Hacia lo humano - Arantza Ibarra Basáñez - E-Book

Hacia lo humano E-Book

Arantza Ibarra Basáñez

0,0

Beschreibung

En este cambio de era astral, el planeta Tierra se ha transformado y ha ascendido con el Universo. El humano debe concebirse como parte de este Universo y conectarse con esa parte divina que tenemos, y por lo tanto está sujeto al mismo proceso de ascensión que la Tierra. Tenemos la capacidad de conectar con la luz o con la oscuridad que llevamos dentro, lo cual no significa que sea una tarea sencilla, pero en nuestras manos está el recorrer ese camino hacia la luz para buscar la paz, la armonía y el amor. Es esencial que lo consigamos, pues si no el propio Universo se encargará de ponernos en el lugar que nos corresponda para seguir evolucionando, porque nuestro planeta ya está preparado y necesita que todas la energías que habitan en él estén en la misma frecuencia para ello.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 116

Veröffentlichungsjahr: 2023

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



HACIA LOHUMANO

GUÍA ESPIRITUAL PARA BUSCARLA LUZ Y EL AMOR

Título original: Hacia lo humano.

Guía espiritual para buscar la luz y el amor

Primera edición: Enero 2023

© 2023 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: Arantza Ibarra Basáñez

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Valeria Hernández

Maquetación: Mercedes Galán

ISBN: 978-84-19495-29-7

Producción del ePub: booqlab

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

ÍNDICE

UNA FUERZA MAYOR

LA «MENTEIDAD»

EL DESPERTAR ESPIRITUAL

LA UNIDAD

GAIA

NUESTRA HORA

EL ALMA HUMANA

LA SEPARACIÓN

TU DEFECTO, TU VIRTUD

LA OSCURIDAD

LUCES Y SOMBRAS

EL DON

LA FUERZA

LA ENTEREZA

LA FE

EL VALOR

EL DISCERNIMIENTO

LA VOLUNTAD

LA PRUDENCIA

LA SABIDURÍA

LA PERCEPCIÓN

EL AMOR

LA COMPASIÓN

LA CREATIVIDAD

LA ABUNDANCIA

LA PUREZA

EL EQUILIBRIO

LA GRACIA

EL SERVICIO

LA DEVOCIÓN

LA PAZ

LA LIBERTAD

LA SUPERACIÓN

LA HUMILDAD

LA ENERGÍA KUNDALINI

ENERGÍA SEXUAL

LA ENERGÍA DE LA NATURALEZA

LA MADRE TIERRA

LA LLAVE

CONEXIÓN ÚTERO-TIERRA

CONEXIÓN PULMÓN-ÁRBOL

CONEXIÓN CORAZÓN-CAMPO MAGNÉTICO

CONEXIÓN NEURONA-SEMILLA

CONEXIÓN COLUMNA VERTEBRAL-RED CÓSMICA

CONEXIÓN ESTÓMAGO-FUERZA GRAVITATORIA

CONEXIÓN SANGRE-AGUA

CONEXIÓN CABELLO-VEGETACIÓN

EL PASADO

LA EVOLUCIÓN

AHORA

LA HUMANIDAD

UNA FUERZA MAYOR

La humanidad está de capa caída. Algo está ocurriendo con todos nosotros. Hasta en los pueblos están robando delante de nuestras propias narices y lo único que hacemos es mirar para otro lado.

Las leyes no nos protegen y en vez de educar para que las personas sean más pacíficas y amorosas parece que el miedo impera en todas partes. «No salgas, no te vistas así, no vayas a ese sitio, no te diviertas tanto en esas fiestas», y un montón de prohibiciones más con los que la gente intenta poner en su vida el temor y la sobreprotección de bandera para seguir dormida y no reaccionar ante tanta injusticia.

El miedo nos estanca, nos paraliza y no nos deja avanzar y evolucionar. Se nos olvida que vivimos en un Universo que está en constante movimiento y que, aunque pares, el resto de seres, planetas y estrellas siguen su camino.

El tiempo es algo muy relativo; solo existe en nuestro planeta. Da igual la edad que tengas; solo es un número. Puedes estar un año entero invadido por una gran tristeza y no enterarte en qué día, mes o año vives, y que, en cambio, un día pienses: «¿Cómo he hecho tantas cosas? ¡Cómo me ha cundido! Parece que llevo varios aquí en este lugar porque estoy súper a gusto y lo he aprovechado muchísimo».

Todo es cuestión de emociones, de cómo nos encontremos y del estado de conciencia en que estemos. El cielo y el infierno no son lugares sino estados de ánimo. Puedes sentirte en la paz y gloria más hermosas o, al contrario, estar en la pesadilla más oscura invadido por todo tipo de monstruos internos de modo que, vayas donde vayas, todo se convierte en un infierno.

El Universo forma parte de ti y tú del Universo. Todo está en uno mismo y en nuestro interior están todas las preguntas y respuestas que anhelamos.

Tenemos la capacidad de conectar con esa luz o con esa oscuridad que llevamos dentro, lo cual no significa que sea una tarea sencilla, pero en nuestras manos está el recorrer ese camino hacia la luz para buscar la paz, la armonía y el amor.

El Universo es energía, todo es energía. Incluso la materia es energía, más lenta, más densa, pero energía al fin y al cabo.

Toda esa energía fluye sin esfuerzo alguno gracias a una fuerza mayor en la que hay un patrón mágico que originó todo lo que ves y sientes.

El científico y físico teórico Michio Kaku, famoso por formular la Teoría de las cuerdas, sorprendió con un hallazgo al comprobar el movimiento, la alineación y el estado de unas partículas materiales fuera de un campo gravitatorio como el nuestro, el de la Tierra, sueltas como si estuvieran volando por las diferentes galaxias.

El resultado fue impresionante: todo empezó a alinearse, a ordenarse y a tener un equilibrio y una forma. Daba igual que no hubiera gravedad para atraerlas; algo superior y más fuerte las ordenaba con una disposición y un equilibrio perfectos. El fluir con esa energía universal o conciencia cósmica llevaba a esas partículas a un orden, una armonía, una paz y un estado perfecto y glorioso.

Le puedes llamar Dios/a, el Todo, la nada, la Fuente, el Universo, la luz, o lo que más resuene contigo, pero lo que está claro es que ese fluir con esa gran energía daba a esas partículas un gran equilibrio y una gran paz.

Todas las personas somos como esas partículas materiales y formamos parte de este Universo y viceversa, por lo que fluir con esa energía universal o Dios/a nos lleva a realizarnos y sentirnos en armonía, paz, luz y amor.

Entonces, si simplemente se trata de fluir con esa energía del Todo, ¿por qué nos cuesta tanto dejarnos llevar? Esas partículas no parecen tener mucho problema para hacerlo; solo lo hacen y no piensan o ponen límites para ello.

Claro que el humano no solo es una partícula material; disponemos de un vehículo sagrado que utilizamos como si fuera una nave para que nos lleve a un sitio o a otro. Y no solo para transportarnos está nuestra nave, sino también para adquirir conocimientos, para usarlos y para sobrevivir, alimentarnos, crear y construir cosas, siempre que no nos paremos y estanquemos en ese proceso de experimentación e integración de evolución constante en el que estamos inmersos todos los seres del Universo.

El Todo es pura sabiduría, pura magia divina que a cada ser le ha dado un patrón con el que lo único que hay que hacer es fluir, aprender, evolucionar y seguir.

El manzano está destinado a fluir y ser un gran árbol que, según cómo esté cada estrella o planeta, dará unos frutos. Otras veces será guiado para que se seque y se le caigan las hojas y se quede sin fuerza y sin frutos. Pero eso al manzano no le importa: está abierto a dejarse llevar por todos esos procesos por los que el Universo le está transportando. No sufre con cada transformación ni intenta evitarla; simplemente se deja arrastrar por una fuerza que es mayor que él y no se desgasta tratando de pelear contra ella.

La naturaleza es sabia y fluye con el Cosmos. No es de extrañar que en este cambio de era astral el planeta se haya transformado y haya ascendido con el Universo. La Tierra es otro vehículo sagrado cuya energía está fluyendo al son del Todo.

Entonces, si la Tierra está siendo Tierra, los árboles están siendo árboles y los animales están siendo animales, ¿por qué nosotros no ascendemos? ¿Nuestro vehículo sagrado no está en sintonía con esa energía?

La mente siempre está poniendo limitaciones para no avanzar y seguir. ¿Acaso la mente está convirtiéndose en el nuevo amo del planeta? ¿Estamos en manos de unas mentes frías, calculadoras, controladoras, materialistas, individualistas, agresivas, interesadas y orgullosas? ¿Hacia dónde va entonces la humanidad, o mejor dicho, la «menteidad»?

No podemos olvidar que limitarnos y estancarnos no va en consonancia con el Cosmos. El retroceder, parar, intentar controlarnos o controlar al otro por miedo nos destruye y hunde en la más absoluta oscuridad y nos aleja de ser humanos.

El humano debe concebirse como un todo, como parte de este Universo y conectado con esa parte divina que tenemos. Es nuestra esencia divina o energía quien debe llevar la nave y no ella a nosotros.

Ahora mismo la energía universal, por como está evolucionando y por todas las emociones que está habiendo, distorsiona poco a poco la energía del Todo.

La espiral perfecta es la esencia de esa energía universal, pero la forma que está adquiriendo en estos momentos se parece más a la de un ovillo, con sus imperfecciones, sus altibajos, sus oscuridades, sus parones y sus miedos. Ese ovillo necesita armonía, equilibrio y mucho amor.

El Todo lo formamos todos; Dios/as somos todos. Todas las energías del Universo hacemos que el Cosmos se expanda y sea cada vez más sabio, y hay una fuerza mayor que hace que toda la energía se mueva girando en una espiral por la que debemos fluir en unidad y de la que no debemos separarnos para que haya más paz y armonía en todo el Universo.

Seamos lo que hemos venido a aprender… a ser humanos. ¿Lo conseguiremos? Espero que sea así, pues si no el propio Universo se encargará de ponernos poco a poco en el lugar que nos corresponda para seguir evolucionando, porque nuestro planeta ya está preparado y necesita energías más acordes para ello.

LA «MENTEIDAD»

Las personas estamos en una tridimensionalidad terrícola que nos hace creer que somos superiores al resto de la naturaleza. Pero el ser diferentes de los animales o los vegetales no nos da derecho a creernos mejores que nadie.

Por supuesto que sí está dentro de nosotros el poder potenciar nuestras virtudes y sacarles provecho para avanzar y acompañar al que lo necesita.

La mente es una de las cualidades más significativas de las personas. Nos permite utilizar la lógica, pensar, adquirir conocimientos, construir cosas, buscarnos el sustento para vivir y defendernos o protegernos de las adversidades.

Las almas disponemos de cuerpo y mente. Otra de nuestras virtudes, en este caso de nuestro vehículo, es la de caminar erguidos. De esta forma podemos conducir el cuerpo por diferentes sitios mientras observamos y visualizamos el mundo y el cielo con cada pisada.

Todas las especies tienen algo que les hace diferentes y especiales; la nuestra tiene estas dos cualidades. Entonces, ¿dónde está el límite para usar la mente de una manera que no nos controle y detenga en la evolución?

La respuesta siempre es la misma: la mente no lleva a la persona; es el alma o la energía la que guía y maneja los dispositivos de la nave. Nosotros somos energías que elegimos un avatar para poder experimentar y aprender de muchas vivencias. El alma necesita ir evolucionando y fluyendo para transmitir al Todo o a la energía universal todas las sabidurías.

Dios/a está en continua expansión, pero hay un patrón al que responde esa gran energía: el amor, la paz, la armonía y la luz. Todo lo que no te acerque a esa fórmula mágica no vibrará con toda esa energía y necesitará seguir experimentando y aprendiendo hasta el infinito.

Transcender y ascender para fluir con esa energía universal tiene su miga; en el Cosmos hay mucha oscuridad y todo está repleto de emociones negativas y densas. En nosotros está el ir poniendo la atención en la luz y difuminar esos monstruos que nos acompañan.

La mente últimamente está ocupando espacios muy oscuros. Hay perversiones, agresividad, envidias, celos, autoestimas muy bajas escondidas tras soberbias y orgullos que dañan sin piedad a los de su propia especie.

La unidad está muy lejos de esas mentes que solo piensan en su propio beneficio y no dudan en mirar abajo con tal de no complicarse la existencia. Pero, en el fondo, ¿se encuentra nuestra alma en paz entre tanta oscuridad? ¿Acaso la guerra, las enfermedades, el hambre, la corrupción y todas las fechorías nos permiten alcanzar la armonía que anhelamos dentro de nuestro ser?

La naturaleza está en guerra contra las personas, bueno, contra la «menteidad». Si fuéramos humanos estaríamos en conexión con ella y conseguiríamos ascender junto a ella a la quinta dimensión, en la que la unidad y la luz son clave para seguir por el gran sendero de la conciencia cósmica.

Los terremotos, las sequías, los volcanes, las inundaciones, los tsunamis, los incendios; toda la naturaleza actúa para buscar una gran transformación a nivel energético en el planeta Tierra. Aun así no prestamos atención y seguimos poniendo la mente en cabeza para que nos guíe y nos lleve por este caos anunciado.

En nuestras manos está el cambiarnos a nosotros mismos y no al de enfrente. El cambio más grande empieza por uno mismo y no por el otro. No se necesita de grandes e impresionantes cambios, sino simplemente entrar dentro de uno mismo y conocer nuestras virtudes o dones que traemos y sacarlos a brillar.

Una luz acorde y en armonía con el Todo. Así, el efecto rebote que se podrá producir en el Universo sería maravilloso. Solo es estar dispuestos a dar este salto y que nuestra alma viva dentro de cada uno ese gran cambio. ¿Estás preparado para seguir descubriéndote?

EL DESPERTAR ESPIRITUAL

El primer paso para poder empezar a descubrirse es despertar de este sueño profundo en el que estamos inmersos y comenzar a darnos cuenta de que no es el cuerpo el que nos dirige y lleva por esta vida en la Tierra.

La mayoría de las veces el despertar aparece en momentos complicados u oscuros. El hecho de coquetear con nuestros monstruos nos induce a una continua reflexión para poder aceptarlos y entenderlos.

Pensar que solo hay una manera de despertar sería algo de una absoluta ignorancia y prepotencia. No existe solo una vía o perspectiva en nada de lo que existe en el Universo, aunque siempre se pueden dar unas pautas y unas guías para poder iniciarse en este descubrimiento.