto de vista humano (aparte del papel indispensable del E.S.), estas dos cualidades jugaron un papel clave en los éxitos misioneros del apóstol. ¿Por qué? Hay una forma de identificación con el mundo que es buena y necesaria por cuanto nos permite tender puentes. El mismo Pablo lo expresa de forma inequívoca precisamente en un contexto de testimonio y predicación:A todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del Evangelio(1 Corintios 9:22-23). Es una identificación que busca ahondar en el mundo del otro, conocer qué piensa y por qué, cómo ha llegado hasta aquí tanto en lo personal (su biografía) como en lo cultural (su cosmovisión). Pablo era un profundo conocedor de los valores, las creencias, los ídolos, la historia, la literatura, en una palabra, la cultura de los atenienses. Sabía cómo pensaban y sentían, entendía su forma de ser (Romanos 12:2). Tal conocimiento le permitía evitar la dimensión negativa de la identificación como es el conformarse (amoldarse), el hacerse como ellos (en palabras de Jesús, Mateo 6:8); pero a la vez tender puentes de contacto con aquel auditorio tan intelectual como pagano.

Un análisis cuidadoso del discurso en el Areópago nos muestra cómo Pablo practica la “doble escucha” de forma admirable en cuatro aspectos. Son pasos progresivos e interdependientes: habla su lenguaje, vence sus prejuicios, atrae su atención y tiende puentes de diálogo. Luego, una vez ha logrado encontrar un terreno común, les confronta con la luz del Evangelio con tanta claridad como antes se ha referido a sus poetas y a sus creencias. Finalmente provoca una reacción, ya sea positiva o de rechazo, reacción que es respuesta natural a una predicación relevante.

Pablo era, además, un buen escuchador como se desprende de su intensa actividad apologética en Corinto (Hechos 18:4) o en Éfeso (Hechos 19: 8-9). Para “discutir” y “persuadir” se requiere saber escuchar. La escucha es una capacidad profundamente humana. De hecho es el rasgo distintivo que diferencia al ser humano de los animales en la comunicación. Un animal puede oír, pero no escuchar; puede comunicarse a través de sonidos más o menos elaborados, pero no tienela reflexiónque requiere la escucha. El escuchar nos hace humanos, genuinamente humanos, porque potencia lo más singular en la comunicación entre las personas. Por ello hablamos de la “doble escucha” como una actitud imprescindible en una presentación relevante del Evangelio.

Así pues, la lectura de la Palabra de Dios debe ir acompañada de una lectura atenta de la realidad en el mundo con los ojos de Dios. Esta doble lectura (escucha) no es un lujo ni un pasatiempo reservado a unos pocos intelectuales. Es el deber de todo creyente que se toma en serio la exhortación de ser sal y luz en este mundo corrompido y que anda a tientas en medio de mucha oscuridad. La lectura de la realidad, sin embargo, no se logra solo por la simple observación, sino también con la reflexión de textos elaborados por autores expertos. Por ello y para ello se ha ideado esta serie. Los diferentes volúmenes deÁgoravan destinados a toda la iglesia, empezando por sus líderes. Con esta serie de libros  queremos conocer nuestra cultura, escucharla y entenderla, reconocer, celebrar y potenciar los puntos que tenemos en común a fin de que el Evangelio ilumine las zonas oscuras, alejadas de la luz de Cristo.

Es mi deseo y mi oración que el esfuerzo de Editorial Andamio con este proyecto se vea correspondido por una amplia acogida y, sobre todo, un profundo provecho de parte del pueblo evangélico de habla hispana. Estamos convencidos de que la Palabra antigua sigue siendo vigente para el mundo moderno.Ágoraes una excelente ayuda para testificar con la Biblia en una mano y “el periódico” en la otra.

Pablo Martínez Vila

Capítulo 1

Más allá de una alternativa falsa

Son dos las preguntas que atribulan persistentemente la existencia de cada persona y comunidad humana. La primera:¿Qué se espera de nuestra vida?Y la segunda:¿Por qué nos encontramos tan lejos de tal expectativa?

En los seres humanos existe la sensación persistente de que nuestra vida tiene un propósito y una intuición de que este propósito no lo hemos llegado a cumplir. Algo nos ha ido mal en el proceso de transformarnos en lo que deberíamos ser, tanto a título individual como colectivo.

La primera pregunta nos muestra que, dentro del concepto que tenemos de nosotros mismos, hay algo que escapa a nuestra comprensión, una percepción que apenas atisbamos por la cual nuestro propósito nos llama a ser algo que supera lo que ahora conocemos. ¿Cómo es que tenemos un sentido de propósito tan profundo y a la vez nos sentimos incapaces de definir fácilmente o captar tal propósito? Y es que esta es la condición humana.

La segunda pregunta nos muestra, por su parte, otra asimetría: la que hay entre nuestras aspiraciones y nuestros logros, entre nuestras esperanzas y nuestra realidad, entre lo que perseguimos y lo que apenas alcanzamos. Si la primera pregunta da voz a nuestras mayores esperanzas, la segunda hace salir a la superficie nuestras frustraciones más profundas. Y es que poseer grandes esperanzas, al igual que grandes frustraciones, también caracteriza la condición humana.

En este libro planteo una manera de responder a estas dos preguntas. Tal respuesta es lo suficientemente sencilla como para explicarla en uno o dos minutos de conversación, o en una o dos páginas de un libro –va a llegar tan solo unas pocas páginas más adelante, y captarás su esencia casi al instante–. Esta clave la verás en acción en tus amistades, en tu experiencia laboral, en tu familia y en tu película o programa favoritos de televisión –la encontrarás en las páginas de la Escritura y en los momentos más prosaicos de la vida cotidiana–. La constatarás en los contextos más terroríficos de injusticia y explotación, y en los momentos más inspiradores de compasión y reconciliación.

Hay muchas ideas sencillas y simples que sonsimplistas, que prescinden de demasiados aspectos de la realidad como para ser verdaderamente útiles. Pero esta no lo es, porque consiste en una especie particular de idea sencilla y que denominamosparadoja. Sostiene conjuntamente dos verdades esenciales colocándolas en una relación sencilla, pero generando una tensión fructífera, produciendo complejidad y posibilidades. Es lo que he dado en llamar laparadoja del florecimiento.

“Florecimiento” es una manera de contestar a la primera gran pregunta,¿Qué se espera de nuestra vida?De nosotros se espera que florezcamos y no tan solo que sobrevivamos, sino que nuestras vidas se desarrollen; no únicamente que existamos, sino que exploremos y nos expandamos. “Gloria Dei vivens homo”, escribió Ireneo. Hay una traducción de estas palabras que se ha hecho popular y que, no por el hecho de amplificar su sentido, en modo alguno peca de infiel: “Es gloria de Dios que el ser humano viva plenamente”. Vivir plenamente es florecer y, cuando leemos u oímos esas palabras, algo se despierta en nosotros, se yergue con mayor elevación, se proyecta aún más si cabe hacia adelante. Estar plenamente vivos nos conectaría no solo con nuestro propósito humano adecuado, sino también, incluso, con las alturas y profundidades de la gloria divina. Vivir plenamente, en esta vida transitoria sobre esta tierra frágil, de tal manera que de algún modo participemos de la gloria de Dios –en eso consistiría el florecimiento–. Y es eso lo que se supone que hemos de hacer.

Toda paradoja hace que aceptemos dos cosas que dan la impresión de ser opuestas. La paradoja del florecimiento consiste en que para que haya un florecimiento verdadero, son necesarias dos cosas que a primera vista no parecen ir en absoluto a la par. Pero, en realidad, si no careces de estas dos cosas, no tienes florecimiento, ni lo estás generando para beneficio de los demás.

He aquí la paradoja: el florecimiento procede de ser fuertes y a la vez débiles.

El florecimiento nos pide que aceptemos tanto la autoridad como la vulnerabilidad, tanto la capacidad como la debilidad, e incluso, al menos en este mundo fracturado, tanto la vida como la muerte.

La respuesta a la segunda gran pregunta -¿Por qué nos encontramos tan lejos de tal expectativa?– es que hemos olvidado esta paradoja básica del florecimiento, la cual es el secreto de estar plenamente vivos. De hecho, no solo la hemos olvidado, como si se nos hubiera extraviado por descuido. La hemos sofocado. Hemos huido de ella. Porque nos atemoriza.

Solía pensar que lo que temíamos era la vulnerabilidad –el componente “débil” de la paradoja–. Pero en el transcurso de la escritura de este libro y a través de conversaciones con muchos otros acerca de la paradoja del florecimiento, me he dado cuenta de que también tememos tener autoridad. En realidad, nos atemorizan ambos lados de la paradoja del florecimiento y especialmente nos atemoriza combinarlas de la única manera que realmente conduce a la vida auténtica, para nosotros mismos y para los demás.

Este libro trata sobre el compromiso con la vida para la que fuimos hechos, una vida que acoge la paradoja del florecimiento, que busca una mayor autoridad y una mayor vulnerabilidadal mismo tiempo.

Pero, sobre todo, este libro gira en torno a una imagen, la mejor y más sencilla manera que conozco con la que explorar la paradoja del florecimiento. En realidad, es solo un esquema, del tipo de los que puedes dibujar sobre una servilleta de papel, pero que nos dará bastante para ir pensando a lo largo del resto de este libro (véase la ilustración 1.1).

Es una de mis cosas favoritas: una tabla 2x2 (o de contingencia de dos variables).

El poder del 2x2

Nada me resulta tan satisfactorio como una tabla de contingencia de dos variables en su momento oportuno. El 2x2 nos ayuda a captar la naturaleza de una paradoja. Cuando se utiliza adecuadamente, el 2x2 puede mostrarnos cómo dos ideas que pensábamos que eran opuestas entre sí, en realidad se complementan mutuamente.

Ilustración 1.1

El mundo está plagado de falsas alternativas. Los autores Jim Collins y Scott Porras, expertos en liderazgo, hablan de “la tiranía de la ‘o’ y el genio de la ‘y’”. ¿Deberían los productos ser de bajo costeode alta calidad? ¿A quiénes prestan servicio los directivos, a sus inversoresoa sus empleados? Las compañías de mayor transformación trabajan con ambos. ¿Somos el resultado de lo que se naceode lo que se hace? No son opuestos, han de ir conjuntamente.

El mundo cristiano tiene sus propias versiones: ¿Cuál es la misión de la iglesia?: ¿Evangelización y proclamación,ola justicia y la defensa de los más débiles? ¿Deberíamos ser conservadoresoradicales, contemplativosoactivos, apartados del mundoocomprometidos con el mundo? O consideremos el tema que casi generó la primera gran tabla de contingencia bíblica. ¿La vida del cristiano tiene que ver con la feolas obras? (“Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré –una tabla 2x2– mi fe por mis obras”. Santiago 2:18... ¡según mi propia versión del griego original!). Entonces estarás preparado para la pregunta más fundamental: ¿Fue Jesús de Nazaret humanoodivino? ¿Es el Hijo del Hombreoel Hijo de Dios?

En todos estos casos, lo que necesitamos no es una “o” lineal, sino una “y” bidimensional que nos impela a vislumbrar las sorprendentes conexiones entre dos cosas entre las que considerábamos que debíamos optar, y quizás incluso para descubrir que tener la plenitud de una requiere que tengamos la plenitud de la otra.

Uno de los mejores ejemplos proviene de los estudios acerca de en qué consiste ser padres efectivos, el tipo de padres que forma a hijos que despliegan confianza en sí mismos y autocontrol. ¿Qué es mejor: ser un padre estricto y exigente que establece límites firmes, o ser un padre dialogante y comprometido que interactúa con sus hijos con calidad y compasión? Si fueras padre o madre, ¿en qué punto de este espectro te gustaría estar situado/a (véase la ilustración 1.2)?

Ilustración 1.2

Si se plantea la cuestión de esta manera, la mayoría de los padres/madres se inclinará hacia una u otra dirección. Algunos citarán Proverbios: “El que escatima la vara odia a su hijo” y optarán por la firmeza (véase Proverbios 13:24). Otros citarán a Pablo: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos” y optarán por la ternura (véase Efesios 6:4, Colosenses 3:21).

Ambas cosas son correctas, pues, a fin de cuentas, la firmeza y la ternura no son valores opuestos1. Pueden ir juntos; de hecho, deben ir conjuntamente para que los hijos lleguen a florecer personalmente. Su relación se muestra mucho mejor con una 2x2 (véase la ilustración 1.3).

Ilustración 1.3

Si cartografiamos la firmeza y la ternura de este modo, rápidamente descubrimos quecualquierade estos dos valores, sin el otro, ocasionará una paternidad deficiente. Una firmeza sin ternura –una crianza autoritaria– termina llevando a la rebeldía. Una ternura sin firmeza –una crianza indulgente– termina cultivando niños mimados y maleducados.

De hecho, no solo hay dos maneras de ser un mal padre o madre: ¡hay tres! La peor es una crianza que ni es tierna ni firme, una paternidad ausente (véase la ilustración 1.4).