GuíaBurros: Poder y pobreza - Josu Imanol Delgado y Ugarte - E-Book

GuíaBurros: Poder y pobreza E-Book

Josu Imanol Delgado y Ugarte

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Beschreibung

Los GuíaBurros son manuales básicos para aprender a utilizar una herramienta, realizar una actividad o adquirir un conocimiento determinado de manera sencilla y fácil.GuíaBurros Poder y pobreza, economía desde el corazón. Cada vez es más palmaria la brecha que existe entre personas que tienen una riqueza estratosférica y las personas cuya renta y riqueza es bastante exigua. Esto hace que el poder detentado sea aún más fuerte en manos de las personas que se encuentran en lo alto de la cúspide, ocasionando por ello que el resto de las personas desfavorecidas tengan por lo general una mayor dificultad para poder llegar a salir de la situación de pobreza en la que se encuentran. En la actualidad existe una concentración de riqueza tan grande, que unas cuantas familias/corporaciones poseen una mayoría de la riqueza existente en la tierra, de un modo que nunca antes había ocurrido. Toda la información en una guía sencilla y muy fácil de leer.

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GuíaBurros Poder y pobreza

Sobre los autores

Josu Imanol Delgado y Ugarte es economista y doctor en Administración de Empresas y Finanzas. Máster en Business Administration y Máster en Finanzas. Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo y Estrella de Oro a la Excelencia Profesional, ha ampliado su formación en universidades americanas de primer nivel en áreas de Finanzas y Estrategia Empresarial. En el año 2011 realizó una descripción del modo de salir de la crisis económica que padecía España. En el año 2014 señaló que, a causa de la desigualdad y el maquinismo, el crecimiento económico se vería negativamente afectado; en enero del año 2016, en el Foro Económico Mundial de Davos, señalaron estas causas como peligros para la economía mundial. Es autor de otros diecinueve libros más sobre Finanzas, Economía y Administración de Empresas. Ha publicado más de cien artículos de opinión en la más prestigiosa prensa especializada y general. En el año 2016 fue candidato al premio de investigación social realizada de la Fundación para el fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA). También en el año 2017, fue candidato al Premio Rey Jaime I de Economía.

José Antonio Puglisi, nacido en Venezuela, es un periodista formado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). A lo largo de su trayectoria profesional se especializó en el periodismo económico y financiero, lo que le ha llevado a trabajar con medios de comunicación especializados en varios países del mundo. Con un Máster en Periodismos por la CEU Universidad San Pablo y El Mundo, así como un diplomado superior en Periodismo y Derechos Humanos, ha dedicado sus esfuerzos al periodismo de investigación. Ha sido galardonado con el premio Yo Soy Venezolano, mención Comunicador del Año 2013; y con el Premio Municipal de Periodismo José “Chepino” Gerbasi, mención Reportaje.

A lo largo de su trayectoria profesional, ha trabajado en reconocidos medios de comunicación económicos, como son Expansión, Wall Street International, IberoEconomía, Revista Dinero y Diario El Emprendedor. Asimismo, ha sido el corresponsal en Madrid de los diarios venezolanos Informe21 y Diario de Caracas.

También ha sido una de las firmas del libro de crónicas ‘Desvelos y Devociones, el pulso y alma de la crónica en Venezuela 2008-2009’, publicado por la Fundación Bigott; y del microrrelato ‘Una vida entre titulares’, en el libro ‘Periodismo en España, relatos para periodistas venezolanos’, publicado por Venezuelan Press en 2016.

Agradecimientos

JOSU IMANOL DELGADO Y UGARTE

A mis padres, por todo el amor, enseñanzas y apoyo que me dieron durante el tiempo que estuvieron a mi lado. A mi esposa, Imanol y Matxalen. Además, la hago extensiva también a todas aquellas personas que me han brindado su ayuda a lo largo de mi vida. Semper gratias ago.

JOSÉ ANTONIO PUGLISI SPADARO

A mi madre, por ser el espacio donde encontrar la paz en los momentos de tormenta. A mi padre, por contar con la palabra precisa en el momento idóneo. A mis hermanas y la pequeña ‘torbellino’ que danza constantemente en mi mente. A las equivocaciones, por llevarme hasta el camino correcto y a una pingüino que cada día me sigue demostrando que es lo mejor del Ártico.

Si después de leer este ebook, lo ha considerado como útil e interesante, le agradeceríamos que hiciera sobre él una reseña honesta en Amazon y nos enviara un e-mail a [email protected] para poder, desde la editorial, enviarle como regalo otro ebook de nuestra colección.

Prólogo

Cada vez es más palmaria la brecha que existe entre personas que tienen una riqueza estratosférica y las personas cuya renta y riqueza es bastante exigua. Esto hace que el poder detentado sea aún más fuerte en manos de las personas que se encuentran en lo alto de la cúspide, ocasionando por ello que el resto de las personas desfavorecidas tengan por lo general una mayor dificultad para poder llegar a salir de la situación de pobreza en la que se encuentran. En la actualidad existe una concentración de riqueza tan grande, que unas cuantas familias/corporaciones poseen una mayoría de la riqueza existente en la tierra, de un modo que nunca antes había ocurrido. Grosso modo y para que podamos hacernos una idea, debemos tener en cuenta que un dos por ciento de los habitantes del planeta Tierra poseen alrededor del 96 por ciento del total de la riqueza. Esto es algo que preocupa a muchas personas, pues resulta evidente que la situación abocará indudablemente a un estrangulamiento de la demanda, que haga que las economías no puedan llegar a continuar creciendo. Esto ha dado origen incluso a que algunas de las personas que se encuentran en la parte alta de la pirámide, considerados como los más ricos del mundo –y entre quienes se encuentran Warren Buffet y Bill Gates– hayan incluso pedido públicamente que se aumente la carga tributaria a los más favorecidos, pues han comprendido perfectamente que esta situación no puede abocar en un futuro a nada bueno, no solo ya en el aspecto de la economía, sino también en el ámbito social, que es al final el que sustenta todo lo demás. Esto lo estamos percibiendo en la actualidad de una manera muy palpable, cuando vemos cómo en España existen demasiados trabajadores pobres. Es decir, que a pesar de poder disponer de un empleo no son capaces de llegar a fin de mes realizando un gasto normal y sin hacer despilfarro alguno. Se trata de una situación que nunca antes se había vivido en este país, lo que sin duda hace que sea muy preocupante para toda la economía en lo relativo a su crecimiento y al desarrollo económico que se pueda implementar, y consiguientemente también para la propia estabilidad social y para la misma estructura de la sociedad.

Josu Imanol Delgado y Ugarte

Economía de mercado vs economía planificada

A lo largo de la historia se ha demostrado que la economía planificada es una entelequia, dado que es imposible implementarla con éxito. Por lo tanto, el único sistema económico que es viable, en la práctica, es la economía de mercado.

El Estado en su justa medida. Ese es el reto más evidente al que se enfrenta, desde sus primeros días, la economía de mercado. El premio Nobel de Economía del año 2001, Joseph Eugene Stiglitz, asegura que “el verdadero debate hoy en día gira en torno a encontrar el balance correcto entre el mercado y el gobierno. Ambos son necesarios. Cada uno puede complementar al otro. Este balance será diferente dependiendo de la época y el lugar”.

Un exceso o déficit de la intervención estatal podrá conllevar consecuencias negativas para el modelo de la economía de mercado. Por esta razón se intenta alcanzar un nivel de presencia exacta, lo que permitirá dar paso a la eficiencia económica; es decir, donde se utilicen los recursos productivos con la finalidad de satisfacer las necesidades de un mercado o población. Como resulta evidente, la oferta y la demanda serán protagonistas, aun por encima de los intereses gubernamentales.

Conscientes de que la perfecta medida del Estado en la economía de mercado es casi imposible de calcular, se ha apostado por la aproximación. Por esto cuenta con un gran protagonismo el uso de la “teoría del segundo mejor”, inventada por Richard Lipsey y Kelvin Lancaster en 1956. Se trata de un teorema que reza así: “Si una de las condiciones necesarias para lograr un óptimo de Pareto –es decir, aquel punto de equilibrio en el que ninguno de los agentes afectados puede mejorar su situación sin reducir el bienestar de cualquier otro agente– no es obtenible, las otras, a pesar de ser teóricamente posibles, dejan de ser deseables”.

Aunque pueda parecer complejo, se resume en que “si una de las condiciones para lograr el óptimo de Pareto no es alcanzable, solo es posible conseguir un óptimo abandonando las otras condiciones. El óptimo así logrado puede ser llamado el ‘segundo mejor’, porque se logra sujeto a un constreñimiento que, por definición, previene el logro de un óptimo de Pareto”.

La teoría política, que parece estar constantemente buscando el equilibrio en una balanza que se altera constantemente, ha apostado por justificar la intervención del Estado siempre que sea eficiente para el mercado. No obstante, podrá ser revocada por la producción privada y la comunal, siempre que estas demuestren ser más eficientes. Resulta evidente que las condiciones del propio mercado y las exteriores serán un determinante constante del cambio en las reglas del juego.

Vivimos en un mundo globalizado donde las reglas del juego están constantemente en un proceso de adaptación.

En un mundo así, ¿cómo se logra determinar el punto en el que un gobierno deja de ser eficiente para el mercado?

Como no podría ser de otra manera, coincido plenamente con lo que señala Stiglitz en este aspecto. Es lógico pensar que se puede colegir con facilidad que poder llegar a determinar cuál es la justa medida entre Estado y mercado tiene realmente mucho que ver con un arte, más que con una técnica. Como bien se señala, dependerá del momento y del mercado, ya que ateniéndose a un modelo con solo esos factores como preponderantes, la situación puede cambiar enormemente, dependiendo de su evolución. Pero lo que sí se puede decir es que la influencia del Estado debe tener su límite, en tanto que distorsiona de una manera sustancial al mercado, y ello conlleva por dicha causa a una disminución sensible de la productividad, derivada lógicamente del adocenamiento de los recursos, debido a la seguridad ofrecida por el Estado, la cual aboca a una falta de integración en procesos de mejora continua.

¿Todos los gobiernos que confían en la economía de mercado están dispuestos a echar un paso atrás si el sector privado demuestra mayor valía?

Claro que deberían dejar a actuar al mercado en su selección de la valía de los sectores e industrias que se encuentran en ellos, pues la economía de mercado trata precisamente de permitir al mercado que los sectores e industrias que los integran y que no sean capaces de competir se queden fuera de él. Aunque se debe señalar que todo ello siempre debe contar con algunas normas que pongan cierto orden en el mercado. Como se ha venido señalando, el que el mercado sea algo sin unas normas mínimas que lo regulen, es realmente contraproducente para todos. Pensemos tan solo que, seguramente, en su familia o empresa nunca dejaría que se produjeran en la práctica sin ningún tipo de ordenamiento mínimo que establezca unas reglas de convivencia. Simplemente, por el mero hecho de que se puede funcionar conociendo cuál es la manera, y que de este modo no haya cambios que varíen erráticamente en función de la conveniencia.

La economía de mercado se enfrenta a uno de sus mayores riesgos: el incremento de los regímenes autoritarios en el mundo. La tendencia política afecta las bases de un sistema económico cuyo epicentro radica en racionalizar la presencia del Estado. A mediados de 2017, Freedom House publicaba un informe en el que afirmaba que “las sociedades libres se enfrentan a una creciente amenaza de líderes autoritarios que representan un desafío permanente y cada vez más poderoso a la democracia”.

El informe de 64 páginas considera que dos de los países que más autoritarios son Rusia y China, justamente dos de las grandes potencias económicas mundiales. A juicio del autor del informe, Arch Puddington (especialista en estudios democráticos y coeditor del informe Libertad en el mundo), ambos gobiernos han tenido éxito donde los sistemas totalitarios anteriores fracasaron, debido al uso de estrategias de control más refinadas y matizadas.

“Los líderes de los sistemas autoritarios de hoy dedican la atención a tiempo completo al desafío de paralizar a la oposición sin aniquilarla y despreciar el imperio de la ley, manteniendo una capa verosímil de orden, legitimidad y prosperidad”, matiza el autor. Así mismo, aclara que los nuevos modelos autoritarios “han ideado métodos especiales para poner a Internet bajo control político sin cerrarlo por completo”, siendo justamente uno de los canales clave para las nuevas tecnologías financieras que pueden representar un motor para la economía de mercado digital.

Rusia y China no son los únicos que han aumentado sus cuotas de autoritarismo. En el informe se destaca el acelerado proceso registrado en la última década en países como Turquía, Etiopía, Azerbaiyán, Venezuela, Hungría, Ecuador, Ucrania y Afganistán. En este sentido, queda evidenciado que la tendencia está presente en un gran número de regiones del mundo, siendo una corriente que parece estar en alza, debido a que algunas poblaciones buscan la solución a sus problemas a través de un líder fuerte, un caudillo que tome con fuerza las riendas del país.

Sin llegar a ser gobiernos autoritarios, la búsqueda de una figura fuerte ha marcado varias de las últimas votaciones, como ha sido el caso del presidente Donald Trump en Estados Unidos, así como con la reelección de figuras como Vladimir Putin.

¿Es viable mantener la economía de mercado ante el actual repunte de los autoritarismos internacionales?